Capítulo 7
Nuevamente el sol había sido levantado por la princesa Celestia, significando que un nuevo día empezaba.
Twilight se despertó apenas los rayos de sol iluminaron su habitación. Ella bostezó, se levantó, se arregló la melena que estaba despeinada, para así dar paso a preparar el desayuno, no solo para ella, sino también para su asistente.
Mientras se encontraba en ello, escuchó como alguien ingresaba a la cocina, al ver de quien se trataba sintió una gran alegría.
—Buenos días, Twilight —Saludó el dragón al notarla.
—Buenos días, Spike —Saludó la mencionada—. Veo que te levantaste temprano —Habló con impresión.
—Si, yo también me impresioné —Rio apenado.
—Por cierto, ¿Cómo te fue ayer? —Preguntó sin dejar de cocinar.
—Muy bien, solo que no vi a Big Mac. En realidad, me la pasé todo el día ayudando a Applejack, es que no quería decepcionarla —Soltó.
Esto tomó por sorpresa a Twilight, quien sintió como una especie de sentimiento oscuro comenzó a abrumarla... Los celos.
—Oh... ya veo... —Ella recordó que Applejack lo había traído, no sabía por qué, pero sentía que algo pasaba, algo era diferente—. ¿Por qué no querías decepcionarla? —Preguntó ansiosa por respuesta, sospechaba que algo fuera de lugar pasaba.
—Solo no quería defraudar a una amiga, amiga que ya le causé problemas hace tiempo —Spike suspiró, viniendo a su memoria aquel día en el que su "Código de dragón" le obligó a estar a su disposición.
—¿Seguro que era solo por eso? —Cuestionó la que en ese momento estaba cocinando. Esta vez su mirada se posó en él.
—Sí —Asintió.
Spike notó que Twilight estaba haciendo el desayuno, por lo que hizo lo que cualquier asistente hace: ayudarle.
—Déjame ayudarte —Se ofreció el nombrado.
—De hecho, ya terminé, solo hay que llevarlo al comedor —Exclamó Twilight.
—Déjemelo a mí, mi lady —Espetó Spike de forma elegante. Twilight sintió como ese sentimiento se hacía más fuerte, además de que sus mejillas se teñían de un color rojizo.
—Y bien, ¿Qué piensas hacer hoy? —Inquirió la alicornio durante el desayuno.
—Pues pensaba ayudar a Rari... Oh... es verdad... supongo que nada —Spike quedó pensativo.
—Descuida, estas cosas llevan tiempo, o eso leí en un libro... jeje —Comentó repasando todo lo que había leído días atrás, esto con el fin de ayudarlo.
—Muy bien, como tu digas —Suspiró alzando sus hombros—. ¿Qué harás hoy, Twilight? —Le preguntó, volviendo al tema inicial.
—Pues, me quedare aquí haciendo mis labores de princesa, ya sabes, lo del día a día —Contestó algo apenada, puesto que sus labores solo eran leer e investigar acerca de su repentino síntoma causado por el dragón que tenía enfrente.
—Déjame ayudarte.
—Emmm... de hecho debo encargarme personalmente de ellas —De su frente, una gota de sudor provocada por su nerviosismo apareció.
—Está bien —Entendió, soltando un leve bostezo.
—Tranquilo, Spike, pronto tendremos mucho trabajo, así que disfruta este pequeño descanso —Dijo la alicornio con su delicada voz. Spike siempre estaba ahí para ayudarla. No importaba el día, el clima e incluso la situación, siempre estaba ahí para ella.
Después de esa leve charla, ambos se sentaron a desayunar. Starlight llegó momentos después. Los tres simplemente comieron.
—Bueno, iré a leer comics —Dijo Spike al terminar su desayuno.
—¿Por qué no te compras uno de esos pasteles con gemas?, siempre has querido uno de esos pasteles desde hace tiempo —Exclamó Twilight con alegría.
—Pero no tengo...
—Descuida. Toma —Lo interrumpió, dándole varios bits.
—Oh, wow, muchas gracias, Twi — Agradeció, dándole un rápido pero significativo abrazo, para después salir disparado hacia su objetivo: Sugar Cube Corner.
Nuestro buen amigo caminaba por las recónditas calles de Ponyville, llegando así a aquella pastelería, en donde al entrar se acercó al mostrador, siendo atendido por una poni rosada.
—¡Spike!, que gusto me da verte —Saltó Pinkie al verlo—. ¿Cómo se encuentra el mejor dragón de toda Equestria? —Preguntó, dándole un cariñoso abrazo.
—No creo que sea el mejor —Negó Spike ante las palabras de su amiga pastelera.
—Para mí si lo eres —Expresó, volviendo a saltar alegremente—. Y bien, ¿Qué puedo hacer por ti?
—Veamos, ¿Tendrás pastelillos de rubies? —Preguntó con la esperanza de recibir un "Sí" de parte de Pinkie.
—¡Por supuesto!, vuelvo en seguida —Dicho y hecho. Spike no alcanzó a ver el momento en el que Pinkie salió de escena, regresando con varios pastelillos.
—Tengo varios, escoge el que quieras —Exclamó.
Spike se quedó embobado ante todos esos deliciosos pastelillos. Habían de diferentes colores y sabores según Pinkie.
—Quiero el verde, por favor —Pidió Spike amablemente, siendo respondido con una sonrisa de Pinkie.
—Aquí tienes —Pinkie esbozó una sonrisa mientras le entregaba aquel pastelillo.
—Muchas gracias, Pinkie —Agradeció, entregándole algunos bits que Twilight le había dado.
Cuando tuvo el pastelillo en sus garras no pasó ni un segundo cuando este desapareció, desapareciendo en las fauces del dragón.
—Y bien Pinkie, ¿Qué has hecho en estos días? —Encuestó Spike al terminar su pastelillo.
—Pues, hacer pasteles, planear fiestas e ir de aquí para allá, ya sabes, lo normal —Respondió Pinkie Pie felizmente.
Mientras Pinkie hablaba, notó como el semblante de Spike no era el mismo desde lo que le ocurrió, por lo que trató de animarlo.
—Vamos, Spike, no estés triste —Habló animadamente la poni fiestera.
—Descuida, ya me siento mucho mejor —Mencionó Spike fingiendo una sonrisa—. ¿Lo ves?
Pinkie, al notar que lo que decía el dragón era verdad, soltó una mueca graciosa.
—Oki doki. Pero recuerda que siempre que me necesites estaré ahí para ti —Enunció acariciando las mejillas del dragón con uno de sus cascos.
—Gracias... Pinkie —Agradeció melancólico, recordando que ella le había hecho una fiesta con tal de sacarle una sonrisa.
Luego de que su charla terminó, Spike salió del local.
Se encontraba tranquilo. Vio a varios conocidos pasar, saludándolos en cuanto su campo visual los notaba, entre ellos a una pegaso de color amarillo y cabello rosado, quien traía dos alforjas sobre su lomo.
—Oh, Hola, Fluttershy —Saludó Spike cortésmente a la ya mencionada en el párrafo anterior.
—Hola, Spike —Dijo la pegaso de vuelta.
—¿Qué estás haciendo? —Preguntó al ver las alforjas, las cuales estaban abarrotadas a más no poder.
—Tuve que venir a comprar un poco de comida para mis animalitos y para Ángel, ¿Y tú? —Curioseó la más tímida de sus amigas.
—Pues solo pasaba por aquí. No tengo nada que hacer. De hecho, iba de regreso al castillo —Contó algo decepcionado por no hacer nada productivo.
—Oh... ya veo —Musitó Fluttershy acomodándose su melena.
—A propósito, ¿No necesitas que te ayude en algo?, cualquier cosa —Se ofreció como siempre.
—Pues... —En los ojos de la pegaso se le notó un ligero brillo—. La verdad si necesito ayuda, pero no quisiera molestarte.
—No es ninguna molestia —Contestó Spike como todo un caballero—. Permíteme ayudarte —Con sus garras tomó las dos alforjas. Sintió su pesor tras unos pocos segundos, más no dijo nada.
—G-gracias, es muy amable de tu parte —Agradeció al sentir como una gran carga se le desaparecía—. Bueno... Emmm... Hoy recibí algunas cosas para el cuidado de mis animales y necesito ordenar todo, ¿Puedes ayudarme? —Preguntó de manera tímida como siempre.
—¡Claro! —Accedió Spike.
Fluttershy recordó que Rarity le había dicho a Spike que él debía ser caballeroso en todo momento, algo que le quedaba como anillo al dedo.
De regreso en el castillo de la amistad, una Twilight algo decaída yacía sentada en la biblioteca, no tenía nada que hacer. Ella se encontraba mirando hacia la nada, encontrándose sus pensamientos.
—"¿De verdad estoy enamorada de Spike?, ¿Cómo sé que lo que siento es real?, ¿Qué es lo que tengo que hacer para aclarar mis sentimientos?" —Esa última cuestión provocó que una idea saliese de su cabeza, idea que se sabrá más adelante.
De la nada escuchó como alguien golpeaba las puertas del castillo. Ella se levantó y fue a abrirlas, sorprendiéndose al ver de quien se trataba.
—¿Rarity? —Nombró Twilight a la que tenía enfrente, su semblante cambió de repente.
—Hola... Twilight —Saludó la de la melena perfectamente peinada—. ¿Puedo pasar? —Preguntó con un tono algo decaído. Su voz reflejaba cierta discrepancia.
—Claro. Pasa —Accedió Twilight, haciéndose a un lado para que su amiga ingresara.
Rarity entró algo apenada, pero lo hizo. Twilight le dijo que quería hablar con ella, algo que a la poni de color blanco le sacó un escalofrió.
—Dime, ¿Qué te trae por aquí? —Twilight quiso saber.
—De casualidad, ¿Spike estará aquí? —Consultó Rarity mirando hacia todos lados con la esperanza de encontrar al dragón.
—No, él no se encuentra aquí —Contestó mientras caminaban entre los pasillos.
—Creo... que ya debes saber lo que hice, ¿Verdad? —Dijo avergonzada y entristecida.
—Un poco. Aun no sé muy bien lo que le dijiste —Comentó. En su mente pasó un buen de palabras que pudieron haberle roto el corazón a su noble asistente.
—Ay, Twilight... yo... no sé lo que me pasó, te lo juro —Clamó con sus ojos humedecidos, notándosele su maquillaje correr por sus mejillas. Ella realmente estaba arrepentida de lo que había hecho.
—Quizás... no haya sido tan malo —Sostuvo para hacer que la modista dejara de llorar, además de intentar quitar la tensión. Aquello no funcionó, al contrario, aumentaron sus llantos.
—No es tu culpa, Rarity, cuando uno está molesto llega a decir cosas que...
—No sé cómo pude haberle dicho esas palabras. He querido disculparme con él desde que salió corriendo de la Boutique —Exclamó entre lágrimas.
—Sí. Starlight me contó que viniste.
—Sí, pero no lo he visto. Es lógico que no quiera verme, quizás no lo vea nunca más —Agachó su mirada. Twilight sintió compasión por ella.
—Te comprendo, Rarity, sé que te encuentras mal. No sé qué fue lo que exactamente le dijiste.
—No solo lo que le dije, sino también lo que le hice —Llevó ambos cascos delanteros a su cara.
—No me digas, quiero que Spike me lo diga —Habló con los ojos entrecerrados, sintiendo como un nudo se le formaba en su estómago—. "Espero que no lo hayas golpeado con el regalo que te dio" —Pensó.
—Solamente quiero disculparme con él, realmente quiero eso —Dijo esto cuando sus llantos disminuyeron.
—Creo que eso será un pequeño problema —Manifestó a causa de todo lo ocurrido con anterioridad.
—Lo sé, pero... ¿Podrías ayudarme? —Pidió casi de rodillas.
—Quisiera ayudarte, pero... Spike realmente luce muy mal. Necesita tiempo. Solo dale tiempo, así pronto podrá verte —Aconsejó, animando a su amiga en un santiamén.
—Está bien, Twilight, si eso es lo mejor lo aceptaré. Ya hablaré con el cuándo sea el momento —Pronunció con sus ánimos recuperados.
—Muy bien, ahora que estamos calmadas debo decir que estoy molesta contigo —Declaró. Sintiendo como el nudo en su estómago incrementaba.
—Era de suponerse —Expresó Rarity rodando los ojos.
—Aunque también es mi culpa... —Suspiró, recordando aquella foto que tenía en aquel baúl.
—¿Por qué dices eso? —Inquirió extrañada.
—Solo recuerda. Ambas no fuimos tan buenas con él, incluso tú lo usaste para para colocar tus alfileres —Lo último provocó que Rarity se avergonzara aún más.
—Es verdad... pero yo...
—Aunque yo también fui mala con él, no lo valoraba como todas mis amistades. Ahora que veo lo que ocurrió he vuelto a ver que le volví a fallar, siempre le he fallado... —Esas palabras hicieron que una ligera lagrima saliera de sus cuencas.
—Fui más mala que todos los villanos juntos —Rarity se proclamó como una villana cuando no lo era.
—No tanto, pero entiende que por ahora hay que dejar que el tiempo pase, ¿De acuerdo?
—De acuerdo.
—Ahora que todo está arreglado —Habló cuando sintió que el nudo en su estómago había desaparecido—. Applejack me trajo unos pie ayer, ¿Gustas algunos?
—Claro —Aceptó Rarity con una ligera sonrisa.
Volviendo con Spike, este se encontraba ayudando a Fluttershy. Él colocó un poco de alimento en varios platos, para que en poco tiempo llegara una gran cantidad de animales. Su comida estaba servida.
—Listo. ¿Algo más en qué pueda ayudarte? —Preguntó al haber terminado su labor.
—Ya no, Spike, muchas gracias por ayudarme —Agradeció la pegaso de cabello rosado.
—Ni lo menciones, Fluttershy, fue un placer —Exclamó acomodando la bolsa de alimento dentro de la casa de la susodicha.
De pronto, Fluttershy notó como algunos de sus animales estaban realmente sucios.
—Oh, supongo que tendré que bañarlos —Dijo Fluttershy a sus animales.
—Yo puedo ayudarte —Espetó Spike al salir de la casa.
—Oh no, tranquilo, ya me has ayudado mucho y no quisiera molestarte más —Negó, pensando que Spike estaba cansado.
—Descuida, no hay problema —Volvió a ofrecerse.
—Espera... ¿No estarás evitando a Twilight? —Inquirió al ver que Spike no quería irse a su casa.
—No, para nada —Negó con cara de confundido—. Solo no tengo nada que hacer.
Y así, ambos procedieron a bañar a los animales de la que anteriormente negaba la ayuda del dragón. Ellos dos realizaban ese trabajo con total fluidez, incluso terminaron bañando al último animal juntos.
—Y ese fue el último, muchas gracias, Spike —Agradeció Fluttershy.
—No hay de que —Respondió Spike viendo a Fluttershy, sospechosamente aquello provocó un leve sonrojo en ella.
—Bueno... yo... —Musitó la pegaso color amarillo tras unos segundos de verse mutuamente.
—¿Qué sucede? —Se preocupó al ver como el rostro su amiga agarraba cierto tono rojizo.
—Bueno... no sé... ¿Te gustaría tomar un poco de té conmigo?, digo, si no te molesta y si tienes tiempo.
—Claro que sí, no es muy tarde.
—Bien, vamos —Fluttershy estaba muy nerviosa.
Al entrar a la cabaña de Fluttershy, ella le dijo a Spike que la esperara, algo que él accedió. Tras algunos minutos ella regresó con una bandeja en la que yacían dos tazas de té, una tetera y algunos bocadillos.
—Siento haberte hecho esperar —Habló Fluttershy a manera de disculpa.
—No te preocupes —Asintió el joven dragón tomando una taza de té, dándole un leve sorbo—. Mmmm, está exquisito, te quedó muy bien, Fluttershy —Alardeó.
—Muchas gracias —Musitó la pegaso como siempre.
Estos dos individuos hablaron tranquilamente, ambos contaban anécdotas, bueno... hasta que Fluttershy soltó aquella incógnita...
—Spike, perdón si esto te molesta, pero... ¿Cómo has estado? —Exacto, Fluttershy le dijo eso.
Spike ya sabía a qué se refería, ella había sido la primera en verlo llorar. Él salió de la Boutique cuando ella estaba pasando por ahí, chocando con ella.
—Yo... realmente me he sentido mejor, supongo que las lágrimas desahogan —Respondió mirando al suelo.
—Awww, pobrecito, lamento que hayas sufrido tanto —Dijo Fluttershy consolándolo.
Spike se sorprendió cuando Fluttershy lo abrazó, aun así, este correspondió.
—No me gusta verte triste —Admitió la pegaso al haberse separado.
—Tranquila, me he sentido mejor y todo gracias a mis amigos que tratan de apoyarme —Explicó Spike.
Continuaron charlando por un rato más, hasta que Spike vio la hora. Ambos se sorprendieron.
—¡Por Celestia!, ¡Ya es tarde! —Vociferó el escamoso.
—Oh, lo lamento, no quiero que estés en problemas por mí culpa —Suspiró la amante de los animales.
—Descuida. Debo irme —Continuó Spike.
La de la melena rosada acompañó al escamoso morado a la puerta.
—Nos vemos luego, Fluttershy.
—Hasta luego, Spike.
Se despidieron con un abrazo, luego Spike se dirigió rumbo al castillo.
Fluttershy cerró la puerta soltando un pesado respiro y suspiro, dándose cuenta que un conejo la estaba observando con cierta cara.
—Si... sé que era mí oportunidad, pero... ¿Qué querías que hiciera?, no podía decírselo, así como así —Habló Fluttershy de forma decaída.
Ángel le habló, solo ella podía entenderlo.
—Tienes razón, al menos pasamos un buen momento juntos —La pegaso esbozó una sonrisa, a lo que el conejo le alegró—. Aunque quizás nunca más volvamos a convivir así.
Fluttershy se entristeció nuevamente, temía que esa fuera la única vez que hablaran y pasaran el rato como ese día. Su conejo la abrazó, animándola.
Momentos después de eso, ella se dispuso a hacer la cena.
Lo que no sabía era que no sería la última vez que convivirían de esa manera, además... alguien la observaba desde las sombras.
—Realmente quiere eso, jeje. Descuida Fluttershy. Yo me encargaré de que puedas pasar más tiempo con él —Susurró la sombra, alejándose del lugar tan pronto como llegó.
Y desde este punto las cosas se podrían interesantes.
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