The Nerd and The Idiot.
El Nerd y el Idiota.
Bill y Dipper ya se habían cansado de las excesivas muestras de afecto de la pareja frente a ellos.
Después de todo, su "cita doble" había terminado siendo otra excusa para que Xólotl y Mabel estuvieran juntos... y vaya que lo estaban, Dipper se sentía enfermo de ver a su hermana tan melosa con el amigo de Bill, así que apenas terminaron de comer, el castaño se despidió de su hermana y de Xólotl, y de inmediato el rubio le había preguntado si podría llevarlo a su casa. El rubio también quería huir de ahí.
Y es por eso que ahora Dipper estaba demasiado nervioso mientras conducía, tenía a Bill en el asiento del copiloto y ¿honestamente? Honestamente sentía que se iba a morir de los nervios, no sabía cómo le haría el viernes en el concierto.
El silencio entre ambos no era necesariamente incómodo, pero él quería poder hablar con él, poder conversar como siempre lo hacía, pero un nudo en su garganta le impedía hacerlo.
—Disculpa todo lo que pasó hoy, en especial que Xólotl fuera un imbécil —le comentó Bill tratando de conversar con el menor después de un rato—, bueno, más de lo normal.
Dipper lo miró de reojo y notó al rubio sonreírle.
Amaba esa sonrisa.
—Ahora entiendo porque a él sí lo tienes que soportar —bromeó finalmente haciendo al castaño sonreír, ganando algo más de confianza.
—Sólo si disculpas a Mabel también —le respondió tratando de calmar la tormenta en su estómago—, actuó mal, más que de costumbre —comentó rodando los ojos.
A veces su hermana era una pesadilla.
—Quiero hacerte una pregunta —añadió el rubio con curiosidad—, ¿tienes alguna idea de por qué Xólotl y Mabel querrían que tuviéramos una cita doble?
Dipper se sonrojo hasta las orejas y agradeció la tenue luz que escondía su delatador rostro.
"Porque me gustas" Pensó, pero trato de controlarse para dar una respuesta que no lo evidenciara.
—Mi hermana es bastante rara —mintió encogiéndose de hombros—, y ni hablar de Xólotl... ahora que lo pienso, tal vez por eso hacen tan buena pareja... supongo que tiene que ver con que Mabel está bastante obsesionada con la idea de mí saliendo con alguien.
—¿Pero por qué yo? ¿Por qué tu hermana y Xólotl pensaron en nosotros dos juntos? —volvió a preguntar, realmente curioso—, hace una semana no podíamos estar en el mismo salón sin pelear.
—Mabel cree que del odio al amor hay sólo un paso —le dijo riendo—, yo que sé, está loca, podría ser cualquier cosa.
Dipper lo miró algo sonrojado por el tema.
—Puede ser —contestó el rubio—, yo creo que hay algo que no nos están diciendo.
—Estoy tan confundido como tú —volvió a mentir—, pero como te dije... son unos raros...
Bill soltó una pequeña risa al escuchar aquello.
—¿Y tú? —le preguntó con genuina curiosidad—, ¿tienes alguna teoría de porqué Xólotl pensó en una cita doble con nosotros?
Según Mabel, ella no le había dicho nada a Xólotl acerca de su enamoramiento por Bill hasta que Xólotl sugirió la idea de ayudarlos a que salgan, entonces Bill debió hacer algo para que al chico se le ocurriera.
Al escuchar la pregunta del menor el rubio pensó instantáneamente en que le había contado a su amigo acerca de su pequeño sueño húmedo con Dipper.
—No —mintió con una sonrisa—, ni idea de porque, empiezo a creer que de verdad son sólo unos raros.
Dipper notó el rubor en las mejillas del mayor y supo que en realidad le estaba mintiendo, pero no es como sí él no le hubiera mentido, decidió no presionarlo.
—A lo mejor es porque a Mabel la dejarían salir más si yo saliera con ella —dijo el castaño, esa sería una excusa perfecta.
—Ese bastardo... —dijo el rubio dándose cuenta del plan de su amigo o creyendo que lo hacía—, no puedo creer que mi mejor amigo me utilice por una chica... ¡pero tiene todo el sentido del mundo! —Dipper se sintió aliviado, ya no estaba en una zona peligrosa—, si tú y yo saliéramos, entonces esos dos podrían tener más citas porque tu mamá les daría más permisos.
—Los dos son unos tontos —comentó el castaño.
—Bueno, por algo están saliendo, ¿no? —preguntó más para sí mismo—, están hechos el uno para el otro.
—Desgraciadamente creo que tienes razón —dijo Dipper.
—¡Espera! —exclamó el rubio sorprendiendo al menor quién no pudo evitar frenar al escuchar aquello, afortunadamente ambos estaban en una calle para nada transitada—, ¿escuché bien?
El menor lo miró confundido por unos segundos sin entender que estaba pasando, ¿había dicho algo qué lo había delatado?
—¿Acaso Dipper Pines me acaba de dar la razón? ¿El ser más orgulloso que alguna vez piso la tierra? —preguntó con sorna Bill.
Vio al menor fruncir el ceño cuándo finalmente entendió que estaba pasando.
—Ay, cállate Bill —le soltó sin pensarlo, olvidándose por un segundo del pudor que le provocaba hablar con él rubio despierto—, no sé si notaste, pero pudiste habernos matado.
El mayor soltó una risa y Dipper sintió su estómago alborotarse de nuevo, ¿por qué Bill tenía que ser tan cautivador?
—Eres un exagerado —le dijo el rubio con una sonrisa viendo como el menor empezaba a conducir de nuevo—, no nos íbamos a morir por frenar en una calle así, ni que estuviéramos en una avenida.
¿Y al mismo tiempo un tremendo idiota?
—Y tú eres un imbécil —le respondió rodando los ojos con una pequeña sonrisa que Bill notó.
—No fue mi intención preocuparte —añadió divertido, pero no obtuvo respuesta—, a parte no lo soy más que Xólotl... ¿verdad?
Una sensación agradable se llenaba en su estómago al bromear con el menor, era difícil de explicar lo cómodo que se sentía al lado del castaño después de todo lo que había pasado entre ellos, pero le gustaba aquella sensación, es por eso que no quería parar de hablar con el chico.
Dipper pareció pensarse su respuesta mientras portaba un rostro serio llamando la atención del rubio, preocupándolo ligeramente, ¿se había pasado? ¿Lo había molestado de verdad?
—¿O sí? —habló nuevamente algo desesperado por una respuesta de parte del otro chico.
¿Acaso era más imbécil que Xólotl?
Los nervios empezaron a crecer cada vez más y mientras más tardaba el silencio más crecían.
¿Había arruinado su nueva amistad con Dipper?
¿Por qué le molestaba tanto esa idea?
—No lo sé —soltó finalmente con una pequeña sonrisa—, empiezo a creer que le haces una gran competencia.
Bill soltó el aire que no sabía que estaba conteniendo al verlo sonreír.
—¿No crees que tardaste mucho en contestarme? —soltó el rubio sin pensar con un poco de indignación en su voz.
Dipper lo miró unos segundos, el mayor mantenía un rostro ahora bastante avergonzado por el tono en que había salido su pregunta, haciendo al menor reír ligeramente.
—Porque me gusta molestarte —contestó.
Y Bill sintió su estómago revolverse, ¿desde cuándo Dipper le parecía tan... lindo?
El castaño señaló la casa que estaba frente a ellos.
—¿Es está tu casa? —preguntó divertido.
Bill miró hacia dónde el menor señalaba y se encontró con que efectivamente esa era su casa. El rubio se sonrojó ligeramente por el sentimiento que tenía en su interior, él no quería bajarse del automóvil.
Al notar que Bill no bajaba y que incluso parecía estar retrasando el momento de irse, una sensación de ternura invadió al menor, ¿por qué Bill Cipher tenía que ser tan adorable?
El mayor se aclaró un poco su garganta tratando de desviar la atención del tema anterior.
—¿El viernes pasó por ti? —preguntó Bill viéndolo finalmente encontrando una excusa para quedarse un rato más con el castaño.
—¿El viernes? —cuestionó el castaño confundido.
