The Love Bite.
La mordida de amor.
Ambos reían empujándose suavemente de manera juguetona mientras dejaban el establecimiento dirigiéndose hacia el automóvil del rubio.
Era de noche y estaba oscuro, pero las luces del lugar en el que habían pasado toda la tarde se reflejaban hacía el estacionamiento permitiendo que pudieran encontrar el vehículo más rápido.
—No puedo creer que en serio estuvieras tan nervioso —le dijo Bill acorralándolo contra el automóvil, dejando al castaño de espaldas a la puerta del copiloto—, no es la primera vez que tenemos una cita, ¿sabes?
Dipper negó lentamente con la cabeza mientras reía con un ligero rubor en sus mejillas y mientras lo miraba se encogió de hombros.
Esa misma tarde al llegar al lugar el menor había estado demasiado nervioso por la cita a tal punto que lanzó la bola de boliche a otra línea y lo curioso era que en realidad él no era para nada malo en el juego, después de un rato había podido recuperarse e inclusive había podido alcanzar la puntuación del rubio.
Cuando el chico le preguntó qué era lo que estaba pasando Dipper no tuvo más remedio que confesar que al principio estaba demasiado nervioso para lanzar bien, sorprendiendo al mayor.
—Ya sabes... —comenzó sintiendo su estómago revolverse.
Y con una sonrisa tímida pasó los brazos por los hombros del rubio, sintiendo como Bill lo acercaba manteniendo un suave agarre por la cintura del menor.
—Es nuestra primera cita con nosotros... como ya algo serio, ¿sabes? —confesó sonrojándose un poco más viéndolo sólo por unos segundos—, y siempre hay más personas con nosotros o estamos en la escuela y no sé porque la sola idea de estar solos en público me puso tan nervioso.
—Mmm —Bill se separó haciendo un gesto pensativo—, tengo una teoría.
Dipper lo miró sorprendido.
—Déjame escucharla —dijo con una sonrisa coqueta.
—Bueno, yo creo que es porque te mueres por mí y no podías ocultarlo en ese momento —soltó Bill dispuesto a molestarlo un poco con una sonrisa coqueta—, ¿o estoy equivocado, Pines?
Dipper rodó los ojos desviando la mirada sintiendo los ojos del rubio clavada en él, su estómago revolviéndose más, Bill era un tonto.
—Puede... ¡y sólo puede! Que tengas un poquito de razón —murmuró con una sonrisa acercando más su rostro al del otro chico y jalándolo un poco del agarre para lograr tal cosa, pero no hizo nada al estar tan cerca de él—, no lo negaré Cipher, pero que tampoco se te suba el ego.
—Demasiado tarde Dipper —le respondió antes de cortar la poca distancia que quedaba entre ambos.
—Espera —se separó el castaño—, olvidé preguntarte algo.
—¿Qué pasó? —le preguntó el rubio.
Dipper lo miró con ternura antes de pegar sus labios nuevamente con los del mayor, estaba perdido en aquellos labios.
—¿Haremos algo este sábado? —inquirió el castaño—. Ya sea con los demás tontos o solo nosotros como hoy.
—Mmm —Bill pareció pensarse la respuesta—, no creo, por la tarde tengo una cita con mi doctora.
—Oh, perfecto entonces —soltó el castaño aliviado, aunque no pudo evitar preguntarse a qué iría, le quiso preguntar, pero decidió dejarlo para otro momento—, entonces ese día podría hacer el proyecto con Jay.
—¿Harás un proyecto con él? —cuestionó el más alto—. Tienes una encantadora manera de arruinar el momento.
Susurró de manera infantil con un pequeño puchero en sus labios.
—Lo siento, no pude evitarlo —se disculpó con aún un par de risas antes de tratar de recomponer su postura—, tengo un proyecto con él en literatura... No te pone celoso, ¿verdad?
—No realmente —comentó inseguro frunciendo el ceño antes de proseguir—; aunque me hace preguntarme por qué estabas pensando en él cuando nos estábamos besando.
