The Concert.
El concierto.
Dipper había memorizado lo más que había podido y debía admitir que eso no hubiera sido suficiente, realmente lo que había hablado con el rubio sobre la banda en sus sueños había sido lo que lo había salvado, porque el Bill a su lado parecía disfrutar de la plática del castaño.
—No puedo esperar a que empiece —dijo el rubio con una sonrisa—, muchas gracias por acompañarme, es lindo compartir esta experiencia con alguien que sí aprecia a la banda, Xólotl probablemente sólo se hubiera puesto ebrio y hablaría por horas de tu hermana.
—Qué horror —dijo y ambos soltaron una risa—, sin embargo, realmente me alegro de acompañarte —contestó el castaño con una sonrisa y Bill lo miró con intriga—, digo, porque adoro The neighbourhood, no te sientas tan especial —bromeo sintiéndose ligeramente culpable.
—Tengo que confesarte algo —dijo el rubio.
—¿Qué cosa? — preguntó con intriga el menor.
—No sé porque, pero llegue a pensar que no te gustaban y sólo lo habías dicho... —Bill se detuvo, no podía decir: "porque necesitabas una excusa para hablarme"—, por decir, ya sabes, como para encontrar algo de que hablar, me equivoque, porque es obvio que te gustan mucho, incluso estoy sorprendido, sabes mucho de ellos Dipper.
—¿Quién haría algo así? Suena tan estúpido —le dijo con una sonrisa nerviosa y Bill se encogió de hombros—, pero hablando de otra cosa, no puedo esperar a que...
La voz del castaño se vio interrumpida por el gritó ensordecedor de la multitud lo interrumpiera y las luces se apagarán.
Acababa de comenzar.
La primera canción empezó y el rubio se unió al resto de público, Dipper hizo lo pudo por seguirlos, pero no se sabía con exactitud toda la canción, sin embargo, Bill estaba demasiado perdido como para notarlo, el castaño se sintió aliviado.
Dipper no podía apartar la mirada de Bill, quería para que el rubio no lo notará, pero simplemente no podía. Le era físicamente imposible apartar la mirada de él, verlo en persona y tan de cerca era algo que no podía dejar pasar.
Bill era tan hermoso y la manera en que sus ojos brillaban, la expresión que tenía que gritaba lo feliz que estaba y su voz que delataba lo mucho que le gustaba la banda, toda la emoción que recorría al rubio, le parecía maravillosa a Dipper, y todo eso sólo reforzaba el amor que el castaño le tenía.
Bill era hermoso en cada sentido para Dipper.
Se odio internamente por no haberse dado cuenta antes, porque sabía que si Bill y él tuvieran la clase de relación que tenían cuando dormían, ahora podría estar disfrutando de esa experiencia de otras maneras.
Podría tal vez haberlo tomarlo de la mano mientras cantaba, podría incluso haberlo besarlo entre canciones, podría haber pasado cada una de las canciones entre sus brazos... podrían incluso divertirse un poco al salir de ahí.
Dipper sacudió su cabeza, tenía que concentrarse, si quería que todo eso pasará, primero necesitaba conquistar a Bill y aunque le parecía algo imposible... ya lo había logrado una vez.
No tenía ni idea de cómo, y claro, en los sueños tenía múltiples ventajas que ahí eran inexistentes... ¡pero, igual podía hacerlo!
Esperaba...
—¡Es nuestra canción! —gritó Bill emocionado y Dipper no supo que decir al notar al rubio tan cerca de él y menos después de lo que había dicho.
Se paralizó.
En ese momento el vocalista comenzó a hablar, pero él sabía que canción seguía, lo había visto en el setlist y era obvio que Bill lo sabría. Seguía "Scary love" y el castaño sintió su corazón encogerse de la ternura y la emoción, ¿nuestra canción?
Si antes había deseado haberle hablado antes, en ese momento lo necesitaba, necesitaba, aunque sea poder tomar la mano del rubio en esa canción, pero no podía...
Simplemente aun no era momento.
—Es mi canción favorita Pino —le dijo el rubio —, así que espero que cantes a todo pulmón.
Dipper lo miró confundido, ¿le había dicho Pino? Y segundo, ¿la canción favorita de Bill era su canción?
