Los celos.

Estaban en la última clase del día y Bill tenía un nudo en su garganta mientras veía al castaño.

Ford había terminado su clase temprano y les había dejado los últimos 10 minutos de la clase para ellos mientras él calificaba sus tareas, así que todos se encontraban bastante tranquilos conversando por lo bajo, sin hacer mucho ruido puesto que nadie quería molestar a Ford, después de todo, no querían tener que hacer más ejercicios por molestar al profesor, cosa que ya había pasado con anterioridad.

Y ahí se encontraba el rubio viendo a Dipper fuera de su usual lugar a su lado sólo para encontrarlo sentado al lado de un chico pelirrojo mientras le explicaba los ejercicios que habían visto con anterioridad.

Normalmente no le importaría, había tenido ética con el castaño esa mañana y no era que le molestara que Ford se mantuviera tranquilo al ver que no se encontraban sentados juntos como de costumbre, lo que le molestaba era el hecho de que Jay le estuviera coqueteando de una manera tan descarada que le sacaba mucho de sus casillas.

Bill no era una persona celosa, pero realmente le molestaba la actitud del pelirrojo en esos momentos, ¿acaso no era obvio que Dipper y él tenían algo? Tal vez no habían tenido tantas muestras de cariño públicas como otras parejas y habían empezado a salir relativamente hace poco, pero podía jurar que Jay sabía que tenían algo, lo sabía por la manera en la que le sonreía de vez en cuando al rubio con cierta superioridad, ¿cómo podía ser tan descarado de coquetearle, en especial frente a él?

Lo peor era que estaba casi seguro de que el castaño ni siquiera se daba cuenta de lo que estaba pasando a su alrededor, para su mala fortuna su amigo sí lo había notado y no había parado de molestarlo, alimentando los malos pensamientos que crecían en su cabeza acerca del tema.

El rubio frunció el ceño cuando se dió cuenta de que estaba perdiéndose nuevamente en sus pensamientos así que trato de regresar a la realidad viendo a su amigo hablarle, tratando de recordar el rumbo de la conversación que tenían.

—Pero Dipper no le va a coquetear de vuelta, ¿o tú crees que sí? —preguntó Bill inseguro después de un rato hablando con su amigo—. A Dipper le gusto yo, estamos saliendo por algo no, ¿no?

—Pues si tú no lo sabes, menos yo —contestó divertido por la situación y el chico rodó los ojos, era bastante raro ver al rubio inseguro y menos por algo así—, pero a Dipper pareces gustarle mucho, de eso no hay duda.

El rubio asintió varias veces tratando de alejar aquellas inseguridades lejos de él, estaba exagerando, Dipper y él estaban saliendo y eso era todo lo que necesitaba saber.

—Tú único problema es que Jay es pelirrojo —le comentó Xólotl encogiéndose de hombros.

—¿Qué? —preguntó confundido.

—Mande —le corrigió y el rubio rodó los ojos—, ¿no es obvio? Cualquiera preferiría salir con el pelirrojo... es muy difícil encontrar a alguien pelirrojo y Jay es muy bonito.

Bill podría tener dudas acerca de muchas cosas, pero de lo que estaba seguro es de que Xólotl era un idiota.

—¿Tú dejarías a Mabel por una pelirroja? —le preguntó con un poco de molestia dispuesto a molestarlo también—, digamos por la hermana de Jay.

—Pues claro que no —respondió sin siquiera detenerse a pensar—, pero yo estoy enamorado de Mabel y no sabemos si Dipper está enamorado de ti.

El chico no pudo evitar sonrojarse al percatarse de lo que había dicho, pero antes de que alguno pudiera decir algo Ford dio el aviso de que ya podían salir, por lo que el chico vio la oportunidad perfecta para dejar el tema ir.

—Como decía... —intentó continuar levantándose de su lugar, pero el rubio lo interrumpió, incapaz de dejarlo salirse con la suya.

—¿Qué dijiste de Mabel? —cuestionó Bill con sorpresa y diversión.

—Que si no te pones las pilas te van a bajar a su hermano —contestó ligeramente a la defensiva.

