Capítulo veintiséis
"Quiero pasar más tiempo junto a ti
Recuperar las noches que perdí
Vencer el miedo inmenso de morir
Y ser eterno junto a ti "
Juanes, Nada valgo sin tu amor
Pov Arellys:
Los pasados dos días estuve en mi cabaña, no salí de ahí para nada y cuando digo esto me refiero a que Edward me traía comida.
Lo ocurrido con Peter me dejó devastada y no sólo eso sino también el hecho de que debía decirle a Dylan sobre Peter, porque no era justo para él.
-¿Saldrás hoy?-preguntó Ed dejando en la mesita junto a mí un bandeja con el desayuno-recuerda que pasado mañana es año nuevo ¿Irás a tú casa?
-no voy a salir-tomé un poco de huevo revuelto y lo llevé a mi boca para masticarlo despacio.
-a tu padre no le gustará pasarlo solo-se sentó junto a mí.
-es que no tengo ánimos de estar con nadie-admití decaída.
-Arell me preocupas, estás mas delgada, no sales y no sé que hacer-se pasó una mano por la cara.
-estoy bien-intenté sonreír pero salió mas como una mueca.
-eso no te lo crees ni tú, prima-me abrazó de costado-no quiero perderte, eres como la hermana que nunca tuve ¿Entiendes?
-te prometo que nada me pasará.
Creo que era mentira porque si seguía por el mismo camino nada bueno me traería pero no quería preocupar más a Ed.
Ese mismo día salí un rato y hasta volví a entrenar pero solo por un rato ya que empecé a tener espejismos en lo que me parecía ver a Peter y no solo eso también escuchaba su vos llamándome.
Ya para la noche estaba en mi cama en forma fetal intentando conciliar el sueño y volar de esta realidad por un rato.
Al abrir los ojos me encontré en medio de un bosque muy conocido para mi, no entendía como llegué hasta aquí
-¿Peter?-pregunté girando a mi alrededor, buscando a esa única persona con la que me sentía segura estando aquí.
-Arell-tomaron mi mano y tiraron girandome para quedar frente a frente-¡Que bueno que estás aquí!
-¿Por qué estoy aquí?-pregunté perdiendome en su mirar.
-te tengo una sorpresa por este día tan especial-sonrió.
-¿Día especial?-me hice para atrás-¿De qué hablas? ¿Y por qué actúas así conmigo?
-es tú cumpleaños-dijo en un tono de obviedad.
-no, eso no puede ser apenas es veintisiete de diciembre-me negué en rotundo.
-no, es veintiocho-me miró con preocupación-¿Qué te ocurre amor?
-¿Qué te ocurre a ti? ¡Me asustas!-chillé-nosotros no terminamos bien la última vez y no entiendo porque me sigues hablando.
-no estoy enojado, Arell-suspiró-dejemos por hoy esto en el pasado y disfrutemos el día juntos ¿Sí?-estiró su mano en mi dirección.
-si, esta bien-entrelacé nuestros dedos.
Comenzamos a caminar muy despacio por el bosque, a través de un camino que nunca antes había visto y mucho menos atravesado. No fue mucho lo que caminamos pero debo decir que valió la pena, al final había una especie de feria o pequeño parque de diversiones retro, con una pequeña rueda de la fortuna, montaña rusa y otros juegos iluminados con pequeñas lámparas que le daban el toque romántico al lugar.
-¡Wow! Peter este lugar es...-admiré la rueda de la fortuna-perfecto.
-y se pone mejor-sonrió con picardía-¿Confías en mi?
-sí-dije sin dudarlo.
-sostente-acomodó mis brazos sobre sus hombros y me abrazó de la cintura para luego elevarnos hasta las sillas que estaban en la cima de la rueda.
-¿Por qué nunca me dijiste que esto existía?-pregunté sin dejar de maravillarme.
-porque entonces no habría sorpresa.
-tienes razón-por primera vez en estos días sonreí con sinceridad.
