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18. The New Defense Against the Dark Arts Teacher

Enero 10, 1977. 7:01 p.m.

Remus se había pasado el día entero escuchando a Sirius y Peter cantar diferentes versiones de «Harper y Remus sentados bajo un árbol». Ni siquiera estaba seguro de cómo sabían, pues ellos parecían saberlo antes de que él comentara algo al respecto e incluso cuando lo hizo, no había dado demasiados detalles. James no se había unido al cántico, pero se reía y apoyaba con pequeñas bromas al respecto que hacían que Remus terminara con las mejillas de un tono rojo bastante brillante. En especial cuando los cuatro notaron que Harper no se encontraba demasiado lejos, así que existía una muy alta probabilidad de que los hubiese escuchado con claridad. Además, aún conscientes de la cercanía de Harper, Peter hizo un chiste al cual Sirius respondió lo orgulloso que estaba de él y Remus solo se pudo sonrojar más.

(¡Quería que se lo tragara la tierra, muchas gracias!)

A estas horas del día, le comenzaban a pesar los párpados. Había dormido poco y le había costado concentrarse durante el día, pues la escena se habría grabado de manera bastante permanente en su cabeza. La suavidad de los labios de Harper, la mezcla de chocolate, frambuesa y mente de los dos, la manera en que ella lo había acercado y la manera en la que ella había reaccionado a su toque. Si con algo tan breve como había sido ese beso Remus estaba así, no quería ni pensar si... Definitivamente mejor no lo pensaba.

El gran comedor se encontraba iluminado por las velas flotantes y el techo reflejaba el cielo oscuro del exterior, así como la nieve que comenzaba a caer fuera del castillo. Todavía faltaban unos minutos para que la cena diera inicio, por lo que los estudiantes aprovechaban para conversar o discutir algo de las tareas que tendrían que continuar durante la madrugada.

Remus se sentó con sus amigos en la mesa de Gryffindor, quienes estaban discutiendo sobre el partido contra Slytherin que tendría lugar en abril. James y Sirius se veían muy apasionados al respecto, hablando de las estrategias del equipo —por medio de los nombres claves, obviamente— para derrotar a su mayor rival, mientras que Peter fruncía el ceño.

—¿No deberían enfocarse primero en el partido con Hufflepuff?

—Si desarrollamos un buen plan de juego para vencer a Slytherin, podremos vencer a Hufflepuff también —dijo Sirius, totalmente convencido.

—Además —intervino Frank Longbottom, cazador del equipo, sentado junto a Sirius—, el año pasado les ganamos por doscientos puntos. Este año podemos repetirlo.

—A mí me parece que están olvidando que este año la mitad del equipo cambió —señaló Peter—. Solo Phoenix y Wood jugaron ese partido, y Nix tenía la muñeca quebrada.

—Colagusano tiene razón —dijo James—. No deberíamos subestimar a Hufflepuff.

Remus coincidió. El equipo de Hufflepuff era una «amenaza» bastante diferente a la del año anterior. Habían reemplazado a sus tres cazadores, uno de sus dos bateadores y a su buscador cuando los anteriores se habían graduado o retirado del equipo.

—¿Has visto a Wendy Indigo jugar? —preguntó Marlene a Sirius. Ella, al igual que Sirius, ocupaba el puesto de buscador para el equipo de su casa.

—No, ¿por qué?

Marlene silbó. Junto a ella, James parecía haberse puesto pensativo.

—No sabes lo que te espera, entonces.

—¿Cinco personas harían tanta diferencia?

Considerando que eran más de la mitad del equipo, Remus quiso decir que sí. No fue necesario expresarlo, pues Lily, sentada junto a Marlene, lo dijo por él.

Los Gryffindor se giraron hacia la mesa de Hufflepuff. Del lado opuesto del comedor, encontraron a varios de los miembros del equipo de Quidditch. Nicholas Kane y Robert Wood se pasaban una bola de tenis por encima de la mesa, mientras que Phoenix Halloran y Wendy Indigo estaban escuchando a Harper —quien estaba de colada— hablar sobre lo que estaba leyendo en las cartas del tarot.

A pesar de todo, la vista de Remus se centró por un momento en ella. Ni siquiera el ir y venir de la bola lo distrajo lo suficiente. (Contrario a Sirius, que parecía no perderla de vista.) Llevaba el cabello amarrado en una cola y de ella caían algunos mechones que enmarcaban su rostro, que parecía estar sanando bastante bien.

