Capítulo uno
Rumplestinskin miró aquel pergamino desgastado una última vez. Sabía perfectamente que si ese viejo papel caía en manos equivocadas y con eso se refería a Peter Pan, las cosas no terminarían bien. En él estaba su destino y aunque aquél hombre con traje tras el mostrador quisiera más que otra cosa la destrucción de su padre y sin esa profecía estorbando, debía cumplirse.
Así que terminó de colocar los últimos ingredientes a la poción para poder invocar fuerzas mas poderosas que todos aquellos que vivían en Storybrooke, los Dioses del Olimpo. El preparado hizo una pequeña explosión desapareciendo al hombre de traje y bastón.
Rumpelstinskin, miró a su alrededor con notable asombro en sus facciones, se encontraba en lo que parecía un salón del mismísimo Olimpo. Notó que los pisos, paredes y columnas eran de mármol, todo estaba impecable, unas pisadas tras él hizo que volteara encontrándose con una mujer de facciones suaves, delgada y vistiendo una túnica blanca, su cabello caía sobre su espalda y pecho en cascada de hermosos rulos ella era Artemisa, a su lado se encontraba Zeus vistiendo un traje muy parecido al suyo.
-¿Qué te trae por aquí, Rumple?-preguntó el Dios del rayo.
- Les traigo una propuesta-caminó unos pasos hacia adelante.-me he enterado de la existencia de una muchacha,que en teoría no debería estar aquí.
-¿Y quién es?-preguntó el Dios fingiendo demencia.
-Tu nieta Zeus-dijo sin una pizca de gracia-hija de esta hermosa mujer-miró a Artemisa-y si mal no recuerdo, ella había decidido permanecer virgen.
-¿Cómo sabes eso?-preguntó la pelinegra con un poco de temor.
-Digamos que Arellys es un faro para cualquier criatura con magia-se señaló.-Emana cierto aura poderoso.
-Dime Rumpelstinskin, ¿De qué trata esa misión?-Zeus comenzó a considerarlo, quería proteger a su nieta más que otra cosa, esa niña era especial.
-Supongo que ambos conocen a Peter Pan, mi padre-hizo un gesto de repulsión-es un villano, naturalmente y siendo que Arellys tiene fama de ser una de las mejores cazadoras de su edad, me pareció que podría matarlo.-explicó.
-¿Y si no aceptamos?-cuestionó Artemisa cruzándose de brazos. Rumpelstinskin tendió una mano en su dirección en la cual apareció un pergamino, la Diosa dubitativa lo tomó y al igual que Zeus leyeron cada palabra escrita en él.-Esto es una broma ¿Verdad?
-Yo no bromeó querida.
-Lo que esto dice ¿Es cierto?-asintió-¿Mi nieta le pertenecerá a Pan si ella no lo mata?
-Y puede que ella logré hacerlo inmortal, cosa que no queremos.-sonrió apenas, pues su plan estaba yendo por buen camino.
-aceptamos.-declaró el Dios, para luego regresarlo al pequeño local de antigüedades en el que trabajaba.
Pov Arellys:
El campamento Media Sangre era mi hogar desde que tengo quince años cuando Quirón me trajo tras ser casi atacada por un Cancerbero de tres cabezas. Mi madre es Artemisa, Diosa de la caza, del bosque y de los animales, muchos se asombran al saber quién soy, pues se supone que mi madre había renunciado al matrimonio y con eso proteger su virginidad.
Corría por el Bosque con mis amigos detrás, uno de ellos era algo asi como un novio, su nombre es Dylan, él y su hermano gemelo son hijos de Poseidón y otro de los que me seguían era Ryan mi Sátiro protector, siempre ha estado conmigo y me ha ayudado mucho a lo largo de mi estadía aquí.
-¡Te tengo!-Dylan me abrazó por la cintura deteniendome, no pude evitar sonreír. Yo a diferencia de mi madre si creía en el matrimonio y por tanto me gustaría formar una familia con el hombre que ame.
Me giré para verlo, su cabello rubio estaba algo despeinado por la corrida que nos habíamos hechado,sus ojos azules con toques verdes,brillaban con la luz del sol y su sonrisa acompañada de ese lunar sobre el labio,era perfecto a veces me cuestionaba, ¿Por qué alguien como él estaría conmigo?
-No es justo, siempre me atrapas-curvé mis labios en un puchero. Sonrió y se acercó para besarme, estábamos a nada cuando llega Cole, el gemelo de Dylan.
-Arell, Quirón quiere verte-dijo tomando sus rodillas en busca de aire.
-¿Hice algo malo?-pregunté con preocupación.
-espero que no se haya enterado de que fuiste tú, quién soltó esos animales en el campamento en día de cruzada-dijo mi novio divertido.
-en ese caso, les diré que tú me obligaste-le saqué la lengua.
-¡Vamos!-nos apuró Cole.
