The Mariachi and The Cheater.
El Mariachi y el Infiel.
—¡NO ME TOQUES! —le gritó Mabel a su novio mientras caminaban por el pasillo—, ¡NI TE ME ACERQUES!
—Pero... cuchurrumín, ¡te juro que no es lo que parece! —le respondió Xólotl siguiéndola intentando detenerla para poder hablar con ella y explicarle la situación.
Ambos habían terminado su clase de español y Mabel no podía más con las mentiras de su novio, de su amigo, de los chicos.
¡Todos los hombres eran iguales!
—¡No soy tu cuchurrumín! —soltó nuevamente sintiendo la ira crecer en ella—, no podría ser el cuchurrumín de alguien como tú, no eres quien yo creí que eras, eres un mentiroso.
—Preciosa —le dijo en una súplica—, yo sé que se ve mal, muy mal, pero no es lo que crees, en serio.
—No me quieras ver la cara Xólotl Alejandro Alfirk, sé lo que dijiste.
—No estoy diciendo que no lo dije preciosa —aclaró apenado, intentando no tropezarse con sus palabras—, quiero decir no es lo que parece...
—¿Hay o no alguien más? —cuestionó demandante.
—No exactamente, no puedo explicártelo —soltó frustrado—, no puedo hacerlo ahora, pero si me das un momento para hablar con Bill te lo podemos explicar todo —le respondió el de cabello oscuro haciendo un puchero, mientras seguía caminando detrás de la fúrica chica.
—¿Crees que te dejaré ponerte de acuerdo con Bill para que sigan con sus mentiras? —Mabel se detuvo volteándose para ver a su ¿novio? Y comenzó a empujarlo suavemente con el dedo, con clara molestia marcada en cada una de sus acciones—, ¡no puedo creer que te estoy pintando en mi clase de arte! ¡Voy a tener que destruir mi cuadro! ¡Después de esto no puedo ver el rostro de la traición en mis pinturas! ¡Ugh! —continuó dándose la vuelta para alejarse del chico.
Varias personas se habían detenido en los pasillos para ver la estruendosa pelea de los chicos, quienes veían su acalorada discusión sin entender muy bien qué pasaba, ¿no eran los que llevaban haciendo campaña para mejor pareja? ¿Qué había causado que la castaña se enojará así con el chico?
—Pero mi amor... —titubeó el chico con un puchero—, dijiste que era tu musa.
—¡Que mi amor ni que nada! ¡Ya no estoy haciendo arte abstracto, perro sucio! —le gritó la castaña—. No puedo creer que vi Glee contigo.
—Mabel —llamó usando el nombre de su novia en vez de sus típicos apodos—, de verdad no estoy haciendo lo que crees que estoy haciendo.
Bill se acercó a sus amigos después de percatarse que el alboroto que lo había detenido era ocasionado por ellos, quienes seguían discutiendo, el rubio estaba bastante confundido, ¿qué estaba pasando? ¿Por qué la castaña se veía tan molesta?
—¿Todo bien, estrellita? —le preguntó el rubio preocupado.
—¿Y encima me mientes? ¿Sabes qué? ¡No me hables! —exigió la castaña, quien se volteó hacia el rubio al escuchar su apodo—. ¡Y tú menos! Debería darte vergüenza, Bill, te dejamos entrar en nuestro hogar con brazos abiertos para que le pagues así a mi hermano. No quiero verte cerca de Dipper o te juro que te usaré como saco de boxeo... ¡He entrenado box con mi tío por años así que no pruebes tu suerte! —le gritó la castaña y se giró nuevamente hacia el de cabello negro—. ¡Y tú, deja de seguirme o no responderé!
Sin decir nada más, la chica se fue aun echando humo por las orejas, refunfuñando acerca de cómo todos los hombres eran unos idiotas infieles, esta vez Xólotl decidió que lo mejor era dejarla alejarse.
Bill miró a su amigo completamente confundido, ¿le acababa de decir que no se acercara a Dipper? ¿Qué estaba pasando?
—¿Qué pasó? —cuestionó el rubio.
—¡Pino! ¡Eso pasó! —le gritó su amigo, quien parecía querer ocultar las ganas de llorar—. ¡No puedo creer que Mabel me vaya a terminar por esto, si es que no ya lo hizo!
Aún había bastante gente alrededor, así que Bill decidió alejar a su amigo de ahí bastante aterrado.
—Explícame que está pasando —le pidió el rubio, tratando de no vomitar por lo que acababa de escuchar—, ¿cómo que "Pino" paso? ¿De qué hablas?
—No sé cómo —trató de explicar tratando de controlar su voz entrecortada—, pero Mabel cree que le estás siendo infiel a Dipper con Pino y que te estoy ayudando encubriendo tu infidelidad... alguien le mostró un audio donde estábamos hablando de eso, ¡le tienes que decir que no es así! —soltó y ya no pudo disimular más porque la voz se le había roto por completo—. Le tienes que decir que Pino es tu amigo imaginario y que me tiene que perdonar... ¡no la puedo perder por esto, Bill! ¡Yo la amo!
Xólotl abrazó a su amigo mientras un nudo se formaba en la garganta de Bill. ¿Mabel sabía de Pino? ¿Pero cómo? ¿Los habían grabado?
—¿De qué estás hablando? —preguntó preocupado.
—¡Todo es culpa de la maldita persona que estaba cagando!
El rubio abrazaba a su amigo mientras éste le explicaba que Mabel le había mostrado el audio de ellos hablando en el baño para que Xólotl no tuviera manera de negarlo, y lo único que podía pensar Bill era que no había manera de que pudiera mantener su relación con Dipper después de esto.
[...]
Mabel había acorralado a su hermano cuando lo vio sentado en el sofá viendo algo en la televisión, así que con los brazos cruzados lo miraba seriamente de pie en medio de la vista del chico.
—Mabel, ¿qué te pasa? —preguntó incómodo, algo extrañado... él solo quería ver su serie—. ¿Ya me vas a decir por qué estás tan molesta? Ni siquiera me dejaste despedirme de Bill, prácticamente me arrastraste fuera de la escuela y necesitaba hablar de un par de cosas con él, hoy estuvo muy raro en clases.
—¡Ni me lo menciones!
La chica no sabía cómo decirle, ¿cómo podría decirle a su hermano que su novio le estaba siendo infiel? Un grito de frustración salió de su garganta, ella no podía permitir que Bill le siguiera haciendo daño a su hermanito, tenía que decirle la verdad y no sabía cómo.
—¿Mabel? —preguntó Dipper viéndola preocupado—. ¿Qué ocurre? ¿Estás bien?
—¡Xólotl lo sabía todo este tiempo y no me dijo! —se quejó queriendo llorar—, ¡ese pedazo de imbécil! ¡Y yo te motive para que salieras con él! Lo siento tanto, Dipper.
—¿De qué hablas, Mabel? —inquirió confundido tomándola de los hombros viendo el pequeño puchero en sus labios—. No estoy entendiendo nada, ¿le estás diciendo imbécil a Xólotl? ¿Qué te hizo? ¿Quieres que le diga a tío Stan? Estoy seguro de que Stan le puede dar una de "sus charlas" si sabes a lo que me refiero.
—¡No él! ¡O sea, él también es un imbécil! Pero... estoy hablando de Bill... —Dipper la miró confundido, abriendo los ojos de golpe y ahí la castaña se dio cuenta de que estaba haciendo las cosas mal.
Sí, era justo que ella se sintiera enojada, después de todo su novio y su mejor amigo eran unos mentirosos, pero esto no era sobre ella... era sobre su hermano, él iba a estar devastado cuando se enterará que su novio le estaba siendo infiel.
Por muy molesta que estuviera, tenía que pensar en su hermano y en cómo esta noticia lo podría afectar, tenía que ser consciente de cómo hablarlo de la manera adecuada con él. El pedazo de información que estaba por compartirle tenía que ser entregada con excesiva delicadeza y comprensión, y aunque no estaba segura de sí lo lograría ella haría su mejor esfuerzo para hacerlo bien.
Mabel tomó una gran bocanada de aire y se sentó junto a su hermano tratando de soltar la ira.
