>> Sintiendo celos de Teresa<<

 Thomas.-

Habías estado evitando a Thomas durante todo el día. Cada vez que él trataba de acercarse tú te mantenías a raya diciéndole que tenías cosas que hacer.

Estabas en una de las habitaciones de la finca ayudándole a Jeff con algo cuando sentiste un par de manos posarse en tus caderas. Te giraste asustada hasta que viste que se trataba de Thomas. Tu ceño se frunció de inmediato

—Hola, bonita— Besó tu mejilla, pero rápidamente te apartaste—Sartén a preparado tarta de manzana, ¿Quieres ir por un poco?

—No gracias, no tengo hambre—respondiste dándole la espalda

—Bueno, ¿Quieres salir a dar un paseo al bosque?

—Estoy cansada, así que no

Thomas te quitó la bolsa de algodón que tenías en las manos mientras te giraba hacia él

— ¡Oye!

— Bien, vas a decirme que te pasa

— ¿Seguro que quieres que lo haga? Quizá prefieras hablar con esa tal Teresa

Thomas sonrió para inmediatamente después reír

— ¡Oh! ¡Pero si estás celosa! — Volteaste el rostro aunque él lo tomó para que lo miraras— No tienes por qué estarlo, bebé

—Te vi con ella—dijiste—Estaban riendo y muy cerca el uno del otro

—Eso no significa nada—te dijo— Deja ya de pensar en esas tonterías, por favor. Sabes que eres la única a la que necesito

Sonreíste, aceptando el beso que él te daba

Newt.-

Newt y tu iban caminando por el área cuando escucharon un quejido en la entrada del bosque. Newt, que tenía tu mano prendida de la suya, hizo que caminaran juntos hasta ese lugar, encontrándose con Teresa en el piso. Newt se soltó de ti y corrió hacia ella

—Oh santo cielo—susurró— ¿Estás bien?

—No— Lloriqueó ella. Rodaste los ojos—Creo que me lastimé el tobillo cuando intenté saltar la colina

—Está bien, descuida—dijo Newt con su mejor voz dulce. Tu abriste la boca indignada—Te llevaremos hasta la finca. Ayúdame a levantarla— te dijo

— ¿Por qué?— preguntaste dándole una mirada fría. Sabías que estaba fingiendo pues te dedicó una sonrisa cuando Newt no estaba viendo— Ella puede hacerlo sola. Si fue tan tonta como para lastimarse, puede pararse sola y caminar hasta ahí

—No puedo creer lo que estás diciendo—dijo con el ceño fruncido. Teresa lloró exageradamente. Newt se puso de pie, cargándola entre sus brazos

—Me duele mucho

—Tranquila— le dijo. Tu rodaste los ojos—Te llevaré a la finca

Los seguiste cuando ellos comenzaron a caminar. Te paraste fuera de la finca esperando hasta que Newt dejara el teatro con esa chica. Cuando él salió te cruzaste de brazos

— ¿La princesa del área terminó con su actuación?

—Su pie en verdad estaba mal

—Si, ajá. Igual que su cerebro

Newt sonrió de lado

—Me parece que alguien está celosa—canturreó. Tu bufaste y trataste de alejarte, pero él lo impidió abrazándote por detrás—No estés así, amor. Sólo quise ayudarla

No dijiste nada, pero reíste cuando Newt comenzó a hacerte cosquillas

—Eres mi novia y te amo. Nadie puede cambiar eso

Gally.-

Llevabas buscando a Gally por más de media hora hasta que lo encontraste frente a las puertas del laberinto junto a Teresa quien tocaba sus brazos con ímpetu.

Tus mejillas se coloretearon por el enojo. Corriste hasta ahí y, cuando estabas por lanzarte hacia ella, Gally te tomó por las caderas deteniéndote

—Oye, oye. Tranquila, linda

— ¡Suéltame!—dijiste luchando contra él—¡Suéltame para que pueda romperle la cara de golfa que tiene! ¡Suéltame ya!

—Muy bien, suficiente—Le hizo una seña a Teresa para que se fuera y te colocó frente a él. Bufaste y acomodaste tu ropa cuando él te soltó—Vaya, creo que tendré que lavarte esa boquita con jabón

—No me toques—dijiste cuando intentó tocarte los labios—Ella te estaba coqueteando y tú estabas muy bien con ello

—Por supuesto que no—dijo, atrayéndote a su pecho a pesar de que tú te negabas—Ha estado intentando cosas, pero jamás he cedido. La única que me interesa eres tú

—Pero aun así dejas que te toquetee— Gally sonrió

—Ella puede tocar mis brazos. Tu puedes tocar de mi cuerpo lo que quieras

Te sonrojaste mientras él besaba tu frente

Aris.-

Estabas muy mal. Sabías del plan que CRUEL tenía para Aris y Teresa, pero no estabas muy de acuerdo con ello.