Bill frunció el ceño mientras salía del salón, quedándose en la puerta esperando al castaño cuando Mabel se acercó a ambos chicos.

—¿Qué tal su clase? —les preguntó—, ¿pasó algo interesante?

—Mucho, Jay le está coqueteando a tu hermano y Bill está súper celoso —contó Xólotl como si nada antes de darle un pequeño beso en los labios.

—¡Eso no es del todo cierto! —el rubio se sonrojó, aunque era evidente que mentía.

—¿Jay le está coqueteando a Dipper? —preguntó la castaña curiosa viendo hacía el salón de clases con curiosidad.

—Sí, y no entiendo porque —soltó Xólotl encogiéndose de hombros.

Bill lo miró mal al escuchar lo que había salido de su boca.

—¿Tal vez es porque Dipper es súper lindo? —respondió de golpe el rubio, bastante a la defensiva por lo dicho.

Mabel lo vio sorprendido sintiendo un grato sentimiento en su pecho, eso había sido bastante adorable, ver a Bill defendiendo a su hermano le había hecho el día.

—Sí, pero es muy raro —respondió el de cabellera negra logrando que tanto el rubio como la castaña lo miraran terriblemente.

—Por eso le caes mal a Dipper —dijeron al mismo tiempo, molestos con el chico.

—Ojalá sí te hubiéramos pintado con henna la cara, a ver si así aprendías —le soltó su amigo bastante enojado con el chico.

—Te recuerdo que es mi hermano de quién hablas —le dijo su novia de brazos cruzados y Xólotl le miró inocentemente.

—Sabes que te adoro, Mabel... pero no puedo evitarlo —le contestó sonriéndole y la chica rodó los ojos entrando al salón por su hermano—, ¡oh vamos! No te molestes conmigo.

—Eres un verdadero imbécil —añadió Bill con una sonrisa—, te lo mereces por completo, aunque no hayas parado de decirme lo muy enamorado que estás de Mabel, no te merece —le dijo a la castaña.

Xólotl hizo un puchero al tiempo que se sonrojaba enormemente, Mabel se sonrojó por igual, pero el rubio los ignoró viendo con una sonrisa al castaño que salía del salón.

—Nos vemos Dipper —se despidió Jay con una sonrisa.

—Seguro —le respondió amablemente antes de mirar al rubio sonriente—, lamento la demora, no quería hacerte esperar pero me distraje un poco.

—No tienes que preocuparte por eso —contestó tomando su mano y entrelazando sus manos—, ¿nos vamos?

Un pequeño sonrojó recorrió las mejillas del castaño quien solo asintió viendo como el rubio lo guiaba a la salida con una sonrisa.

[...]

Bill se encontraba pensando un par de cosas mientras su hermano hablaba con Xólotl cuando vio al castaño llegar a la escuela, quién parecía estar regañando a su hermana por algo, el rostro del rubio se iluminó al verlo y sonrió.

Ambos hermanos se acercaron al grupo, con la chica saludando a su novio cariñosamente, Dipper rodó los ojos antes de abrazarse a sí mismo por el frío y finalmente le sonrió a Bill.

—¿Todo bien? —le preguntó el rubio.

—Oh... sí, sólo tengo algo de frío —comentó avergonzado—, olvidé mi suéter en casa por una tontería, no te preocupes.

—Si me preocupa, Dipper —le respondió viendo su oportunidad perfecta, como si el mundo le estuviera sonriendo—, te estás congelando, toma mi chaqueta.

Dipper no pudo evitar sonrojarse cuando el rubio se quitó y le extendió su chaqueta como si nada, la cual era bastante bonita.

—Gracias —le dijo con ternura y sorpresa combinada, pero no la agarró—, pero tú te quedarías sin nada.

—No te preocupes por eso —le dijo con una sonrisa—, yo no tengo frío, sólo me lo puse para que combinara con la de Will.

—¿Con Will? —preguntó Dipper.

Bill entonces le enseñó que la chaqueta tenía un grabado muy particular en la espalda: "Gemelos Cipher". El castaño la miró con ternura, queriendo aceptarla pero siguió resistiéndose.

—No quiero que te enfermes —añadió en un intento de convencerlo.

