La campana que indica que alguien esta entrando en el establecimiento sonó, mire en dirección a la puerta con la esperanza de que fuera Kim. No la había visto en todo el día y quería saber si todos estaban bien, pues no dejaba de estar preocupada y el hecho de que Kim no apareciera no me hacia sentir mas tranquila. Evitaba con todas mis fuerzas el no mandarle un mensaje a su WhatsApp para evitar interrumpirla en mal momento, mi esperanza de desvaneció en cuanto vi que la persona que entraba era la señora Lewis la cual desapareció entre los estantes, suspiré pesadamente pues la anciana solía caminar por todo el supermercado, desorganizando los productos y quejándose de los precios para finalmente llegar a la caja con tan solo uno o dos productos.

Cuando el reloj marco la 1:20 p.m alce la cabeza esperanzada como lo había estado haciendo en todo el transcurso del día, instintivamente una enorme sonrisa se desplego en mi cara, aunque la persona que caminaba hacia mi no era Kim si no que era Paul, este vestía como usualmente lo hacía, sus ojos oscuros estaban clavados en mí, en cuanto me vio sonreír este me dedico una sonrisa torcida. Mi estomago se estremeció y mis piernas temblaron, baje la mirada con nerviosismo ¿Qué era esta sensación?

-¿Cómo esta mi preciosa sirena? – me pregunto, tuve que luchar por no sonreír ante sus palabras. En otro momento lo habría mirado de mala forma y le habría soltado alguna grosería por haberme llamado 'sirena' pero la verdad era que al verlo la tranquilidad había regresado a mí, incluso las palmas de mis manos picaban por la necesidad que tenia de tocarle y cerciorarme de que Paul si estaba frente a mí.

-bien, ¿Cómo haz estado tu? – le pregunte un poco tímida y levantando la vista para mirarlo, sus facciones se veían relajadas y no rudas como normalmente eran, su mirada sobre mí me inquietaba sería una estúpida si negara lo guapo que era Paul, sacudí la cabeza para dejar de pensar aquello que no venía ni al caso en ese momento.

-bien. Mejor, ahora que te veo. – dijo extendiendo su mano para tomar mi mano y apretarla con la suya, una electricidad recorrió mi cuerpo, lo mire extrañada por su acción pues lo que usualmente hacia Paul era estamparme en alguna parte y pegar su anatomía con la mía y soltarme insinuaciones, no tomar mi mano con delicadeza y decirme frases bonitas. – sales de trabajar en media hora ¿no es así? – me pregunto acariciando el dorso de mi mano con su pulgar, yo asentí. - ¿podemos salir? Sarah, preciosa necesito hablar contigo sobre algo. – me dijo, me tense ante sus palabras. – por favor, es muy importante. – me dijo al momento que yo empezaba a negar con la cabeza, ¿importante? Me pregunte, la mirada sincera y suplicante de Paul me daban ganas de abrazarlo, espera. ¿Qué estoy pensando? De todas maneras, no veía como decirle que no, de repente me sentí preocupada por herirlo, por lo cual asentí con una sonrisa, Paul respondió con una sonrisa de tal manera que sentí que me desmayaría ante lo perfecta que era. - ¿paso por ti a tu casa a eso de las siete de la noche? – me pregunto.

-veámonos frente al super. – le dije, pues aun no sabía cómo explicarle a mis padres que tendría una especie de "cita" espera ¿esto si era una cita? Él me sonrió para luego alzar mi mano y depositar un beso sobre el dorso de esta, me dedico un guiño para luego salir del establecimiento, mi corazón latía con locura en mi pecho ¡DIOS! ¿Qué me pasa?

-todo está correcto. – me dijo el señor Samuel, luego de contar el dinero de las ventas que había hecho en mi turno. – puedes irte. – me dijo al momento que yo salía de detrás del mostrador, mire el reloj en mi muñeca este marcaba las 2:03 de la tarde en cuanto llegue a la puerta a través del vidrio de esta vi a Louisa y a Kim caminando hacia el supermercado, me quede allí esperándolas.

- lo siento, intente detenerla. – me dijo Kim con una expresión de disculpa.

- no exageren, yo solo vine a salvar el día. – dijo Louisa tomándome del brazo y jalándome para salir del supermercado. – así que saldrás con Paul. – me dijo haciéndome caminar hacia la casa de Emily. – yo se justamente lo que se te vería precioso.

***

-wow, mira sus piernas son tan lindas. – dijo Kim en cuanto Salí del baño de Louisa vistiendo una falda de denim con botones en la parte delantera y una camiseta que se ajustaba perfectamente a mi anatomía, yo rodé los ojos desesperada. - ¿esta ropa es tuya Louisa? Es decir, Sarah es más alta que tú, juraría que es falda te queda larguísima, Louisa sonrió maliciosa.

-no es mía, yo estaba segura de que este día llegaría y sabia que se vería preciosa en esto en cuanto lo vi en la vitrina, yo solo imite el diseño y la hice. – yo la mire incrédula, literalmente esta niña era un peligro.

-lamento llegar tarde. – dijo Anna entrando en la habitación con un bolso que parecía pesado sobre su hombro derecho. – traje lo que pediste, dijo Anna pasándole el bolso a Louisa.

- sabia que mis zapatos no te quedarían bueno, pero Anna debe tener tu misma talla. – explico Louisa tomando el bolso.

-que hermosa. – dijo Anna al mirarme ¿Por qué están todos exagerando? La ropa que Louisa eligió para mí ni siquiera era muy elegante, era algo casual.

Louisa saco un par de tacones del bolso, yo me asuste al verlos.

-¿me quieren matar? Les juro que moriré si uso eso. – le dije dramáticamente.

- no te preocupes, le dije que los trajera por si algo, pero tu outfit no pega con tacones. – me dijo examinándome de pies a cabeza, miro de nuevo el interior del bolso para sacar entre mas tacones y un par de botines.

-yo creo que su outfit solo se vería bien con sus vans negras. – dijo Kim señalando mis zapatos en el suelo, Louisa suspiro rindiéndose para asentir, yo me las puse feliz de que al menos tenia una cosa que me hacía sentir cómoda.

-¿Qué le dijiste a tus padres? – me pregunto Kim cuando estaba saliendo.

-se supone que estoy con ustedes. – dije, todas asintieron. Yo Sali de la habitación de Louisa para caminar hasta el supermercado y sentarme a esperar a Paul en una banca que había junto a la puerta ¿Por qué me deje vestir así con este ambiente tan frio?

Mire el reloj para saber que eran las 7:30 y no veía indicios de Paul por ninguna parte, el frio dejo de importarme pues mi sangre hervía en rabia ¿acaso se estaba burlando de mí?, nunca me había sentido tan humillada ¿eso era yo para Paul? ¿una maldita broma? Crucé la calle para entrar al bar que había frente al supermercado, los dueños del bar frecuentaban el supermercado en las mañanas y siempre eran amables conmigo, sabían que era una universitaria, aunque no eran muy conscientes de mi edad, tal vez pensarían que ya era mayor de 18 años, por lo cual no me pidieron identificación cuando les pedí una cerveza.

PAUL'S POV

-¡MIERDA! – exclame al notar que los malditos vampiros nos habían mantenido ocupados durante toda la tarde, la noche había caído sobre nosotros mientras caminábamos de regreso a casa de Emily, yo solo suplicaba que no fueran mas de las 7:00 de la noche.

-¿Qué haces acá? – me pregunto con sorpresa Louisa saliendo de la casa e interceptándonos antes de que siquiera subiéramos el porche. - ¿no deberías estar con Sarah? – me pregunto de nuevo, el resto de las improntas salieron de la casa.

-¿Qué horas son? – pregunte preocupado.

- cerca de las ocho y media idiota. – me dijo Louisa.

Me lleve las manos a la cabeza con preocupación, pretendía echar a correr hacia la casa de Sarah, pero en cuanto me gire la vi a unos metros de distancia caminando en nuestra dirección esta se tambaleaba por el camino.

-¿crees que te puedes burlar de mi pedazo de idiota? – me pregunto ella señalándome con el dedo índice y caminando hacia mí, Sarah no vocalizaba bien las palabras y sentí el olor a alcohol que ella despedía, Sarah estaba ebria.

-lo siento. – le dije sincero, Sarah me miro entrecerrando los ojos.

-¿Por qué me haces este tipo de bromas? – dijo Sarah haciendo un puchero.

- no fue una broma Sarah. en serio, algo se presento y no pude llegar te lo pido, discúlpame. – dije acercándome a ella y rodeándola con mis brazos.

- como sea, te odio. – me dijo ella clavando su cara en mi pecho para quedarse dormida allí, la tome en mis brazos y me gire hacia la manada. – lo mejor será que descanse, la llevare a mi casa. – dije mirándolos, todos ahogaban una risa parece que la imagen de Sarah ebria les hacía gracia.

-como digas Paul, que conveniente. – me dijo Kim cruzándose de brazos, todo soltaron una carcajada, yo ignore su comentario para darme la vuelta y echar a andar hasta mi casa.

Sarah no hacia mas que soltar palabras aleatorias y sin sentido, se veía tan confusa que me provocaba ternura, la deje delicadamente sobre mi cama, pero en cuanto intente enderezarme me percate de que esta me había rodeado el cuellos con sus brazos, en cuanto intente zafarme sentí como se aferraba a mí con fuerza, decidí recostarme con cuidado a su lado, al cabo de unos cinco minutos, su agarre se había aflojado y su palabrerío confuso había cesado me pare para buscar una manta, en cuanto volvía a la cama me detuve en seco para percatarme de que Sarah se veía diferente, no llevaba sus usuales jeans o pantalones deportivos anchos si no que iba en falda, una falda corta que dejaba a la vista sus hermosas piernas blancas en otro momento no me habría resistido a pasear mi mano por su hermosa piel expuesta, pero este no era el momento. Por lo cual puse la manta sobre ella para evitar tentaciones y la mire dormir plácidamente con algunos de sus mechones rojos sobre el rostro, los cuales se movían con el aire que Sarah despedía por su boca entreabierta, por alguna razón sonrió mientras dormía, era preciosa, quien la viera dormir no se creería todas las groserías que era capaz de soltarte cuando estaba molesta.          

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mis amores creo que es el cap mas largo que he escrito, espero lo aprecien ;)

no olviden votar, espero que les haya gustado y muchas gracias por el apoyo. en serio, significa mucho para mi.