Benedixit
- ¿Y bien doctor? ¿Qué clase de horrible experimento practicará en mi débil cuerpo?
- Hahaha, parece que por fin te calmaste, pero no es nada del otro mundo Lucy. Para empezar quiero que te recuestes en esta máquina de aquí, haremos algo que se llama resonancia electromagnética. Inyectaré en tu cuerpo un tinte conocido como medio de contraste para poder ver el interior de tu cuerpo cuando brille como árbol de navidad al ser irradiado de energía no ionizante. Sabes, tu cuerpo tiene un nivel de recuperación sorprendente; la verdad, hay mucho que quisiera estudiar de ustedes dos. De hecho, cuando tu hermano esté un poco mejor haremos lo mismo con él.- exclamó el doctor con completa tranquilidad y en tono amistoso. Lucy se sentía extrañada de esa naturalidad con la que el doctor podía cambiar su forma de actuar, además de eso, ¿alguna vez le dijo su nombre? Bueno, eso no era importante, su mente se distrajo mientras obedecía sus instrucciones dejándose llevar por el frío y gélido ambiente y el ruido ensordecedor de los equipos médicos, haciéndole recordar algunas melodías familiares que lentamente le hicieron tararear en susurro su respuesta, y una con un suave canto, dejando salir una melodía algo familiar.
- *Suspiro* Esta bien doctor...
♪♫♬ Molino de libertad manténme a tu lado sin más, llévate contigo todo el mal... Caigo sola en la nada por siempre y sin un fin, empezar a amarte tanto me hace fallar...♪♫♬
- ¿Dijiste algo Lucy?
- No, nada doctor... Solo cantaban una canción que se me había venido a la mente; una que escuchaba mi hermana, Lisa, cuando estaba en una situación similar el otro día.
- Oh, ya veo, tienes una linda voz cuando lo intentas niña, ¿Te lo han dicho antes?- dijo mientras ignoraba totalmente el cuerpo de su paciente y se concentraba al máximo en el monitor de su consola, ocasionando un leve rubor en la chica.
-"Si tan solo hubiera sido él."- pensó fugazmente, mientras guardaba silencio.
- Muy bien, ahora no te muevas por favor, esto tardará unos segundos.- Exclamó, mientras un intenso ruido como martillos se escuchó por todo el cuarto alrededor de la máquina de resonancia.
- Bien, terminamos aquí.
- Esperaba mucho más, después de todo lo que dijo antes, la verdad. Puedes tomar más muestras o hacer más pruebas, realmente no importa, solo quiero que salve a mi hermano. No se preocupe por mí.- Replicó Lucy, quien puso una mueca de decepción y pedía más de su tiempo.
- Como te lo mencioné, estoy sobre terreno nuevo; además, tu estado aún es delicado, pese a que demuestras una recuperación increíblemente excepcional sigue estando dentro de un parámetro racional. Necesito que te recuperes por completo; no puedo poner en riesgo tu vida tan fácilmente.
- Es usted una persona bastante extraña doctor, tiene una forma de ser demasiado... ¿Cómo decirlo?... Es muy... ¿Caótica?... En un momento actúa como un científico loco y en otro como un doctor muy responsable.
- El camino de la ciencia es una serie de pruebas y errores. La naturaleza de mis actos no son más que una pura y nata obsesión insana por el conocimiento; si no puedo alcanzar una respuesta a todas mis dudas ni siquiera puedo dormir tranquilo y es peor cuando se trata de mis objetivos. Pero por desgracia hablamos de vidas humanas las que están en juego y, por más que me gustaría ignorar las leyes, esto es algo que debo cuidar, después de todo, mi trabajo busca salvar vidas no terminarlas...
- Usted y mi hermana Lisa se llevarían bastante bien sabe. Tienen esa misma mirada de loco que usted pone cuando desean algo con mucho fervor.
- Jajaja, oh pequeña Lucy, el secreto más grande de todos los grandes científicos es que realmente odiamos la competencia, aun cuando no deberíamos, y si es uno brillante en particular nos creemos el centro del universo. Si en tu familia existe alguien como yo, lo último que pasaría entre nosotros sería llevarnos bien, créeme.