Ahora que Bill había visto la oportunidad perfecta de regodearle a Jay que Dipper y él estaban saliendo no planeaba dejarla ir, no había mejor declaración que el castaño con una chaqueta que dijera su nombre.

—Tú también te puedes enfermar, Bill —le contestó pero el rubio rodó los ojos sin dejar de extenderle la sudadera—, y no quiero que tomes más pastillas de las que tomas ya.

—Pastillas más, pastillas menos no importa, estoy acostumbrado —le dijo restándole importancia.

—Eso no me deja más tranquilo —respondió Dipper frunciendo el ceño.

—¿Por mí? —cuestionó el mayor haciendo un pequeño puchero.

Y fue ahí cuando el menor no pudo decir que no, Bill haciendo un puchero lo derritió por completo.

—De acuerdo... —le dijo rindiéndose con una sonrisa finalmente tomando la chaqueta del chico.

Dipper se la puso con ayuda del rubio y el color subió a las mejillas del menor, había un sentimiento cálido en su pecho ante la idea de tener la chaqueta de Bill puesta, él sabía que era una tontería todo eso de amar tener los suéteres de tu pareja, él nunca le había visto el afán a eso, especialmente cuando veía a su hermana regodearse con los suéters de sus exnovios o más recientemente de Xólotl, pero ahora que la tenía, le era imposible no sentirse protegido y amado dentro de aquella prenda.

Mabel soltó una pequeña risa viendo aquella escena, ambos eran demasiado adorables.

—¿Sabes qué aunque la chaqueta diga gemelos Cipher no te hace el gemelo de Will, no? —le preguntó Xólotl incluyéndose en la conversación.

Bill frunció el ceño escuchando lo que decía.

—Estamos en el mismo curso —contestó cruzándose de brazos—, para mi cuenta.

—Pero él sigue siendo un año mayor que tú —se burló con una sonrisa—, ser gemelos en el corazón no cuenta.

—Claro que no es un año mayor, compartimos el cumpleaños —explicó antes de pasar de tomar la mano del castaño dispuesto a ignorar a su amigo—, somos gemelos como Mabel y Dipper, ahora si nos disculpas, voy a llevar a Dipper a su clase.

—¡Juntar sus cumpleaños no cuenta! —le gritó mientras Bill rodaba los ojos, decidiendo ignorarlo.

—¡Adiós Mabel! —se despidió el castaño mientras sonreía entrelazando sus dedos con los del rubio.

El más alto sonrió para sí mismo notando el gesto del menor.

[...]

Bill miró con molestia desde la puerta del aula como Jay seguía coqueteando con el castaño, ¿acaso tendría que ser demostrativo como Mabel y Xólotl para que lo dejara en paz?

Un nudo se formó en su estómago, en realidad toda la situación lo estaba haciendo sentir angustiado, inseguro y abrumado, y él no se sentía así usualmente.

Pero se mantuvo firme y cuándo el castaño lo vio esperándolo afuera lo saludó con una sonrisa, el chico le correspondió esa sonrisa sintiéndose afortunado, mandando los otros desagradables sentimientos a otro lado.

La clase del rubio había terminado antes y se había ido a la clase del castaño para que ambos pasaran el almuerzo juntos.

Dipper no esperó más cuando le dijeron que podía retirarse y se dirigió hacia el rubio con paso decidido.

Al acercarse a él fue recibido con un pequeño y corto beso por parte del mayor, provocando un gran color rojizo en el rostro del castaño, sorprendido por aquel peculiar saludo.

—Te estaba esperando para comer juntos, Dipper —le dijo con una sonrisa—, sé que normalmente comes con Wirt y Beatrice, pero Vanessa dice que tiene un anuncio importante que dar y bueno en resumen sólo te estoy dando excusas porque quiero comer contigo.

Dipper soltó una pequeña risa al escuchar la explicación que le había dado.

—Me encantaría —le respondió el castaño, mientras sentía como el rubio pasaba su brazo alrededor de su hombro, abrazandolo mientras empezaban a caminar—, de hecho tengo una sorpresa para ti hoy y sería más fácil dártela si nos sentamos en la misma mesa.