—Dipper, sabes que te amo, ¿verdad? —le preguntó la chica perdiendo el tono molesto y reemplazándolo por uno suave y tranquilo, el mencionado asintió, preocupado y asustado por el cambio de actitud de la chica—, y que jamás te diría algo para lastimarte, sabes que todo lo hago porque te quiero y quiero lo mejor para ti.
—Mabel me estás asustando, ¿qué está pasando?
—Dipper, lamento decirte esto, pero si la situación fuera al revés, sé qué harías todo lo posible para cuidarme y planeo hacer lo mismo —la chica se cortó sin poder ocultarlo más con los labios temblorosos—, Bill... no hay manera fácil de decirlo, así que sólo te diré, Bill te está siendo infiel, está viendo a alguien más que a ti.
El corazón del castaño se encogió al escuchar las palabras que le decía su hermana, eso no tenía sentido, su novio no era capaz de hacer eso.
—Claro que no... —murmuró aún confundido, ¿qué le hacía creer a Mabel eso?—, no me está siendo infiel, no es posible.
—Dipper... sé que en serio te gusta muchísimo y que lo que te estoy diciendo no es fácil de escuchar —la castaña lo tomó de los hombros para verlo con seriedad—, pero está viendo en secreto a un tal Pino.
Dipper entendió todo de golpe y su estómago se revolvió al escuchar ese apodo, su garganta se empezó a sentir extrañamente seca y su boca se abrió unos segundos para intentar decir algo antes de cerrarla de nuevo. ¿Estaba escuchando bien?
—¿Pino? —preguntó sorprendido, en un pequeño murmullo... como si estuviera asustado de hablar más fuerte.
—¡Le dice Pino! ¿Puedes creerlo? —exclamó levantándose frustrada mientras empezaba a caminar de lado a lado en la habitación—, ¡tiene un apodo para esa persona y no para ti! ¡Y Xólotl sabía de eso y aun así me motivó a que tuvieran una cita juntos! ¡Y lo apoye hoy! Debí dejarlo hundirse en su miseria, se lo merece.
El castaño escuchaba a su hermana hablar, pero no podía entender del todo lo que decía, eran como ruidos de fondo en su completa confusión, hasta que algo que dijo le llamó demasiado la atención como para poder ignorarlo.
—Espera... ¿Xólotl sabe sobre Pino? —preguntó Dipper cayendo en la cuenta de ese insignificante detalle.
¿Bill le había dicho de Pino a Xólotl? ¿Mabel sabía de Pino? ¿Qué estaba pasando? ¿Cómo se había enterado? ¿Quién le había dicho?
—¿Qué? —murmuró confundida la chica, ¿por qué su hermano no estaba llorando por ese tal Pino?—, ¿por qué estás tan tranquilo? Sé que la gente maneja diferente el shock, pero estas sospechosamente tranquilo, ¿y por qué parece que ya sabes lo de Pino?
El chico se quedó en silencio viendo a su hermana sin saber que decir, Mabel negó varias veces la cabeza.
—¿Sabes lo de Pino? Si sabías que Bill te estaba siendo infiel y aun así estás con él entonces necesitamos hablar seriamente —soltó un poco enojada—, ¡Dipper mereces algo mejor!
—No... Mabel escucha —empezó el chico agobiado—. Te lo puedo explicar, Bill no me está engañando.
—Pero Xólotl lo confesó —murmuró confundida, no tenía sentido, ¿su hermano sabía de Pino?
Dipper hizo una mueca, no tenía otra opción, tendría que decirle a Mabel todo acerca de la Mindscape, pero ¿cómo podría? La castaña lo iba a matar cuando se enterara que le había estado ocultando eso desde los 13 años, ¿cómo le explicaría que empezó a ver a alguien en sus sueños que después de tantos años lo había encontrado en la vida real y habían empezado a salir? ¿Cómo Bill le había explicado todo eso a Xólotl? ¿Por qué lo había hecho?
Su hermana lo miraba impacientemente, ¿qué estaba pasando ahí?
—¡No puedes estar con Bill si también sale con ese tal Pino! —exclamó frustrada—. Dipper, no vas a salir con alguien que te quiera a medias, mereces a alguien que del mundo por ti y que-.
—¡No me está siendo infiel con él porque yo soy Pino! —confesó antes de morderse el labio, avergonzado—. Así que por favor deja de decir todas esas cosas.
La castaña frunció el ceño completamente confundida. ¿Qué él era qué?
—¿Qué? —dejó salir de su garganta antes de tratar de comprender lo que su hermano le decía—. ¿Cómo que tú eres Pino? No tiene sentido... Bill dijo que- —la chica se interrumpió así misma—. Estoy confundida.
Dipper suspiró.
—Es una historia complicada, Mabel —le dijo tomándola de los hombros—, siéntate y te explicaré.
La mencionada no entendía nada, absolutamente nada de lo que estaba pasando, pero aun así obedeció a su hermano y se sentó en el sofá.
El chico se sentó a su lado apagando la televisión y lanzando un largo suspiro.
—¡Pero tienes que prometer que no me interrumpirás hasta que termine! —añadió Dipper—. ¡Y que no te molestaras conmigo por no haberte dicho antes!
—¡Espero que sea una buena razón Mason, porque me peleé con Xólotl por esto! —exclamó su hermana bastante agobiada—, pero lo prometo.
—De acuerdo... entonces tengo que ir a buscar algo.
—¿A dónde vas? —le preguntó, pero el castaño ya había desaparecido.
Mabel lo escuchó correr a su habitación y mover un par de cosas con desesperación, tras un par de minutos Dipper había bajado las escaleras, en sus manos tenía dos diarios que su hermano le había prohibido leer, tocar o siquiera respirar cerca de ellos hace muchos años y al ver la pegatina de un pino empezó a hilar las cosas.
ESE DESGRACIADO.
[...]
Dipper había pasado tanto tiempo guardando el secreto acerca de la persona de sus sueños de todo el mundo que ahora que Mabel sabía, sentía un peso menos en él, ahora empezaba a entender por qué Bill le había dicho a alguien... no entendía por qué a Xólotl de todas las personas posibles, pero lo entendía.
Ambos estaban sentados en el sofá, con la chica tratando de procesar toda la información.
Afortunadamente para el chico ninguno de sus dos padres se encontraba en casa, Dipper no sería capaz de decirle a Mabel y a sus padres el mismo día.
El castaño no le había dejado leer los diarios ni mucho menos, debido a que según él tenía cosas vergonzosas que no podía mostrarle, Mabel no estaba del todo satisfecha con su eso, pero había decidido respetar la decisión de su hermano, éste le había mostrado algunas de sus anotaciones y varios de los garabatos que había hecho de lo que hacían o veían en la Mindscape para poder explicarle mejor las cosas y así mostrarle la evidencia de que todo era real.
—Oh por Dios, Dipper —soltó después de un largo rato—, ¿y por qué no me habías dicho nada de esto?
—No lo sé... siento que no me hubieras creído o que hubieras pensado que estoy loco y me mandarías a algún tipo de manicomio —respondió bastante avergonzado, abrazando contra sí mismo el diario que tenía—. Lo siento tanto.
—¡Pero! —la chica se quejó—. Me gustaría enojarme contigo por esto, ¿cómo puedes creer eso de mí?
—Perdóname, no sabía cómo explicarte todo, ni siquiera yo entendía lo que estaba pasando, trate de anotar todo lo que recordaba en los diarios, pero ni siquiera así podía reunir ninguna información útil —trató de explicar y ahora la chica entendía porque su hermano nunca la dejo ni respirar cerca de esos diarios—, todo era confuso y hasta hace unos meses ni siquiera podía recordar cosas simples, ¿cómo podría explicarte algo que ni siquiera yo entendía?
—Creo que puedo entender eso, no deja de dolerme, pero puedo entenderlo —Mabel empezó, tenía tantas preguntas y necesitaba sus respuestas—, en realidad no, no entiendo nada ¿cómo te diste cuenta? ¿Cómo sabías que todo era real y no parte de tu subconsciente? ¿Por qué Bill se siente culpable si tú eres Pino? No entiendo nada.
