El infierno. Tiene un solo y único gobernante. Lucifer. Reinando en su mundo lleno de monarquía, tinieblas, oscuridad y llamas. Siendo el Ángel caído favorito, además de ser el más hermoso que ha tenido Dios a su disposición. Sin embargo, por su soberbia y desobediencia fue expulsado del cielo, y puesto en el infierno para reinar en este, junto con su ejército de ángeles rebeldes quienes arrastro a todo esto, sentenciado a castigar y torturar aquellas almas que llegaran a parar hay por las faltas y actos impuros cometidos en su vidas.

Convirtiéndose en el ser supremos más poderoso de todo su reino de caos y maldad. No obstante, Dios hizo una jugada. De darle todo eso, se volvería mucho más pretencioso de lo que es, retando así su baja superioridad al recrear su personificación del mal y poder. Igualándolo en su destreza, potencia, fuerza y dominio de poderes. Encarnándolo en un simple y común objeto con uso accesible.

Una máscara. Blanca como la porcelana, al igual que su piel, limitándola a solo la mitad, asemejándose a una de ópera, dándole un mejor toque por su gusto hacia la música.

Aquel ser que se atreva a usarla se convertirá en lo que su mente y corazón anhele, sin importar lo que sea, sufriendo esas alteraciones físicas por supuesto, caracterizado por llegar la mitad de su cara blanca, con ilimitaciones de poderes inverosímiles ya antes descritos, lo único que puede limitar el portador de su nuevas capacidades en su propia imaginación.

Mientras más malvado y loco sea el subconsciente el dueño de la máscara, será todavía más fuerte de confrontar.

Aquella noticia paro en los oídos de Lucifer, tomando la situación entre sus propias manos, deshaciéndose de aquella diabólica mascara cuanto antes, en los más oscuros y recónditos lugares de su océano de sangre. Intento ocultarla lo mejor posible, encerrándola bajo candado y cadenas para reforzar su aseguración. Olvidándose de la misma con el pasar de las Heras.

Nunca más se volvió a saber de aquella careta. Quedando incluso como una leyenda ante la actual generación de pecadores, y eso mismo se encargó nuestro príncipe de las tinieblas, volverla una leyenda.

Nadie nunca lo igualaría en sus dones, nadie. Horribles desgracias y acontecimientos podría llegar a brotar con solo saber la función de esa pieza de plástico bien lijado.

Pero las casualidades existen ¿No?...¿O son los destinos? Sea una cosa o la otra, todo acabaría de una forma no muy civilizada.

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El buceó formaba parte de un deporte cotidiano como lo hacía en la tierra. Haciendo que un dominó con apariencia acuática nadara cómo si nada en las pacificas aguas del río sangriento.

No obstante, un objeto de forma cúbica llamó su atención, acercándose al mismo para saciar su curiosidad.

Aparentemente era un cofre, encadenado por como su nombre lo indicaba de una material resistente, largo y de metal pesado. Saco de su pantalón una navaja, no sabía si funcionaria su final arma que llevaba con ella a todas partes, pero el óxido de las amarraderas era notorio que podía dar resultado.

Ejerció presión un par de veces, dejando ver cómo el cofre abría de apoco su tapa al sentir un movimiento al fin.

Lo que desconocía el demonio pez era que arriba de su estadía una compañía de desechos químicos estaba a punto de deshacerse de uno de sus contenedores tóxicos de alto tamaño y peso en el fondo del lago. Usando una grúa para mejorar su efectividad, soltándola de inmediato. Importándole poco o nada los químicos que esparcía, o los heridos que podía provocar.

Ya cuando en demonio de aletas estaba logrando su tarea, pudo romper las cadenas, sonriendo en el proceso, risa que fue rápidamente cambiada por una expresión llena de espanto al ver cómo un tanque metálico caía encima de este, aplastándolo en el proceso. Tornando el río todavía más rojo por la sangre que emanaba ahora el recién fallecido. Del golpe del material pesado chocó contra el cofre, emanando del mismo un par de burbujas al expulsar el aire que conservada en su interior. A su vez, salía una máscara blanquecina, elegante como llamativa, flotando en el colorido río hacía la superficie. Dejando así abierto a cualquier acontecimiento que muy pronto se podrían desatar.

Bienvenidos, a una nueva aventura.

Combinar Helluva Boss con unas de las películas que fue un importa pilar en el castillo de mi infancia, es simplemente hermoso.

Quiero mandarles saludos y un enorme abrazo a AmaryllisRilla quien es la propietaria de esta idea. En su cuenta en uno de sus libros está literalmente regalando ideas de Helluva Boss tanto de Hazbin Hotel, en las cuales hay de todo tipo (sip incluso puedes compartir ideas pero eso ya se habla con ella)

Veo esas ideas por mero entretenimiento pues mis intenciones de cargar con más historias que escribir son muy muy bajas por lo mucho que debo hacer y el poco tiempo que me cargó. Sin embargo, no pude resistirme a pedir con todas mis ganas este libro apenas me explicaron la idea.

Sea como sea. Muchas gracias AmaryllisRilla  . Espero que te guste y que al menos cumpla un poco tus expectativas. Era una fuerte carga de inspiración para mí.

Sin más que alegar, comencemos con este desmadre de una buena vez.