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Capítulo 6 (¡Hey, Pachuco!)

Continuación:


Si el príncipe de vestido dorado tuviera que describir a primera instancia al demonio que miraba con extraordinario fulgor y libertinaje bajando las llamativas escaleras de brinco a brinco, solo podría asegurar en un par de palabras..."Excéntrico y original"

A penas pudo darse cuenta de que ya estaba junto con él cuanto lo tomo con total cuidado y de una manera galardonada su cintura; inclinándolo con gracias al mismo tiempo que la música se daba a oír con fervor en el ambiente.

Las fotografías no protestaron en su llegada en cuestión de segundos. El relucir de la trompeta volvía el ambiente tan mágico...casi de una manera tan literaria si de la Máscara estamos hablando.

Movimientos agraciados como cómicos eran los que Blitzø ahora siendo poseído por el ilimitado poder de su antifaz, era el que dirigía la coreografía, por así decirlo.

Sacudiéndose al igual que Stolas en cada latir de los inspiradores instrumentos. Pegando su cuerpo con el de demonio de plumas azules, haciendo que este se estrujara con picardía, provocando una expresión algo exagerada en Blitzø al morderse los dedos para intentar "contenerse", siguiendo ambos sus instintos y seguir con su danza demencial.

Su diferencia de estatura por más pronunciada que fuera no era un problema, y mucho más si la usabas a tu favor. Tomando el cuerpo del príncipe para dar piruetas, y demás vueltas alrededor de él con la ayuda de su habilidosa mano. Su último movimiento circular se dio al separarse del Godetia, quedando algo mareado el príncipe pero contento ante tales mariposas que comenzaba a brotar en su vientre, sonriendo en el proceso. Su experiencia en solitario no dura más que un par de Misisipis cuando la Máscara vuelva abrazar a su pareja de baile por su cintura.



¡Hey, Pachuco!



Gritaron todos.




(Hey~) Summer of '43

(Hey~) The man's gunnin for me

(Hey~) And blue and white mean war to night

(Hey~) Say: Damn my pride and

(Hey~) All the other cats livin down eastside

(Hey~) Or maybe just my brim's too wide 



Los pasos cómicos al igual que elegantes de la pareja hicieron a todo el público gozar. Animando hasta al más serio de la zona. Tenían una conexión tan intensa que se sentía desde lejos, llevando tan igual los movimientos de baile como si lo fueran ensayado con anterioridad, algo muy lejos de la realidad, desconociéndose un poco si era por una verdadera corriente que se podía unir a ambos o era por los sobre naturales poderes de la Máscara.

Sea una cosa o la otra, solo algo estaba más que claro...ambos lo estaban pasando de maravilla.

En alguna parte del evento Blitzø perdió su sombrero por los movimientos tan erráticos que daba con su pareja. No le intereso en lo más mínimo y tan solo siguió con su meneo intenso con el bombón que lo tenía tan idiotizado.

Teniendo la fuerza y el poder suficiente a la par que la agilidad para tomarlo nuevamente de su cintura y hacer piruetas con su cuerpo. Movimientos que solo un profesional del tema sabría hacer, dando como si nada en este, volviendo a elevar el delgado cuerpo del príncipe entre sus hombros para sostenerlo con solo sus manos, dando vueltas y vueltas a una velocidad considerable, casual y relajada.

Los más observadores o de amplio rango de perversión lograban apreciar con total claridad de las luces las bragas del búho mientras que seguía siendo sujetado por Blitzø en un ángulo de 180°. En la cara del imp se podía distinguir una confiada sonrisa, sí que estaba disfrutando de esto.

Ya para cuando quiso bajar al ave, lo hizo alrededor de todo su cuerpo, pasando las vueltas por sus hombros, pecho, abdomen, hasta terminar por su entrepierna, separando sus extremidades bien para que pudiera al fin el demonio ser libre de las circunferentes movimientos, parando en el suelo atónito por lo ocurrido, pensando por un momento toda las habilidades que tenía aquel demonio de traje amarillento.

—Sss Magnifico~ — siseó afirmando con la ya mencionada curvatura de sus labios en una mueca de felicidad.

En otra habitación no muy alejada de donde ocurría todo el espectáculo, Val entro junto con el demonio que lo mando a llamar, entrando a su despacho privado, con todos los hombres del atraco, mirando como un agonizante Box ya hacia sentado en una silla, con una herida de bala en su abdomen, intentando aferrarse a la vida con sus manos ensangrentadas en su lesión y una toalla en medio de ellas.

—Haam...¿Que paso? — pregunto Valentino con aparente normalidad, ocultando muy bien el hecho de que estaba preocupado por su compañero.

Box abre los ojos con total esfuerzo, mirando al Overlord de lentes de corazones, teniendo como ambiente esa canción de jazz que le comenzaba a molestar

—Alguien dio el golpe antes que nosotros~ — informo Box con su voz apagada y rasposa.

Val hace una seña para que le pasaran un cigarro. Estando él de cuclillas, al mismo nivel que su amigo para atenderlo mejor.

—Fuma esto — le ofrece el cigarro, metiéndoselo con cuidado en la boca, Box lo recibe con cansancio, estaba sudando mucho que sus fuerzas se desvanecían —Lo va a pagar él que lo haya hecho — le prometió prendiendo un encendedor en el cigarro de su herido compañero, acción que no le durara mucho a presenciar como Box dejaba caer aquel producto lleno de nicotina para luego dejarse caer su propia cabeza hacia atrás, soltándose de la vida sin reparo alguno.

Valentino quien fue exportador de todo aquello no le quedo de otra que ver como su amigo se iba, convirtiendo su tristeza en algo más productivo en él. Ira

—¡MAL NACIDO! — grito lleno de rabia. Impactando su mechero contra su televisor de pantalla plata que estaba en la pared, no solo quería descargar su ira de aquella forma, necesitaba sangre de aquel demonio que se atrevió a meterse con sus planes.

—¡Eddie! — llamo al demonio más alto al mismo joven que tuvo participe en el robo, tomándolo de su traje negro para sacudirlo y preguntarle por el responsable de este desastre —¡¿Quién hizo esto?!

—Yo no-

—¡¿QUIEN?! —grito en busca de respuesta, sacudiendo más al pobre demonio que no tenía idea del tipo, no si no se fuera percatado de un detalle.

Miro por la ventana al show, sus ojos se iluminaron por el hallazgo.

—Él — respondió señalando el lugar —él — volvió a repetir — él es el sujeto — contesto seguro.

Val cedió la mirada en donde se dirigía el otro, abriendo un poco las persianas para distinguir con mejor visión lo ocurrido, teniendo una clara imagen de su juguete favorito y de un demonio (aparentemente un imp) de aspecto llamativo.

—¿El demonio que baila de Stolas? — su coraje se profundizo en un amplio espacio el ver como ese maldito metía las narices donde no debía —Es hombre muerto...¡Vamos! — ordeno con enojo en su mirada, saliendo de su oficina para detener todo aquello.

Volviendo con la pareja de baila favorita del público, Blitzø deliberadamente toma una rosa con su boca entre sus afilados dientes en una de las primeras mesas que vio, montándose en la misma, teniendo una mejor posición y acercamiento del otro, más específicamente en el rostro de Stolas, bailando un paso al estilo tango para brinca del enorme mueble, girar al príncipe a solo unos centímetros lejos de él.

Llevándose las manos hacia la cabeza, movió sus piernas de un lado a otro con total flexibilidad, parecían de goma, girando por completo sus pies alrededor de las mimas, acomodándose otra vez en un rápido giro en un andar tan caricaturesco que parecía no ser real.

Stolas no se hizo de esperar, volviendo a dar vueltas de manera casi ensoñadora hacia el chico imp, tomándolo de su cintura, posicionándolo a lado de él, volviendo ambos a moverse una manera tan errante e inquieta en una perfecta sincronía con sus brazos y piernas, volviendo a cambiar de posiciones al rotar entre sí.

Blitzø tomo la mano del Goetia, sonriendo tan ampliamente que soltó la rosa que traía en su boca al abrirla con emoción; sacando la lengua para luego así dar rotaciones a Stolas en toda su circunferencia de su presencia. Una y otra vez, volviéndose ya un torbellino con sus poderes. La rapidez fue tanta que sus tacones brotaban humo, así terminando en los cielos, Stolas pega un grito de la impresión y ni así dejo de girar, de hecho, se estaba tardando en estar arriba.

La Máscara bosteza, sacando de la nada su reloj de bolsillo para hacer una expresión exagerada de sombro, arrojando su artilugio de tiempo hacia otra parte al mirar hacia arriba, extendiendo sus brazos, listo para recibir el cuerpo del sexy bailarín que tenía.

Stolas se detiene y cae justo donde Blitzø lo predijo, haciendo un par de movimientos más simples pero muy eficientes en todo su cuerpo del joven, hasta que termina en una pose sumamente perfecta para lo que su retorcida cabeza ya se estaba ideando.

Con su mano derecha sujetó las largas piernas del demonio emplumado, y con la otra su cabeza, teniendo a Stolas arrecostado con él, pegando su mano en su cuello y la otra en su corbata.