Dipper suspiró.
—El día que llevé las gráficas para molestar a Bill —empezó nervioso—, él me dijo por accidente Pino... y aunque al principio me lo negué... yo... empecé a relacionar los puntos y esa noche...
El chico se sonrojó, ¿en serio le diría eso? Estaba cavando su propia tumba con eso, pero su hermana se había peleado con su novio por él, lo mínimo que podía hacer era explicarle lo mejor que podía todo lo que había pasado y como había terminado en esa situación.
—Bueno... supongo que tengo que explicarte que lo que pasa en la noche en la Mindscape con nuestros cuerpos se mantiene al despertar —dijo tratando de buscar las palabras correctas—. No todo funciona, pero ciertas cosas, cosas que... nos hacemos ahí, se mantienen ahí al despertar —soltó totalmente sonrojado.
—¿Lo que pasa con sus cuerpos? —inquirió y el sonrojo del castaño hizo entender a la chica de que hablaba—, oh... ¿te refieres a qué? ¡Oh! ¿YA HICISTE ESAS COSAS CON BILL? ¡DIPPER! ¡CON RAZÓN NO ME DEJABAS ACERCARME A TUS DIARIOS!
—No voy a contestar eso.
—Eso explica tanto.
—Incluso si hubiera pasado no escribiría esa clase de cosas en los diarios, ¿en serio crees que si hubiéramos hecho algo remotamente similar a lo que crees lo hubiera anotado? —preguntó disgustado, mintiendo un poco y tratando de controlar el color en sus mejillas.
Mabel lo miró ofendida y Dipper alejó los libros de ella bastante avergonzado, no era del todo mentira, no había escrito nada de esas cosas, pero sí tenía cosas bastante comprometedoras que no quería que su hermana supiera.
—Como sea... para comprobar que Bill era la persona de mis sueños yo le hice una... marca en un punto demasiado visible para poder verlo al día siguiente... —Dipper intentaba explicar sin morir de la vergüenza en el intento—, y así fue... Bill la tenía a la mañana siguiente, exactamente en el mismo lugar en el que la hice.
La castaña no podía creer lo que escuchaba. ¿Su hermano había hecho esas cosas con Bill? ¿Acaso contaba si era en sus sueños?
—Y a partir de ese momento fui capaz de recordar a la persona de mis sueños cuando estaba despierto —respondió jugueteando con sus manos—, desde ese momento puedo recordar lo que hemos pasado y lo que hemos hablado a lo largo de los años, aunque no recuerdo cada detalle a la perfección, puedo recordar la gran mayoría de ellos, entre esos detalles que esa persona es Bill.
Mabel lo miró fijamente unos minutos, procesando sus palabras, conectando varias cosas que jamás le habían hecho sentido hasta ahora.
—¡Eso explica porque pareció que te empezó a gustar de la nada! —soltó de repente como si tuviera todo el sentido del mundo lo que Dipper le acababa de contar—, te empezó a gustar después de lo de las gráficas porque te diste cuenta de que siempre te gustó... Dios mío, todo tiene sentido ahora.
—Exacto —respondió con un suspiro—, pero Bill no recuerda nada de esto... él no se ha dado cuenta que yo soy la persona de sus sueños y por eso él piensa que Pino y yo somos personas diferentes... él se siente culpable porque cree que me está siendo infiel, pero no es así.
—¿No le has dicho? —preguntó confundida y Dipper negó apenado—, ¿por qué? ¿No sería más fácil si sólo le dices la verdad?
—Porque... —el menor sintió un nudo formarse en su garganta—, no puedo, lo he intentado y no puedo, ¡incluso lo he intentado ebrio! ¿Sabes cómo se supone que los borrachos siempre dicen la verdad? ¡Pues es una mentira! ¡Una vil mentira! Siempre que estoy a punto de decirle la verdad termino diciendo una tontería y luego me odio por no ser capaz de decirle la verdad, ¿crees que no quiero que sepa que soy yo? Claro que quiero... pero no puedo, las palabras nunca son capaces de dejar mi garganta cuando estoy frente a él. ¡Y no es como que sean palabras complicadas! Sólo es decirle: ¡Yo soy Pino! ¡Es tan fácil como eso! ¿No? ¿Entonces por qué no puedo? ¿Por qué siempre estoy a punto de hacerlo siento su intensa mirada en mí y me siento tan paralizado? Tan aterrado...
—Ay, Dipper... —dijo su hermana, sintiéndose apenada por el chico.
—En serio he estado intentándolo, ¡en San Valentín hice cuatro listas diferentes con los pasos necesarios para decirle! ¡Cuatro! ¡Una principal y otras tres de emergencia! ¡Y no pude! ¿Tienes idea de cuántas veces le he dicho que soy Spiderman en vez de decirle la verdad? ¡Un montón! —exclamó queriendo llorar, con la voz entrecortada y la respiración agitada—, y sé que Bill quiere que le diga, pero mírame, eres la primera persona a la que soy capaz de decirle y sólo lo hice porque estoy seguro de que me hubieras hecho terminar con él. ¿Cómo es que Bill fue capaz de decirle a Xólotl?
—¡Cierto! ¡Xólotl sabía antes que yo! —la castaña le pegó a su hermano con molestia.
—¡Ugh! —exclamó de repente el castaño sonrojándose, ignorando por completo el golpe—, ¡no puedo creer que Xólotl sepa! ¿Qué tanto crees que le haya dicho? ¿Crees que le haya dicho mucho? Dios, creo que me voy a morir... Oh no, no, no... Xólotl en serio sabe de Pino, creo que quiero vomitar.
—Me peleé con el amor de mi vida por esto, Mason —Mabel le reclamó tratando de regresarlo a la realidad—. No puedo creer que te preocupe más que sepa que existe un Pino a que prácticamente lo termine frente a toda la escuela por ti, ¿dónde están tus prioridades?
El mencionado la miró avergonzado.
—¡Prometiste no enojarte!
—¡Prometí no enojarme por no decirme antes, pero no porque casi termino a mi novio por tu culpa! ¡Y peor que actúes como si nada por eso! —soltó irritada mirando a su hermano seriamente—. No puede ser, tengo que decirle la verdad, aclararle que todo fue un tonto malentendido y que sigue siendo el amor de mi vida.
—¡No puedes decirle nada! —le reclamó el castaño con rapidez—, si le dices que soy Pino, estoy seguro de que le dirá a Bill y... si Bill no se da cuenta, al menos quiero que se entere por mí, si alguien más le dice no creo que me perdone nunca y en serio quiero ser honesto con él, no quiero perderlo porque no fui capaz de decirle antes que Xólotl.
—¡Ugh! —exclamó frustrada—, ahora entiendo porque Xólotl no pudo explicarme, de seguro el tonto de tu novio le tiene dicho algo similar. ¡Tienes suerte de que te quiera demasiado!
—Lamento mucho que te pelearas con Xólotl por mi culpa, te juro que veré como arreglarlo, y te lo compensaré —se disculpó apenado—, aun no puedo creer que seas capaz de terminar al amor de tu vida por mí.
Al escuchar al castaño referirse como "el amor de su vida" a su tal vez novio lo perdono un poco.
—Eres mi hermanito, claro que terminaría a mil novios si estos hicieran algo que te haga daño —le dijo con una sonrisa triste, bastante agobiada por toda la situación—, y no puedo permitir que mi novio sepa que te están siendo infiel y lo guarde como un secreto... aunque si lo pienso mucho Bill sí cree estarte siendo infiel con Pino y Xólotl lo sabe, ni siquiera sé si estar molesta con él por eso, no sé si cuenta como infidelidad o no si es en un sueño... Estoy muy confundida, ¿debería estar molesta con él por eso? ¿Es lo más horrible del mundo o lo más romántico que Bill te esté siendo infiel contigo mismo?
—No lo sé —balbuceó inseguro el castaño, puesto que él también se había cuestionado eso—, me gustaría creer que es lo segundo, no creo que Bill hubiera hecho nada de lo que hizo si no fuera yo... hasta donde sé antes de mí no había salido con nadie, incluso cuando varias personas lo intentaron nunca negó estar con alguien más... de hecho sólo negó a Pino conmigo.
