—Señorita, una vez la den de alta vendrá con nosotros por homicidio e intento de homicidio.

— ¡Basta! No pueden hacer esto. —intervino Chloé, parándose frente a los dos oficiales.

—En realidad sí podemos. Ella es un peligro para la sociedad, incluso para ella misma. Aún hay algunos detalles que resolver acerca de su caso, pero le puedo asegurar, señorita Bourgeois, que su amiga irá a dar a un psiquiátrico. —dijo uno de los hombres antes de retirarse de la habitación junto con su compañero. 

Al escuchar lo que el oficial dijo, comenzaron a salir involuntariamente lágrimas de los apagados ojos azules de Marinette; Chloé no tardó en darse cuenta y corrió a su lado, para sujetar fuertemente las temblorosas manos de su mejor amiga.

—No te preocupes, Netty, ya veré qué hacer. Te prometo que te voy a sacar de esta, en serio lo prometo. 

Las jóvenes chicas se quedaron en silencio un momento, hasta que se comenzaron a escuchar unos leves gritos fuera de donde estaban ellas. Chloé se levantó y fue a ver qué pasaba, y cuando abrió la puerta se encontró a su novio bloqueándole el paso al cuarto a su mejor amigo.

Fueron apenas unos segundos, pero el corazón de Marinette se estrujó cuando vio la intensa mirada de odio y decepción en los ojos del Agreste. La miraba como si ella fuera el verdadero monstruo, como si ella fuera la culpable de todo. 

La Bourgeois decidió salir del cuarto para llevarse a Adrien y hablar con él, mientras tanto, Luka se quedó cuidando de Marinette, y podría jurar que cuando la vio, pudo ver a la mismísima muerte en persona, así que con mucho dolor en su interior, trató de aceptar qué era lo mejor.

— ¿Confías en mí?

[...]

— ¡No, no, no! Chloé, es que no lo entiendes —se quejó Adrien—. Esa... mujer... Esa mujer asesinó a mis tíos y sabe Dios a quiénes más. Parecía tan indefensa, ¡pero dentro de ella sólo había un maldito monstruo! —exclamó, señalando al pasillo donde se hallaba la habitación de Marinette.

—Adrien, escúchame por favor, sé que esto es difícil para ti, pero... 

— Es que no puedo Chloé, simplemente no puedo. Yo... Yo me estaba enamorando de ella y... ¿y ahora resulta que todo es una farsa? ¿Significa que me enamoré de alguien que simplemente no existe?

—No es eso, si tan sólo escucharas su versión de la historia quizá lo entenderías porque...

—Aguanta un segundo, Bourgeois —ordenó el de ojos verdes, poniéndose rojo por lo furioso que se encontraba—. ¡¿Tú sabías de esto?!  ¡¿Tú sabías que había matado a mi familia y no dijiste nada?! ¿Y así te atreves a llamarte mi mejor amiga?

—Yo... Yo sabía algo, pero nunca me dijo que se trataba de tus tíos y tu primo, lo prometo.

— ¿Entonces sí sabías que es una asesina? —preguntó en un hilo de voz y Chloé bajó la cabeza— Sí lo sabías...

La rubia estaba por contestar cuando de pronto comenzaron a escuchar mucho escandalo y vieron a los de seguridad correr de un lado a otro; la enfermera asignada a la Dupain apareció y como pidiendo perdón con la mirada les hizo saber que Marinette se había escapado del hospital.

— ¡¿Cómo demonios dejaron que esa perra se escapara?! —reclamó Félix enfurecido.

—¡No le digas así!

— ¡Tú cállate! Seguro la estás cubriendo, ¿verdad? ¿Apoco crees que no escuché tu conversación con mi primo? ¿Sabes qué? Yo mismo la voy a buscar, ¡dime ya dónde está!

—No la estoy encubriendo ni nada y aunque así fuera no te lo diría, porque tal vez no sepa todo, pero sé lo suficiente como para decir que tú eres el verdadero causante de todo esto y no sé cómo, pero lo voy a demostrar.

