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Capítulo 6

Mientras tanto, en el Castillo de la Amistad para ser exactos, se encontraba una alicornio que no dejaba de pensar en aquel sueño que había tenido.

—Aún no sé por qué soñé con el... —Dijo la ya mencionada alicornio mientras buscaba un libro en la biblioteca que le ayudase a hallar su respuesta.

De repente y sin previo aviso, una alicornio apareció al lado de ella, asustando a Twilight al instante.

—¿Princesa Luna? —Preguntó Twilight al haberse recuperado de aquel pequeño susto.

—Hola, Twilight. Perdón por asustarte, no creí que estarías ocupada —Habló la princesa que se encargaba de traer el anochecer.

—No se preocupe —Dijo con una leve risa—. ¿Qué la trae por aquí?, normalmente usted no viene a visitarme —Expresó aun con su vista centrada en los libros.

—Vine a aclarar una duda que no me ha dejado dormir —Comentó mirándola con seriedad.

—Q... ¿Qué duda? —Preguntó temerosa, ella sintió como si un balde de agua fría le hubiese caído.

—¿Estas enamorada de Spike? —Soltó la incógnita sin previo aviso, dejando pálida a Twilight instantáneamente.

—Y-yo... ¡¿Enamorada?! —Preguntó aun con la palidez en su rostro, negando repetidamente.

—Pues tu sueño demuestra lo contrario —Dijo con una sonrisa juguetona.

—¿Cómo sabe de ese sueño? —Cuestionó de vuelta.

La princesa Luna solo adoptó una postura más seria, provocando un aura de incomodidad y miedo a la vez.

—Emmm, hoy es un buen día, ¿No lo cree? —Preguntó Twilight en un intento por cambiar el tema.

—No me cambies el tema —Refunfuñó Luna.

—Pues... No lo sé, solamente soñé con él y ya —Respondió mirando al suelo.

De repente, la actitud de Luna dejó de ser seria e intimidante para pasar a ser carismática y alegre.

—¡Estas enamorada de Spike!, ¡Un amor entre una princesa y su fiel asistente!, ¡Que romántico! —Gritó la princesa Luna con emoción mientras la señalaba—. Ustedes dos harían una muy linda pareja, ¿Cuándo es la boda? —Dijo después.

—¿Qué?, ¡No! —Negó Twilight con un tono rojizo en sus mejillas.

—Niega cuantas veces quieras, por lo que veo tus sentimientos todavía no están aclarados —Acotó, desapareciendo en ese mismo instante.

Twilight se quedó como estatua metafóricamente hablando, tenía mucho en que pensar, demasiado, esto tomando en cuenta las palabras que le había dicho la princesa de la noche.

—"Mis sentimientos todavía no están aclarados..." —Repitió Twilight aquellas palabras.

Volviendo con el dragón y la poni del sombrero, esta última empezó recordar ese día que vio a Spike.

Flashback

Applejack se encontraba caminando de regreso a su hogar después de realizar varias compras.

El día era hermoso, no se veía indicios de que algo malo pudiese pasar, pero eso se esfumó cuando alguien chocó con ella.

Ella solo retrocedió, pero quien chocó con ella cayó al suelo. La poni alzó la vista, notando a Spike, quien bajó la mirada al reconocerla, no quería que lo vieran.

—Spike, ¿Estas bien? —Preguntó Applejack, pero Spike retrocedió, esto la dejó desconcertada.

Ella se acercó a él, esto provocó que Spike siguiese retrocediendo de manera desesperada, ahí fue cuando notó que algo no estaba bien.

Todo encajó cuando vio caer varias gotas al suelo, estas provenían de la cara de Spike.

—Spike, ¿Estas...

—¡SPIKE! —Otra voz lo llamó desde la lejanía.

Fue entonces cuando Spike levantó la vista, dejándose apreciar sus ojos llorosos. Acto seguido rodeó a Applejack y salió corriendo.

—¡Espera, Spike! —Gritó Applejack tratando de alcanzarlo.

Ella corría lo más rápido que podía, Spike la necesitaba, eso le recordó cuando lo vio muy lastimado aquella vez que tuvieron que regresar los elementos de la armonía.

Todos sus intentos por alcanzarlo fueron en vano, él ya tenía mucha ventaja, sin contar que había corrido más rápido que cualquier otro ser conocido.

Miles de incógnitas surgieron en la cabeza de Applejack, "¿Qué era lo que le pasaba?", esa pregunta surgió en sus pensamientos, así que sin pensárselo dos veces se dirigió al castillo, lugar en donde vivía el ya susodicho.