—Tienes un buen punto, sí recuerdo que varias personas se le declararon a Bill y nunca les hizo caso... —Mabel se puso a analizarlo y el pensamiento de que "varias" personas se le hubieran declarado a su novio no lo hacía sentir mejor—. Wow, no puedo creer que se enamoró de ti dos veces, eso es lo más lindo que he escuchado.
Dipper sonrió ligeramente ante eso, pero su hermana soltó un quejido.
—¿Qué hago ahora con Xólotl y Bill? —preguntó abrumada, preocupándose por la escena que tuvo en los pasillos de la escuela—, no sólo terminé con mi novio por esto, también le dije a tu novio que no se acercara más a ti y estoy segura de que ya sabe que es porque pienso que te está siendo infiel con Pino.
Dipper hizo una mueca al escuchar eso, las ganas de vomitar regresando a su sistema, todo se estaba saliendo de control. ¿Cómo todo había escalado así? ¿Qué había pasado?
—Para empezar, ¿cómo te enteraste de Pino? —le cuestionó el castaño, tratando de descifrar qué es lo que detonó todo.
—Escuche un audio de Xólotl y Bill hablando en el baño sobre cómo se sentía mal contigo por lo de Pino —le explicó Mabel, decidiendo omitir la parte de Bill estando celoso de Jay, sentía que eso era otro tema que tenía que hablar con su hermano después.
El castaño abrió la boca en shock, ¿qué había pasado qué? ¿Había un audio de Bill hablando de Pino? ¿Y lo estaban circulando? Dios, cuando Bill se enterará de la verdad lo iba a odiar.
—Tienes que estar bromeando, Mabel, ¿estás bromeando verdad? —respondió con frustración, tratando de calmar su respiración agitada—, no lo puedo creer, ¡no quiero que la gente piense que me está siendo infiel! Encima si Bill se entera que me dijiste todo esto va a tratar de decirme lo de Pino y no sé qué le diría en ese caso, ¿cómo voy a decirle que yo soy Pino sin que se moleste conmigo por no decirle? ¡Cuando sepa que he sabido todo este tiempo me va a odiar! Dios mío, creo que me va a terminar, ¡maldita sea! No quiero que me termine, yo lo-
El chico se detuvo haciendo un puchero con sus labios, Bill lo iba a terminar por culpa de sus tontos miedos e inseguridades, debió decirle cuando tuvo la oportunidad, debió decirle cuando empezaron a salir, o en el lago, o esa noche en el automóvil del rubio, o en san Valentín o en cualquier oportunidad que había tenido, pero debió hacerlo antes de que fuera demasiado tarde.
Dipper iba a perder al amor de su vida por ser tan ansioso e inseguro.
—¿En serio crees que se moleste contigo por eso? ¿No crees que estaría feliz de saber que son la misma persona? —le preguntó su hermana, tratando de calmarlo—, creo que tu paranoia te está jugando un mal rato, Bill probablemente estará aliviado de saber que las dos personas que ama son una misma.
El castaño desvió la mirada pensando en las múltiples peleas que había tenido con Bill por el tema, la decepción en sus ojos con cada noche que pasaba y Dipper no era capaz de decirle la verdad.
—Eso hubiera sido hace meses, pero ahora en serio está decepcionado y molesto de que haya pasado tanto tiempo y no le haya dicho la verdad —soltó con la voz entrecortada, susurrando algunas palabras, sin ser capaz de decirlas en voz alta, como si estuviera aterrada de ellas—, ¿crees que sea capaz de terminar conmigo por eso? No puedo perderlo por esto, Mabel.
La mencionada lo tomo de las mejillas y lo obligo a verlo, haciendo con él un par de ejercicios de respiración para ayudarlo a calmarse, una vez que su hermano empezó a respirar mejor decidió hablar:
—Escúchame Dipper, él no tiene que saber que te dije y aunque ahora que sé que Bill está sufriendo por todo esto y considero que es muy injusto que no le digas la verdad entiendo que estás asustado, así que puedo ganarte un poco de tiempo para que puedas tranquilizarte y hablarlo en un momento menos caótico —le dijo de cierta manera recriminatoria y comprensiva al mismo tiempo—, pero sí te quiero pedir que si logro hacer que Bill no te diga nada por hoy tienes que prometerme que le dirás la verdad lo más pronto posible, no sólo porque es lo correcto sino porque se lo merece. ¿Por favor?
Dipper la miró con lágrimas en sus ojos, ella tenía razón, pero ¿cómo sería capaz de hacerlo? Tal vez era mejor si Bill lo terminaba ahora... así podría parar de torturarlo con sus problemas e inseguridades.
—Es que no sé cómo —le respondió apenado—, si te soy sincero, no sé si soy lo suficientemente valiente para decirlo en voz alta.
—Me lo dijiste a mí, ¿no? —contestó tratando de darle ánimo—, sé que fue por la situación, pero yo creo que eres capaz de hacerlo, los dos necesitan hablar de las cosas bien, expresar lo que están sintiendo... si lo hacen te aseguro que no van a terminar, por lo que entiendo los dos se aman demasiado como para perderse el uno al otro por esta falta de comunicación.
—¿Tú crees? —preguntó dudoso—. ¿En serio crees que soy capaz? ¿En serio crees que podamos resolverlo?
—Claro que lo eres y claro que lo harán —le animó con una sonrisa—, y si la situación es realmente lo que te motiva a decir la verdad, piensa en qué no habrá peor situación que perder a Bill si no le dices pronto, ¿no crees? No dejes que tus miedos te hagan perderlo.
—Uhm —balbuceó sin esperar ese comentario por parte de su hermana—, creo que tienes un punto.
—¿Ves? Ahora, sólo hay que pensar cómo fingir que perdonó a Xólotl y a Bill sin contarles que eres Pino... —dijo Mabel, sin estar muy segura de que fuera posible—, y si hablarlo en voz alta te aterra también podríamos intentar que Bill se dé cuenta, podemos encontrar una manera que funcioné.
—Sí... supongo —murmuró el castaño—, aunque no sabría cómo hacer lo segundo.
Ambos se quedaron unos minutos hablando de sus opciones, desde qué mentira decirles ahora hasta cómo podrían hacer que el rubio descubra la identidad de Pino sin que se moleste.
—¿De verdad no crees que Bill sospeche? —preguntó la castaña—. ¿Para nada?
—Según yo, no sospecha nada —respondió confundido.
—¡Espera! ¡Acabo de recordar algo! —dijo Mabel emocionada—, ¡el día del campamento!
—¿Qué tiene ese día?
—¡Bill soñó contigo!
—¿Eh? Siempre sueña conmigo... a menos que durmamos en distintas horas —respondió confundido.
—¡No idiota! ¡Soñó contigo! ¡Con Dipper! —aclaró la chica.
El castaño no entendía, eso era imposible, Dipper recordaba esa noche a la perfección.
—Eso no tiene sentido, Bill estuvo conmigo en la Mindscape ese día...
—¡Xólotl me dijo que tuvo un sueño subido de tono contigo! —el menor se sonrojó al escuchar eso—, ¡por eso decidimos hacer la cita doble! Eso significa que esa noche... ¡Dipper! ¿Lo hicieron en el campamento? ¡Puaj! Respétate.
Su hermano no fue capaz de responderle, estaba sonrojado de pies a cabeza.
—Em... —balbuceó el castaño—, no te entiendo... Es imposible que Bill me reconociera esa noche, de ser así ya hubiera hablado conmigo sobre eso.
—¡Entonces sí lo hicieron! —al ver la reacción de su hermano la chica abrió la boca sorprendida—, creí que había sido un imbécil contigo ese día.
—Estaba molesto con él —intentó justificarse Dipper—, tenía que regresárselo de algún modo.
—¡Era ignorarlo, no cogértelo!
Dipper se sonrojó aún más al escuchar eso, su hermana tenía un buen punto.
—Bueno no importa, ese no era mi punto, ¿no lo ves Dipper? ¡Tú eres el inteligente aquí! ¡Tal vez no recuerde todo lo que hicieron en la noche, pero recuerda una parte! Y recuerda que tú, Dipper, lo hizo y necesitamos averiguar por qué.
—No... no entiendo —repitió confundido.
—¡Sí! Si realmente hicieron algo esa noche significa que algo hizo que Bill recordara, aunque sea unos minutos del sueño —le dijo emocionada—, ¿pasó algo diferente esa noche cómo para que eso fuera posible? ¿Hiciste algo en específico?
—Eh...
Dipper trató de pensar y sí había hecho algo muy específico, como morderle ahí abajo... pero no es como si no hubieran hecho cosas raras en ese ámbito antes... entonces no podría ser eso.
—No que yo sepa... pero podría ser que dormimos en la misma tienda —explicó—, a lo mejor podría ser eso, pero desde que salimos hemos dormido varias veces juntos y nada ha pasado.
—Eso es cierto —contestó desanimada—, aunque a lo mejor esas noches no hicieron algo que llamara su atención, es decir, si solo sueña contigo haciendo cosas cotidianas no es raro, pero si sueña contigo haciendo algo que sólo haría Pino, ¿no crees que podría significar algo? Digo, la primera vez le llamó la atención porque estaba haciendo actos indecentes contigo cuando no se llevaba contigo en la vida real.
El castaño la miró asombrado, ¡su hermana era una genio! ¡Debió decirle hace años!
—¡Mabel! ¡No puedo creer que en serio eso sea una buena idea! Aunque no se si preocuparme de que la noche de San Valentín la puerta ni siquiera se iluminó —añadió Dipper—. Y dormimos juntos, eso nunca había pasado, la puerta suele apagarse, ¿pero desaparecer? Eso fue nuevo, ¿crees que lo que pasa en la vida real repercuta en los sueños?
—Mira, un paso a la vez ahora trata de dormir cerca de él y hacer algo que sólo Pino haría, a lo mejor funciona, habrá que intentar cosas para que se dé cuenta, eso es mejor a seguirle mintiendo, sólo creo que es un poco complicado ahora que mamá les quitó todos sus privilegios, pero te puedo ayudar a crear una fiesta de pijamas falsa y me voy con Xólotl y tu con Bill o algo así —le dijo su hermana, pensando—. Mientras tendré que mentirle a mi novio y a mi amigo... por ti. Tendré que hacer exactamente lo mismo que me enojo para cuidarte Dipper, espero que lo aprecies.
—Gracias —respondió el castaño—, en serio te lo agradezco, aunque preferiría si lo hablo con él mejor, creo que él preferiría si soy yo quien se lo dice.
Dipper pensaba que lo mejor sería hablarlo y únicamente recurrir a lo del sueño como último recurso.
—Entonces intenta hablarlo con él, pero que sea pronto, ¿okay? —le reclamó de mala gana—, no puedes seguir posponiendo esto, ahora... no sé qué haré con mi bebé, ni siquiera sé si sigue siendo mi novio. ¡Oh por dios, tengo que hablar con Xólotl! —soltó desesperada—, me debes una en serio, Dipper.
—Lo sé, prometo que te compensaré, es más, lavaré todos tus platos por dos semanas —le prometió.
—No lo sé, guardar este secreto no equivale a sólo dos semanas —contestó llevándose la mano a la barbilla pensativa.
Si su hermano la haría mentir por él, tenía que aprovechar, aunque sea un poco.
—¿Un mes? —sugirió tratando de negociar.
—Dos meses y sacarás la basura cuando mamá lo pida durante este tiempo —replicó con una sonrisa—, y tenemos un trato.
—Ugh, bien —aceptó de mala gana—, pero sólo porque creo que terminaste a Xólotl por esto.
—¡No puedo creer que le dije perro sucio a mi bebé! —exclamó preocupada recordando todas las cosas que se había gritado a su corazón—. Qué bueno que aún no destruía mi cuadro, no me perdonaría de ser así.
—Lo siento mucho Mabs, sé que nunca fui muy amigable con él, pero no quería que terminarán —se disculpó apenado—, te ayudaré a recuperarlo si es necesario.
—No creo que sea necesario, me quiere mucho y estoy segura de que está buscando una manera de explicarme las cosas ahora —le dijo con una sonrisa atontada, Xólotl era un buen chico, un buen amigo—. ¡Cierto! Ya que no estoy molesta con Bill necesito contarte lo que pasó en la cafetería hoy.
—¿Pasó algo?
—¿Algo? Algo es poco —le comentó preocupada—, fue horrible y creo que en serio necesitas hablar con Bill de esto... claro, si logramos resolver todo esto primero.
—¿Qué pasó? —cuestionó asustado.
Una extraña y estruendosa música empezó a sonar en el exterior de su casa.
—¿Esos son mariachis? —preguntó Dipper confundido, olvidando de lo que hablaban por unos instantes.
—¡Mi cuchurrumín! —soltó la castaña con emoción corriendo hacía la puerta—, te cuento después de resolver lo de nuestros novios, no es fácil de explicar, ¿va?
La chica se detuvo unos segundos, deteniéndose de abrir la puerta cambiando su expresión a una más seria, después de todo tendría que pretender seguir molesta con él.
Dipper hizo una mueca, él quería saber qué había pasado, Bill había estado actuando muy extraño en su clase de Matemáticas y su hermana no le había dado la oportunidad de hablarlo con él.
—Vete de aquí, Dipper —se quejó la chica—, si te ven aquí van a querer hablar contigo también, tienes que esconderte y pretender que nunca te dije nada.
—Cierto —contestó rápidamente—, tienes razón, te amo Mabel, gracias por todo.
El castaño subió con rapidez a esconderse en su habitación, tratando de escuchar a través de las paredes y ventanas lo que ocurría, mientras su hermana abría la puerta con fingida molestia.
—¿Se puede saber qué haces aquí? —preguntó ofendida, cosa que le había dolido pretender.
Su novio se encontraba de rodillas con un ramo de flores y un grupo de mariachi que habían logrado terminar de componer la canción que expresara su amor hacía la castaña con poco tiempo de anticipación.
Él no lo diría, pero conseguirlo le había costado cobrar demasiado favores que le debían.
—Sé que te he fallado, mi amor —le dijo Xólotl apenado—, pero te prometo que te explicaré todo lo que necesites. Aclararé todas tus dudas y tormentos si tan solo me das la oportunidad.
Mabel hizo una mueca, ella quería decirle a su novio que no se preocupara, que todo estaba bien entre ellos, que su hermano y su amigo simplemente eran unos idiotas con problemas de comunicación.
—Espero que sea una muy buena explicación —le reclamó desviando la mirada con indignación—, ¡por qué no quiero perder todo mi cuadro y ni hablar del vídeo de Glee! ¡Bill y tú salen todo el vídeo!
—Bill te explicará todo —respondió Xólotl aun hincado frente a la castaña—, ¿verdad?
El rubio apareció detrás de los mariachis, con un rostro cansado y preocupado, como si el chico no hubiera dormido en días, se encontraba sin su usual energía, sin su sonrisa despreocupada y sin brillo en la mirada, parecía una persona completamente diferente, era sólo la sombra del chico que solía ser... y Mabel no pudo evitar sentirse muy mal por él.
—¿Está Dipper? Me gustaría hablar con él también —le pidió apenado—. Quiero aclararle todo.
La chica se mordió el labio, no podía permitir eso.
—Si quieres hablar con mi hermanito, tienes que explicarme primero a mí, luego yo juzgaré si mereces hablar con él —exigió Mabel con culpabilidad, ella odiaba mentir, hacer eso la estaba torturando por dentro, pero le había prometido a Dipper algo y lo cumpliría, él siempre hacía hasta lo imposible por ella y era momento de devolverle el favor—, todavía no le he dicho nada de todo esto, pero no dudes en qué lo haré, Bill, así que más te vale convencerme de que todo esto es sólo un malentendido.
—Lo entiendo —contestó tratando de ocultar un puchero—, te explicaré todo, sólo te pido que me des la oportunidad de que Dipper se entere por mí. ¿Por favor?
—Lo consideraré... pero te escucho —respondió con seriedad.