—Para ir al concierto, siempre si vamos a ir juntos —inquirió con cautela—, ¿verdad?
¿Bill en serio quería ir al concierto con él?
—¡Oh sí! —exclamó una vez que entendió la situación—, por supuesto, me encantaría, lo siento, andaba un poco distraído.
Bill le sonrió enternecido por la respuesta del menor.
—Perfecto —le dijo abriendo la puerta del vehículo—, nos vemos el lunes entonces.
Dipper asintió con una sonrisa sin saber qué más decir.
Tenía menos de una semana para aprenderse todas las canciones de The Neighbourhood para el concierto... sería como estudiar para un examen.
[...]
—¡Espero que no estés haciendo nada sucio porque voy a entrar!
Sin decir más, su hermana entro aporreando la puerta del cuarto del castaño con fuerza.
Definitivamente Mabel era muy rara.
—¡No vas a creer que pasó! —gritó emocionada mientras el menor la miraba expectante a lo que diría—, apenas se fueron tú y Bill las cosas se pusieron intensas, cómo sabrás...
Dipper automáticamente dejó de prestarle atención sabiendo que lo que diría sólo le asquearía de saber, además de que tenía cosas más importantes a las que prestarle atención.
—Ajá —balbuceó el castaño una vez que escucho una ligera pausa de parte de su hermana mientras se mantenía leyendo algo en su celular con un audífono en su oído y el otro sin usar.
—¡No puedo creer que me estés ignorando! —exclamó su hermana arrebatándole el celular.
—¡MABEL! —gritó Dipper sorprendido—, ¡dame mi celular de vuelta!
—No hasta que me digas que te conté.
—Um... ¿qué te gusta mucho Xólotl? —soltó confundido.
—Eres un idiota Dipper —murmuró molesta—, ¿se puede saber por qué me estás ignorando? ¿Qué es más importante que lo que estoy diciendo?
—Si involucra a Xólotl, todo —contestó rodando los ojos—, ahora devuélveme mi celular.
Sin dudarlo Mabel observó la pantalla del celular de su hermano.
"100 cosas que no sabías de The Neighbourhood".
—¿Es en serio, Dipper? ¿Estás investigando acerca de la banda esa? —el mencionado se sonrojó a más no poder.
—Duh, ¿qué tal si Bill me hace preguntas? Tengo que estar informado —respondió de mala gana—, ahora dame mi celular, necesito aprenderme las canciones del setlist.
La castaña soltó una estruendosa carcajada entregándole el celular a su hermano.
—Wow, yo creí que te gustaba Bill, pero en realidad te mueres por él.
Dipper se sonrojó ante ese comentario, no era mentira.
Llevaba muriéndose por él desde los 14 años.
—Hey nerd —se burló la chica tomando la libreta que tenía el castaño a su lado apuntando los datos importantes—, el concierto no es un examen.
El chico se sonrojó aún más.
—Mira Mabel, no empieces que todavía estoy enojado contigo por lo de hoy —le soltó tratando de calmar los nervios en su voz—, no puedo creer que me llevarás con mentiras.
La mencionada soltó otra risa.
—No sé de qué podrías estar enojado si Xólotl y yo te conseguimos tu cita del viernes y la de hoy —añadió la castaña sentándose junto a él—, ¡es más! Deberías darnos las gracias.
—Jamás —contestó de mala gana—, ahora déjame solo para que pueda aprenderme la setlist, gracias.
Mabel soltó otra carcajada mientras salía de su habitación.
[...]
Cuando el castaño se encontró con el mayor en la blanca habitación no pudo evitar acercarse y plantarle un beso en los labios.
—No sabes cómo me he muerto todo el día por hacer eso —murmuró suavemente el menor cuándo se separaron, quedándose aún cerca de su rostro.
Notó un pequeño rubor en las mejillas del rubio tras aquel comentario y sin dudarlo el mayor lo besó nuevamente.
—¿Fue está acaso nuestra primera cita? —preguntó divertido Bill.
Dipper soltó una pequeña risa.
—Por favor no, no quiero que en nuestra primera cita este Xólotl —le comentó con una sonrisa—, o Mabel, pretendamos que lo de hoy no fue una, hoy fue un ensayo.
