Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Capítulo 8

—Mason me ha estado buscando — susurro para que nadie mas que las presentes puedan oírme.

—¿En serio? — pregunta Michelle con emoción.

—No sé qué hacer...

—Esto es increíble, ¡un brujo se ha fijado en ti! — chilla sin subir la voz.

—Shhh, no quiero que Lucifer escuche — le callo mirando para la entrada.

—¿Por qué no? — cuestiona Megan mirándome sospechosa.

—¿Por qué? Tal vez porque el brujo es Mason y Lucifer lo odia.

—Si, ese es un buen y único punto — acepta Valary—. Lo mejor será tenerlo en secreto por lo mientras.

—Yo no creo que haya necesidad de ocultarlo — comenta Zoe —, después de todo Ness no es humana de Lucifer, él no puede impedir que Mason salga incluso con Ness si así lo quieren.

—No importa, mejor no digamos nada — insisto yo.

—Exacto, porque pedirá explicaciones del cómo Mason consiguió el teléfono de Ness, eso nos haría tener que confesar lo del bar.

—Claro que no — debate Michelle —, por favor, Mason es un brujo, literalmente podría haber conseguido su número por arte de magia. Seguramente que Lucifer pensará eso antes que en un encuentro entre ellos dos.

—Puede ser — acepta Val —. Pero dime, ¿qué opinas de Mason?

—Pues... es lindo — acepto sin saber qué más decir.

—¿Sólo eso?

—Bueno, no lo he tratado demasiado, físicamente es atractivo, y se ve que también es bastante agradable, pero no lo sé, no lo conozco en realidad.

—Ya habrá tiempo para conocerlo.

—Tal vez.

Los demonios entran juntos a la cocina, instantáneamente nos quedamos calladas y seguimos con lo nuestro en silencio.

—Hmm... príncipe — oigo la voz de Val —. Belcebú y yo queríamos ofrecerle algo a Ness.

—¿Qué cosa? — pregunta Lucifer mientras se sienta.

—Mi habitación — contesta ella.

—Valary dormirá conmigo de ahora en adelante — explica Belcebú —. Así que ella desea cederle su habitación a Ness.

—No es necesario el sacrificio, Valary, Ness duerme bien conmigo.

—No es ningún sacrificio, Belcebú y yo lo decidimos, de todas formas me mudaré con él a su habitación. Así que quiero que Ness se quede con mi alcoba para que tenga su propio espacio y usted recupere el suyo.

—Ness, ¿aceptas las oferta? — pregunta Lucifer volteándose a mirarme.

—Pues... sí, claro.

—Excelente, hoy mismo podrás llevar tus cosas para allá — dice Valary sonriente.

—Gracias.

—No es nada.

—¿Te preparo el desayuno? — le pregunta Larisa.

—No, está bien así — niega deprisa el demonio y a todos parece darnos gracia —. Tengo salir.

—¿A dónde vas? — pregunta Amún.

—Tengo que ir con Arin de nuevo — dice mirando el reloj de su muñeca —. De hecho, ya me voy.

—¿Irás donde el otro día? — pregunto cuando lo veo pararse.

—Sí.

—¿Crees que esté Calipso? — Lucifer me mira extraño aunque con una sonrisa.

—Sí, estará.

—¿Puedo ir?

—Por supuesto, vamos.

Veo de reojo como Larisa me mira con la boca abierta, pues seguramente el nombre de Calipso le ha golpeado.

Me apresuro a caminar detrás de él, lo sigo en silencio hacia afuera de la cocina y de la casa.

Abro la puerta del auto y me meto en silencio, espero a que el chico lo haga también y continúo sin decir nada esperando que él saque plática de algo.

—Te has llevado bien con Calipso — dice encendiendo el motor.

—Sí — acepto —, es linda.

—Así es, es bastante noble. Aunque claro, nadie como tú.

—¿Soy noble?

—¿No lo eres?

¿Lo soy?

Es cierto que me he portado bastante tranquila desde el día que me rescató, y sí, tal vez hasta luzca noble, pero por lo que entiendo me tengo que comportar sumisa ante él... por lo menos un poco.

—Puede ser — acepto.

—Lo eres.

—¿Y eso está mal?

—¿Por qué habría de estarlo?

—No lo sé, no parece que la nobleza te agrade...

—En algún momento de mi vida también lo fui, y aunque ahora como tal puede que no me agrade demasiado, ¿qué puedo hacer? Es algo que está en el mismo mundo que yo. Así que tomando eso en cuenta, ¿técnicamente quién está mal? Obviamente yo.

—Bueno, el hecho de que no te guste algo no significa que estés mal. Por ejemplo yo, odio los días soleados, y eso no me hace ser la mala del cuento.