Fue en ese momento en que sintió la mano de Bill tomar la suya y alzarla con emoción, Dipper sintió su rostro sonrojarse a más no poder.
¿Por qué...? ¿Qué le pasaba?
Fue lo primero que se preguntó, pero no le dio importancia por primera vez a no saber una respuesta y sujeto la mano de Bill con fuerza y notó como el rubio se sonrojaba ligeramente ante ese acto, pero ninguno de los dos decidió decir algo al respecto.
Simplemente siguieron disfrutando de la canción con sus dedos entrelazados.
[...]
El concierto había acabado y Bill había invitado a Dipper a cenar con él.
Pues según el rubio, conocía un lugar dónde vendían perros calientes y hamburguesas deliciosas, pero en secreto era porque quería pasar un rato más con el castaño.
Así que ahí se encontraban, viéndose frente a frente mientras conversaban, algo nerviosos.
Dipper le sonrió tímidamente.
—Adore el concierto, fue hermoso —le dijo el mayor correspondiendo su sonrisa—, creo que hacía muchísimo tiempo que no me divertía tanto, y dios, yo siempre le he dicho a Will que su música es arte, y efectivamente hoy comprobé que lo es.
—Estuvo genial y Jesse está muy guapo, sé que no es lo importante, pero yo tendría Daddy issues por él —bromeó el castaño y el rubio soltó una carcajada.
—Me voy a poner celoso, Dipper —el castaño se sonrojó, Bill le estaba coqueteando muy descaradamente—, obviamente porque Jesse es mío, no te sientas tan especial —le dijo con una sonrisa pícara, imitando lo que el castaño le había dicho.
—Me alegra escuchar aquello —contestó con la ceja alzada—, empezaba a preocuparme, especialmente después de que tomarás mi mano en Scary love —dijo mientras bebía de su malteada.
Bill se sonrojo furiosamente y apartó la mirada.
—Si te hizo sentir incomodo lo siento, me deje llevar de la emoción —habló con una sonrisa—, es que esa es nuestra canción.
—¿Nuestra?
—Digo —Bill se sonrojo nuevamente—, es una canción muy especial para mí... con alguien, una vez se la dedique a alguien, ¿qué tonto, no crees?
—Para nada, creo que es muy dulce —dijo con el corazón a mil por hora —, yo amaría si alguien me la dedicara.
—A esa persona le gustó mucho —contestó con una sonrisa distraída.
—Y... está persona... ¿es por quién no aceptaste la cita con María?
—Sí —Bill sonrió ligeramente.
—Y... —Dipper continuó mirando su malteada con nerviosismo, tenía mucha curiosidad de preguntar eso, porque... ¿si no por qué había salido con él? Tal vez Bill no la consideraba una cita después de todo—, ¿siguen saliendo?
—No —mintió nervioso, ¿por qué estaba tan nervioso? ¿Por qué estaba mintiendo?
—Lamento escuchar eso —dijo el castaño, muy contrariado.
—Sí... supongo que era algo imposible, no lo lamentes —contestó Bill sintiendo un nudo en su garganta mientras le sonreía a Dipper.
¿Qué estaba mal con él?
—¿Puedo preguntarte algo? —cuestionó un poco más serio el rubio—, no he dejado de pensar en ello.
Un nudo se formó en el estómago del menor, bastante inseguro de lo que pasaría a continuación.
—Oh, por supuesto —contestó con una sonrisa—, ¿qué es?
—¿Por qué te quedaste para tener una cita doble conmigo el otro día? —le preguntó con unos ojos llenos de curiosidad.
Dipper entró en pánico y no supo que decirle, hasta que finalmente recordó lo que le había dicho el otro día.
—No podía irme sin Mabel —respondió después de un rato.
—Lo sé, me lo dijiste ese día, pero luego ambos nos fuimos juntos —comentó el rubio recuperando su picardía—, eso no es excusa.
—Supongo que no lo pensé... me moría de hambre —le contestó encogiéndose de hombros—, ¿me puedes culpar?
—No realmente, la comida de ahí es deliciosa —respondió con una sonrisa.
—Aparte, he notado que no me la pasó nada mal cuando estoy contigo sin discutir, claro está —añadió el castaño con la intención de darle a entender a Bill que le agradaba, antes de beber un poco de su bebida—, mi turno de preguntarte algo, Cipher.
—Adelante Pines —le dijo invitándole a seguir.
—Pues es algo que he estado preguntándome todo este rato y quiero creer que nos la pasamos bien en el concierto, porque yo lo hice —dijo sintiendo que empezaba a desviarse del tema—. Pero tú... ¿te la pasaste bien?
Bill no pudo evitar pensar que el menor era bastante adorable por tener esa pregunta rondando por su cabeza.
—La verdad me la pasé bastante genial... —le respondió notando una pequeña sonrisa en el rostro del castaño—, para mi sorpresa.
Dipper frunció el ceño al escuchar lo último y Bill rió un poco.
—Sólo bromeo —continúo riendo un poco más antes de sonreírle, sin poder dejar de pensar en las reacciones adorables que tenía el menor—, el que nos la pasemos bien juntos me parece una sorpresa adorable... digo agradable.
Fue su turno del castaño de reír un poco más
—Tengo otra pregunta, sé que es la misma de hace una semana, pero simplemente no puedo sacármela de la cabeza...
—Dispara —dijo el castaño.
—¿Descubriste por qué los tortolos quieren que estemos juntos? —preguntó con seriedad.
"No lo sé Bill, tal vez porque realmente estamos saliendo, pero no lo sabes... y tal vez porque Mabel sabe que me muero por ti" pensó antes de contestarle.
—Tal vez es porque somos los que sobramos —dijo encogiéndose de hombros.
—¿Los que sobramos?
—Bueno, ahora que no estás viendo a nadie... y yo tampoco, somos los solteros que sobran.
—Puede ser —dijo pensativo—, de hecho, eso tiene mucho sentido.
Ambos se quedaron en silencio por unos minutos mientras continuaban comiendo.
El castaño tomó aire... tenía que hacer que Bill en serio se interesará en él, y afortunadamente para su suerte, tenía de su lado que conocía casi a la perfección al rubio... sólo esperaba usar correctamente ese as bajo la manga.
Aunque para ser sinceros, en el concierto lo había hecho bastante bien... sólo tenía que interesarle un poco más...
—Hablando de ese día... —el menor empezó—, sobre el juego que mencionaste, lo busqué en internet y... puede que haya visto algunas cosas, pero no quise investigar los finales, para no hacerme spoilers o algo así.
—¿En serio? —preguntó Bill con un brilló en su mirada—, ¿y te gustó?
—¿Qué te puedo decir? —le dijo con una sonrisa—, me encantó, me llamó muchísimo la atención el hecho de que cada decisión cambie todo... y los personajes me encantaron, en especial a Connor y a Markus... fueron mi debilidad...
"Como tú" su mente le recordó mientras veía al rubio sonreír ante su respuesta.
—Ya entiendo porque estuviste tanto tiempo sacándote varios finales del juego —le comentó—, con tantas posibilidades, ¿quién no caería en el vicio? Aunque te digo que no avancé mucho, y honestamente estoy muy intrigado sobre que va a pasar...
—¿Lo jugarás?
—Eso quiero —dijo el castaño con una mueca —, pero como no tengo una PS4 y la versión de PC, bueno, no creo que mi computadora la soporte... tal vez me tome mucho tiempo.
—Podrías hacerlo en mi consola —respondió rápidamente el rubio, sorprendiendo a ambos haciendo que un poco de color subiera al rostro del mayor—, digo... tal vez algún día podrías venir a mi casa a jugarlo, si quieres... claro está.
—Me encantaría poder ir algún día —le respondió con una sonrisa haciendo al rubio sentirse menos raro.
—Te la prestaría, pero no podría pasar ni un día lejos de ella y además... así podemos pasar más tiempo juntos —Dipper se sonrojo hasta las orejas y Bill sonrió victorioso—, digo, porque me he divertido mucho contigo.
—Yo también Bill, la he pasado muy bien —le dijo el castaño e intentó ocultar su rostro detrás de su malteada, pero era inútil, así que optó por cambiar de tema—, ¿puedo saber quién de los tres es tu favorito?
—Connor —respondió con rapidez y una sonrisa en su rostro—, sin lugar a dudas mi amor va para Connor... aunque hemos hablado mucho de mis gustos, ¿qué hay de ti? ¿Qué te gusta?
"Tú" Pensó, y se regañó por eso.