Confiabas en ambos pues Teresa era tu amiga y sabía que no haría nada para separarte de Aris, sin embargo, el hecho de saber que tenían que besarse para devastar a ese tal Thomas y a su grupo te causaba un gran malestar.

Aris se sentó a un lado de ti en la arena del desierto. Quiso tomar tu mano, pero tú la apartaste

— ¿Qué sucede, cariño?

—Nada

—Vamos cielo, habla conmigo, ¿Qué pasa?

Negaste pues sabías que si hablabas echarías todo a perder. Aris tomó tus manos incitándote a hablar

—No me gusta ese plan con Teresa. No creo soportar el que te beses con ella— Aris sonrió de lado

—Estás... ¿Celosa?

—No puedo estar celosa de mi mejor amiga, pero... si—Aceptaste con un suspiro

Aris te abrazó por los hombros y escondiste tu cara en su pecho

—Está bien, cariño. Nada en este mundo hará cambiar lo que siento por ti

— ¿Lo prometes?

—Lo prometo

Minho.-

—Vamos, Minho

—Ya te dije que no, Teresa

—Sólo un beso

— ¿Bromeas? Tengo novia

Escuchabas todo detrás de un gran árbol con los puños tensos. Sabías que Teresa tramaba algo, pero no sabías que era hasta ahora. Escuchaste el bufido de Minho del otro lado

— ¿Qué tiene ella que no tenga yo?

—Ella lo tiene todo

Escuchaste como Minho se quejaba y que Teresa reía

—Por favor, no es más que una estúpida

— ¿Si? Pues esta estúpida puede partirte la cara en menos de cinco minutos — dijiste saliendo de tu escondite. Minho te miró sorprendido mientras Teresa se cruzaba de brazos— Ahora, te daré un segundo para que te vayas

—Oblígame

Cuando empezaste a acercarte a ella Minho te cargó como a un costal de papas y te sacó de ahí. Te bajó hasta que llegaron al centro del área

—Debiste haber dejado que la golpeara—te quejaste haciéndolo reír

—Si hubiera dejado que eso pasara, ella estaría muerta. Cuando estás celosa no mides lo que haces

Levantaste una ceja

— ¿Yo? ¿Celosa?

Minho te besó

—Completamente

Ben.-

No podías creer lo que estabas viendo. Ben y Teresa abrazados, frente a la cabaña que compartías con ella. Te alejaste corriendo de ahí

Hace algunos días que Ben estaba extraño y algo distante contigo. Pensabas que sólo eran imaginaciones tuyas, pero ahora confirmabas que no era así

No sabías si llorar o gritar por la rabia que sentías, así que atinaste a sentarte debajo de un árbol a pensar sobre lo que había pasado. Sentiste a alguien llegar a tu lado y cómo es que tomaban tu mano

—Hola, nena

—Por favor, déjame sola

— ¿Qué? ¿Por qué? — preguntó Ben sorprendido. Tú lo miraste enfadada

—No te quiero ver. Lárgate

—Pero mi amor...

— ¡No quiero verte! ¡No después de lo que me has hecho!

Ben te observó confundido

—No sé de qué hablas

—Acabo de ver como abrazabas a Teresa fuera de nuestra cabaña, Ben

Él suspiro, tomando tu mano

—Bien, no quería decirte esto

— ¿Decirme que? ¿La manera en la que me has visto la cara de estúpida todo este tiempo? — él negó

—He estado preparando una sorpresa para ti-frunciste el ceño—Teresa ha estado ayudándome, es por eso que nos viste juntos. Sólo le estaba agradeciendo

—No te creo

—Mira

De su bolsillo sacó una cajita y dentro de ella había un bonito anillo de madera con el nombre de él grabado y un corazón al final

—Teresa me ayudó a tallar el nombre. Estaba esperando para dártelo en la fiesta de bienvenida del nuevo, pero bueno, ya sabes

Lo besaste, pidiéndole perdón por haber desconfiado de él. Ben rio

—Sólo promete no volver a ponerte así de celosa

—Yo no estaba celosa

Él rodó los ojos para luego besarse profundamente