Dipper soltó una pequeña risa viendo con ternura al chico frente a él.
—Estaba pensando en mi tarea, no en él —aclaró el chico—, tengo prioridades en esta vida, Bill.
—¿Y por qué no tienes un proyecto conmigo? —le preguntó haciendo un puchero.
—No hemos tenido ningún trabajo en equipo en las clases que compartimos —explicó el castaño—, aparte no quiero tener que sacarte del equipo cuando no hagas tu parte.
—¿Tan irresponsable crees que soy? —cuestionó.
—Irresponsable no —corrigió al mayor—, olvidadizo quizá, no sé, nunca antes hemos hecho trabajos juntos.
—Te recuerdo que fuera de la clase de Ford me va muy bien en clases, puede que olvide muchas cosas, entre ellas los procedimientos en matemáticas, ¿pero no recuerdas con quién solías pelear por el mejor puesto en ética? —inquirió el rubio—. Me atrevería a decir que incluso soy el favorito del maestro... y no por ser su sobrino.
Soltó lo último dispuesto a enojar al menor y al ver su reacción supo que había funcionado cuando el castaño retiró sus manos de alrededor de su cuello, luciendo claramente ofendido.
—Primero que nada, sueñas con ser el favorito en clase de ética, yo siempre entrego los mejores trabajos —soltó Dipper frunciendo el ceño, pero Bill no lo soltó de la cintura—, segundo, ¡no soy el favorito de Ford por ser su sobrino! Soy su favorito porque soy un excelente estudiante.
—Seguro... —murmuró el rubio antes de ponerse a pensar en que esa era la primera vez que discutían desde que habían empezado a llevarse bien.
—Ya te dije que no es así —le reclamó Dipper.
Bill entonces decidió calmarse tratando de dejar la discusión morir poco a poco.
—Igualmente ya entendí que prefieres a Jay para hacer tus proyectos —le soltó sacándole la lengua juguetonamente.
Dipper soltó un pequeño suspiro antes de reír suavemente, entonces tomó el rostro del mayor y le acarició suavemente la mejilla.
—Te prometo que el próximo proyecto que tengamos en clases lo haremos juntos —le aseguró—, pero eso no quiere decir que seré favoritista contigo por ser tú, Bill, seré igual de imparcial que Ford, tienes que cumplir al pie de la letra la tarea.
El rubio sonrió, cediendo ante las caricias del chico, tratando de ignorar el comentario de Ford.
—Me parece perfecto —dijo, sintiéndose aliviado—. Ahora continuando con lo que hacíamos...
Murmuró lentamente antes de pegar sus labios con el menor dispuesto a terminar lo que había empezado, después de todo, todavía tenían un poco de tiempo antes de que diera la hora que habían acordado con la madre del castaño.
[...]
Si hace un par de meses le hubieran dicho a Bill que terminaría con el sobrino de Ford en sus piernas mientras ambos se besaban juguetonamente en el automóvil del rubio, no lo creería.
Dipper estaba aprovechando de la posición en la que se encontraba para jugar con el cabello rubio del chico, acariciando lentamente la parte trasera de su cuello, una sonrisa apareció por los labios del mayor al sentir las suaves caricias del castaño interrumpiendo un poco el contacto de sus labios.
El menor ayudaba a Bill a quitarse su chaqueta, puesto que después de todo, empezaba a hacer calor en el lugar.
Dipper entreabrió los ojos un poco y no pudo evitar soltar una pequeña risa, incluso cuando trató de reprimirla.
—¿Qué pasa? —preguntó confundido el mayor por la repentina acción del chico encima de él.
—Es que... —soltó una risa más fuerte y luego negó con suavidad—, me encanta tu tatuaje, no puedo creer que luego digas que soy yo el que se muere por ti.
Bill se sonrojó por completo recordando que su tatuaje seguía ahí... y probablemente se quedaría ahí unos días más, rodó los ojos desviando la mirada.
—Eres un tonto —le dijo antes de volver a mirarlo—, pero puede que tengas un punto.
El castaño levantó la mirada encontrándose con los ojos del otro, compartiendo una mirada llena de intensidad dentro de la oscuridad del vehículo, con una sonrisa en su rostro tomó las mejillas de Bill depositando un beso en sus labios.
Sin decir más dirigió sus labios al cuello del mayor dejando un pequeño beso en el área. El rubio sintió un escalofrío recorrer su espalda al sentir el contacto, una sonrisa apareció en el rostro de Dipper orgulloso al sentir al chico estremecerse por debajo de él.
El castaño se detuvo unos segundos pasando sus manos por debajo de la playera del rubio, acariciando y jugando con pequeños roces con la fría piel del chico, Bill miró fijamente al chico encima de él y sonrió, nunca espero que el menor tuviera tanta iniciativa con él en ese aspecto, aunque teniendo en cuenta que Dipper solía buscarlo sólo para pelear con él debía darle un par de pistas.
El menor no podía entender como habiendo tanto frío afuera del vehículo adentro había tanto calor, y como pudo se quitó la playera para poder estar más cómodo, olvidando por completo que tenía un par de marcas en su piel.
El rubio miró aquella marca con confusión, él no había hecho eso.
—¿Bill? —cuestionó decepcionado de que el mayor se detuviera.
Esa era la primera vez que Bill podía recordar hacer cosas subidas de tono con el castaño, así que no podía entender cómo esa marca había llegado al chico.
—Umm —murmuró el rubio sin saber qué decir.
¿Cómo pedías una explicación a eso? ¿Simplemente asumes lo peor o esperas a que te expliquen?
Dipper siguió la mirada perdida del mayor hasta el chupetón que tenía en el pecho y por unos momentos no terminaba de entender el problema, hasta que recordó que Bill no recordaba nada de la noche en la que se lo hizo.
¿Qué se supone que le diría ahora? ¿"Me lo hiciste en un sueño"?
—¿Bill? —preguntó nuevamente sin saber muy bien qué le diría a continuación—, ¿pasa algo?
El mencionado lo miró fijamente, pero esta vez con una increíble seriedad y el castaño se sintió bastante culpable. Claro que Bill no recordaba que era él quién había hecho el chupetón, el estómago de Dipper se revolvió, tenía que pensar en algo rápido si no quería arruinar la noche, pero lo único que se le ocurría era hacer creer al rubio otra cosa, una no muy lejana a la realidad.
—¿Cómo tienes este chupetón?
—Bill... tú me hiciste el chupetón —soltó el castaño con toda la seguridad del mundo, fingiendo demencia—, ¿por qué preguntas?
—No... —empezó débilmente confundido al escuchar aquello, negando la cabeza por la confusión—... no es cierto.
El rubio desvió la mirada hacia el piso del automóvil.
—¿La noche que acampamos por tu cumpleaños? —inquirió el castaño—. ¿No lo recuerdas?
Le preguntó sabiendo que efectivamente el mayor no lo iba a recordar, pudo ver al otro chico fruncir el ceño abrumado... el rubio sí podía recordar hacer esa clase de cosas con Dipper, sí, pero había sido un sueño, ¿no? El recordaba despertarse y tener muy presente lo que había pasado en su sueño, había tardado en salir con Will por lo mismo, ¿todo eso realmente había pasado?
El castaño mordió su labio sintiéndose culpable por confundir de tal manera a Bill, y se sintió aún peor porque lo que haría a continuación lo confundiría más.
—No me digas que no lo recuerdas —empezó dispuesto a seguir con su pequeña mentira piadosa—, voy a sentir que me aproveche de ti.
—No es eso —contestó finalmente—, lo recuerdo, pero...
Dipper miró sorprendido al chico frente a él, ¿acababa de decir que lo recordaba?
—Pero pensé que lo había soñado —continúo el rubio aún algo confundido—, debieron ser las pastillas para dormir que tomé.
Lo último lo había dicho más para sí mismo, pero el castaño lo había escuchado a la perfección y aunque quería hablar acerca de las pastillas del mayor tenía algo más atormentándole la cabeza, ¿Bill recordaba el sueño? ¿Acaso sabía que él era "Pino"?
—Lo siento —se disculpó el rubio—, creo que sólo estoy muy confundido acerca de esa noche, en serio creía que sólo había sido un sueño.
—¿Un sueño? —preguntó tembloroso el menor, sin poder creerse lo que escuchaba.
—Sí —respondió y miró fijamente al castaño—, no puedo recordar mis sueños casi nunca, así que era raro para mí recordar que soñé contigo... pero supongo que ahora tiene sentido.
—Oh —logró soltar, procesando todo lo que el rubio le estaba diciendo—. ¿Entonces no sueñas conmigo a menudo?
El castaño preguntó, sabiendo que la pregunta venía con trampa, pero él necesitaba saber la respuesta ante tal pregunta y simplemente no sabía de qué otra manera podía quitarse la duda que estaba rondando su cabeza en esos momentos.
—No —contestó antes de sonrojarse, sabiendo que había soñado con él un par de veces, cada que dormía cerca de él para ser exactos—, o al menos no que yo pueda recordar.
—Ya veo —soltó Dipper, sintiéndose tremendamente tranquilo por su respuesta.
—¿Y tú? —le cuestionó el rubio con los ojos brillantes—, ¿alguna vez has soñado conmigo?
El rostro del castaño se enrojeció con fuerza.
—No —mintió.
Bill soltó una pequeña risa al escuchar aquello.
—Eres un mentiroso terrible —le dijo el rubio—, pero creo que no indagaré en eso por hoy, estoy agotado.
Dipper miró al piso al escuchar aquello, porque sabía que eso sólo era parcialmente cierto.
—Creo ya debería llevarte a tu casa —le comentó el rubio con una pequeña sonrisa—, ya es algo tarde y no quiero abusar de la confianza de tu mamá.
—Seguro —murmuró aún algo extrañado por lo que acababa de suceder, viendo al mayor acomodar su ropa.
Dipper se acomodó la playera notando como el frío había regresado al lugar, el rubio lo miró con ternura un par de segundos antes de acomodarle el desordenado cabello al castaño, esperando que su madre no se diera cuenta y antes de acomodarse de nuevo como el copiloto le dió un pequeño y corto beso en la mejilla al rubio.
Y mientras el mayor conducía de regreso a casa las preguntas llenas de culpa atormentaban la mente de Dipper.
¿Por qué estaba tan aterrado con la idea de que Bill recordara lo que pasaban cada noche?
¡Lindas madrugadas!
¿Cómo están? ¿Les gustó el capítulo?
Espero que sí porque me desvele para terminar el capítulo.
¿Ya habían notado que Bill recuerda lo que hace con Dipper cada que duermen cerca del otro? ¿Les irá bien en los proyectos o terminarán partiéndose la madre y sacando al otro del equipo? ¿Qué pasará ahora? ¿Jay realmente hará algo importante o solo les estamos molestando? ¿Están preparados mentalmente para el siguiente capítulo?
Espero que ustedes sí, porque yo no, en fin, ¿sabían que Xólotl salvó al mundo junto a la liga de la justicia? Es un buen niño cuando no está soltando comentarios fuera de lugar.
Queremos hacer un énfasis para Sindden que pareció descifrar que habría un conflicto con un chupetón en el fic (no puedo creer que justamente haya sido en este capítulo) o al menos algo similar y me parece increíble porque es algo que comentó hace un par de días, de verdad estamos muy impresionadas y sorprendidas de que coincidiera tanto. PD: Nos fascina leer tus teorías de los fics👀💕
Por cierto, somos muy brutas y en el capítulo anterior se nos olvido agregar una cosa muy pequeña, ya lo hicimos, y bueno sólo era que también Mabel y Pacífica están en el concurso de parejas jaja
Les queremos mucho.
Atte. Tania y Karla.
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