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[Mini Historia] ✦

A L L   I   W A N T

〚 Si pudiera ver tu rostro una vez más, podría morir como un hombre feliz, estoy seguro 〛

Thomas

—Está bien, ¿has tenido algunos otros malestares?

—No, mi cabeza está mejor—me dice con una amplia sonrisa que le devuelvo. Aprieto su mano tratando de curar la hinchazón en su antebrazo donde las venas se han saltado por toda la sangre que los de CRUEL le han extraído. Coloco una bandita en la protuberancia, entregándole un sobrecito de ungüento que guarda rápidamente en el bolsillo de su blusa—Aun me duelen mucho los brazos

—Después de lo que te hicieron es normal que te duela. Me sorprende que después de eso sigas consciente, en fin, supongo que esa es otra de las razones por las que ellos los necesitan tan desesperadamente. Utiliza el ungüento, ¿sí? Ayudará a desinflamar la zona y con un poco de suerte tus venas volverán a la normalidad

—De acuerdo

—Bien—me pongo de pie palmeándole el hombro a la pequeña frente a mí pidiéndole volver al comedor donde todos meriendan esperando por noticias del grupo de Vince. Le acompaño hasta la tienda de campaña acercándole un bowl de fruta y una barra de granola mientras me dedico a engullir pequeñas rodajas de manzana que se atoran en mi garganta. No hay señales de Vince ni de los demás desde anoche, ni una llamada, ni una señal. Thomas va con ellos y, sinceramente, me preocupa que pueda llegar a hacer una tontería. Pero entonces la alarma de la entrada se enciende dejando ver el paso de una todo terreno por el campamento acompañados de una grúa que arrastra el vagón descarrilado de un tren. Me levanto, reconociendo la mata de cabellos de Thomas en el Jeep—Ahora vuelvo

Crissy -la pequeña niña a mi lado- asiente terminando de comer. La hemos rescatado a ella y a su grupo hace un par de semanas en la última expedición que hice con el grupo de Vince, cuando un descuido tonto de mi parte me hizo recibir una bala en el hombro a mitad de la carretera mientras intentábamos seguirle la pista al tren de CRUEL donde transportaba a los chicos y chicas inmunes. Thomas se puso furioso, lo suficiente para no permitirme seguir en las misiones al menos hasta haber sanado por completo. Vince respaldó su decisión aun si les hice saber que me encontraba perfectamente y me relevó a la zona de hospitales que antes manejaba Mary y que había quedado abandonada cuando ella murió. Normalmente era el mismo Vince quien se encargaba de ayudar a los heridos, sin embargo, y con más actividad dentro del campamento, esa ya no era una opción.

Me gusta lo que hago, de hecho, lo disfruto más de lo imaginado; puedo ayudar a otros a sentirse mejor y a conocerlos un poco más en el proceso. Ellos confían en mi para cuidarlos, alimentarlos y hacerles compañía lo que me hace tener una perspectiva nueva de lo que la resistencia realmente significa.

Los vehículos se estacionan cerca de la tienda de tácticas. Me detengo en la entrada dando un par de pasos hacia atrás. Ya no tengo permiso para entrar ahí, no luego de haber sido retirada de mi cargo. Vince entra en la tienda seguido de Newt, Sartén, Brenda y Jorge, este último guiñándome un ojo con diversión justo como siempre hace. Le sonrío observando a Thomas bajar del auto acercándose a mi

—Hey, ¿cómo fue todo?

—Espera aquí—me pide en un susurro. Mi ceño se frunce porque, para estas alturas, esperaba ver a Minho entre los demás—Vince y yo debemos hablar

—Claro, pero ¿están bien? ¿dónde está Minho? Necesito auscultarlo, cerciorarme de que está todo en orden

Thomas cierra los ojos por la mención de nuestro amigo. Algo no anda bien, puedo sentirlo. Él aprieta mis manos, las besa y las suelta en un segundo pidiéndome esperar por él.

—Puedes ayudar a los demás mientras tanto

—Claro

Mi respuesta se pierde porque Thomas me da la espalda entrando a la tienda, cerrándola poco después haciendo que sus voces se pierdan dentro. Mi vista se pierde en el frente, atontada por la actitud de Thomas, no obstante, hago lo que me pide. Cojo mi fonendoscopio, acercándome a los chicos en el vagón ayudándolos a salir de a poco.