—Entonces... —empezó Bill divertido—, ¿quieres ir el viernes a un concierto conmigo? Sólo seremos los dos, lo prometo, el idiota de mi amigo se inventó una salida ese día o tal vez debería pedirte permiso.
—¿Permiso? ¿Permiso de qué?
—¿Puedo ir al concierto con un chico castaño increíblemente sexy, adorable y genial? —le dijo rodeándolo de la cintura.
Dipper se sonrojó ante ese comentario, pero puso sus manos alrededor de su cuello, juntando sus frentes mientras sonreía pícaramente.
El menor soltó una pequeña risa sin poder evitarlo.
—Sí, pero sólo porque este viernes yo saldré con el chico más ardiente y divertido de toda la ciudad, ¿podrás competir contra él?
Bill soltó una risa al tiempo en que juntaba sus labios con los del castaño.
No podía describir lo mucho que le gustaba Dipper.
—Eso me recuerda que tengo muchas canciones que aprenderme para el viernes —le comentó exagerando su voz, separándose de él—, sólo conozco una de 20, ¡de 20!
—¿Te las piensas aprender? —preguntó sorprendido.
—Obviamente, ¿crees que voy a decepcionarte despierto? —soltó Dipper con una sonrisa—, no me costó tanto que me dejaras de odiar, para decepcionarte ahora.
Bill le sonrió tremendamente enternecido por las acciones del menor.
—¿Por qué tienes que ser tan lindo? —le preguntó haciéndolo sonrojar—, nunca podrías decepcionarme Pino, creí que eso ya lo sabías.
—¡Tal vez Pino no, pero Di-!
El rubio lo interrumpió silenciándolo con sus labios, no podía soportar lo que el castaño le diría.
—No —le contestó seriamente—, nunca podrías decepcionarme, no importa si estamos despiertos o no.
Dipper se quedó un momento en silencio y cuándo finalmente se decidió a contestarle el rubio habló primero, interrumpiendo cualquier cosa que el castaño pudiera haber dicho.
—¿Quieres que te cuente todo lo que sé de la banda favorita del imbécil despierto con él que irás el viernes? —le preguntó el mayor divertido.
—De hecho, eso me encantaría —le dijo con una sonrisa ligeramente coqueta—, me sería más fácil recordar las cosas si me las explicas tú, así sabría qué cosas son interesantes para ti.
Bill sonrió de igual manera acercándose más a él dispuesto a besarlo, antes de que su cerebro le arruinará sus planes.
Una pequeña risa escapó de sus labios arruinando el momento.
—¿Bill? —preguntó el menor confundido quedándose un poco decepcionado por la falta del toque del mayor.
—¿Puedes creer que te ayudaré para que puedas impresionarme? —le dijo divertido—, ¿quién iba a decir que me iba a coquetear a mí mismo?
Al escuchar aquello el menor no pudo evitar rodar los ojos soltando una pequeña risa.
—Eres un imbécil, Cipher —le comentó divertido—, no te estarás coqueteando, estás ayudando al Pino desesperado e inútil frente al Bill despierto a coquetearte, es muy distinto.
—No para mí —le dijo abrazándolo nuevamente—, ahora vamos a entrenarte para que podamos hacer esto despiertos —Bill lo besó con intensidad, robándole el aire al castaño.
—Suena bien para mí —el castaño le sonrió con cariño.
El rubio se derritió ante esa sonrisa, porque sin importar si Bill Cipher estaba durmiendo o estaba despierto, siempre sería un idiota por Dipper Pines.
¡Hola!
¿Cómo están? ¿Les gustó el capítulo?
Honestamente creí que tardaríamos más en actualizar, pero gracias a un comentario en las sugerencias me dio la inspiración para escribir el capítulo. Igual gracias a todos por sus sugerencias pero había cosas ya establecidas en los siguientes capítulos (que sí andan escritos) por lo cuál no pude añadirlas.
Cómo sea, ¿cómo creen que sea el concierto? ¿Algo que esperan de los siguientes capítulos?
Les queremos.
Atte. La señora de Saeran y la señora de Jumin.
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