Bajo el muérdago mágico, que brilla con fulgor,
se funden nuestras miradas, en un amor sin temor.
Un beso robado, un instante fugaz,
que enciende la llama, de un amor que nos cautiva y nos atrapa.

La nieve cae suave, como un manto de paz,
y en el aire se siente, la magia que nos abrazó.
Las luces de Navidad, titilan con alegría,
reflejando en nuestros ojos, la dicha de nuestra historia.

Un hechizo de amor, en esta noche santa,
nos une en un abrazo, que nada podrá desmantelar.
Un recuerdo inolvidable, que guardaremos en el alma,
un instante de magia, que nos hará soñar.

En la cálida chimenea, el fuego crepita con pasión,
mientras nuestras manos se entrelazan, en una dulce unión.
Las campanas de la iglesia, anuncian la paz y la esperanza,
y en nuestros corazones, florece la eterna danza.

Bajo el muérdago mágico, nuestro amor se ha forjado,
un regalo de Navidad, que el destino nos ha otorgado.
Un momento especial, que jamás olvidaremos,
un instante de amor, que por siempre conservaremos.