- Eso suena como una existencia muy solitaria, visto desde ese modo, ¿No cree?
- Eso no me lo digas a mí, pequeña niña emo, yo soy verdaderamente feliz de esta manera en la que vivo y soy de ese tipo de pensamientos, mejor deberías preguntarte esas cosas a tí misma. ¿O no es acaso la forma en la que vives, solitaria? Rodeada de tantas personas en tu familia, mientras que nadie puede entenderte- respondió el médico de manera pícara y un tanto hiriente, mientras se reía levemente entre dientes como estudiando sus reacciones.
- ¡No soy emo! Soy gótica, hay diferencia... Además, eso que dice no es verdad...
- ¿No? Oh, sí... Es verdad... Él está ahí ¿No es así? Hahaha... Aunque, dejando eso de lado, para mí ustedes dos o el término emo son lo mismo, así como para tí mi mirada y la de tu hermana se ven parecidas. Para mí, tú y ese chico son lo mismo, mis pacientes. De cualquier modo ya termine aquí, recuéstate en tu cama; le pediré a un camillero te regrese a tu habitación, tengo que revisar más a detalle los resultado. Si tengo alguna noticia te las haré saber, igual a tus padres. De momento descansa un poco. Así que anímate, ¡Oh! Y por cierto, cuando veas a tus padres diles que necesito hablar de una cosa más con ellos, que me busquen cuando tengan tiempo.
- Sí... Claro... - exclamó Lucy con su tono pesado y oscuro, pero ya en mucho mejor estado que en el que estaba antes de salir de su habitación.
Lucy fue llevada por un camillero a su lugar en pediatría, dónde al entrar pudo notar que ya estaba su madre sola, esperándola
- Hola cariño, ¿Cómo te sientes...?- preguntó con preocupación la madre al verle llegar, con una mirada temerosa y unos ojos tan rojos que parecían haber cambiado de color. Resultaba obvio que la madre de la familia había estado llorando durante mucho más tiempo del que la gótica de la familia lo había hecho. Verla de ese modo la hizo sentir culpable de su conducta, después de todo, sus padres no eran culpable de nada de eso, ¿verdad? Por lo cual la doncella solo le miro y dijo en voz baja.
- Mamá, yo... Lo siento... Yo no quise actuar así antes, es solo que...- Exclamó con su tono pausado y semblante triste.
- Está bien cariño, no te preocupes, todos estamos sufriendo mucho por todo esto y la verdad no culpamos a nadie más que a nosotros mismos por lo que pasó. Así que realmente no tienes nada que disculparte, incluso yo perdí el control en el campo cuando supe que Lincoln no estaba. Perdón por dejarlas atrás de esa forma.
- No mamá, no tienes que disculparte, es obvio que harías eso por cualquiera de nosotras, no hiciste nada malo, yo lo lamento por solo complicar más las cosas.
-Aun así no puedo dejar de sentirme culpable, de algún modo creo que todo esto es nuestra culpa, sabes... Nos hemos dejado llevar mucho por tonterías tu padre y yo en el pasado. No pudimos darles todo lo que merecen y nos hemos dejado engañar por estupideces sin prestarles la suficiente atención a todos ustedes, y en especial a tí y a tu hermano. ¿Sabes qué nos dijo el doctor? Que muchos de los padecimientos de Lincoln eran crónicos y que se debían a una mala alimentación y cuidados. Al parecer llevaba un buen tiempo arrastrando esos problemas de mala alimentación y pocos cuidados en su cuerpo y, aparentemente, todo eso se acumuló en un gran estrés y presión psicológica, detonando buena parte de sus males. Quizás no lo entiendas pero, ¿Sabes cómo me hizo sentir eso como su madre que soy, hija?- Lucy lo podía entender, el doctor ya había mencionado algo similar antes. Si repasaba en el callejón de sus recuerdos Lincoln siempre era una persona alegre y vivaz, pero realmente nunca dedicaba demasiado cuidado especial en él mismo; siempre estaba ocupado ayudando a los demás y tratando de arreglar los problemas de todos si él podía; era clásico del chico del plan, dedicaba en él el mínimo de todo ese tiempo posible al cuidado personal, dándose apenas la atención más básica posible sin quejarse. Estos recuerdos le trajeron a la memoria todo ese tiempo en el que todas ellas lo habían tratado como una peste por una tontería de la suerte; una superstición engañosa, que ahora le pesaba más que nunca en su alma y culpa. Todo estaba ahora cobrando factura y ella misma contribuyó al menos un poco en eso, por mucho que todos lo quisieran ignorar; cosa que la hizo sentir mucho peor, más de lo que su débil corazón ya la atormentaba.
- No... No tienes que culparte de todo mamá, al final, todas somos culpables de lo que le está pasando, de cierto modo...- Exclamó la chica, mientras su corazón se partía cada vez más y resistía como podía el mismo llanto.
- No es así hija, los padres estamos para guiar a nuestros hijos. Mientras ustedes no sean adultas y vivan por su cuenta, sus errores son los nuestros. Es nuestro deber saberlos guiar y que aprendan a vivir como gente de bien. Al final esto fue nuestro castigo por ser malos padres.- Expresó la madre, quien mantenía con perseverancia una fortaleza que ya no tenía. Su corazón y amor por su hija eran la única fuerza que la hacía forjar una sonrisa dulce y gentil, mientras acariciaba la mejilla de su pequeña.
- Pero bueno, ahora solo me queda rogar y esperar que Lincoln pueda salir bien. Parece que todo el personal de este hospital tiene mucha confianza en las capacidades del Doctor Senti, si alguien puede salvarlo definitivamente es él.
- Sí... Oh, es verdad, mamá, el doctor mencionó que quería verlos; dijo algo de que quería hablar con ustedes.- Respondió, mientras trataba de despejar sus pensamientos de culpa y dolor, al menos un poco, y tratando de animar a su madre
- Está bien, gracias por el mensaje hija; ahora mismo le mandaré un mensaje de texto a tu padre comentándole eso que dices. Tenía que ir a casa para ver lo de la mudanza de tu hermano al ático, con todo esto ya me había olvidado de eso por completo, por suerte tu padre no. Mencionó que habían tenido unos problemas en casa, espero que todo esté bien por allá. Aprovecharé para pedirle que venga y me explique qué pasó. ¿Estarás bien si te dejo sola hija?- Respondió la madre, quien torcía un poco la boca preocupada, dejando al terminar su oración un largo y profundo silencio incomodo entre las dos mujeres, quienes se miraron fijamente...
-...
- Sabes hija, hasta el día de ayer, no sabía que tú y tu hermano eran tan... Cercanos...- Dijo la madre rompiendo el silencio con un tono vanilocuente, mientras desviaba su mirada a la ventanilla de cristal donde se encontraba Lincoln.
- Ah... Yo... Es que yo... No es eso, es solo que... Es que... Él... Y yo somos... Bueno... Él...- Respondió a duras penas Lucy muy desconcertada y nerviosa del comentario fuera de lugar de su madre. Sus palabras fueron como bomba que borró todo pensamiento depresivo, dejando solo nerviosismo y miedo.
- Sabes hija... No tienes por qué reaccionar así de nerviosa cuando te digan algo como eso. Si lo piensas realmente no tiene nada de sorprendente... Tu hermano está muy grave y es normal que una hermana reaccione y se preocupe como lo hiciste cuando supiste el estado de tu único hermano mayor ¿No?- Dijo la madre mientras desviaba la mirada de su hija hacia la vitrina enfrente suyo con total seriedad, como si sus palabras y expresión trataran de decir más que solo lo que se podía entender.
- Ha... Sí...- Respondió Lucy, con su voz casi muda al ver como el semblante triste y algo serio que tenía su madre le volvía a mirar sin expresión concreta.
-Yo siempre los amaré, pero si logramos salir todos bien de esta situación, habrán muchos cambios en la casa hija...
- Sí... Mamá...
Las palabras de su madre habían hecho sentir una sensación extraña a Lucy; por un momento no sabía que era todo lo que su madre le decía, su corazón se había acelerado como si algo muy importante hubiera pasado, pero su mente se negaba a pensar mucho todo eso que acababa de suceder. Aun así, ella sabía muy bien que eso último significaría de verdad muchos cambios en la familia; tal vez ya nunca, jamás, la familia podría ser lo que había sido hasta ese momento o tal vez ella ya nunca más podría volver a ser la misma...
*Ring**Ring**Ring**Ring*
- Oh, es un mensaje de tu padre... Dice que ya viene para hablar con el doctor, ¿Crees que me puedas esperar hija mientras vamos a ver qué es lo que quiere?
- Sí... Claro mamá, tómate tu tiempo...
La madre salió de pediatría para reunirse con su esposo y el doctor Senti, veinte minutos después llegó el señor Lynn solo en la Vansilla, y al verse se recibieron dándose un fuerte abrazo.
- ¿Sabes qué es lo que quería el doctor, cariño?- Dijo el señor Lynn con dudas a su esposa...
- No, no lo se; te avisé y vine tan pronto como confirmaste, amor. ¿Cómo te fue en ese problema que decías en la casa?
- Por suerte todo salió bien cariño; es solo que pasó algo un poco serio sabes, el personal de la tienda de remodelación encontró pequeñas cámaras escondidas en la habitación de Lincoln y tras un rato investigando y siguiendo el rastro de la señal y cables, resulta que había cámaras en todas las habitaciones de las chicas y nuestra, incluso en el baño, ¿Te imaginas el tremendo susto que me llevé? Tuve que llamar a un profesional y después de eso a la policía. Al final, resultó que la mayoría de esas cámaras eran de Luan, almeno las de las recámaras. Las del baño eran de Lisa, pero el problema más grave era Luan, tenía en su computadora toda una biblioteca entera de archivos .MP4 de toda la familia grabados durante el día y noche, como si estuviéramos en un uno de esos show de T.V. ¿Puedes creerlo? Lisa por extraño y grotesco que sea solo llevaba una especie de bitácora de nuestras visitas al baño, pero no guardaba realmente ningún vídeo, por suerte ¿Pero te imaginas si una grabación de esas acabaran en Internet por error? Las reprendí como nunca en mi vida lo he hecho cariño. Me dolió mucho hacerlo, pero es que no me puedo creer lo poco que les importaba violar la privacidad de toda la familia de ese modo. ¿Te imaginas qué hubiera pasado si esto salía a la luz? Luan se justificó con la tontería de que era para su comedia y que jamás lo usaría sin permiso, pero ¿Te imaginas el problema que nos pudo meter? Tuvimos mucha suerte de encontrarlo a tiempo. Los policías que nos ayudaron fueron muy considerados, pero nos pidieron que desmontáramos y elimináramos todos los vídeos por seguridad y privacidad de las víctimas y eso no le gustó para nada a Luan, pero no pudo oponer resistencia, estaba muy molesto linda. Lori o Leni y el resto de las chicas junto con Lynn ya son unas señoritas hechas y derechas, una grabación como esa podría ser usada como un arma y no habría modo sencillo de defenderlas.
- ¡Oh, no amor! No lo puedo creer, no me lo puedo ni imaginar el terrible problema en que nos hubiésemos metido, al menos lo descubriste a tiempo...
- Si cariño, parece que todo esto sirvió de algo después de todo. Si salimos todos bien de esto tendremos que, definitivamente, hacer todos los cambio de los que platicamos.
- Sí cariño, lo entiendo...
- Bueno, eso ya quedó arreglado, vamos a ver al doctor Linda.- Dijo el padre, quien tras la charla parecía bastante cansado. No solo tenía que cargar con la preocupación de la situación de sus hijos en el hospital, si no problemas en su casa, que eran bastante graves. El rostro del padre se veía sumamente cansado y decaído.
- Claro cariño...
Tras las palabras de la madre se dirigieron juntos al módulo de urgencia, donde antes de poder decir algo la misma mujer de la tarde noche anterior que les atendió los interrumpió.
- El Doctor Senti los está esperando... Acompáñenme...
- Ha... Sí... Claro...- Respondió el Sr. Lynn, mientras los llevaba nuevamente al consultorio, donde habían firmado los papeles anteriormente.