—¿Podemos hablarlo sin el mariachi presente? —le pidió débilmente a su amigo.
—¿Seguro que no quieres que le canten la canción que pedí para Dipper? Es muy buena —le sugirió el de cabello negro.
Bill negó suavemente con la cabeza y Xólotl les dio una señal para que se retirarán, el de nombre azteca se alejó con ellos para despedirse adecuadamente.
El rubio bajó la mirada cuando se fueron y Mabel los invito a pasar a la sala.
Bill sabía que no podría seguir evitando el tema, trató de encontrar las palabras para expresar todo lo que necesitaba, pasaba su peso de pie en pie mientras trataba de pensar en cómo comenzar, normalmente él no tenía problemas para hablar de la persona de sus sueños, ¿así que por qué ahora las palabras no salían de su boca? Era como si tuviera un nudo atorado en su garganta impidiéndole hablar.
Xólotl lo empujó suavemente invitando al chico a hablar cuando regresó y notó que su amigo seguía sin querer hablar.
Mabel quería decirle que si no quería decirlo podría no hacerlo, con todo lo que el estúpido de su hermano le había dicho podía entender lo difícil que era todo para el rubio, pero ella necesitaba oír la verdad de las palabras de Bill para que la mentira que tenía planeada funcionará.
—Uhm —murmuró finalmente el rubio, antes de cerrar los ojos y tomar una bocanada de aire, listo para intentar hacer contacto visual con la castaña—. Ugh, antes de empezar quiero aclarar que aunque sé que estás molesta conmigo y me odias, me gustaría que sepas que fue un gusto ser tu amigo y que siempre te quise mucho y que entiendo si después de que te cuente todo pienses que estoy loco o que tengo problemas y ya nunca más me puedas ver de la misma manera... —soltó haciendo un pequeño puchero, la castaña lo miró sin poder contener su ternura, pero rápidamente trató de ponerse seria de nuevo—, también quiero que sepas que lo que te voy a contar no justifica de ninguna manera lo que he hecho los últimos meses, pero al menos siento que deberías escuchar la historia completa antes de que tomes una decisión... sea la que sea... incluso si después de esto ya no apruebes mi relación con Dipper y quieras que terminemos.
Bill había dicho esas últimas palabras con un nudo en la garganta, conteniendo las ganas de llorar y Mabel quería matar a su hermano, con razón estaba aterrado con la idea de que el rubio lo fuera a terminar, Bill en serio la estaba pasando mal, muy mal... Y lo peor de todo es que ahora ella tendría que ver cómo resolver su amistad con el chico, pretender que estaba molesta con él, pero que al mismo tiempo no pensaba que fuera un lunático por ver a una persona en sus sueños y fingir ignorar que le estaba siendo "infiel" a su hermano, ¿en serio sería capaz de ocultar todo eso sin volverse loca?
¡Era una tortura!
¡Ella quería decirle que era la historia más linda y romántica que había escuchado en años! Que no podía creer que su hermano tenía la historia que ella había soñado toda su vida, que su hermano era un idiota y que ahora con quién estaba molesta era con Dipper y no con él ¡y que ni siquiera podía estar molesta con el tonto de su hermano porque se lo había prometido!
En su lugar Mabel tenía que mantener su rostro serio y firme, tratando de mantener la calma, y una parte de ella no sabía si estar apenada por el chico o feliz porque fuera de todo el caos que se había generado estaba ganando, ¡tendría las dos versiones de la historia!
—Antes de que me interrumpas o pienses que lo que te voy a contar no tiene nada que ver con lo que crees que está pasando, déjame terminar, ¿de acuerdo?
—De acuerdo —respondió la castaña sentándose en el sofá donde estuvo previamente con Dipper.
Bill y Xólotl se sentaron en otro sofá.
—La verdad es que no estoy del todo seguro de cuándo empezó con exactitud —confesó apenado jugando ligeramente con sus manos—, mis sueños siempre han sido extraños, pero cuando cumplí los 13 años pasó algo aún más extraño...
El rubio había empezado a narrar los sucesos de manera desorganizada a medida que recordaba algunas cosas y a Mabel no le sorprendía que su hermano se diera cuenta y él todavía no. A diferencia de Dipper, Bill no llevaba la cuenta de mucho, por no decir que, de nada, tampoco parecía recordar demasiado y ella no decía que tuviera un diario como el de su hermano, pero al menos anotar un par de cosas no le hubiera hecho mal.
Bill se veía ligeramente triste mientras le contaba las cosas, su voz se cortaba cuando decía cómo se sentía, jugaba con sus manos nerviosamente y le costaba mucho mantener el contacto visual.
Xólotl lo ayudaba a encontrar palabras cuando el rubio se quedaba sin ellas mientras Mabel escuchaba con atención cada explicación que le daba, viendo un lado inesperado en el rubio, un chico que no había visto antes.
Un Bill que sólo había escuchado recientemente en las notas de su hermano.
Por más que el rubio había tratado de no hacerlo, Mabel no pudo evitar notar la manera tan cariñosa en la que hablaba de Pino, la manera en la que se expresaba de él era inusual, era peculiar la forma en que sus ojos se iluminaban a pesar de verse extremadamente cansados o como unas sonrisas tontas se escapaban cuando mencionaba ciertas cosas de Pino incluso a pesar de no recordar tanto de él, todo eso la hacían entender poco a poco porque su hermano estaba tan aterrado de no poder cumplir con esas expectativas.
Y en honor al tonto de Dipper trataría de sacar tanta información como pudiese de Bill mientras decidía ser honesto con ella.
—No recuerdo mucho y las cosas que hago son bastante confusas, incluso durante mucho tiempo consideré que Pino podría estar muerto y que aparecía en mis sueños porque tenía que ayudarlo a cruzar al otro lado o algo así, si te soy sincero a veces aún lo pienso —confesó y un ruido ahogado se escuchó desde arriba—, ¿qué fue eso?
—¡No es nada! —mintió nerviosa—, tengo la casa sola ahora, mis papás no están y Dipper está con Wirt, me dijo que tenía que terminar un proyecto con él... Sólo por eso no le he podido decir nada.
—Y ¿qué fue eso? —preguntó Xólotl, bastante seguro de que había escuchado algo—, ¿crees que alguien esté en tu casa? Tengo un bate en el coche, yo me encargo de esto.
—No es necesario —le dijo la castaña, tratando de no sonreír a la idea de que su novio estuviera tan alerta—, estoy segura de que es Bandolero, no sé cómo siempre sabe cuándo tengo la casa sola.
—¿Bandolero? ¿Quién es Bandolero?
—Es el mapache que alimento a escondidas, cuando hace frío le abro la ventana del ático para que se refugie ahí —explicó, lo cual era parcialmente verdad, Bandolero estaba en el cobertizo esos días porque su mamá había empezado a sospechar y lo había tenido que reubicar—. Pero no importa, me estabas diciendo sobre la persona de tus sueños... qué creías que estaba muerta.
—Sí, a veces lo pienso... o que es un invento mío, honestamente no sé, es confuso porque luego pasan cosas raras —añadió tratando de no sonrojarse—, no sé, luego olvido cosas importantes y confundo lo que sí pasó y lo que no... puede que sí este loco de verdad, no te juzgaría si eso es lo que creer de mí.
—Yo digo que es un demonio que te chupa la energía —le dijo su amigo—, como un súcubo ¿sabes? O íncubo en ese caso.
Otro ruido ahogado se escuchó y su hermana soltó un quejido.
—¡Bandolero! ¡Estate quieto si no quieres que te saque de tu escondite y tengas que enfrentar el frío de tus decisiones!
El ruido se detuvo y Mabel espero que su hermano aprendiera a comportarse, ella estaba haciendo todo por protegerlo y el tonto de Dipper estaba más interesado en molestarse por tonterías.