Cuando llegamos Quirón se encontraba pateando la tierra con sus pezuñas, él era mitad caballo, lo que lo convertía en centauro. Levantó la mirada y cruzó sus brazos mirándome muy serio, por unos segundos me asuste y pensé que quizás si me había pasado con mi pequeña broma y terminarían por expulsarme.
-Arellys,supongo que te preguntarás que haces aquí-dijo acercándose hasta donde yo me encontraba, sólo asentí.-pues resulta que llegó el momento-sonrió.
-¡Oh!, por fin tendré mi título, es eso ¿Verdad?-no podía estar más feliz.
-si, pero según nos ha dicho Zeus, a Dionisio y a mí, la misión es realmente complicada.-un deje de preocupación baño su rostro.
-pero podrá-alentó Dylan.
-porqué no vienes para que te explique-dijo el centauro.
-en un segundo voy.-asintió y se encaminó a la gran casa frente a nosotros.
-Arell, no debes preocuparte-dijo el rubio abrazandome por la cintura, acorté la distancia y lo besé.
-Debo ir-dije separándome de él.
-te esperamos aquí-dijo poniéndose junto a su hermano, asentí y me dirigí directo a la gran casa.
-¿Cual es la misión?-me paré frente al escritorio donde Dionisio se encontraba con una copa y una botella de vino, la destapó para servirse.
-tienes que cazar a un... ¿Qué sería para ti, Quirón?-cuando la bebida toco el vidrio de la copa se convirtió en agua, el Dios maldijo por lo bajo, pues era una maldición que mi abuelo le había otorgado por traicionarlo.
-es un niño pero que su apariencia no te engañé, querida-el centauro tomó un pergamino de la mesa y me lo dió.
Al abrirlo pude apreciar el dibujo del rostro de un chico, estaba blanco y negro por lo que no pude apreciarlo a color, había pequeños detalles que no sabría hasta tenerlo frente a frente, como el color de sus ojos o cabello,pero era algo que no me importaba.
-¿En dónde está?-pregunté doblando el pergamino.
-Neverland, pero tranquila podrás ir con tú pegazo.-suspiró-los detalles te los dará Zeus.
-espera, ¿Lo veré?-jamás había visto a mi abuelo o a mi madre.
-Es un momento muy especial en tú vida, creyó que es él momento indicado. Debes ir al Olimpo al anochecer.
-¡Gracias Quirón!-le di un rápido abrazo y salí de ahí para prepararme.
-¿Cómo te fue?-preguntó Dylan tomando mi mano para ir a mi cabaña.
-Bien, conoceré a mi abuelo-dije feliz.
-¿Zeus?-asentí.-¡Qué suerte!
-supongo.-me encogí de hombros.
Cuando entramos me puse hacer un pequeño bolso con lo que necesitaría, también tomé el arco y carcaj con flechas de mi madre.
-¿Cuándo lo verás?
-al anochecer, pero ahora que lo pienso-giré a verlo-Quirón no me dijo como iría.
-No quiero que te vayas-hizo un adorable puchero.
Me acerqué a él sentándome sobre sus piernas y lo abracé.
-voy a extrañarte-murmuré.
-yo también.-Nos acostamos en mi cama aún abrazados, quería pasar mis últimos minutos en el campamento con él. -he estado pensado, creo que lo mejor será que terminemos. Sé que no es de nuestro agrado, pero ambos sabemos que probablemente no funcione a la distancia.
-no quiero pero tienes razón. Sólo concedeme un último favor.-pedí.
-Lo que sea, dime y lo haré.
-bésame-sonrió y cortó la distancia uniendo nuestros labios en un último beso.
Pov Peter Pan:
Esto no podía ser, al fin encuentro el pergamino con la profecía y resulta que le falta un pedazo, la parte mas importante.
Golpeé y tiré todo lo que tenía a mi alcance, la habitación quedó desordenada pero no me importaba.
-Pan, ¿Está todo bien?-preguntó Félix entrando en la cabaña.
-no-le tendí el pergamino, que tomó dubitativo-le falta un pedazo.
- "y llegará un día en él que un ser mucho más poderoso que el espectro,tendrá como misión el destruir a Peter Pan o..."-¿Esto es auténtico?, ¿Existe alguien más poderoso que el espectro?
-por supuesto que es verdad-no pude evitar patear mi cama estaba furioso, un sucio y viejo pergamino me estaba amenazando.-y si lo dice ahí es porque hay alguien que puede destruirme y debemos evitarlo-lo miré muy serio-quiero que aumentes la vigilancia en la isla, no debemos permitir que entren a Neverland sin mi permiso.
-así se hará-Félix se fue y yo me quedé pensando quien podía ser. Maldije a Merlín y sus profecías, ahora estaba en peligro y por si eso no es poco me falta una parte que podría ayudarme, pero que por desgracia no tengo.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro