Capitulo 05 |La oportunidad. [Parte I]
05–I
«Capítulo con párrafos largos»
Alex.
Han pasado dos semanas desde mi 'meta' de cambiar un poco mis pensamientos; estos ultimos días pasaron algo rapido entre entrenamientos de beisbol y salidas.
Si, beisbol. Resulta que me puse en contacto con Marcos y luego de una practica para ver como me desarollaba en el campo logré entrar al equipo.
Y obviamente salí de fiesta con los chicos del equipo para celebrarlo.
Aunque realmente ellos solo buscaron cualquier escusa para salir a beber.
Y no solo he estado saliendo con el grupo de amigos de Valeria, sino que me hice bastante amigo de Dilan y este tambien me presentó a sus amigos, así qque podía tachar 'Ser mas sociable' de mi lista.
Aunque tambien noté algo un poco extraño y es que Dilan y todo el grupo de los populares no se llevaban para nada bien, podía decir que se odiaban.
Parece que tuvieron algún tipo de problema en el pasado. He tratado de sacarle informacion a alguno de los dos grupos de amigos aunque no he tenido exito, lo unico que sé sobre ese tema es que al parecer Dilan y ellos eran muy amigos pero no terminó nada bien.
¿La razón?, no tenía idea.
—¿Alex?— La voz de Dilan me trae a la realidad.—¿En que piensas?
—Carlos, mi amigo. Es que no me responde desde hace varios días.—Miento a medias porque en realidad si he pensado en eso también.
Mi "mejor amigo" no me ha respondido ni un solo mensaje los últimos días, es difícil creer que no los ha visto porque lo conozco perfectamente y sé que siempre está pegado a su teléfono.
—Tal vez solo está ocupado con los exámenes—Supone—O está entrenando, también es una posibilidad.
Estamos Camino a mi casa Dilan me está trayendo en su auto como siempre desde que comenzamos hablar.
—Los chicos, Sam y yo vamos a la cafetería del centro más tarde, luego al cine ¿Quieres venir con nosotros?.
—Veré si puedo.—Miro mi móvil.—Es que hoy tengo cita con el psicólogo.
—¿Asistes al psicólogo?—Frunce el ceño— ¿estás bien?.
—No necesariamente tienes que estar "mal"para ir a terapia.—Sonrío.—Pero si te preocupa no estoy loco o algo así, es más por mis padres.
—¿Que tienen que ver tus papas?.
— Pues desde que empezaron las mudanzas me han hecho ir a terapia con varios psicólogos, según ellos porque el cambio de ambiente puede ser muy difícil para un adolescente.—Explico resumiendo.
—¿Y no sería mejor solución dejar de mudarse tanto?—Bromea.
—Pienso lo mismo.
—¿Y a ti no te molesta lo de que tengas que ir a terapia?
—Al principio fue bastante molesto e incómodo, luego te acostumbras a hablar con un desconocido y que este anote cosas en una libreta depende a tus respuestas.
—Lo pones como algo malo.—Ríe.
—Lo dice el que recién me miraba como si estuviese loco.
—Porque me tomó por sorpresa.—Se defiende.
—Bueno, en fin. Cuando salga del consultorio les envío si decido ir, ¿okey?.
—Esta bien, nos vemos luego.—Nos despedimos.
***
—¿Alex Jensen?—Pregunta la secretaria.
—Si, soy yo.
—El doctor Bennett te está esperando, pasa.
Entro al consultorio donde el doctor me está esperando.
—Puedes sentarte, Alex.—Sonríe mientras señala un mueble delante de el.
Camino a mi puesto lentamente mientras observo todo lo de mi alrededor.
—¿Te gusta la decoración?
—Me parece familiar.—Le digo confundido.
— Hay una teoría de que los psicólogos no somos tan diferentes unos con otros, tal vez eso también también influye en la decoración.—Ríe.
— No estoy diciendo que sea "similar", a lo que me refiero es que me parece exactamente igual a la de otro psicólogo al que fui, me siento en un Déjà Vu.
Finalmente me siento delante del doctor.
—Noto tu respiración un poco alterada, respira y relájate un poco...—Anota algo—he leído tus expedientes, ¿Has estado un paso estrés últimamente?.
—No.—Respondo.
—Sin mentir.—Anota otra cosa en su libreta.
—¡No estoy mintiendo!—Me hago el ofendido.
Él solo me mira, sabe perfectamente que miento.
>>Bueno si, pero entre las clases y los entrenamientos es completamente normal.—Me defiendo.
—¿Entrenamientos?.— Frunce el ceño.—Tú psicólogo pasado escribió en tu archivo que habías decidido dejar completamente el béisbol.
—Decidí retomar mis entrenamientos.—Respondo y el solo asiente mientras sigue anotando.
—¿Que te ha hecho cambiar de opinión?—Pregunta mientras se ajusta las gafas.
Va a ser una tarde larga.
***
Duré un par de horas más en el consultorio respondiendo las preguntas del doctor Bennett hasta que se acabó el tiempo de la consulta.
Iba a llamar a Dilan pero me comencé a sentir mal ,así que mejor decidí irme a mi casa.
—Hijo, ven a cenar.— me llamó mi madre.
Bajo las escaleras y camino al comedor.
—¡Llegué!— informa mi padre entrando a la casa.
—Hoy logré salir temprano del trabajo.
Ayude a mi madre a servir la mesa y los tres nos sentamos a comer.
—Cuéntame, hijo. ¿Como—
—...Me está yendo en el instituto?— Termino por él.
—Todo bien. Por cierto hoy fue a consulta con el psicólogo todo bien con eso también.
—¿Y no hay algo más que nos quieras contar?—Pregunta mi madre.
Y mis padres hacen contacto visual y sonríe.
Mierda.
Ya lo saben.
—¿Como se enteraron?.—Los miro serio.
—¿Enterarnos de que?—Mi madre ríe nerviosa.—No sé de qué—
—Tú madre vio tu nuevo uniforme.—Mi padre interrumpe las excusas de mi mamá y confirma mi teoría.
—¡ALEXANDER JENSEN!—Mi mamá lo regaña, fulminándolo con la mirada.
—Perdón amor, ya Alex se había dado cuenta que sabíamos.—Se defiende.
Abro la boca para decirles algo cuando siento un inmenso dolor de cabeza.
—Hijo, ¿Estás bien?.—Mi madre me mira preocupada.
Siento que mi cabeza va a explotar.
Me levanto de la mesa sin decirles nada.
Mala idea.
Apenas me pongo de pie me comienzo a marear, sintiendo todo a mi alrededor dar vueltas.
—¿Alex?.
Pongo una mueca de dolor.
—No pasa nada, que estoy...
Pierdo el equilibrio y mi cuerpo golpea contra el piso, siento los párpados pesados. Mientras escucho la voz de mis padres lejanamente intento no cerrar los ojos.
Pero de repente todo a mí alrededor se oscurece.
«Parte I del Capítulo 05»
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