—¿Sopresa? —inquirió sorprendido, pero complacido de que Dipper no sólo se había acercado un poco más, sino que había tomado la mano que Bill tenía colgando sobre su hombro.

—Así es —comentó avergonzado por la idea, pero decidió dejar sus inseguridades de lado—, no la hice yo, pero creo que te gustará... por cierto, ¿ya viste mi nueva chaqueta? Me la dió un chico muy lindo en la mañana.

Dipper vio el color subir a las mejillas del mayor, soltando una risa orgullosa de haber logrado aquella reacción en Bill.

—¿Debería estar celoso de él? —le respondió juguetonamente antes de pasar sus brazos por los hombros del castaño, ignorando la voz en la parte detrás de su cabeza que le decía: no de él, tonto.

El mencionado se acomodó en los brazos del mayor viéndolo tontamente.

—Sólo un poco —le respondió.

—Nos vemos, Dipper —le dijo el pelirrojo saliendo del salón llamando la atención del chico que se había perdido en los ojos del rubio.

—Oh claro... nos vemos Jay —le contestó con una sonrisa pequeña—, gracias por tus apuntes.

—Cuando quieras —respondió guiñandole un ojo, tratando de esconder la mueca que quería hacer al verlos abrazados.

Bill rodó los ojos con evidente molestia y sin poder evitarlo había aprovechado su posición para acercar al menor aún más a él, quería besarlo y dejarle en claro que estaban saliendo, que los dejara en paz, pero no pudo, el sentimiento de amargura en su estómago se lo impidió, simplemente se aferró al castaño con cierta desesperación y cuando Jay finalmente se fue el mayor se relajó.

Dipper notó aquello, no era como si le disgustara que Bill lo estuviera abrazando de esa manera, pero la manera en la que lo había hecho no lo dejaba tranquilo, vio a su hermana llegar con Xólotl pero los ignoró por completo centrándose en lo que había pasado.

—¿Estás bien? —le preguntó el menor con cierta preocupación antes de añadir—: no es queja, me gusta que me abraces y eso, pero...

—Sí —mintió con una sonrisa—, estoy perfecto, ¿por qué?

—¡Mentira! Está celoso de Jay —dijo Xólotl con una sonrisa—, en fin, no deberías mentirle a Dipper, ¿verdad, mi amor? Las mentiras terminan relaciones.

Dipper sintió un golpe de culpabilidad ante eso, pero decidió ignorarlo... él no estaba técnicamente mintiendo... ¿verdad?

—Eres un imbécil —las palabras de su novio lo sacaron de sus pensamientos.

Bill lo miró de mala manera, pero la castaña solo lo miró apenada antes de llevárselo de ahí, sabiendo que ambos chicos deberían hablar a solas.

—¿Lo que dijo Xólotl es cierto? ¿Estás celoso? —cuestionó con sorpresa el menor.

—No... —mintió sin poder verlo a los ojos.

Y Dipper se apartó de los brazos del mayor viéndolo seriamente logrando que el chico lo mirara.

—Bill... —soltó cruzándose de brazos, mientras le tomaba el rostro con ambas manos, obligándolo a verlo.

—Bueno... puede que un poco —confesó con un pequeño suspiro, no podía mentirle a aquellos ojos castaños y menos cuando sentía el calor de sus manos en sus mejillas—: no sé porque me abruma tanto la actitud de Jay contigo, lo estaba dejando pasar porque no quiero ser así, pero luego Xólotl dijo que cualquiera deja a alguien por un pelirrojo y se me metió a la cabeza.

—No deberías escuchar a Xólotl —Dipper le dijo antes de procesar lo que dijo y frunció el ceño—, ¿él dejaría a Mabel por una pelirroja?

—Dice que no porque está enamorada de ella... —le contestó antes de sentir su estómago revolverse aún más.

—Ajá —le preguntó Dipper, armándose de valor para decir la siguiente línea—, ¿y yo no estoy enamorado de ti?

—No me lo habías dicho.

Dipper lo miró enternecido antes de sonreír ligeramente dándole un beso en la mejilla al rubio.