—No importa que sea, sé que no le puedo seguir haciéndole esto a Dipper, no se merece que tenga sentimientos por alguien más, incluso si resulta ser imaginario, un demonio, un muerto o lo que sea, es real para mí y mis sentimientos también lo son, yo- —la voz de Bill se quebró cuando dijo eso y se tomó unos segundos para continuar tomando una bocanada de aire cerrando los ojos, y al abrirlos habló—; sé que no es justo para él, pero estoy intentando- —su voz se cortó de nuevo y Mabel logró ver sus ojos llorosos—, estoy intentando resolverlo, no quiero hacerle daño, me mata la idea de estarle ocultando algo así y que esto pueda herirle, te juro que le diré hoy y si decide terminarme lo entenderé, sólo en serio quiero decirle yo...
La castaña lo vio seriamente por unos minutos, seguido miró la habitación en la que debería estar su hermano, vaya que los dos eran igual de idiotas, con razón se habían enamoraron dos veces.
Su mirada regresó al rubio frente a ella, en verdad estaba apenado por el chico, quería abrazarlo y decirle que todo estaba bien, que no tenía que preocuparse por eso, pero en su lugar solo soltó un largo suspiro y vio hacía unos ojos ambarinos llenos de lágrimas.
—Mira es una situación complicada, sí quiero que le digas a Dipper la verdad, pero no así, es obvio que es algo serio y emocional para ti y creo que deberías hacerlo a tu tiempo, cuando te sientas listo y no con la presión que te impuse, perdón, de saber que era algo así no me hubiera puesto como me puse —le dijo siendo completamente honesta—. Sabes que te quiero Bill, y sé que no le quieres hacer daño a mi hermano, no creo que estés loco tampoco, puede que no entienda casi nada, pero ni así pienso que lo estés, puedes estar tranquilo de que no le diré nada a Dipper, no es mi lugar decirle nada de esto, lo único es que te pido es que pienses bien qué hacer y hacerlo, analizar tu situación, ya sabes, pensar seriamente en todas tus opciones y tomar la decisión correcta.
Bill la miró confundido, ¿estaba hablando en serio?
—¿De verdad? —le preguntó sin creerlo.
—Claro —la castaña habló antes de mirarlo con aún más seriedad—. Sólo quisiera hacerte un par de preguntas, ¿puedo? —le preguntó con curiosidad, tanteando el terreno.
—Claro que puedes —respondió Xólotl por él—. Lo que sea que necesites, lo hará.
Bill lo miró con severidad, aún bastante confundido y agobiado, pero miró a la castaña y supo que sí ella le estaba dando una oportunidad, lo menos que podía hacer era resolver sus dudas.
—Claro, Mabel —le dijo con una pequeña sonrisa nerviosa—, sólo que no sé si tendré una respuesta para lo que me preguntes.
—Perdona Bill, ahora regreso contigo, primero y ya que insistes en que harás todo por mi perdón —le dijo a su novio—, quiero saber, ¿desde hace cuánto sabes todo esto Xólotl?
El mencionado se mordió el labio, mirando a Bill preocupado, pero en esta ocasión fue turno del rubio a animarlo a hablar.
—Mmm, puede que desde hace un par de años —confesó avergonzado—. No te lo hubiera ocultado, pero era algo tan personal de Bill que no podía decirte como si nada y sí yo incite que saliera con Dipper sabiendo que existía Pino, pero en mi defensa nunca he estado totalmente seguro de su existencia, pero aún si existiera yo soy team Dipper.
Bill lo miró de mala manera y lo dejó pasar cuando noto a Xólotl tomarla de las manos y la castaña le regaló una pequeña sonrisa.
—Perdóname Mabel, en serio créeme que te lo hubiera dicho, te lo hubiera explicado todo, pero desafortunadamente sé que hay cosas que no debo decir, cosas que no son mi lugar hablar —le explicó apenado—, pero espero que sepas que no quiero ocultarte nada, en especial nada que pudiera hacerte daño a ti o a tu hermano, incluso aunque yo no le agrade mucho, le tengo cariño y nunca fue con esa intención cuando decidimos intentar juntarlos.
La chica lo miró fijamente.
—No quiero estar molesta contigo —le dijo haciendo un puchero queriendo llorar—, es muy difícil fingir que no quiero verte y escucharte... pero mi hermano es un tonto.
El más alto no entendió del todo su último comentario, pero tomó una de las flores y se la colocó en el cabello, la castaña le sonrió brevemente.
¿Por qué su novio tenía que ser tan perfecto? Cuando el mayor hacía esa clase de cosas le hacía tan difícil concentrarse, ya ni siquiera recordaba porque estaba molesta con él.
¡Cierto! ¡Por ocultar lo de Pino! ¡Bill! ¡Preguntas!
Mabel se aclaró la garganta, separándose antes de que pudiera hablar de más y miró fijamente al rubio.
—¿Alguna vez has soñado con alguien que no sea Pino? —le preguntó, dispuesta a poner su teoría a prueba—. Xólotl me dijo que una vez soñaste con Dipper, ¿pero qué pasó? ¿Cómo funcionó?
Xólotl se tensó al escuchar eso, preocupado de que su amigo se enojara con él por eso, pero Bill sólo se sonrojó.
—Nunca le dije que soñaste —aclaró el de ojos azules—, sólo lo di a entender, pero nunca di detalles.
El rubio rodó los ojos, le dedicó una mirada de molestia a su amigo, pero solo soltó un suspiro pensando en su respuesta.
—Si no estoy dentro de la Mindscape suelo tener sueños "normales" por decirlo de alguna manera —contestó haciendo un par de muecas, él tenía demasiadas pesadillas para ser normales—. Pero casi nunca sueño con personas que conozco.
—Bueno, ¿has soñado más veces con mi hermano? —cuestionó nuevamente.
Bill apretó los labios y frunció el ceño tratando de hacer memoria, había soñado con Dipper la noche del cometa, el día que Dipper estaba asustado por los truenos, la noche del campamento en el lago, sin contar alguna ocasión en la que había aparecido en sus sueños o pesadillas a las que no le había dado importancia.
—Supongo —respondió el rubio, sin entender el cuestionamiento de la castaña—, recuerdo un par de ocasiones en las que sí lo he hecho.
—¿Y qué soñaste esas veces? —insistió con curiosidad.
Bill la miró confundido, ¿a qué venía todo eso?
—No lo sé, ya no recuerdo mucho de ellos —le explicó cohibido—, sólo recuerdo un par, pero son vergonzosos.
—¿Más que la noche del campamento? —le molestó su amigo—, ¿acaso puede haber algo más intenso que eso?
—¿Te puedes callar? —le contestó de mala gana sonrojándose fuertemente.
—No tienes que decirme si no quieres.
—Mmm —Bill se lo pensó un poco, suponía que era mejor aclararle las cosas que dejarlas a libre interpretación de las sucias mentes de ambos—, sólo soñé que lo estaba besuqueando en ambas ocasiones, nada más que eso.
El rubio aclaró eso viendo fijamente a su amigo.
—Aunque hay dos ocasiones en las que sí recuerdo que fue raro, cuando nos quedamos dormidos en mi casa porque no estábamos saliendo y fue extraño tener que verlo después de soñar eso, nos despertamos acurrucados y no sabía cómo ver a tu hermano a la cara, ni siquiera estaba seguro de si me gustaba en ese entonces, ahora sé que es muy obvio que sí me gustaba —confesó sonrojándose un poco—, y la noche del lago a pesar de que estábamos saliendo fue aún más raro porque no se si estaba soñando de verdad, Dipper insiste que eso pasó de verdad, pero no lo recuerdo así, estoy casi seguro de que lo soñé y no sé, es confuso, fuera de eso no he soñado mucho con él.
Los ojos de la castaña se iluminaron al escuchar eso, en esas ocasiones habían dormido juntos, ¡Mabel tenía razón! Bill recordaba cuando dormían cerca...
—Wow, ¿dónde tienes tus prioridades que sólo sueñas que te besuqueas con él o peor? ¡Y así te atreviste a decirme que no te gustaba! —se burló Xólotl.
El de ojos ambarinos lo golpeó ligeramente.
Mabel pensaría algo similar, pero sabiendo que en esas dos ocasiones había sido su hermano de verdad no le sorprendía, Dipper era un desvergonzado.