En medio del público que aplaudía y se divertía apareció el demonio hormiga junto con sus hombres.

—¡Quiero que vacíen el lugar! — ordeno serio este

En el centro de atención la máscara se carcajea con su dientes pegado, sonriendo tan grande como su rostro se lo permitiera; alzando y subiendo sus cejas de una forma juguetona.

Los enormes y rojizos ojos de Stolas estaban tan impresionados que una diminuta pero notoria pupila de color blanco se hizo presente en ellos, resplandeciendo por toda la sorpresa que tenía en su interior, no sabiendo bien cómo reaccionar o...si de verdad estaba suplicando que hiciera lo que ya se estaba empezando a imaginar.

Sin esperar más, la Máscara sin permiso o consentimiento alguno froto sus labios con el pico delicado y suave del búho en un desesperado y candente beso. La pasión y el regocijo fue tan inexplicable para Stolas que de forma precisa sus tacones salieron volando, siguiendo ambos su estimulo labial con tal fervor que al separar Stolas no puede evitar sonreír al devolverle la mirada, era algo tan hermoso que nunca había sentido por alguien más, sus ojos lo delataban, formándose en él unas siluetas en sus pupilas que se asemejaban demasiado a un par de corazones.

Su momento lleno de romanticismo se vio afectado al detectar como uno de los hombres de Valentino dispara contra la pareja, desgarrando la corbata del imp con la que se sujetaba Stolas para tener un mejor soporte, al no tenerlo cayó al suelo, pegando su espalda contra el piso, mirando con sorpresa lo que ocurría.

Blitzø extrañado mira su prenda masacrada, sin percatarse como la punta de la misma perdía su efecto, volviendo a convertirse en lo que en realidad es. Un simple pijama.

—Oiga, amigo — expreso con una sonrisa sorprendida el demonio enmascarado ante tal acto.

El grito de desesperación de los demás demonios no tardaron en aparecer, saliendo corriendo todos al escuchar el primer disparo.

—¡El club está cerrado, muévanse! — ordenaba el mismo tipo de antes con autoridad — ¡¿Crees que bromeo?! ¡Vamos, muévanse! — amenazaba con arma en mano, apuntando a cualquiera que se denegara en su demandas.

—¡La fiesta se acabó. Todo el mundo fuera! — gritaba otros en el fondo.

Despachando a cada demonio del club sin excepción alguna.

—¡Stolas sal de aquí! — exigió Valentino lleno de furia, señalándole la salida.

Lo vio besar aquel bastardo. No lo quería ni mirar a los ojos o sabía que en algún momento de desarranque lo mataría junto que el otro y posiblemente terminaría arrepintiéndose después.

Stolas con una repentina cara llena de seriedad hace lo que le pide, sin cambiar nada su amarga expresión por la conducta infantil de su novio, y mucho menos al saber lo que le pasaría al encantador demonio ahora...

—¡Piérdete! — se volvió a escuchar hablar a Val mientras se ponía de pie y salía lo más rápido que podía.

Ya para cuando todos los demonios estaban afuera de su propiedad, fue donde al fin hablo con el que quería.

—Bien, buen bailarín...¡Quiero saber dónde está mi dinero y quiero saberlo ahora! — depreco firme, moviendo su mano de una manera de explicación para intentan apaciguarse.

—De acuerdo... — afirmó la Máscara, sacando en una de sus manos un cigarro y la otra una visera verde, colocándosela en su cabeza para poner el producto a base de nicotina entre sus labios.

Como por arte de magia (que era así) saco una calculadora antigua, dándole a la palanca que contenia y calculando las supuestas actividades y ganancias del Overlord que pretendía burlarse en su cara.

—Tiene 17.5% en bonos amortizados durante el amor fiscal. 8% en acciones y bonos, llevamos 9 y lo dividimos entre el producto interno bruto... — habla mientras aquel antiguo artefacto sacaba cálculos y más cálculos en un pedazo de papel que se iba extendiendo cómicamente exagerada. La cara de indignación mezclada con la extrañeza en Val era para retratarla —...por fortuna los arreglos funerales son deducibles — hablo sacándose el cigarro en la boca, volviéndoselo a meter y seguir con sus cuentas luego de dar aquella clara amenaza de manera tan casual.

—¡Congela este hablador! — ordeno el jefe de todo con odio, señalándolo para que lo hiciera de inmediato.

—Mhh~...? — Blitzø al escucharlo se acomoda. Parándose más recto, retirándose su visera verde y escupiendo su cigarro para mirar de frente a sus supuestos oponentes con un gesto de desparramaba aburrimiento, pero por dentro, estaba tan emocionado.