— ¡Chloé! ¿Acaso te lavó el cerebro? —exclamó Adrien— Me sorprende que creas que Félix es capaz de hacer algo indebido. 

—Si quieres no me creas —la joven sintió cómo vibró su celular y discretamente lo vio; tenía un mensaje de Luka el cual únicamente decía: "Está conmigo. Ven a nuestro lugar." Sintió algo de alivió, pero trató de no demostrarlo—. Me retiro de aquí. Tengo que averiguar qué acaba de suceder.

Como ya no había nada que hacer en el hospital, Adrien le sugirió a su primo que fueran a su apartamento donde los esperaba Kagami hablando con otro oficial. Graham aceptó.

—Esas malditas siempre se salen con la suya, quisiera golpearlas. —murmuró Félix, yendo detrás del Agreste.

[...]

— ¿Por qué hicieron eso? Saben que así las cosas serán más difíciles de arreglar. —regañó Chloé. 

—Es que no hay nada que arreglar. 

— ¿A qué te refieres con que no hay nada que arreglar, Marinette? ¿Sí te das cuenta de la situación, verdad? 

—Chloé —llamó Luka, quien medianamente le sonrió—. Déjala hablar por favor. 

Fue entonces que Marinette Dupain Cheng empezó a hablar. La cara de Chloé reflejaba temor, tristeza y mucho dolor. Lágrimas se deslizaban sobre sus mejillas, sin embargo, no era la única que estaba llorando, pues su novio y su mejor amiga también estaban igual. 

— ¿Entonces este es un adiós? —preguntó con la voz entrecortada.

—Lo es —confirmó Marinette, sonriente—. Es mi lucha, no la de ustedes.

—Lo entiendo. 

—Gracias por todo. —enunció la azabache y se alejó, se alejó corriendo lejos, dejando atrás su esa falsa linda vida, no sin antes abrazar fuertemente a la pareja.

Al observar cómo la joven se retiraba, su nariz comenzó a moquear y tuvo que buscar papel en uno de sus bolsillos, dándose cuenta que Marinette le había dejado ahí una carta dirigida a Adrien. Chloé no pudo más y se tiró a llorar, Couffaine se agachó a su nivel y ella Chloé se aferró con fuerza a él.

[...]

Su pecho subía y bajaba. Estaba tensa y sus uñas iniciaban a encajarse en las palmas de sus manos. Se sentía más que tonta por no haberse dado cuenta antes, por haber tenido al enemigo tan cerca y a la vez tan lejos.

— ¿Me ayudarás a vengarme sí o no? Es decir, seguro tu hermano Kaito, al igual que mis padres, sufrió mucho a manos de esa loca. 

— ¿Qué planeas hacerle?

—Sólo darle su merecido y posteriormente entregarla a las autoridades. Podemos decir que ella misma se lesionó y se resistió a ser llevada por nosotros; considerando su estado mental nadie tendría motivos para no creernos. 

—Yo...

— ¿Qué dices, Kagami? ¿Aceptas?

La japonesa lo meditó un rato, con los ojos cerrados, e imaginó a su hermano siendo asesinado; una ola de odio e impotencia llegó a su persona y no pudo de deshacerse de ella. Por lo tanto, abrió los ojos y estrechó su mano con la de Félix.

—Acepto. 

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¡Wujuuu! Hemos llegado al final del capítulo ocho y cada vez estamos más cerca de que concluya este fanfiction. :'D

Si bien hay algunas cosas que andan medio sueltas dentro de la historia, quiero creer que no estoy haciendo tan mal trabajo si consideramos que la dejé en hiatus por algún tiempo y, pues, varias cosas cambiaron en mi mente y tal, jaja...

Estoy muy contenta y emocionada de ya estar tan cerca de concluir esta obra. :') Casi nadie la está leyendo (en el momento que la estoy escribiendo, ya después quién sabe), pero de cualquier forma disfruto mucho escribir los capítulos, sí que sí.

Ahora así como están las cosas, ¿qué creen que suceda más adelante? Déjenme leer sus teorías, me interesan. xD

En fin, nos leemos dentro de una semana.

Los quiere;

AllieGarcia9