Narrador.

Esa misma noche, después del problema con la chica y de hablar de la familia con Tris y Christine, todo parecía que iría bien pero... no fue así.

*Sueño*

Abrí mis ojos mirando el techo, era lo primero al frente, no sentía la comodidad de la cama así que me levanté notando que estaba en el suelo. En un cuarto vació.

Observé el lugar, no había nadie, sólo...yo. Caminé tratando de llegar a alguna parte, pero sólo llegue a una pared gris y fría.

El ruido de la maquina me sacó de mis pensamientos, podía escucharse cerca de mí, voltee mirando como una silueta grande venia a lo lejos...corría de una manera extraña.

Me acerqué un poco más, al verlo con claridad fue volver a retroceder y sentir mi corazón acelerarse. Aquella maquina dio un rugido que se escuchó en todos lados...

Voltee comenzando a correr, ¿Cómo? La pared desapareció, todo cambió, ahora estaba en el Laberinto de alguna manera...y aquella maquina era un Penitente.

Mi respiración se agitó, a unos metros pude ver la salida del Laberinto, los muros estaban cerrando, corrí lo más rápido y salí de allí aplastando como antes al Penitente.

-Eres débil, ________- escuché detrás.

- No, usted no- el eco de mi voz resonó en todas partes.

Aquella mujer estaba observándome desde esa pantalla.

-Decidiste salvarte a ti misma que a tus amigos en el Laberinto-

- Fue su culpa-

- ¡No eres nada, _________!- gritó- ¡Tus amigos murieron por ti!-

- ¡Silencio!-

- Crees poder terminar con esto, pero no es así. Prefieres que tus amigos mueran infectados-

- ¡Basta!- grité apuntándole con un arma.

Ella rió, ante mis ojos...todo cambio.

-_-_______...- murmuró

Mi respiración se volvió a agitar, mis manos temblaban, él estaba frente a mí mirándome con miedo.

-Thomas...- susurré

- Baja...baja esa pistola- pidió

Inconscientemente negué, mis dedos estaban en el gatillo a nada de disparar...

-Hazlo,  _______- susurraron cerca de mí.

- T-Thomas...- murmuré

- ¡HAZLO YA!- gritaron.

El disparo salió, cerré mis ojos al impacto y no tardaron en humedecerse, abrí los ojos encontrándome a mi hermano...a Thomas con una mancha roja en su pecho.

Me miro y después cayó.

-¡THOMAS!- grité

Caí de rodillas frente a él, pero todo se desvaneció. Mis lágrimas seguían cayendo, la imagen de mi hermano cayendo no podría quitármela de la mente.

-Todo es un sueño, ______- dijeron

Calmé mi respiración y abrí los ojos, miré unos pies frente a mí y levanté la mirada.

-¿Chuck?-

- Tranquila. Estás a salvo- dijo una voz más.

- Alby...- susurré. Me puse de pie- lo lamento, lo lamento, Alby traté de ayudarlos pero sólo empeoré las cosas-

- No es tu culpa, ______.-

- Winston...-

Fui directo hacia él, todos estaban ahí, como la primera vez que los vi. Pareciese como si estuvieran de verdad frente a mí pero...no era así.

-No dejes que te controlen, _______. Eres fuerte y lo sabes, nos salvaste a todos nosotros y te la debemos en grande, lograste sacarnos del laberinto. Descubrieron la razón...y así seguirás _______...nunca te detengas-

- Recuerda las reglas del Área, siempre harán falta- pronunció Gally frente a mí.

Sabía que de alguna manera se arrepentía, no podía dejarlos...no hasta que descubra la verdad. Mi mente solamente así estará tranquila.

*Fin de sueño*

Casi pareciera que las pequeñas ruedas de la camilla saldrían disparadas en cualquier momento, su respiración iba demasiado rápido. Todos iban detrás de los guardias, pero al momento de subir al helicóptero los dejaron todos en el techo de la facción Osadía.

Minho: Thomas, Thomas tranquilo ella va a estar bien- dijo tranquilizando a su amigo.

Thomas: No, no, no Minho. Esto jamás le había sucedido, tengo que verla, ¡Tengo que estar con ella!- dijo desesperado.

Altas horas de la noche, el ataque de ansiedad la había metido en un estado de shock.

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Corregido/2017