—Creí que era bastante obvio —le dijo acercando su rostro a él.

—El sentimiento es mutuo —contestó mientras lo besaba rápidamente, con una pizca de culpabilidad en el pecho.

—Eres adorable, Cipher.

—Mira quien lo dice —dijo aún a unos centímetros de su rostro.

El chico finalizó viéndolo con una sonrisa tímida, esperando la respuesta del mayor, Bill lo miró con una sonrisa sonrojándose por las palabras del castaño, sintiendo un sentimiento agradable en el pecho.

—¿Entonces no me dejarás por un pelirrojo? —preguntó temeroso.

—¿Tú me dejarías por uno? —cuestionó a modo de respuesta.

—No —contestó y Dipper le sonrió dulcemente.

—Yo menos —le dijo tratando de calmar su inseguridad—, así que deberías dejar de escuchar al idiota de Xólotl y escucharme más a mí, ¿sí?

Bill asintió antes de rodear al menor con sus brazos nuevamente, sin querer dejarlo ir y cuando ambos llegaron a la cafetería vieron como el grupo estaba exponiendo a su hermano mayor por comer más fino frente a su novio.

—Bueno, pero él no es el único que hace tonterías por el otro —añadió la hermana de Mason—, yo le preparo las cenas románticas a mi hermano, la otra vez para el cumpleaños de Will tardó años escogiendo su regalo cuando yo tenía tacones y le había dicho mil veces que simplemente le podía dar el regalo de su cuerpo.

Al escuchar aquello Bill prefirió desconectarse de la conversación sentándose con el castaño a un lado, pero podía escuchar claramente como Mason la estaba regañando.

—Cómo si no supiera lo que tienes debajo de tu cama —le respondió la castaña con burla.

Y el rubio realmente hubiera deseado que su cerebro se hubiera desconectado lo suficiente para no escuchar aquello.

Will se paró rápidamente llevándose a su novio de ahí, sin poder creer lo que sus amigos estaban haciendo, arrepintiéndose con toda el alma de haberse sentado con ellos y no con Wirt y Beatrice.

—¿Qué tiene debajo de la cama? —le preguntó Xólotl a la chica.

—¡No te atrevas! —le interrumpió rápidamente Bill a la castaña, no pasaría por ese infierno de nuevo.

—No te preocupes, puedo imaginarmelo por tu reacción —respondió Xólotl.

En lo que los demás discutían, Mabel le había pasado un par de contenedores de plástico a su hermano, quien se preparaba mentalmente para lo que haría a continuación.

—Bill... —le llamó tímidamente el chico con las mejillas sonrojadas por la vergüenza—, mi mamá te envía esto.

El mencionado vio el pequeño contenedor de plástico decorado de una manera muy adorable, la madre de Dipper le había enviado un almuerzo al rubio.

—Esta es la sorpresa que te dije —le comentó nervioso—, en su mayoría son frutas y algunos postres como galletas... dijo que espera que te gusten.

Una calidez enorme invadió su pecho al recibir tan lindo regalo y sonrió con extremada ternura hacía el castaño, sin dudarlo le depositó un beso en la mejilla sonrojando aún más al castaño, quién se veía demasiado avergonzado.

—Mamá me hizo prometerle que tenía que asegurarme de que te lo de —le comentó Mabel—, se nos hizo tarde porque Dipper no quería traerlo.

—No es que no quisiera dártelo —empezó con rapidez el castaño—, es sólo que...

—No tienes que decir nada —le dijo el rubio notando su nerviosismo—, puedes decirle que me encanta.

—¿A ti te manda postrecitos? —preguntó Xólotl con ojitos de perrito.

Mabel lo miró apenada dándose cuenta de su error, sin saber que decirle...

—Es que no sabe que estás saliendo con Mabel —le respondió Dipper.

Xólotl miró a su novia con incredulidad, pero antes de que pudieran decir algo una chica rubia se paró en una de las mesas de la cafetería con un megáfono en manos.

—Buenas —empezó Vanessa con una sonrisa—, cómo es bien sabido estamos en fechas donde el amor está en el aire, es por eso que me complace anunciar a las parejas nominadas a "La mejor pareja" de la escuela.

La escuela miró con sorpresa a la chica, todos sabían que la rubia había estado como loca todo el año para que la escuela le permitiera hacer actividades en San Valentín y no podían creerse que lo había logrado.

—Las parejas nominadas son: Tambry y Robbie, Tom y Jack —empezó a anunciar la chica con emoción—, Xólotl y Mabel...

Dipper rodó los ojos al escuchar a Mabel nominada con ¿Xólotl?, es decir, eran novios y todo pero ¿mejor pareja?, ¿no podría ser con alguien más que no fuera él? En fin, su hermana se veía muy emocionada abrazando a su novio y él podía ser feliz por ella.

—Wirt y Beatrice —mencionó y la pareja se veía sorprendida y algo avergonzada por aquello, Dipper sonrió y aplaudió.

—Hipócrita —le dijo su hermana sacándole la lengua, pero él solo se encogió de hombros sacándole la lengua también.

—Pacifica y-

—Yo —la castaña hermana de Mason se levantó de su asiento con una sonrisa y empujando su cabello hacía atrás.

Vanessa rodó los ojos por la interrupción pero se aclaro la garganta antes de hablar.

—Y por último, nuestra sexta pareja nominada es... Mason y Will —anunció Vanessa y al parecer la pareja que había desaparecido por medio almuerzo había vuelto para las nominaciones—, todos ellos participarán si así quieren por dos cupones para pizza y el título de "La mejor pareja", las parejas son libres de hacer campañas si es que quieren, las votaciones serán realizadas en el 13 de febrero para que los resultados sean dados el 14, en otra noticia también implementaremos el envío de rosas para que puedan enviarle a sus enamorados, en fin, estoy obligada a decir que estaré muy feliz de responder sus preguntas... ¡y qué viva el amor!

—Zas —soltó Xólotl mirando a sus amigos—, no los nominaron.

Bill y Dipper lo miraron seriamente.

—¿Y? —preguntó Dipper de mala gana.

—Pues... no sé, yo sólo decía —respondió encogiéndose de hombros al notar la actitud del castaño.

En ese momento, antes de que Bill pudiera agregar algo como: "puede que no estemos nominados, pero al menos su mamá me conoce y le caigo bien", cierto pelirrojo se acercó a la mesa.

—Dipper —le llamó Jay—, olvidé regresarte tu libreta.

El chico le extendió el cuaderno del castaño, quien lo tomó sin separarse de Bill.

—Gracias —le contestó sin más.

—Por cierto, felicidades por su nominación —le dijo a Xólotl y a Mabel—, yo les apuesto a ustedes.

—Sueñan —replicó Dipper y su hermana le dio un golpe.

—Gracias Jay —le dijo la castaña.

—Bueno, los veo luego —comentó antes de dirigirse a su usual mesa con su hermana y sus amigos.

—Estás celoso —se burló Xólotl.

—No lo estoy, lo juro —contestó y Dipper reposó su cabeza en su hombro.

Xólotl decidió dejar el tema, por más que le gustará molestar, no quería generar ningún problema para el grupo.

Y sin embargo, a pesar de todo lo que Dipper le había dicho o hecho durante el día para asegurarle que todo estaba bien, ¿por qué no podía quitarse el sentimiento de inseguridad que Jay le generaba?

¡Feliz cumpleaños de Dipper y Mabel!

¿Cómo están? ¿Les gustó el capítulo? ¿Les gustó esta pequeña sorpresa improvisada? ¿Por qué creen que Bill y Dipper no fueron nominados? ¿Qué pareja ganará el título de "La mejor pareja"? ¿Qué pasará con Jay? ¿Qué harán los cuchurrumines para San Valentín? ¿Ahora que los fics están semi-sincronizados notan nuestros patrones y clichés favoritos o no tanto? ¿Por qué Jay y Joy son pelirrojos y tienen un nombre extrañamente similar cuando no tienen absolutamente nada que ver?

En fin, estos capítulos que vienen los amo tanto pero al mismo tiempo los odio con toda el alma, ¿creen estar listos para recibir el arco de Bill y Jay?

Les queremos mucho.

Atte. Jay y Joy.