La diminuta voz de culpabilidad que le repetía «Tú estás pensando en eso y ni siquiera sabes si está bien» parecía desvanecerse poco a poco. No era porque lo había olvidado. No, claro que no. Sabía perfectamente que habían estado en la enfermería para sanar las heridas de ella y un momento particular se había vuelto algo un poco diferente. Pero no la había visto en casi todo el día, mucho menos había podido hablar con ella, por lo que le alegraba ver que se encontraba mejor. Y bastante rápido, además, pues la herida sobre la ceja casi se había desvanecido y sus labios se encontraban en perfecto estado. Apenas quedaba una sombra púrpura en su coronilla y en el pómulo.

Harper hizo un comentario y levantó una carta para enseñársela a Phoenix, mientras que una hermosa sonrisa se extendía por su rostro. Phoenix rodó los ojos ante lo que Harper estaba diciendo, por lo que la pelirroja soltó una carcajada y dejó la carta sobre la mesa. Se quedó mirando un momento la baraja antes de levantar la mirada y encontrar a Remus.

Aún del otro lado del comedor, ni siquiera había tenido que buscarlo, como si ya supiera que estaba ahí. Harper le sonrió y saludó con la mano y él le devolvió el gesto.

El momento se vio interrumpido cuando Harper extendió la mano para atrapar la pelota de tenis antes de que golpeara a Wendy Indigo en el rostro. Ella se giró hacia Nicholas Kane con una ceja alzada y le entregó la pelota a Robert Wood.

Había sido un movimiento bastante impresionante el de Harper. Había estado con toda su atención puesta en él, pero sus reflejos habían reaccionado a tiempo para evitar que Wendy terminara en la enfermería.

Wood dejó un beso en la mejilla de Wendy, le susurró algo, y luego volvió a lanzar la pelota hacia el otro lado de la mesa hacia Kane.

—¿Ustedes también lo vieron, cierto? —preguntó Sirius, frunciendo el ceño.

—Creí que habían terminado —dijo James.

—Sí, eso dijeron en Navidad. ¿Acaban de volver? —preguntó Remus.

Los rumores se esparcían por Hogwarts muy rápido. Demasiado rápido. Bastaba con que se enteraran una o dos personas más de la cuenta —o los cuadros— para que pronto toda la escuela lo supiera.

(Remus agradecía internamente que los cuadros de la enfermería no parecían haber estado presentes la noche anterior. La mayoría prefería estar cerca del gran comedor para ver las noticias más interesantes del banquete de regreso de vacaciones.)

—Eso creo —dijo Lily.

—Escuché a Diggory decirle a Fabian que Rosier le dijo a Crouch que Lovegood le dijo a Nott que Slughorn los castigó porque los atrapó besándose en su clase —dijo Alice, sentada junto a Frank.

—Wendy me contó que se vieron durante las vacaciones y pasaron el Año Nuevo juntos —dijo Lily. De todos, era la única que parecía estar disimulando un poco más—. Supongo que habrán vuelto ese día, porque dice que se siguieron viendo después.

—¡Buenas noches! —empezó Dumbledore, interrumpiendo el chisme de los Gryffindor. Las voces del comedor se fueron acallando hasta que el director pudo continuar—. Sé que el banquete de bienvenida fue ayer por la noche, pero tengo el placer de compartirles otra noticia y anunciar un pequeño cambio.

Remus volvió a ver a sus compañeros, pero todos lucían tan confundidos como él.

—Luego de lo sucedido esta mañana en la clase de Defensa contra las artes oscuras, me temo que el profesor Currey decidió cambiar sus planes para este año e iniciar su retiro tan pronto como sea posible.

Remus frunció el ceño. Patrick Currey era un mago que no tenía más de cuarenta y cinco años de edad, gozaba de buena salud y tenía bastante buena relación con sus alumnos, aún si era uno de los profesores más estrictos. Incluso si hubiese sido un año sabático o se dedicaría a la investigación o haría voluntariados, pero... Tenía que haber sucedido algo muy grave durante su clase como para que le permitieran dejar de trabajar veinte años antes de tiempo.

—Le deseamos lo mejor y esperamos que disfrute de su merecido descanso. —Dumbledore sonrió hacia los alumnos, quienes lo observaban atentamente—. Pero no teman, pues tuvimos la suerte de que un excelente profesional llegó ayer también y está dispuesto a compartir su experiencia con nosotros.

Se escuchó un pequeño susurro de «ay, no» por el comedor que Remus sospechó que debía venir de Harper.

—Le damos la bienvenida a Alan Baker como el nuevo profesor de Defensa contra las artes oscuras.