Dentro se encontraba el Doctor jugando con una pelota de caucho que rebotaba una y otra vez al techo, mientras tenía sus pies sobre el escritorio de su consultorio.
- Doctor Senti, los Señores Loud vienen a verlo como solicitó.
- Oh, claro, pasen, tomen asiento por favor.- Exclamó el doctor, mientras tomaba la pelota de un rebote y bajaba sus piernas del escritorio para quedar sentado fijamente frente a ellos.
- ¿Qué pasa doctor? ¿Ocurrió algo malo con Lincoln?- Preguntó el padre con tono de duda y preocupación.
- Para nada, esta en recuperación. Al igual que su hija, está en camino de salir rápido de aquí. Hice unos estudios más temprano, el caso de su familia me es fascinante. Como ya lo habrán notado ni siquiera eh dormido o tomado una ducha desde que los recibí ayer por la noche, así que lamento los inconvenientes.- Dijo el doctor, quien no parecía ser un hombre con más de 24 hs trabajando. Lucía fresco como una hortaliza y limpio como el cristal. No se podía decir siquiera si el olor a medicina y cloro provenía de él, ya que todo en el hospital tenía esa fragancia única de los centros de salud especializados. La única diferencia entre él y el doctor que los había atendido el día anterior eran las cintas de curación en sus dedos.
- No se preocupe doctor, agradecemos mucho su tiempo. Nos enteramos que usted es alguien muy ocupado, quienes se deberían de disculpar seríamos nosotros.- Respondió el padre de familia.
-Por el contrario, no tienes que agradecerlo, parte de esto es por motivos personales, a fin de cuentas no somos beneficencia y es precisamente por eso que les quería hablar...
- Oh... ¿Pasa algo malo con el seguro doctor?- Respondió algo nervioso el Señor Lynn...
- Nuevamente tengo que serles franco y sin rodeos, como ya me conocen. Resulta que yo no puedo reportar muchos de los procedimientos que hicimos para salvar la vida de su hijo. Como se los comenté antes, me jugué mi licencia médica para salvar la vida de sus hijos haciendo cosas fuera del protocolo y procedimiento; si yo reporto la facturación de esos procedimientos a la compañía de seguros se hará una investigación profunda que me podría meter en problemas. Además de eso tenemos otro problema.- Exclamó el doctor, quien les miraba a cada uno por separado, mientras explicaba la situación de la familia Loud, tornando su semblante en uno de evidente preocupación.
- Oh no...- Dijo la madre de familia, quien ya comprendía el problema en el que se les exponía.
- Temo que sí señora Loud, el otro problema es que aun si ignoramos los procedimientos, mientras leía su póliza de seguro, esta no cubre tratamiento médico por negligencia ni cirugías experimentales y aunque, en teoría, lo que le realicé a su hijo no es algo experimental del todo, el practicar todas las intervenciones médicas que le realicé sí se consideran como un tratamiento experimental, ya que nada de lo que se le practicó, al mismo tiempo, está dentro del protocolo y, aunque de no hacerlo definitivamente significaría su muerte, la burocracia es así, por ende, no validarían el pago de dichas intervenciones. Es un gran problema, ya que aun suponiendo que yo acepto la culpa de mis actos, pierdo mi licencia médica y quizás pase un par de años en prisión, tendría que entregar el expediente de su hijo a otro médico y éste vería las inconsistencias con respecto al cuadro clínico de su hijo y su salud que les comenté cuando llegaron; no solamente tendrían que arreglárselas para pagar la cirugías por sí solos, sino que, muy probablemente, llamen a servicios sociales y pues... Supongo que no tengo que decir lo demás ¿Verdad?
Tras decir esas palabras los padres se quedaron fríos como hielo, con la boca abierta y totalmente paralizados, como rogando que por favor no fuera todo lo que tenía que decirles.
- Bien, veo que comprenden la situación...- Dijo el doctor, mientras volvía a rebotar la pelota en el techo de su consultorio, subiendo las piernas en su escritorio frente a la familia...