—Están a salvo—les digo, sentándoles a cada uno de ellos en fila frente a mí, separados unos de otros para que los demás enfermeros ayuden a revisarlos. Los ausculto rápidamente, separando a los sanos de un lado y a los no tan sanos de otro. Le pido a Richard -uno de los doctores- acompañarlos hasta el ala oeste del hospital donde un equipo de enfermeras está esperando por su llegada—Vamos a cuidarles y los llevaremos a casa. A donde sea que eso signifique, ¡Cuidado!

Uno de los chicos rescatados baja del vagón a rastras, respirando con fuerza y arañando el aire en busca de soporte. Me le acerco tomándolo por el torso dejando que su peso recaiga en mi hombro dolorido. Suelto un chillido, pero lo escondo apretando al chico contra mi cintura llevándolo hasta el asiento más cercano palpándole la frente sudorosa.

—Está hirviendo en fiebre—anuncio a nadie en particular. Luego Richard vuelve corriendo, levantando una nube de polvo a su paso, deteniendo al chico por los hombros cuando éste intenta hacerse hacia adelante—Llévenlo al pabellón de los infectados

—¿Qué? Pero él no puede...

—¡Richard! —le detengo luego de verle devolver el estómago en la arena. El doctor le observa, con la bilis mezclándose con sangre en una pasta marrón en el piso—Esta no es la primera vez que vemos a un supuesto inmune tener síntomas de la llamarada, y ambos sabemos que no será el último, ¡Llévenselo!

Él titubea, como todos. Nadie sabe que es lo que está sucediendo ni como es que el maldito virus está mutando, pero hacemos lo que podemos. Richard toma al chico y con ayuda de otros dos enfermeros lo arrastran hacia la capsula aislada donde, llegando al campamento, han surgido varios casos de falsos negativos.

En este lugar hay muchos especialistas, tan raro como suena, los hay y son muy buenos en lo que hacen. Quizá esa es una de las grandes razones por las que CRUEL no ha podido terminar con esta resistencia ni tampoco con las otras que se encuentran del otro lado de las montañas, o al menos, eso es lo que se dice.

CRUEL está intentando encontrar una cura y nosotros también. Somos capaces de lograrlo, aun si las opiniones acerca de ello están divididas. Es el mismo juego, pero con reglas diferentes, dicen, pues nosotros tratamos de experimentar con lo que Richard suele llamar retrovirus, intentando encapsular la llamarada como enfermedad principal. La idea no tiene ni pies ni cabeza por el momento, todavía se necesitan muchas pruebas y los patólogos confían en poder terminar las investigaciones una vez que el barco esté listo para zarpar en una semana.

Les sigo hasta el hospital donde varios refugiados necesitan puntadas o que desinfecten sus heridas. Por el camino me encuentro a Aris, con el ojo izquierdo a punto de reventar y el labio inferior morado. Me le acerco viendo a Sonia a su lado, reconfortándolo.

—¿Qué pasó?

—Dimos pelea—me responde, sonriente. Yo le aprieto la herida arrancándole un siseo dejándole ver lo tonto de su actuar—Está bien, fue estúpido, pero algo debíamos hacer

—Él tiene este complejo de superhéroe...—bromea Sonia, medio cansada, medio aturdida. Yo le sonrío, entregándole una gasa con alcohol para desinfectar la herida en su mejilla. Ella lo acepta sonriente, alejándose para tomar la botella de agua que le ofrecen—Evitó que me golpearan un par de veces. Supongo le debo una grande

—Para eso está la familia—responde Aris haciendo muecas de dolor por mis dedos palpando su ojo herido—Para cuidarnos los unos a los otros

—Amén, hermano—de mi bolsillo saco una bolsita de ungüento esparciéndolo por las yemas de mis dedos aplicándolo en el bulto inflamado. Luego hago lo mismo en su labio embadurnándolo de pomada—El golpe no llegó al ojo. Cortó algunos vasos sanguíneos, pero nada más. Estará hinchado por cinco o seis días. Mientras tanto evita tocarlo y... ser un tonto

—Eso último será difícil

—Muy graciosa, Sonia

—Cuando se sientan mejor pueden ir al comedor. Aún está sirviendo la merienda

—Gracias—me dice Sonia. Sus ojos se levantan, mirándome desde su posición donde le ayuda a Aris a esparcir mejor la pomada—Por cada cosa que has hecho. Eres como la madre de todos aquí

—No lo digas, ya es lo suficientemente incómodo para mi

—Ya, lo siento

—Está bien—sonrío, avergonzada—Me gusta ser de ayuda

Me despido de ellos retomando mi camino hacia el salón de tácticas. Veo salir a Brenda y a Jorge, sin embargo, no hay rastro de Thomas. Le busco con la mirada por el salón, pero no lo encuentro, sino que choco con el cuerpo de Newt, deteniéndome por los hombros cuando empiezo a perder el equilibrio.