En la mesa de profesores, un hombre se puso de pie. Era alto, atlético y elegante. Su cabello era una mezcla de tonalidades rojizas, rubias y grises. Tenía pómulos definidos y una mandíbula marcada, así como el inicio de una barba de los mismos tonos que su cabello cubriendo parte de su rostro. Su postura y la sonrisa que dio al comedor reflejaban confianza y seguridad en sí mismo.

Los profesores aplaudieron y gran parte de los alumnos también, a la vez que se alzaban susurros por todo el comedor.

—Oye, Lunático. Ese es tu suegro, ¿cierto?

Remus parpadeó dos veces ante la pregunta de Sirius.

—¿Qué?

Alan Baker. Es el padre de Harper, ¿no?

Aunque por un momento pensó que Sirius lo decía por molestarlo, al ver la genuina curiosidad en su expresión supo que no era así. Remus asintió. Por unas horas, casi había olvidado la sorpresa de Harper al ver que su padre estaba en el castillo y cuestionar qué estaba haciendo ahí.

—Sí, es su padre. Pero...

—¿Ella no sabía? —La pregunta de Peter hizo a Remus fruncir el ceño de nuevo. (A ese paso, le saldrían arrugas antes de los treinta.) Cuando estaba por preguntar a qué se refería, Peter señaló en la dirección en la que habían estado chismeando... observando a los Hufflepuff antes.

Harper miraba de su padre a Dumbledore en la mesa de profesores, con una expresión que decía «Ojalá me lleve un tren». Phoenix le hacía preguntas, pero ella no parecía estar escuchando ni una palabra. Peter tenía razón, Harper parecía tan sorprendida como todos los demás.

—Ahora que lo pienso... Ayer, saliendo de la enfermería... Nos encontramos con él. —James se giró también para escuchar lo que Remus estaba diciendo—. Parecía realmente... sorprendida, creo. ¿Asustada, tal vez?

—¿Quizás no se llevaban? —sugirió Peter. Sirius asintió, coincidiendo con él.

—No. Al contrario... —empezó James—. Lo poco que sé de él, parece que eran muy cercanos.

—¿Qué quieres decir «poco»? La conoces de toda la vida —dijo Sirius, torciendo la cabeza hacia un lado en confusión.

—Harper casi nunca habla de él. No desde que la conozco.

—Pero si eran cercanos, ¿entonces por qué no...? —Peter dejó la pregunta al aire. Ninguno de los cuatro sabía bien qué decir.

—Quizás me lo esté inventando, pero de hecho creí que él había fallecido —confesó James, con una expresión complicada en su mirada. Remus lo entendía. Ser amigo de alguien durante tanto tiempo y no saber sobre algo tan importante era incómodo, por decirlo de una forma. Te hacía dudar si realmente habías sido un amigo atento con esa persona, si habías estado ahí para ellos de la manera adecuada—. Era la única explicación lógica para que nunca hablara de él. Veo que estaba equivocado.

Tenía que estarlo. ¿De qué otra forma explicaban que Alan Baker estaba vivo y coleando, dando clases de Defensa contra las artes oscuras? La gente no volvía de entre los muertos por ninguna razón aparente.


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nota de autora. ¡hola! empecemos en orden... ¡feliz Año Nuevo, feliz San Valentín, feliz día de San Patricio y feliz Pascua! (entiéndase: para hacerse una idea de hace cuánto no subo un capítulo aquí xd)

espero que estén teniendo un buen primer trimestre del año y sino que haya bastante mejora pronto :D

este capítulo lo empecé a escribir el 3 de enero, me quedé bloqueadísima y ahora que empezó marzo dije «manda huevo, tengo que buscar una forma de hacer algo» y entonces empecé a escribir el final. algo que me sacara de la rutina, y fue así como logré encontrar por dónde entrarle a este capítulo para por fin terminarlo :) entonces ya tengo el epílogo y los últimos cuatro capítulos, además de este. qué pasa en medio ya sé, pero me falta escribirlo y decidir si va a ser un poco más largo o más corto que lo que tenía planeado originalmente

intenté hacer un poco un recap porque el último capítulo lo subí hace... dos meses y una semana, o por ahí (de cuando estoy escribiendo esta nota, que no es el día que se va a subir xd), y hasta yo tuve que devolverme a revisar unos detalles. es más, hay algo que creo que mezclé, pero no importa, ahora se queda así y después borraré las evidencias más atrás xd

n-e-ways.  me disculpo por el atraso :(

en fin. me disculpo por el testamento, pero tenía rato de no pasarme por aquí. espero que nos veamos pronto, cuídense y espero tengan una hermosa semana :D

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