—Spiderman —soltó de golpe—, no sé cuánto dinero he gastado para poder releerme sus cómics en la tranquilidad de mi casa... y en mercancía... y en sus películas, aunque tal vez debería de dejar de gastar en eso y ahorrar para comprarme una PC mejor.
Murmuró lo ultimo más para sí mismo.
—¿Los tienes? —preguntó sorprendido—, es divertido porque conozco a alguien a quien también le encanta Spiderman y tiene todos sus cómics... habla de lo grandiosos que son y te confieso que siempre he querido leerme sus cómics por esa persona, pero siempre lo olvido —dijo sintiéndose terriblemente culpable por haberlo negado unos minutos atrás.
Dipper sonrió demasiado enternecido hasta que escuchó el final de sus palabras y la culpabilidad lo invadió... hasta que finalmente se sintió como un estúpido... su competencia más grande era él mismo.
—Entonces tal vez debería llevarlos a tu casa cuando vaya —le dijo con una sonrisa tratando de animarlo—, así haríamos un pequeño intercambio... yo podría jugar en tu casa mientras tú los lees.
—Me encantaría.
Bill le sonrió... después de todo Dipper no era en absoluto una mala persona como creía.
[...]
El rubio se encontraba viendo al menor distraídamente mientras el notaba que ya habían llegado a su casa.
—Gracias por traerme, Bill... y por la cena también y por el concierto —le dijo con una sonrisa viéndolo—, ha sido una noche maravillosa.
—No hay de qué, Dipper —le respondió mientras veía al chico quitarse su cinturón dispuesto a abrir la puerta del auto—, yo también tuve una maravillosa noche.
Una sonrisa apareció en el rostro del menor, así que con esa misma sonrisa se giró hasta el mayor deteniéndose de lo que hacía. Sentía que debía decir algo más, o al menos quería hacerlo, quería cualquier excusa para seguir ahí un rato más junto al rubio.
En ese momento su teléfono sonó, con su característico tono de llamada.
—¿Hola? —preguntó el castaño.
—¿Mason? ¿Dónde estás? ¿A qué hora terminaba tu concierto? Ya es tardísimo —escuchó del otro lado de la línea.
—Mamá, ya estoy en la puerta de la casa —le dijo preocupado por el regaño que le esperaba—, fuimos a cenar y se me paso la hora, sólo me estoy despidiendo.
Vio a su mama asomarse por la ventana.
—Bueno, no te tardes, me moría de la preocupación —le dijo enojada—, a veces abusas de la confianza que se te da Mason, ni siquiera me avisas.
—Perdóname, ahora que entre lo hablamos, ¿te parece?
Bill sólo escuchaba la conversación tratando de controlar la risa, Dipper era tan adorable. El rubio se sonrojo ante ese pensamiento.
—De acuerdo, te doy máximo 10 minutos, y contando —le dijo su mamá.
—De acuerdo.
Dipper colgó con el rostro sonrojado y notó que el rubio estaba igual de sonrojado.
—Tu madre va a odiarme.
—A veces exagera un poco —dijo riendo—, no creo que lo haga.
—Aunque tiene razón en algo y es que ya es tarde...
Dipper miró el reloj, casi las 3 am. Había perdido la noción del tiempo.
—Dios, ni cuenta me había dado.
—Además, ¿no le avisaste que iríamos a cenar? —bromeó Bill con una sonrisa—, yo también me hubiera enojado.
Dipper rodó los ojos mientras reía por eso.
—Creo que ya debería entrar —le dijo con una mueca.
—Probablemente —Bill le sonrió ampliamente—, gracias por la noche Dipper, la pase muy bien.
—Yo también —le dijo sintiendo todo su cuerpo ponerse nervioso, había querido hacer eso toda la noche y no se había atrevido, pero era ahora o nunca—. Hey... hablando de pasársela bien... el próximo sábado hay una función interesante en el planetario, ¿te gustaría ser obligado por Xólotl a ir conmigo?
Bill soltó una pequeña risa al escuchar su pregunta.
—Vale... pero sólo porque adoro el planetario... —soltó viéndolo con una sonrisa cubriendo todo su rostro—, no iré obligado.
El rubio pareció pensarse algo antes de continuar.
—Y tal vez porque por extraño que me parezca, me está empezando a gustar bastante pasar tiempo contigo —murmuró coqueteando un poco con el menor—, pero... ¿puedo saber por qué quieres tener una tercera cita conmigo?
Dipper se sonrojo con fuerza, y aunque estaba oscuro Bill logró notarlo, así que sonrió decidiendo continuar un poco más.
—Eso me hace cuestionarme... —continúo probando su suerte—, si realmente te gusto.
Dipper se sonrojó aún más quedándose sin palabras, el rubio estaba coqueteando con él... se quedó en silencio hasta que finalmente se le ocurrió una respuesta elocuente.
—Tú eres el que está asumiendo que es una tercera cita... —dijo volteándole la carta, decidiendo que le coquetearía un poco de regreso—, así que eso hace cuestionarme a mí... si te gusto yo a ti, Cipher.
Bill se sonrojó esa vez, quedándose en blanco.
Honestamente ni siquiera él estaba seguro si le gustaba o no... porque aunque por dentro se sentía terriblemente mal por la persona de sus sueños, había algo en aquel castaño que le daban bastantes ganas de coquetearle... de seguir con el juego del menor... de tomarle la mano y no soltarla jamás.
—Tú ganas, Pines —respondió tratando de evitar el tema, bajando la mirada avergonzado—. ¿De qué irá esa función?
El castaño lo miró aún más enternecido, pensando en que realmente el mayor lo volvía loco.
—Deja que sea una sorpresa —le contestó bastante orgulloso de sí mismo.
—Mmm —Bill lo miró y al ver su sonrisa decidió probarlo un poco más—, ¿y si no me gusta?
El castaño rió por lo bajo.
—Si no te gusta yo pagó la cuarta cita —dijo bastante seguro.
Bill sonrió un poco más.
—Entonces supongo que confiaré en ti —le contestó con una sonrisa—, porque si sí me gusta, yo la pagaré.
—Es un trato —le dijo con una sonrisa.
Estuvo bastante tentado de despedirse con un beso como normalmente lo haría, pero no pudo... no quería meterle presión al rubio.
—Entonces supongo que nos vemos el próximo sábado —le dijo sintiéndose bastante nervioso por lo que su cerebro quería hacer.
—O simplemente podríamos esperar hasta el lunes en ética —respondió divertido.
Dipper se sonrojo por la vergüenza, cierto, el lunes se verían tres veces.
—Buen punto —balbuceó dispuesto a abrir la puerta del automóvil.
Sin poder negarlo ambos habían evitado romper el contacto visual que tenían cuando el teléfono del menor sonó nuevamente sacándolos del trance y obligando al castaño a bajarse del vehículo.
—Hasta el lunes —se despidió con una sonrisa.
—Hasta entonces —le respondió viendo cómo Dipper se giraba caminando hasta su casa.
Y cuando finamente escuchó el automóvil del rubio irse fue cuando notó que seguía respirando.
Un gran suspiró salió de su garganta cuando entró a su casa, cerró los ojos tratando de calmar lo revuelto que estaba su estómago y cuándo abrió los ojos se encontró con su madre viéndolo expectante.
Demonios, no estaba listo para la interrogación que venía a continuación.
¡Hola!
¿Cómo están? ¿Les gustó el capitulo? Esperamos que su respuesta sea un sí.
Btw, ¿por qué creen que Bill fue tan descarado con el pequeño Pines?
Btw 2, se me acaba de caer la cara de la belguensa asi bien feo porque tengo esta amiga que estaba joteando bien canijo con una chica, al chile, y pues según yo su joteo era de broma así que yo de broma le armaba de peo por cambiarme y al chile se hicieron oficiales y yo como la pendeja que seguía pensando que era de broma hasta que me dijeron que estaban joteando en serio y me di cuenta de que estuve haciendo el ridiculo por meses. Peeeero, al menos yo no le eche pimienta al arroz con leche por error, esa fue Karla.
Btw 3, si ven que aquí tardamos en actualizar un poco, probablemente sea porque nos la pasamos actualizando el fic Dipwill de la cuenta, tratamos de intercalarlos. Se llama Blue Shakespeare y es super cute y cursilon, así que si tardamos en actualizar y sienten larga la espera tal vez deberían darse una vuelta por ahí para que no lo sientan tanto, de hecho mañana debe haber actualización de ese.
Les queremos.
Atte. Pendeja y Pendejísima.
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