-estás más delgada-dijo acariciando mi brazo suavemente-y demacrada,ya no veo a la Arellys valiente y fuerte sino que me da la sensación de que re romperás de lo frágil que te veo, creo que realmente no la estas pasando bien.
-es difícil de explicar el por qué estoy así porque ni yo lo sé con exactitud-mordí mi labio inferior pensativo-creí que la razón era por la pelea que tuvimos pero ahora ya no estoy segura.
-no entiendo porque te alejas de mi, podemos estar juntos-acarició mi mejilla con su pulgar-te amo Arell.
-dijiste que dejaríamos esto en el pasado por hoy.
-sé lo que dije pero necesito saber que es lo que ocurre en tu cabeza y corazón para que te castigues de esta forma.
-es que siento que lo nuestro no es correcto, no creas que no te amo porque no es así es sólo que me dejó llevar por lo que la gente piensa o espera de mi-admití.
-y eso es lo que haces mal, no debe importarte los demás sólo tú-se inclinó hacía mi, quería besarme y me lo pidió con la mirad.
-bésame-ordené, sientiendo a los segundos sus labios en los míos en un beso delicado pero con mucho amor.
-liberé a Wendy-dijo al separarnos-lo hice por ti porque no estaba en mis planes.
-no tenías que haces eso Peter-acaricié su mejilla.
-haría eso y más-sonrió mirando hacía otro lado con timidez-te sonará muy cliché pero te traería todas las estrellas del mundo y hasta te bajaría la luna con tal de verte sonreír y que te quedes a mi lado.
-es muy cliché pero me encantó saber hasta donde eres capaz de hacer por mi.-no sabía que hacer, eso sonó muy lindo -no puedo-Peter me miró con confusión en el rostro-no puedo quedarme, sé que es lo que quieres pero...
-¿Es por Dylan? ¿Todavía no le dices lo nuestro?
-¡Deja de leer mi mente!-chillé-simplemente no pude decirle, no quiero perderlo él es muy importante para mi, además de mi novio-sentí a Peter gruñir con molestia-fue mi mejor amigo, mi compañero y lo voy a herir mucho si...
-más me lastimas a mi imponiendo esta distancia entre nosotros por él-añadió-¿Sabes algo? Cuando estoy contigo el miedo inmenso de morir se disipan y... me hace querer la eternidad junto a ti.
-esto no está funcionando, bajame y regresame a mi cabaña-ordené parándome.
-no, aun falta por hacer en esta noche tan especial.
-Peter...
-vas a gastarme el nombre-se burló haciendo aparecer una cámara Polaroid instantánea.
-¿Sacarás fotos?-pregunté asombrada.
-es para lo que sirve ¿No?
-¡Deja de burlarte!-golpeé su hombro de forma juguetona.
-me encanta verte así-levantó la máquina en mi dirección y sacó una foto-Feliz con ese brillo que no había visto desde hace unos días.
Desde ese momento sacamos muchas fotos.
-si decides irte tendrás que enseñarme a vivir sin ti porque mi corazón en tu ausencia es un mundo que no tiene cielo, es como si el sol ya no calentará y solo enfriará.
-necesito unos días para pensarlo ¿Está bien?
-claro, tómate el tiempo que necesites-eso merecía un beso, uno que empezó en la cama de Peter pero que terminó en la mía.
¿Entonces todo fue un sueño? Eso creía hasta que vi mi mesa de luz donde descansaban unas fotos, en las que salía con Peter en escenas muy románticas,besandolo en los labios, en la mejilla, abrazandolo, observandolo. Pero eso no es lo que llamó mi atención sino una caja de terciopelo rojo, la tomé abriéndola y encontrandome en su interior un anillo de oro con una estrella de cuatro puntas de un mineral blanco.
Y no estaba solo eso sino un pequeño papel en el que rezaba:
"¿Vivirías la eternidad junto a mí?
¿Era una propuesta de matrimonio o solo mi imaginación?
Me puse el anillo y observé como me quedaba, se veía hermoso en mi mano.
-¿Arell?-se abrió la puerta.
-¡Dylan!-intenté esconder el anillo inútilmente.
-¿Vas a casarte?
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro