Primer síntoma
Las clases transcurrieron de lo más normal. Cuando llegó el momento del receso, Lincoln y su amiga caminaron hasta la cafetería.
La apariencia de la castaña no era de lo mejor, hasta había palidecido un poco, pero ella aseguraba estar perfectamente bien.
-Stella ¿estás segura que te encuentras bien?. Te noto demasiado pálida.- Le interrogó el abino.
-No te preocupes Linc, estoy bien, supongo que fue por venir apurada y no desayunar.- Respondió ella a la pregunta.
El albino no perdió tiempo y apuró el paso junto a su amiga, pero en el camino pasó algo que no se esperaba: Stella se había descompensado por los pasillos.
Menos mal que Lincoln estaba al lado suyo y la ayudó a reincorporarse. No lo pensó dos veces y la llevó a la enfermería, en definitiva algo le estaba pasando, y no era algo para nada bueno.
Al llegar, no le dio tiempo a preguntar que le sucedía a la chica que el receso había terminado, debía volver a clases. Lo sabía, y también conocía las consecuencias de llegar tarde a una de ellas, pero poco le importaba dado como estaba su amiga.
-Linc...- Dijo ella por lo bajo desde su camilla, se le notaba muy agotada.
El albino no perdió el tiempo y fue al llamado para ver en que podía ayudarla.
-Dime Stella, te ayudaré en lo que sea que necesites.- Le dijo decidido.
-Quiero que vayas a clases sin mí.- Fue la contestación de ella, cosa que no le agradó para nada a su amigo.
-Ni loco, no me despegaré de tu lado hasta que estés bien.- Agregó con aún más decisión.
-Linc... No es necesario te pierdas las clases de físicas por un simple desperdicio de persona...- Su respuesta había sido un poco dolorosa para el albino en la forma de menospreciarse.
-No, Stella... No es necesario que tú le aconsejes a un fracasado de la vida que hacer, mejor ahorra tus palabras para alguien más que si valga la pena.- Finalizó él la charla observándola fijamente.
No es que los dos parecieran problemas de autoestima o algo por el estilo, simplemente acostumbraban a bromear mucho con eso de despreciarse a sí mismos. Lo tenían como una forma de desahogarse, había muchos pensamientos que se les ocurrían con el pasar de los días, y casi siempre lo usaban con el otro. Pero siempre el que oía sabía como hacer sentir mejor al que estaba hablando, era simplemente un círculo vicioso con el que lograron construir un enlace demasiado fuerte, eran inseparables y no podían tolerar pasar un sólo día sin verse.
No había amor de por medio, principalmente porque Stella ya tenía novio, sino más bien se apreciaban mucho el uno al otro. Nadie los comprendía como ellos lo hacían, había temas que sólo entre los dos podían conversar con total libertad sin miedo a ser prejuzgados o algo más.
Era eso, una amistad muy fuerte. Confiaban y se preocupaban demasiado por el otro, eso último era algo que Lincoln no podía evitar por más que lo intente.
-¿Sabes? No todos los días se puede encontrar a un amigo como tú.- Añadió algo agotada mientras tomaba de la mano al albino.
-Gracias, digo lo mismo de tí...
-No entiendo ¿no deberías estar llorando porque te dije amigo?- Comentó Stella con algo de gracia.
-Ja... he sufrido esa herida tantas veces que ya ni me afecta.- Retrucó el peliblanco con más gracia todavía.
-¡Rayos!- Se quejó la castaña.
Sin previo aviso, Lincoln no pudo evitar abrazarla algo fuerte mientras hundía su rostro en uno de los hombros de la chica. Ella no tardó en corresponder el abrazo.
-¿Tanto me quieres?- Preguntó ella
-Más de lo que te imaginas, te aprecio demasiado...- Le respondió.
-Vaya, ni mi novio llega a algunos de tus extremos.- Comentó con algo de risa en su voz.
-Alguien debía tomar la iniciativa...- Agregó él.
Permanecieron un rato más abrazados, rato en el que Lincoln no podía dejar de repetir que no la pensaba soltar por nada en el mundo. Sin embargo, eventualmente Stella lo convenció, amablemente, que ella estaría bien y no debía preocuparse más por ahora. En un momento dado el albino se despidió con un último abrazo y un beso en la mejilla de ella para salir disparado al salón de clases.
Si tan sólo supiera lo que le estaba esperando para el fin de semana...
Al acabar las clases Lincoln volvió a la enfermería para buscar a Stella. Grande fue su sorpresa cuando vio que ya no estaba allí, por lo que no perdió tiempo para sacar su celular y mandarle como 5 mensajes preguntando que había pasado.
Mientras esperaba respuesta, se dirigió al garaje en busca de su auto y luego hacia la Universidad del frente para esperar a su hermana.
Lynn ya estaba en la Universidad, y tuvo suerte que pueda estudiar a una calle de su hermano y en el mismo horario. No iba a tener que hacerse problema alguno por el transporte ni nada parecido, su hermano se encargaría de remediar ese asunto.
Cuando el albino estacionó su auto, nuevamente todas las miradas recayeron en él y su auto. Más aún cuando se percataron que era el hermano de la capitana del equipo de Baloncesto de la Universidad: Lynn Loud Jr.
La castaña sonrió al ver a su hermano esperándola y no perdió el tiempo para subirse, Lincoln tampoco tardó en pisar el pedal y salir de allí con destino hacia su hogar.
Durante el camino, ambos conversaban sin parar sobre como era estudiar en un lugar nuevo: distintos rostros, distintas modalidades, distintas formas de aprender, etcétera.