—Gracias por responderme eso, pero la verdad es que lo que te voy a preguntar a continuación es más serio, Bill —le avisó tratando de concentrarse, pero su novio lo hacía muy difícil—. Primero que nada, ¿hubieras hecho todo esto por alguien que no fuera Dipper? Es decir, ¿si alguien más se te hubiera acercado a ti le hubieras hecho caso?
El mencionado abrió los ojos de golpe, él estaba esperando que le preguntara más cosas de la Mindscape, pero no se esperaba esa clase de preguntas, por un momento se cuestionó que estaba pasando por la mente de la chica para llegar a esos cuestionamientos, el color subió a sus mejillas rápidamente y Mabel no podía verlo, pero estaba segura de que su hermano estaba con la oreja pegada a la pared tratando de escuchar lo más que podía.
—¡No! Claro que no —respondió con rapidez, sin siquiera dudarlo, aunque no estaba seguro de dónde salía tanta confianza para responder—. Nunca había aceptado ni una sola cita o salida con nadie que tuviera otros motivos conmigo, le puedes preguntar a Xólotl cuantas veces intento juntarme con personas y nunca había funcionado.
—Es cierto —confirmó el de cabello negro—, una vez lo intente juntar con Perry Johnson y no funciono.
—¿Con Perry Johnson? ¿En serio? ¡Pero él es perfecto! —soltó sorprendida.
Xólotl la hubiera visto ofendido, pero la castaña tenía razón, es más, él estaba de acuerdo con ella.
—Pero no es tu hermano, no sé qué tiene, pero no puedo resistirme —aclaró avergonzado—, nunca he sentido nada remotamente similar a lo que siento por Dipper, al menos no por alguien en persona, nunca, todo lo que me hace sentir tu hermano es nuevo para mí.
Mabel golpeó los pies contra el suelo analizando lo que el chico le decía.
—¿Qué es exactamente lo que sientes por mi hermano, Bill? —preguntó con curiosidad.
El rubio tragó con fuerza, ¿cómo podría explicarle todo lo que el gemelo de la castaña le hacía sentir?
—Uhm —empezó titubeante, sin entender muy bien porque Mabel le preguntaba esas cosas—, no sé cómo ponerlo en palabras, pero haré mi mejor esfuerzo, ¿de acuerdo?
La castaña lo miró algo enternecida y asintió suavemente.
—Lo que siento por Dipper es complicado, me vuelve loco, pero de una buena manera, ¿sabes? Cuando estoy con él me siento muy feliz, incluso si me hace hacer corajes de vez en cuando, me divierto demasiado cuando estamos juntos, no puedo de parar de sonreír a su lado... tiene algo que me hace sentir tan cómodo y seguro estando con él, sé que puedo decirle lo que sea y cuando hablo, sé que me escucha, incluso si es para llevarme la contraria, sé que está escuchando todo lo que digo para usarlo a su favor en el futuro —explicaba con las mejillas sonrojadas y una sonrisa tímida, tratando de no ver directamente a ninguno de los dos porque se sentía demasiado avergonzado para hacerlo—, sin contar lo mucho que me fascina verlo emocionado por las cosas que lo apasionan, amo la manera en que se ríe, se sonroja o se ofende, la manera en la que dice ser Spiderman cuando está nervioso, lo orgulloso, sabelotodo y obstinado que puede llegar a ser cuando se lo propone, adoro lo juguetón que es conmigo y sé que estoy enamorado de él aunque no llevemos tanto conociéndonos a fondo como dirían algunos, en serio me hace muy feliz ir conociéndolo poco a poco y cada día aprender algo nuevo de él, algo nuevo que nunca falla en fascinarme, y en serio me gustaría hacerlo sentir aunque sea un poco de lo que él me hace sentir a mí.
El rubio empezó a contarle algunos de sus momentos favoritos con él, sin poder evitar reír de vez en cuando, Mabel lo miraba con ganas de llorar de la ternura, ¿en serio pensaba todo eso de su hermanito? Con razón Dipper había hecho tantas cosas por él, Bill era realmente lindo con él.
Pero por encima de todas las cosas lindas que había dicho, había algo que le había llamado mucho la atención, cuando había hablado de Pino, lo había hecho como si el chico fuera perfecto, sin una sola imperfección o error en su persona, sus ojos cansados se iluminaban, sus labios no podían ocultar algunas sonrisas nerviosas y atontadas, se sonrojaba de pies a cabeza tan sólo recordando algunas cosas que habían vivido juntos, hablaba de una manera tan cariñosa que sólo reflejaba lo mucho que lo quería, pero cuando hablaba de Dipper era ligeramente diferente, a pesar de que todas esas cosas pasaban cuando hablaba del castaño, hubieron un par de cosas extras que no había hecho la primera vez, al hablar de su hermano gemelo, se le escaparon un par de ceños fruncidos y rodó los ojos con una sonrisa en más de una ocasión...
Y Mabel no podía dejar de pensar que había algo tan genuino y real en la forma en que lo mencionaba.
¿Nos extrañaron? Admítanlo, lo hicieron...
¿Qué opinaron? ¿Les gustó el capítulo?
¿Pueden creer que Mabel es capaz de terminar al amor de su vida por Dipper? ¿Dipper superara el hecho de que Xólotl sepa de Pino y de lo que hizo en el campamento? ¿Algún día Xólotl se enterará que en realidad no fue solo un sueño húmedo? ¿Pino es un súcubo? ¿Dipper logrará decirle la verdad a Bill antes de que sea demasiado tarde? ¿Bill logrará decirle a Dipper sobre Pino? ¿Qué pasará en los siguientes capítulos?
Por cierto, fuera de esas preguntas tengo otra pregunta para ustedes que olvide preguntarles el capítulo anterior y casi olvido preguntarles en esta.
Tanto The Mindscape como Blue Shakespeare están cerca de terminar, uno más cerca que el otro, y aunque cada vez es más difícil para nosotras escribir y editar no queremos terminar ahí, la verdad es que nosotras teníamos como 100 borradores de ideas que probablemente nunca vean la luz, pero hay al menos 2 fanfics que Karla y yo nos morimos por hacer, los dos son Billdip uno en un AU de ellos de adultos en la vida laboral con mucho drama y otro de ellos es en el universo de Gravity Falls y la verdad es que en serio nos hace ilusión poder compartirlos con ustedes, simplemente queremos saber si estarían dispuestxs a acompañarnos en esos nuevos fanfics. ¿Qué dicen?
Igualmente, no planeamos dejar de crear historias, esto es lo que amamos y tenemos planeado este proyecto enorme aparte de todo lo que es GF que probablemente les gustaría si es que disfrutan nuestras tonterías, está lejos de ser una realidad por el momento, pero ese es nuestro sueño y andamos trabajando en eso.
Fuera de eso, no les vamos a mentir, después de que nuestra familia se fue de aquí, nos enfermamos y no teníamos fuerza para dedicarle tiempo a los fics y nos asustamos mucho pensando que volveríamos al hiatus, ¡pero aquí estamos!
Muy extrañadas con el hecho de el fandom revivió gracias al libro de Bill y muy indignadas de saber que el Billford gano popularidad por lo mismo, pero no nos importa, a nosotras del Billdip no nos sacan, en esta casa Dipper arregla a Bill a vergazos o Bill corrompe a Dipper a besacos, no hay de otra.
Btw, agradecemos infinitamente a todas y cada una de las personas que han recomendado nuestros trabajos en las redes sociales, la emoción y los gritos que compartimos en esta casa fueron demasiados para explicarlos, y para las personas que están en el grupo de Facebook del Billdip que lo hicieron, este capítulo es para ustedes.
Si nos ven y quieren agregarnos (también hay un link en el perfil de la cuenta con la cuenta de ambas), son libres de hacerlo, nosotras somos las personas más felices de convivir con ustedes y de hablar con más gente de los Cipher o los Dippers, lo único que les diré es que a veces compartimos memes y ponemos cosas de los fanfics así sean chistes sin sentido o pequeños spoilers sin importancia de nuestros fics actuales o futuros, ups.
Anyway, les queremos con todo nuestro corazón azul y gracias por estar aquí.
Atte. Tania y Karla o como todos ustedes nos conocen GirlsWithTheBlueSoul.
PD: les dejamos un regalito xD
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