—Yo también los odio.

—¿Y tú por qué odiarías los días soleados?

—Me recuerdan al tiempo en el que vivía en tierras celestiales y volaba por el cielo con mis alas... y porque el sol es terrible y creo que se disfruta más la vida cuando hay nubes en el cielo.

—¿Cortaron tus alas?...

—¿Cortarlas? No, jamás lo hubiera permitido, hubiera matado a medio edén para evitarlo.

—¿Y dónde están?... — pregunto incluso asustada por saber que no cortaron sus alas.

—Escondidas.

—¿Escondidas? ¿Dónde?

—Te lo mostraría, pero estoy cien por ciento seguro de que un ángel no cabe en un Mustang.

El comentario me da gracia, aunque su significado me provoca... ¿miedo?

—¿Puedes esconderlas de esa forma? ¿Como si desaparecieras una de tus manos a los ojos de todos pero realmente siguiera ahí?

Lucifer esboza una sonrisa, cosa que me resulta extraña, pues en estos días le he visto sonreír muy pocas veces.

—Tu suposición suena graciosa, pero así es.

—Vaya, ¿cómo lo haces?

El chico se voltea a mirarme, hago contacto visual con él hasta que sus ojos bajan de mi rostro.

Bajo la mirada también y me topo con una escena desagradable.

Suelto un grito y agito el brazo queriendo recuperar la mano que estaba pegada a mi muñeca hace un segundo, y que aunque no puedo ver puedo sentir.

Lucifer me regresa la extremidad y comienza a reírse, yo abrazo mi mano y lo miro con recelo.

—Me sentí Thor cuando Loki le corta una mano — comento recordando la escena de la película.

—Así es como lo hago — dice entonces —, puedo desaparecer cualquier cosa, no necesariamente tiene que ser algo mío.

—¿Y puedes desaparecerlo realmente? Me refiero a que de verdad desaparezcas la mano de alguien, que aclaro no quiero que sea la mía, pero, desaparecerla, que no pueda sentirla ni nada parecido.

—Así es, puedo hacerlo y puedo regresársela cuando quiera.

—Vaya... — no puedo ni imaginar qué cosas se podrían hacer con ese poder en las manos de alguien.

—También pueden ser cosas materiales — agrega.

—¿Podrías regresar mi sostén a dónde estaba? — le pido cuando dejo de sentirlo puesto.

—Y puedo hacer muchas cosas más — continua luego de regresar todo a la normalidad.

—¿Cómo cuáles?

Lucifer se queda en silencio un momento y yo permanezco mirándolo.

—Cualquier cosa — responde al fin —, lo que te puedas imaginar.

(...)

Subo las escaleras con más seguridad que la primera vez, aunque sigo sin poder ver nada recuerdo cómo están las cosas por aquí.

—Que veo — se oye una voz cuando creo que vamos a la mitad del camino —, trajiste de nuevo a Ness.

—Así es — acepta Lucifer —. Quiere ver a Calipso.

—Fabuloso, está adentro, no ha parado de hablar de ella desde que la conoció.

—¿Cuándo para de hablar esa chica? — inquiere en tono burlón.

Por fin llegamos arriba, Lucifer me conduce hasta la entrada del lugar, donde todo se ilumina de nuevo y puedo caminar con seguridad total.

En cuanto estamos en la estancia todas las miradas se van sobre mí, y es extraño darme cuenta que es mi olor lo que les atrae.

—¡Ness! — Calipso aparece corriendo hacia mí, se me echa encima y me da un abrazo muy amigable.

—Bien, pues ya se conocen — dice Lucifer separándose de mí —, iré a arreglar mis asuntos, vuelvo en un rato.

—Por supuesto, la cuidaré.

—Confío en eso.

Ambas esperamos a que Lucifer desaparezca para poder hablar.

—No vas a creer lo qué pasó — digo.

—¿Lograste algo de lo que te dije?

—Todo — acepto —, aunque llegué a los golpes con Larisa.

—¿Y luego?

—Lucifer enfureció con ella, todas dijeron que había empezado el problema y que me había atacado sin explicación alguna. Belcebú la amenazó si volvía a hacerle algo a su humana.

—¿Y lo demás?

—Bueno, en eso estoy, pero no vas a creer lo demás... Larisa está en una "relación" con otro tipo.

—¿Qué? — pregunta con los ojos bien abiertos —. ¿Una relación? ¿Sale con un tipo mientras es la humana de Lucifer?

—¡Así es! No podía creerlo cuando lo vi, está saliendo con un brujo.

—¿Cómo te diste cuenta de eso? No puedo creerlo, ¿la cachaste? ¿En un engaño? Esto es increíble.