El camino a casa se hizo más corto que de costumbre. Durante el mismo Lincoln no había separado su mano de la palanca de cambios, la castaña hacía lo mismo pero con la mano de su hermano. Se dieron cuenta de eso último cuando ya habían llegado a la casa. Al percatarse, una muy colorada Lynn se apartó para bajarse del auto. Lo había hecho de forma totalmente inconsciente.
El resto del día transcurrió con toda normalidad, al paso de las horas Lincoln chequeaba de vez en cuando su celular para ver si Stella le había respondido, pero no encontraba nada.
Todo el fin de semana fue así, la preocupación de Lincoln crecía conforme pasaban las horas. Llegó hasta tal punto que le era casi imposible conciliar el sueño por la noche. Los nervios le estaban provocando insomnio. Su mente no dejaba de dar vuelta en pensamientos sobre que podía haberle pasado, algunos algo exagerados.
-¿Y si está internada en el hospital? ¿Y si es algo más grave que una hipotensión? ¿Y si... está al borde de...?.- Pensaba entre sus sábanas a las 2 de la madrugada. No podía hacer nada para despejar su mente aún habiendo probado de todo, desde tomar un té de lechuga hasta la clásica "Vladimir". Nada podía hacer que logre conciliar el sueño.
Alrededor de a las 05:30 de la madrugada le bajó el cansancio y pudo finalmente rendirse ante brazos de Morfeo. El agotamiento, más que nada mental, le hizo dormir unas 12 horas. Se levantó de dormir a las 17:30, y ni bien vio la hora casi le da un ataque. Era Domingo, y lo había querido aprovechar para estudiar y luego salir con sus hermanas de paseo al nuevo parque de la ciudad.
Se levantó de un salto de la cama y las buscó, pero no encontró a nadie. En cambio encontró una nota en la nevera, dirigida a él.
"Querido Lincoln, tus hermanas insistieron tanto en ir al nuevo parque de la ciudad que no tuvimos más remedio que llevarlas. Nosotros queríamos esperarte para que fuéramos todos, pero no queríamos molestarte de tu siesta. Sabemos que estás a pocas semanas de dar los exámenes, y es entendible que el estudio te tenga absorto. No te preocupes, prometemos traerte algo de recuerdo de allá.
Cuidate campeón, dentro de la nevera te dejamos algo de comida, sólo debes calentarla en el microondas.
Te quieren mucho, Mamá y Papá."
El chico sonrió al ver que al menos las chicas podrían divertirse allá. Sacó lo que le habían dejado preparado y lo puso a recalentar. Cuando ya estaba todo listo se dispuso a comer, y no había demorado mucho en vaciar el plato. Su papá esta vez se había lucido con la "Lynnsaña", debía reconocerlo.
Una vez había terminado de lavar sus trastes, fue a la sala de estar y puso algo de música para ambientar la sala a su gusto. "Somewhere I belong" fue la canción que eligió para comenzar, a día de hoy le agradecía a Luna por hacerle conocer a Linkin Park. Esta canción particularmente entraba en su lista de preferidas, con las que se sentía identificado.
Aprovechando que no había nadie, simplemente se dejó llevar y cantaba en voz baja. Cuando la canción había acabado, se dio cuenta que en la casa del frente se estaba estacionando un vehículo bastante particular: un BMW M3 GTR plateado con rayas celestes. Conocía al dueño del mismo, y una sonrisa se formó en su rostro.
-Posiblemente vaya a visitarlo después, los demás no volverán hasta dentro de unas horas. Después de todo, Alexander seguramente se fue con ellos y dudo se vaya a dar cuenta que estuve con él.- Se dijo para sus adentros, mientras pronunciaba lo último empezó a sentirse un poco triste.
Sucede que sus dos amigos estaban muy distantes últimamente. Todo por asuntos y diferencias políticas, o eso tenía entendido él. Aprovecharía de paso, mientras visitaba a Santiago, de preguntarle cual fue el motivo real de la pelea. Le resultaba muy raro que por diferencias políticas hayan acabado como estaban.
Alrededor de las 18:00 fue que se había terminado su lista de reproducción. Cambió su pijama por su ropa cotidiana y se cruzó a la casa del frente. En el camino se le había ocurrido comentarle a Santiago lo que le había sucedido anoche, quizás él sepa ayudarlo a prevenir otro episodio como ése. Los exámenes estaban cerca y no se podía permitir una repetición.
Los problemas apenas empezaban para nuestro protagonista.
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Bueno, tenía preparado hasta aquí para lanzarlos de golpe. Ahora si es cuando no tengo ni la menor idea de cuando saldrá el siguiente...
Si, esa amiga de Lincoln era Stella. Como ya dije arriba, entre los dos no habrá ningún noviazgo ni nada relacionado al amor. Ella ya está ocupada y Lincoln lo respeta. Pero eso no quita que los dos se quieran demasiado el uno al otro.
Los dos autos que, hasta el momento, voy mencionando son los mismos que los de las fotos que subí en el capítulo 7 de mi otra historia "Un viaje que purificó mi Ser". Pasa que ahora no las tengo a la mano y no puedo resubirlas aquí, lamento las molestias. Si les interesa saciar la curiosidad pueden ir a donde indiqué y echar un vistazo.
El amor entre los hermanos Loud está floreciendo, no será algo porque sí, quizás en el capítulo siguiente explique como fue que surgió. Aunque de todas formas tengo otros planes respecto a eso..
Creo que no me quedó nada más por aclarar o comentar, nos leemos en otra ;)
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