—Hey, cuidado, ¿todo bien?

—Si, descuida. Ha sido un día largo y necesito hablar con Thomas, ¿sabes a donde ha ido?

Newt suspira alzando el brazo señalando el muelle donde el barco sigue varado mientras lo reparan. Él se encuentra de espaldas, apoyado en una pared cerca de la orilla mirando a los ingenieros reparar la popa. Newt palmea mi hombro sin recordar mi herida.

—Lo siento—se disculpa entre risas—A veces soy un tanto despistado

—¿A veces? Yo diría que siempre

—Oye, no seas grosera y mejor ve con él—Newt se pone frente a mi haciendo una mueca—Necesita hablar con alguien. Las cosas no salieron muy bien

—¿Qué pasó? ¿Minho está herido?

Newt suspira

—No lo sabemos

—¿Cómo que no lo saben? —cuestiono con el miedo subiéndome por la garganta. Newt pasa su mano por el cabello, acercándose par darme un beso en la mejilla—Newt...

—No te preocupes, hemos salido de peores

Él se aleja a paso lento obligado por su renguera que se hace más notoria a medida que pasan los días. Se encuentra a mitad de camino a Sartén y ambos se enfilan hacia el comedor donde el resto ya ha retomado la merienda. Me dirijo hacia el muelle, colgando firmemente mi fonendoscopio sobre mi cuello.

—No importa que tanto te escondas, no te salvarás de la revisión del doctor—le susurro, colgándome de su cuello. Thomas ríe, zafando mi agarre para colocarme frente a él

—No me escondía

—Sí tú lo dices, pero siempre he sabido que le temes a los hospitales

—Con justas razones—responde, sin evitar recordar sus días en los laboratorios de CRUEL, antes del comienzo de esta locura. Su mirada cae, cruza los brazos sobre su pecho y yo sé que es porque intenta ocultar algo de mí. Le miro con severidad, arrebatándole un quejido—Los planes no salieron como imaginamos

—Eso puedo notarlo, ¿Minho no iba en el tren?

—Si iba—dice, bajando la mirada. Yo le tomo el mentón obligándole a mirarme a los ojos—Nos equivocamos. Tomamos un vagón diferente

—Lo lamento, sé lo frustrado que debes sentirte

—Hicimos todo esto por nada

—Salvaron a más de cincuenta chicos, yo creo que si sirvió de mucho

—Pero Minho no estaba entre ellos

—Aun así, acrecentaron nuestros números, los liberaron. Eso debería ponerte contento

Thomas asiente despacio, mirando como Vince sube una pequeña escalinata para dirigir unas palabras a los recién llegados. Encierro sus mejillas con mis manos dándoles calor.

—Quizá no lograron traer a Minho, pero seguramente supo lo que hicieron y debe sentirse muy orgulloso de ustedes, ¿verdad?

—Eso espero

—Venga, cambia esa carita—le digo, apretando sus mejillas formando un puchero en sus labios que beso. Thomas se queja, pero me toma por la cintura pegándome más a él—Deberías ir a merendar antes de que los gorilas de Vince terminen con todo

—¿Tu ya merendaste?

—Estaba haciéndolo cuando llegaron. Ahora debo ir con Richard al laboratorio, llevar el control de los posibles infectados, ya sabes

Su rostro adopta una mueca de disconformidad, pero no dice nada. Sé que no le gusta verme tan expuesta al virus, es por eso que evito mencionar los descubrimientos sobre la mutación de la llamarada para no volverlo loco. Lo único que sabe es la existencia de un posible virus nuevo consecuencia de la misma llamarada, que, si bien no era letal, podría ser el nacimiento de una nueva epidemia. Él besa mis manos, preocupado.

—Cuídate mucho, ¿está bien? No podría soportar otro accidente como el de la carretera

—Vamos, se necesita más que una simple bala en el hombro para detenerme

Thomas me apunta con el dedo

—Hablo en serio

—Yo también



Esta historia me emociona, chiks. Planeo darle un giro totalmente diferente a lo que he hecho hasta ahora :D

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