Cual gato...le encanta jugar con su comida primero~

Dio los primeros tiros. La Máscara como si de otro baile se hablar coloco sus manos en la parte posterior de su cabeza, meneando sus caderas a la izquierda y luego a la derecha, siendo sus piernas casi de gelatina, volviéndose tan imposibles de imitar al estilo de un dibujo animado, confirmando lo hecho al ver como literalmente se subió su pelvis al esquivar la tercera bala entre sus piernas.

—¡Dispara! — volvió a reclamar Valentino, con una voz más que frustrada. El matón estaba confundido, no entendía que era lo que hacía el demonio para seguir vivo de sus ataques.

En un giro dramático de las circunstancias, cambio absolutamente todo su look, teniendo ahora un uniforme de torero con él y su respectiva muleta roja, meneándola al ver como pasaba una bala entre la tela rojiza.

—¡Toro!~ — canturrio al abanicar su instrumento.

Giro su cuerpo en otro especia de tornado momentáneo, cambiando otra vez de ropa, ahora teniendo un traje de bailarín ruso, gritando de emoción con cada salto que daba con cada pie con su tan conocido baile, esquivando bala tras bala con sus extremidades. Cambio su aspecto nuevamente, teniendo ahora el tan icónico y galardonado traje de Elvis Presley, copiando tan a su imagen que incluso cabello de su mismo estilo conservaba ahora.

—Aja~ Gracias — dijo la gran caracterizada frase de su personaje, volviendo a esquivar cada proyectil que se dirigía a su ser. Sobre todo en sus piernas al copiar sus pasos tan inolvidables.

Prosiguió a cambiar por cuarta vez, poseyendo ahora un traje vaquero con todo y sombrero.

Desenvaino su pistola, apuntando a su agresor, dejando que le diera a su arma, terminando lejos de su mano, teniendo ahora una supuesta herida de bala al dejarse ganar de aquella manera.

—Uhh~ — gruño con una muy mala actuación de dolor, algo que al parecer Val no se daba cuenta, pues una sonrisa se formó en su boca al verlo al fin perecer como se debía. Pegando su mano enre su abdomen y pecho izquierdo —Me...diste, amigo~ — hablo todavía con aquel tono fingido de sufrimiento.

Los matos sonríen, asintiendo con sus cabezas al estar orgullosos por su trabajo.

Sin embargo...la Máscara no había terminado con su diversión.

—Iah~ iah~ iah~ iah~...Iah~ iah~ iah~ iah~...aah~ ahh~aahhhh~ — exhalaba con aparente dolor en su cuerpo, pegándose al segundón de Val, llegando a tal punto que se arrecosto en sus brazos, agonizando entre ellos —Abrásame, Red...a-a-a-a-ahh está oscureciendo — hablo otra vez en agonía, pegando su rostro al de sujeto en una melodramática escena.

El demonio con arma en mano hablando el ceño, pareciéndole por alguna extraña razón tan triste ver aquella escena en él. Valentino se masajea el puente de la nariz con total fastidio, no sabía que era peor, si la pésima actuación de todo este teatrito o el hecho de que su lacayo no hacía nada para separarse de aquel bastardo.

—*Cof* *Cof* *Cof* *Cof*~ — tosió con total estruendo, alejando su cara del joven armado de la suya con cada inhalación de aire y expulsión de bacterias, volviéndose a sujeta de su traje para volver a la posición anterior —Dile a tía Emma que deje salir a Toto~— hablo solicitando aquella petición...aunque ni él ni el matón supieran quien carajos es la tía Emma —*Cof* *Cof* — volvió a carraspear su voz hacia la otra dirección.

Val volvió a farfullar, ya no sabía si era por pena, fastidio o asco.

—Dile al pequeño Tim que no vendré a casa para Navidad — hablo con "tristeza" en su actuación, ganándose una mirada llena de culpabilidad del demonio quien le disparo —*Cof*...*Cof* — volvió a toser un par de veces más, lejos de su rostro, así para volver a girar su cara a la suya —Dile a Scarlett que si la amo~ — hablo refiriéndose a su última petición, volviendo a girar su cabeza, sonriendo en el proceso, ahora su aproximado su cara de golpe a la del otro con solo la mera idea de toserle encima, hacer sonido de pedos con su lengua, seguidamente de soltar uno de verdad —Perdóname — fue lo último que dijo hasta de dar su "Ultimo" suspiro.