- Y de cuánto dinero estaríamos hablando doctor. Tengo algunos ahorros para la universidad de las chicas, quizás eso baste para cubrir el tratamiento- dijo el padre con esperanzas de salir de ese problema...
- Oh, eso... Claro, les dejé escrita la cifra total en mi tarjeta de presentación debajo de sus sillas. Claro que ese monto contempla solo los gastos del primer mes de terapia de Lincoln, junto con su tratamiento y cirugía, considerando que Lucy se pueda ir, más tardar, en dos días ...- Dijo el doctor sin mirarles ni detener el rebote de su pelota en el techo, mientras los padres de familia revisaban y veían el monto del tratamiento.
- ¡¡¡Dosdosdosdoos millones ciento treinta y dos mil cuatrocientos cincuenta dólares!!!--- Gritó sorprendido el padre de familia.
- Y cinco centavos. Me hubiera gustado redondearlo, pero el personal de contabilidad es muy quisquilloso con esos temas.
- Doctor... No podemos pagar esta cifra ni aunque vendiéramos nuestra casa...- Dijo la madre de familia con un rostro de angustia.
- Sí, me lo suponía...- Respondió el doctor.
- Doctor, se lo suplico por favor ¿Hay alguna otra menare de pagar el tratamiento? Un crédito o alguna clase, pagaré...- Dijo nuevamente la señora Rita, ya en lágrimas y llanto contenido, quien tenía que responder por su esposo, ya que no recuperaba aún el aliento de la cifra que veía escrita en aquel pedazo de cartón.
- Venga señora, ya no llore, a este paso tendré que agregar el costo de rehidratación IV y suero oral para usted también por pérdida de líquidos. Mira, ya me suponía que no tendrían modo de pagar, así que pensé en algo...- Dijo el doctor, mientras dibujaba una sonrisa en su rostro y dejaba de jugar con su pelota.
- Lo que sea doctor, haremos lo que sea por nuestros niños...- Respondió la madre nuevamente con un semblante más serio y firme, aunque aún se notaba que resistía las ganas de llorar.
- Así se habla señora... Verá, como me imagino, ya lo habrán escuchado, mi familia es dueña de este hospital. Adicionalmente, quizás esto no lo sepan, pero soy alguien muy importante en el campo de la medicina, he ganado 2 premios nobel en medicina y nominado otras 3 antes de mi especialidad en genetista y neurocirugía. Todo esto puede ser algo que poco les importe, pero es muy importante para nuestro beneficio en este momento, ya que me dan carta abierta para iniciar investigaciones de todo tipo y muchos fondos para parte de la fundación a la que pertenezco.
- Entiendo, pero entonces nosotros ¿Qué tenemos que ver en eso?- Dijo la esposa, mientras que el Sr, Lynn salía de su shock y tomaba las riendas, respondiéndole a su esposa....
- Quiere decir que si nosotros entramos a su programa de investigación, el puede subsidiar nuestra cuenta médica, ¿es verdad doctor?- Dijo el señor Lynn con una cara muy seria
- Capta rápido la situación señor. Verán, tengo más que justificada mi investigación a sus dos hijos, pero para facturar todos los tratamientos sin problemas necesitaré que toda la familia se nos una- dijo el doctor, mientras les miraba con su clásica sonrisa macabra.
- Entonces ¿nosotros seríamos sus conejillos de indias, dice?- Respondió mientras torcía un poco su boca.
- Hahaha, para nada señor... Señor... Lynn. Verá, creo que esto es lo más beneficioso para todos. Lo único que pasará es que yo seré el médico de cabecera de toda su familia. Quiero transferir todos los archivos médicos que existan de ustedes de antes de este día y del de toda su familia tanto como sea posible, y ustedes simplemente estarían obligados ha atenderse únicamente conmigo, hasta por el resfriado más leve y todo tratamiento seria gratuito por el resto de sus vidas mientras yo viva. Obviamente, en caso de accidentes donde por urgencia sean llevados a otro hospital, se me informaría y me pondría en contacto con la clínica donde ustedes terminen y, de ser posible, pediría un traslado o yo iría a tenderles personalmente, básicamente será como un pacto entre médico-paciente, ¿Me explico?- Dijo el doctor, mientras sacaba un folder de su escritorio y lo ponía en frente de los padres de familia.