Al llegar, Starlight le había dicho que Spike no se encontraba allí, tendría que seguirlo buscando.

Y así siguió su inmensurable búsqueda, hasta que luego de un rato escuchó un cañón de confeti y una Rainplosión sónica en el cielo.

Ella tomó rumbo hacia el lugar de donde provino todo eso, dándose cuenta que Pinkie había organizado una fiesta, y entre todos los invitados divisó a uno en específico, Spike, el cual se encontraba sentado en un tronco.

Él tenía colocado un gorro de fiestas en su cabeza. También tenía un zafiro en su mano derecha y un lindo moño. A su vez pudo ver que alguien había estado hablando con él, pero para su mala suerte no lo pudo reconocer ya que se había retirado segundos después.

Spike se estaba limpiando la cara con un pañuelo, se notaba que había estado llorando a mares.

Applejack se acercó a él con un semblante que reflejaba preocupación, no sabía cómo empezar una conversación. Ambos se miraron a los ojos tras estar uno delante del otro.

—Hola... —Saludó Spike con una aparente felicidad.

—Hola, Spike —Dijo Applejack al verlo, sin duda la tenía muy preocupada.

Su preocupación aumentó al ver que Spike seguía sacando una que otra lagrima.

—Lamento haberte tropezado —Se disculpó, bajando poco a poco su triste y perdida mirada.

—No, Spike, no fue tu culpa —Exclamó con razón, no había sido su culpa.

Ella se sentó a su lado, observando como Pinkie había decorado todo el lugar detalladamente en un solo día.

—¿Qué ocurre, terroncito? —Preguntó Applejack tomando iniciativa.

Spike soltó un ligero suspiro, sentía como un gran peso se le iba de encima, pero antes de que pudiera decir algo, Spike abrió los ojos como platos, procediendo a ocultarse en una pila de paja.

—Por favor, Applejack, ocúltame —Pidió Spike casi suplicando.

—¿De quién? —Preguntó la susodicha mencionada.

—De Rarity —Respondió.

Applejack no lo comprendió a la primera, ¿No se suponía que Spike estaba enamorado de Rarity?, Y si era así, ¿Por qué se estaba escondiendo de ella?, de todos modos accedió a la petición del dragón, respondiéndole solamente con un gesto de aprobación, gesto que se borró cuando Rarity apareció frente a ella.

—Hola, Applejack —Saludó Rarity.

—Hola, Rarity, ¿Cómo has estado? —Preguntó Applejack con su conocido acento campirano.

—¿Has visto a Spike? —Preguntó seriamente, ignorando la pregunta que le había hecho su amiga.

—Sí, debe de estar en alguna parte —Respondió acercándose a la pila de paja.

—Ya veo, muchas gracias —Dijo la modista antes de irse.

—Eso estuvo cerca —Comentó Spike tras salir de su escondite—. Muchas gracias —Agradeció.

—No hay de que —Fue lo único que Applejack dijo antes de que se volvieran a sentar en aquel tronco.

Ambos solamente miraron como varios ponis disfrutaban de la fiesta.

—Bonito moño —Alagó Applejack a Spike, quien le respondió con una sonrisa.

—Gracias, Pinkie me lo dio para que sepan que soy "Especial" o algo así —Spike soltó una risita al final.

—Tu siempre has sido especial, Spike —Exclamó quitándose su sombrero, colocándoselo en la cabeza del ya mencionado—. Ahora me dirás que esta sucediendo —Ordenó con sus ojos entrecerrados.

—Muy bien... —Resopló el escamoso—. Lo que pasó fue...

Después de que Spike le hubiese explicado a Applejack lo acontecido, recibió un fuerte abrazo y muchas palabras de ánimo por parte de la segunda. Applejack no era buena para ese tipo de cosas, pero trató de ayudarlo.

Fin del Flashback

Enfrente de ellos se encontraba la causante de que Spike se sintiese triste, realmente nunca pensó que Rarity diría tales palabras.

Applejack sabía que Spike aun no estaba listo para verla, por lo que decidió cambiar de ruta, pero sin importar por donde pasasen se la seguía encontrando. En una de esas veces, Rarity la miró directamente a los ojos, acercándose hacia ella a paso veloz.

—Revisa las manzanas —Le ordenó Applejack a Spike, quien todavía no había notado la presencia de su antigua amada.

—Espera, ¿Qu...

Spike no pudo terminar su oración debido a que Applejack lo había arrojado a la carreta, amontonando varias manzanas con tal de ocultarlo.

—No te muevas, solo quédate ahí y sal cuando yo te diga —Dijo Applejack en voz baja.

—Está bien —Confirmó Spike.

Y así, Spike fue totalmente cubierto por las manzanas. Applejack agradeció que Spike fuese pequeño, si ese no hubiese sido el caso las cosas hubieran salido de otra forma.

—Applejack —La modista la había llamado.

—Hola, Rarity, ¿Cómo te ha ido? —Preguntó Applejack con sus nervios a punto de estallar.

—Ay, querida, si supieras los días terribles que he tenido —Exclamó con tristeza y pesadez.

—Me imagino —Concordó Applejack. Ella estaba nerviosa, aunque sabía que Rarity no miraría el cargamento, temía que Spike hiciera algún ruido.

—A propósito, ¿Qué estas haciendo? —Inquirió la yegua de color blanca.

—L-llevo... Llevo todo este cargamento de manzanas a un cliente —Respondió Applejack sudando a mares.

—Ya veo... —Rarity no se inmutó en acercarse a la carreta, empezando a mover las manzanas con su magia.

—¿Sucede algo? —Preguntó Applejack a Rarity, quien solo le dijo que no pasaba nada.

Rarity se quedó viendo la carreta por unos segundos, luego abrió los ojos en señal de sorpresa. Aquello solo significaba que ella ya lo había encontrado.

—Oh, lo siento tanto —Fue lo que dijo Rarity al alejarse de la carreta—. Creo que te entretuve mucho —Applejack solo asintió y suspiró de alivio, Rarity no lo encontró.

—No te preocupes, nos vemos luego —Se despidió de la modista para continuar con su camino.

Al haberse alejado a una distancia considerable, Applejack volvió a suspirar de alivio, Rarity no había visto a Spike y eso le dio tranquilidad.

—¿Ya puedo salir? —Preguntó Spike aun dentro de la carreta.

—Sí —Respondió Applejack mientras miraba hacia todas las direcciones.

—Todas las manzanas están en perfecto estado —Dijo el dragón al salir completamente de la carreta—. ¿Por qué hiciste que me ocultara ahí? —Preguntó al haberlo reflexionado un poco.

—Solo quería que comprobaras si el cargamento estuviera en buenas condiciones —Mintió, a los pocos segundos supo que eso estaba mal, pero no quería ver a un Spike triste durante el resto del viaje.

—¿De acuerdo? —Spike se quedó confundido, pero lo dejó pasar.

El dúo reanudó su viaje, entregando así el cargamento. Pero aún faltaba hacer una cosa: hacer los pie que Twilight le había pedido.

Nuevamente Spike ofreció a ayudarla con lo que pudiese, algo que Applejack no negó, algo dentro de ella no se lo permitía, ese sentimiento le decía que no lo rechazara por nada en el mundo.

Así, ambos se ayudaron mutuamente para hacer los pie, hasta que después de un rato terminaron su labor.

—Muy bien, terroncito —Applejack lo llamó al haber sacado el ultimo pie del horno—. Este es el último y...

Spike se encontraba durmiendo plácidamente en una esquina, Applejack solo sonrió, el trabajo había sido realmente agotador para él, tanto que terminó cansado después de todo.

Applejack, sin dejar de sonreír, acarició la cabeza del pequeño dragón con su casco para luego mirarlo con ternura.

—Muchas gracias, Spike... —Dijo ella sin dejar de acariciarlo.

Twilight abrió la puerta del castillo, estaba muy preocupada por Spike, ya era tarde y este no regresaba, pero en eso suspiró de alivio al ver a Applejack con Spike durmiendo sobre ella.

—Applejack, ¿Qué ocurre? —Preguntó Twilight, siendo silenciada por la primera mencionada.

—Silencio, despertaras a Spike —Murmuró Applejack.

—Oh, lo siento —Dijo Twilight en voz baja, levitando a Spike y a los pie al mismo tiempo, dejando lo segundo nombrado en el comedor.

—Gracias, Applejack —Agradeció.

—No hay de que —Respondió para luego irse.

Twilight observó como Applejack se alejaba, ella sonrió, supuso que su asistente debió de haberse divertido bastante.

—Descansa, mi asistente número uno —Dijo Twilight al haber dejado a Spike en su cama, dándole un beso en su frente sin habérselo pensado.

Applejack, quien regresaba a su casa, miró el cielo nocturno, era una hermosa noche. Soltó una pequeña risa mientras recordaba todo lo que había transcurrido y como Spike la había ayudado.

—Rarity no sabe de lo que se pierde —Exclamó.

Sin más que recalcar, ella continuó su camino hasta la granja.

Algo era seguro: ella no era Rarity, ella no desaprovecharía una oportunidad así, pero tampoco era la única que pensaba eso...

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