—La seguimos el sábado pasado, se me hizo sospechosa y decidimos seguirla... — Comienzo mientras saco mi teléfono para enseñarle las fotos que tomé —. Fue a un bar y por lo que vi no suelen ir demasiados humanos...

—¿El Daemonium?

—No lo sé... — ni siquiera vi el nombre cuando entré.

Le enseño las fotos entonces y dejo que tome mi móvil para verlas.

—Sí, el Daemonium — confirma —. Maldita zorra, no puedo creerlo, ¿qué carajo le pasa? Nunca nadie se atrevería a hacer lo que ella está haciendo...

—Lo supongo, pero ahí están las pruebas.

—¿Hizo algo más?

—¿Aparte de estar follándose con su brujo? No lo sé, no estuve demasiado tiempo ahí, Mason me ayudó a sacarle las ultimas fotos pero...

—¿Mason? — me interrumpe —. ¿Conociste a Mason?

—Sí... lo conocí en la fiesta del viernes.

—No puede ser... ¿Lucifer lo sabe?

—Sí.

—Mierda...

—¿Qué pasa?

—Mason y Lucifer se odian, de verdad.

—Sí, lo sé. Ya me lo han dicho, pero qué puedo hacer, ese no es mi problema.

—¿Pasó algo con él?

—¿Sobre qué?

—Algo contigo.

—Vaya... nos besamos.

—¿Qué? ¿Por qué lo hiciste?

—No lo hice yo, él me besó a mí, además no fue por gusto, Larisa iba a cacharnos tomándole fotos y fue la única salida.

—Bien, Mason es lo de menos en estos momentos. ¿Ya le enseñaste las fotos a Lucifer?

—No, estoy esperando el momento para hacerlo, creo que aún no debe verlas.

—Exacto, guárdalas bien, primero debes joder a Larisa para acabar con eso.

—¿Y cómo se supone que voy a joderla?

—¿Recuerdas lo que te dije antes? ¿Sobre tus privilegios al ser invitada y la obligación que tienen de servirte?

—Sí...

—Bueno, pues vas a ponerlo en práctica ahora mismo. Cuando te levantes por las mañanas dirás muy indirectamente que tienes hambre, seguramente que Lucifer sobreentiende las cosas y le ordenará a Larisa que te haga el desayuno, cosa que odiará pero tendrá que hacerlo.

—No, espera, todo menos eso. Larisa cocina del asco, incluso el mismo Lucifer ya no quiere que su desayuno sea preparado por ella.

—Bien... pensemos en algo diferente entonces... ¡ya sé!

—¿Qué?

—Éste viernes, como siempre, harán una fiesta.

—Sí...

—Irás a ella.

—¿Qué? No, no lo haré, yo no...

—Nada de no. Esta es la oportunidad, Ness, velo de esa forma, como una oportunidad, no tiene que gustarte, tiene que servirte.

—Pero no quiero decirle que quiero estar ahí...

—No tendrás que decírselo, volverla a ofrecértelo... o espera... dices que te llevas bien con las demás, ¿no?

—Así es.

—Bueno, estoy segura que ellas tampoco soportan a Larisa y ya te han dicho que vayas a la fiesta pasada.

—Lo hicieron.

—Bueno, pues estoy segura que volverán a decírtelo, y estoy más segura de que lo harán frente a Lucifer, eso instantáneamente le hará preguntarte si quieres estar presente. Así que en ese momento dirás que sí, aún cuando no quieras estar.

—¿Y eso con qué finalidad?

—¿No es obvio? Estarás con él en esa fiesta. Él estará contigo, no con Larisa. Y obviamente ella va a reventar de la furia porque: o no se le hace salir a la fiesta esa noche, o hará como si no fuera nada y tendrá que vagar por ahí sin tener la atención de todos como cuando está con Lucifer, y lo que más le va a doler es que la atención la tendrás tú.

Me quedo pensando la cosas por un momento. Es un buen plan, y realmente no tengo que sacrificar demasiado por ello, sólo estaré abajo con el demonio, me quedaré en silencio sin hacer nada hasta que él diga lo contrario.

Si lo analizo bien no es muy diferente a lo que hacía en las fiestas de mi padre.

—Bien — acepto —, lo haré.

—Excelente... hey, muéstrame de nuevo las fotos.

Vuelvo a sacar el teléfono y me apresuro a poner las imágenes de la zorra con el brujo.

—¿Qué pasa? — pregunto mientras ella mira la pantalla con atención.

—Él es Raymond — dice mirándome.

—¿Lo conoces?

—Así es... — acepta dándome el móvil —, no te preocupes por eso, sólo sigue el plan como lo acordamos, voy a ayudarte con esto.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro