CAPITULO 6
PAUL'S POV
-¿te iras así nada más?. -me pregunto Lucia, una mujer que había conocido en un bar de Forks hace un tiempo y con la cual solía reunirme para tener sexo. -pero si no hemos hecho nada Paul. -chillo ella a mis espaldas empezaba a sentirme irritado.
-tengo que hacer algo Lucia, no tengo tiempo para estar acá. -le dije saliendo de su casa. Había ido a buscarla con la estúpida idea de que si me distraía un rato la imagen de Sarah dejaría de aparecer en mi mente, pero en cuanto bese a Lucia no dejaba de repetirme que esa no era la persona que quería, esto de la imprimación era una mierda.
-he... Paul ¿no es tu día libre? -pregunto Quil en cuanto me cruce con la manada en el bosque, corría en mi forma de lobo, no sabía que más hacer, había ido a patrullar con ellos, yo solo guarde silencio, no estaba para explicaciones.
-wow. -exclamo Embry. -¿no se puede estar con nadie más que no sea tu impronta? -pregunto curioso mirando a Sam.
-si sigues husmeando en mis pensamientos te golpeare, Embry. -le dije molesto pues siempre se estaba metiendo en lo que no le incumbía.
-tienes que comportarte con las improntas, Embry. No haces mas que fastidiar a cada uno cada que obtiene la suya. -le aconsejo Quil, Embry solo miro a Quil con desgana para luego mirar de nuevo con curiosidad a Sam.
-no se trata de eso, claro que puede. -le dijo Sam. -pero ya no lo disfrutaras del mismo modo y la imagen de la impronta que es la que realmente te atrae no saldrá de tu mente. -contesto Sam.
-en serio que ir a buscar a otra. -exclamo Leah con cierto tono de desagrado. – eres tan idiota Paul, hasta aquí llega mi turno, me voy. -dijo Leah despidiéndose de todos para luego desaparecer por el bosque.
No me defendí pues tenía razón, últimamente me sentía tan idiota. Me estaba desesperando, pues no se me ocurrida nada para poder acercarme a Sarah y por cuestiones de orgullo me negaba a pedir ayuda a las improntas.
SARAH'S POV
-¿fuiste a algún lugar ayer? -me pregunto Kim, mientras yo le ponía precio al nuevo producto que había traído un proveedor en la mañana.
-No... -le conteste meditándolo. -cuando me toca el turno de la tarde usualmente me levanto tarde y vengo a trabajar, eso es todo. -le dije acomodando unos enlatados en su respectivo estante.
-¿harás algo hoy? – me pregunto curiosa.
-no lo creo. -le respondí pues desde el día que me caí en el bosque no había vuelto a salir, en ese momento el teléfono del supermercado sonó y Kim contesto, yo me concentre aún más en el etiquetado de precios que estaba haciendo en ese momento.
-Sarah tenemos un domicilio, la señora Moon necesita unas verduras. -me dijo Kim mirando el reloj en la pared del establecimiento. -tu turno acaba en media hora ¿Qué tal si llevas el domicilio y regresas directo a tu casa? – me pregunto, yo solo asentí para etiquetar los últimos productos nuevos mientras Kim empacaba lo que la señora Moon había pedido.
Cinco minutos mas tarde me encontraba caminando en dirección a casa de la señora Moon que quedaba varias cuadras en dirección opuesta a mi casa, la casa de la señora Moon quedaba junto a la playa llegue frente a su puerta para golpearla un poco cansada.
-Sarah, preciosa muchas gracias. – me dijo la señora Moon luego de que la ayudara llevar las bolsas con verdura hasta su cocina, yo solo le sonreí y me despedí de ella para salir de su casa en dirección a la mía.
Los pocos rayos de sol que habían luchado por aparecer durante toda la mañana fueron opacados al instante. Me detuve en seco en cuanto escuche como un trueno retumbaba en el cielo alce la vista para ver el momento justo en que un relámpago atravesaba las nubes grisáceas, medite un plan en el que podía echar a correr hacia mi casa para evitar ser empapada con la tormenta que se avecinaba, deje de lado el plan al instante pues la lluvia no se hizo esperar y comenzó a caer de forma agresiva sobre la tierra era tan fría que se sentía como una lluvia de alfileres sobre la piel, apreté el paso con la intención de comenzar a correr para por lo menos llegar pronto a casa, pero la fría lluvia había levantado una neblina y no lograba observar nada, choque contra alguien y el impacto me hizo retroceder un par de pasos, sin ser consiente de quien era el sujeto, este me tomo de la cintura para cargarme en su hombro, la persona me llevo hasta el porche de una pequeña casa para descargarme allí, de frente a él. Me di cuenta de que era Paul.
-¿Qué rayos hacías en mitad de la lluvia? – me pregunto el un poco irritado ¿pero porque estaba molesto conmigo?
-no es mi culpa que empezara a llover cuando regresaba a casa. – le respondí imitando su tono de voz, Paul me miro con cara de pocos amigos. - ¿para que me sacas de la lluvia? ¿para regañarme? – le pregunte molesta, Paul solo se llevo la mano hacia su cabello negro tratando de deshacerse del agua que le estaba empapando la cara, me percate de que iba vestido con un par de pantalones recortados a nivel de las rodillas y zapatillas. Paul usualmente usaba alguna camiseta sin mangas que dejaba a la vista el tatuaje en su brazo, pero esta vez no llevaba nada. Me fije en su marcado abdomen y en como algunas gotas de agua bajaban por el para desaparecer al contacto de la tela del pantalón, desvié la mirada mientras me maldecía internamente pues juraba que me había sonrojado mientras lo miraba, mire la lluvia mientras tragaba pesadamente, Paul camino hacia el umbral de aquella casa y tomo la llave de una matera que había al lado de la puerta para luego abrir la puerta.
-¿acaso no piensas entrar? – me pregunto al percatarse de que no me movía del lugar en el que estaba, lo mire con cara de pocos amigos y me gire con la intención de entrar de nuevo en la lluvia y correr hasta mi casa, sus brazos detuvieron mi marcha y me entro a su casa casi que a rastras mientras yo forcejeaba. - ¿Por qué eres tan testaruda? – me pregunto molesto, luego de cerrar la puerta detrás de mí.
-esto es un secuestro ¿sabes? -le pregunte cruzándome de brazos, Paul soltó una carcajada que resonó en la pequeña sala de su casa.
-bien, hay esta la puerta. Vete entonces, nadie puede decir que no intente salvarte de un resfriado. -me dijo caminando hacia su cocina, yo mire a mi alrededor segura de que no necesitaba mas pruebas para saber que Paul vivía solo, el lugar era pequeño, desordenado y en la cocina no parecían haber más de dos platos. - ¿entonces te quedas? – me pregunto Paul al ver que yo no me movía del lugar en el que estaba, otro trueno sonó y yo me sobresalte, vale no era muy buena idea salir ahora. – vale sirena, no te conviene andar con esa ropa mojada. -me dijo saliendo de la cocina para desaparecer en un pasillo a su derecha ¿sirena? Que apodo tan estúpido. -aquí tienes. -me dijo regresando del pasillo para entregarme una camiseta, yo la tome para luego mirarlo confusa. -¿en serio quieres pasearte por mi casa con esa camiseta mojada?- me pregunto Paul dejando de mirar mi cara para mirar en dirección a mi pecho a la vez que daba un paso en mi dirección disminuyendo la distancia entre nosotros, eche una mirada a mi camiseta para percatarme de que la camiseta se me había pegado al cuerpo por el agua, cruce las manos instintivamente sobre mi pecho.
-eres un pervertido. – le espete molesta. -¿Dónde hay un baño? - le pregunte, Paul me miraba con una sonrisa para luego señalar el pasillo.
-Segunda puerta de la izquierda. -me dijo, yo pasé corriendo por su lado para entrar al baño, me deshice de mi ropa húmeda para entrar en la camiseta negra que me había entregado Paul, esta me quedaba ancha y larga. Pero no lo suficiente pues mis muslos quedaban expuestos en gran parte. Aggg que vergonzoso, Sali del baño. En la cocina Paul me esperaba para ofrecerme una toalla con la cual secar mi cabello, me la paso para luego quitarme mi ropa húmeda e ir con ella hacia algún lugar al fondo de la casa para extenderla.
-¿quieres una bebida caliente?¿café? – me pregunto pasando por mi lado.
-no me gusta el café. -le dije caminando hasta una de las sillas que había en la barra de la cocina.
-¿Qué tal chocolate caliente, sirena? O tampoco te gusta. -me pregunto, yo asentí de mala gana, maldita sea ¿sirena? Por su parte Paul puso un recipiente con agua sobre la estufa para empezar a hervirla y se giró para mirarme. -¿Qué hacías por acá? Estas lejos de casa. -me dijo cruzándose de brazos mientras reposaba su cuerpo en el mesón de la cocina.
-llevaba un domicilio. – le dije mirando hacia otro lugar de la casa, Paul no me quitaba la mirada de encima y empezaba a ponerme nerviosa, luego de unos minutos se acercó a mí para pasarme una tasa de chocolate caliente, la tomé con una sonrisa en señal de agradecimiento.
-¿no tienes frió? – le pregunte notando que Paul solo se había cambiado los pantalones recortados por otros y seguía paseándose por ahí sin camisa, el negó con la cabeza mientras luchaba por suprimir una sonrisa, que se hizo evidente cuando las comisuras de sus labios se elevaron levemente.
-¿te pone nerviosa verme sin camisa? – me pregunto con malicia, yo tosí luego de que casi me ahogara con un sorbo de chocolate ante su pregunta, Paul se acerco a mi de manera ligera para darme pequeños golpecitos en la espalda.
- gracias. -le dije con los ojos llorosos, luego de casi haberme ahogado con la bebida, Paul se quedó a mi lado sosteniéndome la mirada, se inclino para quedar a mi altura y que nuestros rostros estuvieran a escasos centímetros de distancia, yo solo trague saliva y las manos comenzaron a sudarme, Paul llevo una de sus manos hasta uno de los mechones rojos de mi cabello que me obstaculizaba la mirada y lo acomodo detrás de mi oreja acariciando mi mejilla con las yemas de sus dedos cuando la estaba retirando de mi cara.
-lo siento, hay algo que debo hacer. -me dijo, no tuve tiempo de reaccionar a sus palabras pues me beso y en cuestión de segundos me tomo de la cintura elevándome desde la silla para sentarme sobre la superficie de la barra. Escuche que algo cayo al suelo rompiéndose, debió haber sido la tasa que había estado frente a mi segundos antes, Paul me besaba de manera ruda y desesperada, aunque no me lastimo en ningún momento, estaba luchando internamente pues besarlo se sentía bien pero Paul y yo apenas nos conocíamos, movió su cintura de tal modo que se pudiera acomodar entre mis piernas y me atrajo más a él.
-Paul.... Ah... -dije tratando de luchar por no soltar ningún jadeo, mientras este besaba desesperadamente mi cuello. – Paul, detente por favor. – le dije tratando de empujarlo y asustándome al notar que él no parecía ceder a mi fuerza. – Paul No! – le solté en cuanto sentí que este intentaba meter su mano por debajo de la camiseta. Paul se aparto al instante de mi ante mi quejido y me miro con confusión.
-lo siento. – me dijo. – estoy haciendo todo mal. – me dijo mirando al suelo ¿Por qué se veía tan confundido? note que la lluvia había cesado en el momento que un carro parecía aparcar cerca de la casa de Paul, alguien toco la puerta unos segundos mas tarde. Paul y yo nos miramos, el se dirigió a la puerta en el momento que yo me bajaba de la barra de la cocina.
-Paul amor, te extrañaba. -dijo una mujer entrado en la casa. Espera ¿Paul tenía novia? Me examine. desde el Angulo en el que miraras la escena, esto no se veía bien yo vestía únicamente una camiseta de Paul, y la que al parecer era su novia me miraba con incredulidad desde la puerta, ¿esto me hacia una especie de amante?... además tenia novia y me había besado, rayos que humillante era esto.
~~~
-estaba buscando Gif's de lluvia para el capitulo y pude escuchar en mi mente a mi madre gritando 'LA ROPAAAAAA!!!' jajajajajaja-
mis amores ¿como la están pasando? *no se preocupen, ya se que ignoraran la pregunta* jajajajajja
*por favor, no olviden dejar un votico, las quiero*
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