- No entiendo por que llegaría tan lejos por nosotros doctor ¿Qué tenemos de importante para que llegue a estos extremos? No parece que solo se preocupe por perder su licencia médica una persona con tantos contactos e influencia como es usted... ¿Por qué hacerlo? ¿No sería más fácil solo mover sus contactos y dejarnos solos a nuestra suerte?- Dijo el señor Lynn con una cara fría y expectante. Esto era demasiado bueno para ser verdad, quizás el doctor tenía intenciones ocultas que él no conocía y no podía poner en riesgo a toda su familia solo por no tener dinero para pagar el tratamiento, de ser necesario robaría un banco antes de poner en riesgo a sus hijos y a su esposa.
- No tiene que alterarse tanto señor Lynn, puedo ver solo por su mirada que está juzgándome duramente. No debería olvidar cómo usted mismo lo dijo, que si yo hubiera querido no estarían ustedes aquí ahora, y eso incluye a su único hijo Lincoln en que se recupera a lado de su hija en pediatría, solo por decir poco...- Las palabras del doctor, duras como navajas se clavaron en el corazón del padre de familia, torciendo sus labios de dolor y dejando escapar un leve lágrima.
- Si... Lo entiendo...- Exclamó el padre de familia, mientras bajaba la mirada y ponía un semblante triste, como cuando te das cuenta de que has perdido algo muy importante para ti y era algo que jamás podrías recuperar... Para el señor Lynn lo que había perdió en ese momento fue la capacidad de proteger a su familia, y el darse cuenta de eso lo terminó de destrozar. Su esposa se dio cuenta de esa mirada y solo lo abrazó con amor, mientras sostenía su mano y miraban con atención al médico frente suyo.
- Bien, ya que estamos en sintonía, no veo por qué no llevarnos bien señor y señora Loud... Verán, no es que yo sea una clase de súper villano cruel que tenga intenciones secretas y ocultas que solo acecha para hacer alguna calamidad sobre ustedes. La verdad, no tengo malas intenciones, no es que no quiera responderles que es lo que ustedes tienen de importante, pero es que no tiene caso que se los explique, ya que dudo mucho que lo entiendan. Ya se los había dicho, su hijo sobrevivió, por lo que se podría decir, un "milagro". Ustedes tienen muchos hijos y todos y cada uno de ellos, por lo poco que entiendo, son bastantes singulares. Saben, ustedes siquiera entienden lo extraño que es, genéticamente hablando, que solo tengan un único hijo en una camada de once nacimientos uno detrás del otro y que este hijo varón heredé semi-albinismo o carezca de melanina a su edad y que, adicionalmente, su factor sanguíneo sea únicamente compatible con solo una de sus once hermanas. ¿Se dan cuenta que ni siquiera ustedes, sus propios padres, podían ser donadores? ¿Tienen una idea de lo remotamente extraño qué es que ninguno de ustedes pueda donarle sangre a su propio hijo? Y no quiero mencionar el hecho de que ustedes prácticamente no tienen rasgos genéticos visibles heredados de esos dos. Son muchas cosas que ustedes no entienden y despiertan en mí una pura y nata curiosidad científica; además que los vuelven perfectos candidatos para participar en mi programa de genética avanzada y genoma hereditario. Así que... ¿Qué dicen? ¿Firman este convenio conmigo...?- Exclamó el doctor, mientras les pasaba dos plumas a los padres y habría el folder que había sacado en el que se podía ver un documento redactado con el nombre ya escrito debajo de una línea de ambos padres.
- ¿Tu que opinas cariño?- Preguntó el señor Lynn a su esposa.
- Creo que es lo mejor que podemos hacer por el bien de esos dos...
- Sí, tienes razón amor... Esta bien doctor Senti, firmaremos el convenio. A partir de este día usted será nuestro doctor de cabecera- dijeron los padres, mientras firmaban el documento...
-Excelente... No se arrepentirán, se los aseguro... Ya verán cómo todo esto es para su familia una bendición...
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