El demonio de atuendo negro solloza, llorando por el final de la Máscara, Val a un lado simplemente no podía meditar más todo lo que pasaba, y ahora mucho menos. Captando como solo y meramente por asares y que cosas para nada comunes, sale de la nada con un trofeo blanco, siendo clara semejanza a un Oscar, siendo entregado para el supuesto muerto que al verlo sonríe, levantándose como si nada para después tomar su premio, quitarse el sombrero y sonreír como nunca por su elogio.

Se empezaba a distinguir unos aplausos, festejando la actuación del imp. Esto dejo de tener sentido hace ya segundos atrás, alarmando un poco al demonio que estaba chillando y al Val seguía en un serio debate para nada coherente.

—¡Gracias! — agradeció la Máscara con ojos llenos de ilusión —¡Me aman, en serio me aman! — se regocijo, tirando besos de aquella para allá con cariño, queriendo salir de la escena apenas los aplausos empezaban a disminuir, viendo como si le fueran señalado la otra "salida" para darse la media vuelta y ver los ojos furiosos de Val.

—No iras a ninguna parte — anuncio apuntándole con el cañón de su pistola al enmascarado melodramático.

Blitzø se paraliza unos pocos segundos, mirando a su costado para pensar las circunstancias...y salir corriendo como si su vida dependiera de eso, algo que podría ser así, si tan solo las balas le harían al menos un rasguño, algo que ni se acerca a la realidad.

Saltaba de un lado para otro de manera desproporcionada, riéndose como un maniático mientras seguía esquivando las balas.

Ambos demonios disparaban de manera cierta y siniestra, fueran seguido con lo suyo si no les fuera llegado una visita inesperada.

—¡Arrójala, Valentino! — se escuchó una aguda y molesta voz para ellos, reconociendo de inmediato de quien se trataba.

Los demonios se dan la vuelta con sorpresa y enojo. Val se da unos segundos para pensar bien en sus palabras, no estaba de un buen humor como para ahora tolerar estupideces de la policía angelical quienes los apuntaban con una gran cantidad de armas a ellos.

—Hola Cletus — fingió un casual saludo.

—¡Arrójala! — siguió insistiendo este, refiriéndose a su arma.

Val le hace una seña a su ayudante de que hiciera caso, soltando ambos sus pistolas para seguir convenciendo a estos oficiales alados de que todo estaba bien.

—¿Y trajo una orden esta vez... o solo pasó por un trago? — pregunto lleno de burla.

—Lo que tengo es una causa probable, Valentino — respondió el enano volador. Haciendo que todos los oficiales a sus espaldas se acercaran a los maleantes para registrarlos —Un par de sus muchachos fueron vistos robando el parque de Loo Loo Land...

En tanto el teniente le informa a lo ocurrido al demonio de larga estatura, Collin registraba los bolsillos y algunas partes del mismo.

—Tranquilo Collin, me esta excitando — advirtió queriendo apartarse de tosco manoseo del querubín, haciendo que este se echara para atrás.

—...y uno de ellos tenía una horrible mascara verde — hablo sin gracia.

—Por una vez tiene razón, Cletus...pero no era uno de los míos — sonrió sin culpa —Tal vez si hiciera un buen trabajo policiaco...

—¡Espósenlo, rápido! — ordeno interrumpiendo el muy mal comentario que se veía a venir de ese sin vergüenza. No dejaría que nadie lo rebajara tan descaradamente de su nivel así como así

—¡Teniente, tenemos un muerto allá arriba. Es uno de los del robo! — informo un oficial luego de inspeccionar los alrededores.

Eso a Val le dio todavía más coraje...

—Más vale que llame a su abogado, Valentino — advirtió con una gran amenaza de la que sabía que no se libraría muy fácil —Usted y yo iremos a la jefatura para conversar...¡Sáquenlo de aquí! — ordeno, haciendo que los demás obedecieran para retirarlo del club con esposas en todas sus manos, llevándose también a su compañero, mientras que el resto de oficiales salían detrás de los mismo.

El teniendte antes de marcharse se da cuenta de algo. Un extraño y particular trozo de tela. No era común o lógico que este hay, en medio del escenario sin motivo aparente. La decoración no tenía nada que ver con el estampado, no encajaba, ni coordinaba su estilo allí.

Se acercó al trozo del tejido, sujetándola con sus manos, sus recuerdos se fue para atrás, rememorando exactamente de donde había visto ese coloreado antes.

—Buckso~! — hablo entre dientes, sabia que ese demonio escondía algo, y con ese pensar, salió hacia afuera de ese lugar, teniendo que continuar con su trabajo mañana y darle una pequeña visita a alguien, por ahora, solo se encargaría de Valentino.







(Escena de Baile de la Máscara)

https://youtu.be/TGRrUwXgJgs

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