SEA OF LOVE
-Princesas esta noche el Hada de los Cuentos trae para ustedes una historia que escuchó hace mucho tiempo y dice así...
En la paradisiaca Isla de Jeju donde se desarrolló un gran reino vivio hace tiempo atrás la bella princesa JiYu.
La princesita era muy feliz en compañía de sus padres, los Reyes, que gobernaban con gran habilidad el próspero territorio. JiYu se consideraba muy afortunada pero algo ensombrecía su espíritu: el deseo de conocer tierras lejanas, otras formas de vida, tradiciones y personas.
Su más caro anhelo era también el más irrealizable ¡Era imposible pensar que alguna vez vería el reino de Tritón! Su Alteza estaba cansada de escuchar que su fantasiosa mente soñaba despierta al considerar que el Reino del Mar era real cuando todos sabían que las sirenas y tritones solo existían en los cuentos de hadas.
La princesa no perdía la ilusión y pensaba que algún día podría conocer ese maravilloso lugar habitado por seres extraordinarios.
Noche a noche JiYu alimentaba sus ilusiones paseando en las playas de blanca arena de la isla. La imagen que proyectaba era preciosa con su largo cabello al viento y silueta bañada por la luz de la luna que hacía suspirar a más de un apuesto caballero y a un hermoso habitante de aquella tierra fantástica que tanto ansiaba conocer.
La princesa no sabía que sus andares nocturnos estaban acompañados a la distancia por Jin, uno de los hijos de Tritón y que resaltaba entre sus hermanos por su encanto que no solo se refería a lo atractivo de su rostro sino también a lo dulce de su personalidad y al extraordinario don de su voz que los humanos podrían considerar como "el canto de un ángel"
Si JiYu fantaseaba con conocer el reino de Tritón Jin lo hacía con recorrer las tierras más allá de la orilla de la playa aunque se conformaría con sentarse en la arena a contemplar la luna en compañía de la linda muchacha que tenía como ritual llegar a una hora exacta, quitarse los zapatos y mirar extasiada la serena inmensidad del océano hasta que una mujer mayor la llamaba y ella se despedía del lugar lanzando un beso al mar que el principito marino recibía con entusiasmo.
La diosa Myeongwol era la depositaria de los sueños de los jóvenes; conmovida, decidió cumplir con sus fantasías sin imaginar que la intervención de un ser vil y malvado torcería los destinos de los príncipes convirtiendo sus historias en un relato de tristeza con un final esperanzador.
...
-¡Padre, gracias, gracias!
-¿Prometes que harás caso a las recomendaciones del consejero real y de tu edecán?
-Sí padre lo prometo. La futura reina de Jeju debe saber escuchar a un buen consejero como el señor Bang y aunque no me hace mucha gracia que JungKook me siga como cachorro se que es parte del protocolo.
-Debes hablar con respeto de uno de los oficiales más destacados de la guardia real, no le confiaría tu seguridad a nadie más que a él.
-Tienes razón padre Kook es mi amigo y no se merece que me exprese así de él. Es que...
-¿Extrañarás a tu nana?
-Me conoces bien papá. Ya no soy una niña pero la presencia de la señora Jeon me hace sentir segura.
-Tu fuiste de la idea que no te acompañara.
-No me parece justo hacerla sufrir los mareos que le provoca el viajar en barco.
-Eres tan considerada y noble serás una gran soberana para el reino.
-He aprendido del mejor.
-Jiji sé que representarás muy bien a nuestra nación los reyes de Gwangju están muy interesados en crear alianzas con nuestro reino y crear un frente común para evitar el acoso de Nihon.
-No los defraudaré padre, ten por seguro que esta misión diplomática será exitosa.
-Ve hija mía esperaremos tu retorno con ansias.
...
-La veo radiante Majestad.
-Lo estoy ¡Sabes que me fascina navegar!
-Lo recuerdo bien Su Alteza aunque al principio le costó, aún guardo en mi memoria lo gracioso del color verde de su rostro cuando sufrió los estragos del vaivén de las olas.
-¡Kookie! ¿Hasta cuándo seguirás recordándome ese bochornoso episodio de mi vida?
-No lo sé ¿Hasta que se libre de mi odiosa presencia?
-Un par de acotaciones oficial Jeon: Uno... Detesto que me digas Majestad o Su Alteza ¡Somos amigos de toda la vida, eres como un hermano para mí tu mamá es mi segunda madre!
Dos... Espero nunca tener que prescindir de tu compañía. Es cierto que a veces eres un odioso...
-¡JiYu! Digo... ¡Princesa!
-Pero entiendo que es parte de tu deber ser un pesado sobreprotector.
El oficial Jeon no tuvo más remedio que sonreír ante las palabras de quien era para él alguien más que la heredera de la corona ¡Amaba con todo su corazón a esa linda soñadora! Y jamás permitiría que algo o alguien lastimara a su hermana de corazón.
...
El segundo lugar favorito de Jin era el muelle del poblado humano. Ver los grandes barcos partir a lugares lejanos le parecía fascinante y la alegría, risas y música de los marineros algo digno de compartir.
En varias ocasiones le tocó ser testigo de naufragios y fungir de rescatista de moribundos navegantes que solo podían explicar su milagrosa supervivencia a la obra de un ser divino o la misericordia de algún habitante de las profundidades marinas.
El príncipe marino siempre veía lo positivo a cualquier situación y encontró el lado amable de la tragedia en el hecho de que los barcos hundidos eran una fuente inagotable de tesoros que lo ayudaban a comprender el mundo terrestre y soñar despierto pensando que algún día podría conocerlo.
Fue en una de sus excursiones al embarcadero de Jeju que sintió que su corazón estallaba de la emoción ¡Ella estaba allí! Se veía más hermosa que nunca luciendo un elegante vestido y usando una corona ¿Era una princesa?
Algo que no le gustó fue el que SU PRINCESA iba para arriba y para abajo con un chico que de vez en cuando la hacía reír con ganas ¿Y quién no moriría de la risa con esa carcajada ridícula?
Jin tuvo que tragarse las maldiciones que dedicó al fulano cuando notó que su amada abordaba uno de los barcos que llevaba en sus velas el escudo de Jeju.
-Debo asegurarme que mi princesa llegue a salvo a su destino.
...
La noche unió nuevamente a los jóvenes idealistas que como en cada encuentro eran alumbrados por la luz de la luna.
Jin veía maravillado como la princesa asomaba por el barandal de proa admirando a la bella Myeongwol y los dominios de Tritón.
-Hermosa diosa sé que debes estar cansada de escuchar mis plegarias y seguramente debes pensar como mis padres, Kookie y nana ¡Esta niña boba y sus absurdos deseos!
El principito escuchaba con atención los susurros de la chica.
-¿Qué deseas mi princesa que no se te ha concedido? ¡Dílo y yo lo volveré realidad!
La voluntad por satisfacer a su amada cobró más ímpetu al notar las lágrimas que corrían por las mejillas de JiYu.
-¡Soy tan tonta! Soy consciente que me escuchas y es un gran honor ¡Me bendices cada vez que en sueños puedo hacer realidad mi anhelo de visitar Atlántica! Pero mi ambicioso corazón aún guarda la esperanza de conocer ese maravilloso reino. ¿Qué puedo hacer para alejar ese absurdo de mi ser? ¡Ya soy una adulta no puedo seguir pensando como una niña caprichosa!
Jin pasó de la tristeza por ver la pena de JiYu a la euforia total.
-¡Yo puedo hacer realidad tu deseo mi linda princesita! ¡Podrás conocer mi mundo y seremos felices para siempre...!
La realidad llegó de golpe al habitante de las profundidades. El mejor que nadie sabía que los humanos eran seres muy débiles que no podían vivir sin el aire de la superficie y a menos que optará por hacer lo que decían los cuentos para los pequeños atlantes (invocar la magia oscura del Hechicero del Mar) su princesa estaba condenada a morir bajo el agua y nunca cumpliría sus sueños.
-¡Ay mi hermosa, lo siento, lo siento tanto!
El llanto de Jin tocó el espíritu de Myeongwol y fue el aliciente para que la diosa decidiera que esa misma noche concedería los deseos de los jóvenes atribulados.
...
-¡La bodega se está inundando!
-¡Preparen los botes y pongan a salvo a la princesa y al consejero real!
La diosa optó por la decisión más radical para cumplir su objetivo.
Una gran tormenta se desató de la nada haciendo que la poderosa embarcación de la armada real luzca indefensa como un barquito de papel ante la furia del viento y las olas.
-¡JiYu debemos abordar los botes salvavidas, el barco colapsó y pronto se hundirá!
-¿Y los tripulantes? ¡Deben ponerse a buen recaudo!
-Lo harán pero tu seguridad es prioritaria para todos nosotros ¡Vamos no debemos perder tiempo!
JungKook llevaba de la mano a la princesa que a duras penas se tenía en pie por el zarandeo de la tormenta.
Una enorme ola inundó la cubierta y con su fuerza de arrastre provocó que el soldado soltara la mano de su amiga y viera con frustración cómo se retiraba llevándose consigo a la delicada muchacha.
-¡JiYu!
JungKook estuvo a punto de lanzarse al agitado océano y rescatar a la chica pero esta solo alcanzó a decirle:
-¡No Kookie!
-¡JiYu!
...
Los agudos sentidos del habitante de Atlántica que por lo general lo alertaban de la presencia inminente de una tormenta fueron sorprendidos tan igual como los navegantes de Jeju.
-Esto es muy raro la tempestad se desató de repente es mejor que esté atento es probable que la embarcación de los terrestres no resista su fuerza.
Jin observaba a prudente distancia como los marineros arreaban los amarres de los botes que supuestamente los pondrían a salvo, cosa que le parecía un gran absurdo. Si el enorme y sólido barco estaba siendo arrastrado al fondo del océano¿Como podían suponer que esos frágiles botecitos resistirían el embate del mar?
Su aguzada visión captó el momento en que la princesa y el soldado apuraban el paso para llegar a los navíos salvavidas. No tuvo tiempo de despotricar contra el chico porque pudo notar el terror del muchacho cuando una gran ola arrancó de su agarre a la bella, vio como el humano pretendió lanzarse al agua para salvar a la joven y como esta lo impedía y escuchó con claridad el nombre que Kookie gritó con dolor al viento.
-¡JiYu!
El príncipe de Atlántica no lo pensó dos veces y luchando contra la fuerza de la corriente embravecida evadió restos del barco y uno que otro cadáver inerte hasta alcanzar su objetivo: JiYu estaba inconsciente y su cuerpo sin fuerzas descendía lentamente hasta las profundidades marinas.
Jin llegó hasta ella y sujetándola de la cintura evitó que siguiera hundiéndose. La luz de la luna y la cercanía ayudaron a que pudiera apreciar con detalle el rostro de la princesa.
-Eres...eres tan bella.
El tritón no resistió la tentación de acariciar la piel de la muchacha pero bastó ese gesto para recordarle que si no hacía algo por devolverle el aliento la chica moriría en el acto.
-¿Cómo se supone que haré que respires como si estuvieras en el exterior?
El principito contaba con muchas virtudes y una de ellas era su gran inteligencia.
Recordó un cuento que leyó en uno de los libros que llegaron a él gracias a los naufragios y que mencionaba la historia de unas buceadoras de Jeju que pudieron sumergirse varios metros bajo el mar y recolectar ostras de perlas. Contaba una vieja leyenda que ellas habían adquirido esa habilidad gracias al beso de un tritón que les había cedido parte de su don y había pasado de generación en generación.
-Los humanos tienen historias muy curiosas para explicar su mundo.
Sin perder más tiempo aplicó lo que aprendió con la lectura. Un suave beso en los labios de la chica no surtió mayor efecto.
-JiYu vamos ¡Respira!
Jin pensó que estaba haciendo algo mal; su ágil mente le dió la respuesta que buscaba.
-¡Oh claro! La idea es que te llegue el aire.
Tomando nuevamente el rostro de la joven entreabrió sus labios y sopló en ellos.
El cuerpo de JiYu se agitó y fue la señal que Jin necesitaba para saber que su iniciativa había dado resultado. Rápidamente nadó hasta la superficie y ubicó un lugar en tierra firme donde podía dejar a salvo a la princesa.
Arrastrándose hasta la orilla se aseguró de que JiYu estaría bien.
-Tienes mucha suerte mi princesa esa edificación es el hogar de unos hombres sabios que salen a pescar y son agradecidos con el reino del mar. Ellos cuidarán de ti hasta que tu padre o el soldadito vengan a buscarte.
El tritón notó que un grupo de hombres se acercaban hasta la orilla así que optó por alejarse al reconocer que eran los monjes del templo.
-Adiós JiYu espero verte nuevamente, hermosa y feliz bajo la luz de la luna.
Jin selló la despedida con un beso tan suave como el que regaló a la princesa en el fondo del mar.
...
-Tranquila ya todo pasó está a salvo.
La suave voz masculina sacó de la agitación a JiYu y la alejó de las horrendas visiones con que las pesadillas llenaban su mente.
Las imágenes que la torturaban iban desde el momento que la ola la arrastró, el miedo que sintió cuando JungKook pretendió lanzarse al mar embravecido para rescatarla y luego la percepción de que la oscuridad, el frío y el silencio la rodeaban para siempre.
En medio de la angustia de estos recuerdos la paz llegaba a ella gracias a la vívida sensación de no estar sola y ser acompañada por un hermoso ser de luz de las profundidades.
¡Era como un ángel! No pudo ver su rostro pero su tacto gentil, el afecto de sus palabras y lo dulce y sosegado de su voz la colmaron de la tranquilidad necesaria para asumir su destino.
¿Sería que tal vez, al final de sus días, pudo cumplir su tan ansiado deseo de conocer a un atlante?
-El monje médico ya la revisó y dice que se encuentra bien, solo debe descansar y pronto se recuperará.
La princesa abrió los ojos y comprobó que no soñaba y había recuperado la conciencia. Estaba recostada sobre unas pieles abrigadoras y cómodas, el ambiente era humilde pero limpio y al fijar su mirada en quien le hablaba tuvo que parpadear dos veces para que su visión se adaptara a lo que veía ¡Era uno de los hombres más guapos que había visto en su vida!
El apuesto desconocido subió sus bonos cuando la deslumbró con la sonrisa más radiante que había tenido el gusto de apreciar y que creció más al notar la cara de pasmada de la futura reina de Jeju.
-Disculpe la descortesía no me he presentado como corresponde. Soy HoSeok de Gwangju.
La cara de asombro de la chica se hizo más evidente.
-¿HoSeok de Gwangju? ¿El príncipe HoSeok?
-El mismo.
-¡Por Myeongwol! ¡Esto es un milagro! Yo...yo estaba viajando a su reino con la finalidad de visitar a Su Majestad el rey de Gwangju cuando la tormenta nos atrapó.
La expresión de sorpresa de HoSeok hizo que se viera aún más encantador ¿Era eso posible?
-¿Usted es JiYu de Jeju?
-A sus órdenes Alteza.
-Mi padre está muy preocupado por su paradero y el de la tripulación de la nave que los trasladaba, la tormenta de anoche fue tan inesperada,inusual y violenta.
-Lo sé, nadie se explicaba cómo pudo surgir de la nada sin ninguna señal aparente para ponernos a salvo.
-Mi padre envió equipos de rescate para recuperar a la mayor cantidad de sobrevivientes.
JiYu no pudo evitar derramar sentidas lágrimas por todos aquellos que perecieron en el naufragio y rogó a todo lo sagrado que su querido Kookie estuviera sano y salvo.
El príncipe tomó sus manos entre las suyas y las apretó con afecto.
-Apuesto que él está bien y está tan preocupado por usted JiYu como vuestra merced lo está por...
-JungKook, mi mejor amigo.
-Verá que pronto tendrá buenas noticias sobre JungKook.
-Gracias por los buenos deseos. También debo agradecerle por haberme rescatado.
-Estoy tentado por adjudicarme esa hazaña pero debo ser honesto como me han inculcado mis padres y los monjes de este sagrado templo. Yo no la salvé JiYu, solo la traje hasta aquí después que un grupo de hombres sabios y yo la encontramos en la playa.
-¿Si no fue usted entonces quién lo hizo?
-No lo sé, tal vez solo tuvo suerte y la marea la trajo hasta la orilla.
-No, estoy segura de que alguien me arrastró y se aseguró de que estaría bien.
-Estaba inconsciente cuando la encontramos.
-Entonces...entonces tal vez solo fue un sueño.
Un sueño muy lindo y lleno de amor...
...
-Jinnie hijito ¿Por qué tu bello rostro últimamente solo refleja tristeza?
-Me conoces bien abuela. Mi cara es el reflejo de mis sentimientos, una gran pena llena mi corazón y no puedo evitar sentirla todo el tiempo.
-¿Qué es lo que te acongoja mi niño?
-Abuela yo... Yo amo a un imposible.
-¿Imposible? ¿Por qué piensas que es tan difícil amarla?
-Porque ella no es parte de nuestro mundo abuelita es una terrestre y por mucho que la ame jamás podrá ser como nosotros ni vivir en Atlántica ¿Sabes que es lo que más me duele? Que JiYu anhela con todo su ser conocer nuestro reino pero eso es tan irrealizable como el que yo pueda amarla.
-¡Ay mi pequeño! No serás el primer ni último atlante que cae rendido ante los encantos de los terrestres. Siempre me ha hecho mucha gracia que ellos digan que las sirenas y tritones somos los que los seducimos y llevamos a la perdición ¡Cuando es todo lo contrario! Afortunadamente con el transcurso del tiempo nos hemos convertido en meros seres fantásticos lo que ha alejado el peligro de Atlántica.
-¿Peligro?
-Sí Jin, en una época los humanos nos cazaban porque nos consideraban bestias malignas.
-¿Bestias malignas? ¡Pero nosotros vivimos en paz!
-Así es mi niño pero la ignorancia y el miedo hacen que los humanos se vuelvan muy peligrosos.
-No los veo como un peligro, al contrario, se parecen mucho a nosotros y algunos de ellos aman el mar tanto como el pueblo de Atlántica.
-Lo sé querido, nuestros antepasados decían que en algún momento de la historia fuimos aliados y coexistimos en armonía. Es una lástima que su vida terrenal sea tan efímera y eso no les permite entender la inmensidad del mundo que habitan.
-¿Efímera? ¿Es que ellos no son tan longevos como los atlantes?
-No Jin, su tiempo en la tierra apenas alcanza un poco menos del tercio de nuestros 300 años pero en compensación los humanos tienen un alma eterna con la que continúan existiendo en el cielo.
-¡Oh! ¿Entonces al finalizar su ciclo de vida no se convierten en espuma como nosotros? Tienes razón abuelita los Creadores compensan de esa forma su breve paso por el mundo terrestre.
-Mi niño espero que esta conversación haya servido para que te des cuenta que es en vano que sigas albergando sentimientos por la humana. Sé que no será fácil pero debes tratar de olvidarla, sus mundos son totalmente incompatibles, aferrarte a ese amor solo te traerá sufrimiento y dolor.
-Lo sé abuela pero no puedo evitar amar como amo a la hermosa JiYu ¡Daría lo que fuera por ser parte de su mundo y poder amarla a plenitud!
-¡No digas eso Jin! ¡Nadie amerita que hables así, tus palabras solo llaman a la desgracia!
Las irreflexivas palabras del príncipe atlante fueron oídas no solo por su querida abuela sino también por un ser oscuro que se regocijaba con el dolor ajeno y que vio la ocasión propicia para urdir una de sus tretas y encandilar al ingenuo principito.
...
-"Escucha mi voz Jin"...
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-"Sabes que tengo la solución a tus males de amor"
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-"Ven a mí príncipe, será un honor servirte"
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-¡Esa maldita voz otra vez! Desde el día en que dije en voz alta lo que pensaba para tener el amor de JiYu resuena en mi cabeza torturándome sin pausa.
-"Tengo una propuesta que te va a interesar no pierdes nada con escucharla"
Jin sabía que la voz que lo atormentaba era la del Hechicero del Mar, uno de los tritones más poderosos y temidos del reino.
Nadie sabía exactamente su identidad pero era vox populi que tenía vínculos con la casa real pero aún así había sido expulsado de la corte por el rey Tritón por sus múltiples crímenes y deseos de poder.
Los que alguna vez lo conocieron tenían prohibido decir su nombre pero de lo que no perdían oportunidad era de advertir a todo el que podían que no confiaran en él porque era un ser vil, egoísta, sin sentimientos ni corazón defectos que encubría con una presencia sensual y oscura que resultaba irresistible.
-El Hechicero tiene razón, no pierdo nada con escucharlo seguramente es un charlatán que quiere burlarse de mí.
¡Ay cándido principito! Si supieras que estás a punto de caer en la tentación y seguir un sendero sin marcha atrás.
...
Jin se internó en lo profundo del océano hasta la zona que los habitantes de Atlántica tenían prohibido visitar y si algún aventurero se atrevía a hacerlo era bajo su cuenta y riesgo con la probabilidad de no regresar a casa.
El territorio del Hechicero era custodiado por unos enormes monstruos marinos que cedieron el paso al hijo de Tritón.
-Bienvenido príncipe Jin es un placer conocerte personalmente.
Lo primero que llamó la atención del tritón fue que el hechicero no se parecía en nada a la imagen mental que tenía de él. Jin imaginaba a un anciano decrépito, de larga barba blanca y aspecto siniestro.
Por el contrario, el ser que tenía frente a sí era joven, de aspecto siniestro es verdad, pero a la vez atractivo y misterioso.
Su rostro de nivea piel y finas facciones, ojos oscuros de mirada inquisitiva y profunda le daban un aire aristocrático y distinguido pero era la cicatriz que cruzaba su frente, párpado derecho y parte de la mejilla derecha la que lo dotaba de una apariencia temible que le recordaba al principito a los fieros piratas de la superficie.
Otro detalle que llamó su atención era su voz profunda y algo tétrica. ¿O era que Jin tenía una gran imaginación?
-Te estaba esperando.
-Vine a escuchar tu propuesta.
-Excelente se que lo que tengo para ofrecerte te parecerá muy atractivo y te acercará a tu amada JiYu.
-¿Cómo sabes de ella?
-Sé muchas cosas, me gusta observar lo que sucede en Atlántica y sobre todo lo concerniente a la familia real.
-¿Por qué te resultamos tan interesantes?
-Porque siempre es grato tener noticias de la familia... ¡Bueno príncipe! Basta de charla y pasemos al motivo de esta reunión. Tu anhelas algo y yo puedo ayudarte a tenerlo así cumpliré una de las tareas para la que fui destinado.
-¿Qué tarea?
-Ser el instrumento de los dioses. Tu padre jamás lo entendió y su nulo entendimiento de la magia y su celo por mi poder hicieron que me expulsara del reino ¡Atlántica también es mi hogar!
-Mi padre es un buen soberano, si tomo esa decisión fue porque consideró que era lo mejor para la nación.
-Tal vez pero eso no quita que fue cruel con alguien de su propia sangre.
-¿Eres...eres parte de mi familia?
-Alguna vez lo fui príncipe Jin.
-¿Puedo saber tu nombre?
-¡Por supuesto! Al fin y al cabo si aceptas mi propuesta como estoy seguro que lo harás quedará entre tú y yo. Me llamo Yoongi.
-Nunca escuché que te mencionaran.
-No me sorprende, Su Majestad se encargó de borrarme de la memoria colectiva para no asumir su culpa.
-¿Por qué dices que eres un instrumento de los dioses?
-Eres muy curioso principito, me gusta; La curiosidad es el camino al conocimiento.
Me considero un aliado de las divinidades porque ayudo a que su voluntad se cumpla aún contra los deseos de los atlantes o los terrestres.
-¿Tienes injerencia en el mundo exterior?
-El único lugar donde no tengo poder es en el hogar de los dioses. Sé que tus súplicas y las de tu princesa fueron escuchadas por la diosa Myeongwol que en una muestra de generosidad cruzó sus destinos la noche de la tormenta.
-Fue por eso que resultó tan inusual y repentina. Agradezco la intención de la diosa pero la tempestad no fue suficiente, el amor que siento por JiYu sigue siendo un imposible porque ninguno de los dos sobreviviría en el mundo del otro.
-Es justamente por eso que estás aquí para que pueda cumplir los deseos de Myeongwol de bendecir tu lazo con la terrestre.
La ilusión de Jin renació. Si la diosa veía con buenos ojos su unión con JiYu ¿Por qué debía desconfiar del Hechicero?
-¿Qué harás para ayudarme?
-Lo necesario pero debo advertirte que los dioses no dan nada de manera gratuita, ellos son amantes de las pruebas extremas para comprobar si eres digno de sus bendiciones.
-¡Haré lo que me pidan, no tengo miedo!
-Insisto príncipe Jin. Es mi deber advertirte de los riesgos de tus decisiones porque una vez ejecutada la voluntad divina no hay marcha atrás.
-Asumiré el riesgo.
-¿Ella lo vale?
-Totalmente.
El Hechicero del Mar tuvo que ocultar una sonrisa maliciosa ¡Todo resultó más sencillo de lo que pensó! ¡Estúpido Tritón que crió a su tonto hijo alejado de su perfidia!
-Entonces no se diga más. La diosa te concederá el amor de JiYu, la posibilidad de vivir en su mundo y vivir su romance por la eternidad otorgándote un alma inmortal a cambio de casi nada: debes darle tu voz.
-¿Mi voz? Pero... es lo que me hace único y especial en Atlántica.
-¡Eso es falso Jin! Tienes muchas virtudes que te adornan y que de seguro encandilarán a la bella princesa.
El principito no sabía que Yoongi envidiaba su voz y la consideraba uno de los elementos que faltaban para completar su perfección ya que era consciente de que su canto era un defecto que nunca pudo superar y que originó burlas en su juventud porque todos decían que sonaba como una ballena moribunda.
¡Atrevidos! Los insensatos que osaron mofarse ahora se lamentaban en sus caparazones ¡Muajajaja!
-¡Papi no te rías, no dejas que mami cuente el cuento!
-¡Papá no te rías así que me da risa!
-¡Papi, ya le contagiaste tu risa a mami!
-¡SeokJin! ¿Se puede saber de qué nos reímos?
-¡Me...me río porque.... Mel tiene razón! ¡Apuesto lo que quieras que ha escuchado cantar a Yoongi cuando está borracho!
Puedo escuchar claramente la maldición que Yoongs suelta por lo bajo.
-¿Eso te parece gracioso?
-¡Mucho! Debo admitir que me divierte ver el lado malvado de la dulce hada porque apuntó su artillería directo al blanco de tu ego.
-Fue un error de cálculo llevarla al karaoke del bar de Curtis ¡La mujer bebe como cosaco y el alcohol la convierte en Mariah Carey!
No puedo evitar carcajearme otra vez.
-Y tú... Tú pareces exactamente lo que describe el cuento.
Yoongi rie a su pesar.
-¿Crees que lo escribió porque está despechada?
-Un poquito...
Después de serenarnos volvemos a nuestros alter egos y a la narración de Morgana.
El principito dudó por un momento pero luego, como un chispazo, llegó a su mente un futuro color de rosa al lado de su amada.
-Si la diosa quiere mi voz se la cedo con gusto.
-Debo advertirte algo más. Una vez que abandones el reino marino nunca podrás volver a él y la transformación de tritón a humano es dolorosa, tu sufrimiento te acompañará en cada paso que des para recordarte el gran sacrificio que tuviste que hacer en nombre del amor.
-Está bien.
-¡Casi lo olvido! La condición para que accedas a tener un alma inmortal que ascenderá al Cielo es que logres que JiYu te ame con la misma devoción que tu lo haces y así una parte de su ser pase a tí ¡Debes conseguir que se case contigo! De lo contrario, tu corazón se romperá y morirás al día siguiente convertido en espuma.
Dicho esto ¿Aceptas el trato príncipe Jin?
-Acepto.
-¡Magnífico!
El Hechicero hizo aparecer una pequeña botella con un extraño brebaje.
-Bebelo Jin y pronto tus deseos se volverán realidad.
El hijo de Tritón se dio unos minutos para cerrar los ojos y despedirse mentalmente de su familia y el mundo que lo vio crecer rodeado de amor.
Una lágrima nostálgica rodó por su mejilla mientras el Hechicero sonreía satisfecho.
-Bebe príncipe no tengo todo el día.
Jin dió un gran suspiro para contener sus emociones, abrió la botella y de un trago tomó el líquido mágico.
No pasó mucho tiempo para que el joven soltara el envase presa del dolor más espantoso que había sentido en su corta vida.
Una punzada oprimió su pecho como si una espada de fuego le atravesara el corazón y su larga y hermosa cola se fragmentó convirtiéndose en dos piernas humanas que a duras penas pudo mover para no hundirse.
La transformación terminó cuando supo lo que sentían los humanos cuando morían bajo el agua al no poder respirar el aire de la superficie.
Desmayado, dejó de luchar por su vida y el Hechicero lo tomó del cuello.
-Adiós inútil. Acabas de ayudarme a darle donde más le duele al imbécil de Tritón.
Ahora ¿Qué haré contigo? ¿Debo dejar que te hundas o debo honrar mi palabra? Mmmm... Creo que haré lo segundo así me aseguro que tu papito nunca más vuelva a saber de tí.
El malvado hechicero creó una gran burbuja que tragó el cuerpo de Jin y luego ascendió con él a la superficie.
...
-Nana ¿Cuándo regresará Kookie al palacio real?
-Ya debes estar por llegar hoy termina el entrenamiento para representar a su escuadrón en el torneo primaveral de caballeros.
-¡El muy tonto se fue sin decirme nada! Me tenía con el alma en vilo.
-Mi niña¿Todavía sigues con la angustia del naufragio?
-Es inevitable, fue una experiencia espantosa que no deseo volver a vivir. El solo pensar que le pudo pasar algo...
-Afortunadamente ambos están bien y las pérdidas humanas que lamentamos fueron mínimas para la magnitud del desastre.
JiYu y la señora Jeon realizaban su paseo nocturno por la playa y como siempre la princesa compartía con ella confidencias y recibía los consejos de la buena mujer.
Estaban a unos pasos del punto donde la muchacha se sentaba a contemplar el mar cuando la conversación fue interrumpida por algo que llamó su atención.
-Seguramente este año volverá a levantar el estandarte de campeón y escucharemos los gritos entusiastas de todas sus admiradoras ¡Aich! ... Nana ¿Qué es eso?
-¿Dónde?
-¡Allí, mira!
-¡Ay, por los dioses! ¡Es un hombre! ¡No mires niña está desnudo!
-¿Está muerto?
-No lo sé
-¡Ay pobre! Nana ¿Qué hacemos?
-Ve al palacio y busca ayuda yo me quedaré a cuidarlo.
-Está bien nana ¡Ya regreso!
La princesa dio media vuelta y corriendo con todas sus fuerzas regresó hacia el palacio real.
Apenas había avanzado un trecho del camino cuando sintió el galope de un caballo y una voz que conocía muy bien.
-¡JiYu!
-¡Kookie gracias al cielo! Por favor, acompáñame a la playa debemos ayudar a nana y...
-¿Mamá? ¿Qué le pasó?
-A ella nada pero debemos atender algo muy urgente.
- ¡Sube!
El soldado levantó al vuelo a la princesa y partieron raudamente al encuentro de la señora Jeon y el desconocido.
...
-¡Madre!
-¡JungKook gracias a Dios!
JiYu y su amigo se acercaron hasta la señora Jeon que ya había cubierto con su chal el cuerpo del hombre.
-Hijo hay que llevarlo al palacio todavía sigue con vida pero tiene fiebre, necesita atención médica.
La princesa se aproximó con cautela hasta arrodillarse junto al desconocido.
-JiYu ten cuidado.
-No me hará daño está inconsciente.
La luz de la luna permitió a la muchacha apreciar la belleza masculina del extraño que lucía indefenso y desvalido. El impulso de acariciar con ternura su cabello era inevitable.
-Pobrecito ¿Qué fue lo que te pasó? ¿También fuiste víctima de un naufragio?
-Jiji debo llevarlo al palacio, enviaré una escolta para ustedes.
-No es necesario Kook podemos regresar solas.
...
-Puede pasar princesa el joven ya está consciente pero sigue débil procure que no se agite.
-Gracias doctor ¿Alguna recomendación?
-La señora Jeon tiene la prescripción. ¡Ah! Tenga paciencia, el muchacho no puede hablar pero comprende lo que se le dice.
JiYu sintió compasión por el chico que por lo visto cargaba muchas penas sobre sí.
-¡Listo guapito ahora te sentirás más cómodo! ¿Necesitas algo más? ¿Tal vez otra cobija?
La princesa isleña ingresó en el momento exacto cuando el muchacho respondía con movimientos de cabeza a las palabras de la señora Jeon.
El corazón de JiYu se llenó de compasión, admiración y ternura al observar las expresiones del desconocido.
El rostro del chico era hermoso, parecía un ser mágico salido de un libro de cuentos y sus lindas facciones transmitían paz y nobleza.
Pero... ¡Oooh! Fue cuando sonrió que la princesita sintió que moría de amor y ganas de guardar al extraño en una cajita ¡Su sonrisa era tan dulce y bonita!
JiYu tuvo que reconocer que el gesto la deslumbró tanto como la radiante sonrisa del príncipe HoSeok que podía iluminar cualquier lugar como el sol de una mañana de verano.
-Me alegra ver que te encuentras bien pero mmm... Estoy empezando a sentirme celosa porque nana te consiente tanto como lo hacía conmigo cuando era pequeña.
La carita del joven era por demás expresiva. Al escuchar el tono de la voz de la princesa sus ojos se abrieron por la sorpresa, su rostro se puso rojo denotando su bochorno y luego su semblante se llenó de una tristeza tan grande que hizo que JiYu se diera un golpe en la frente al darse cuenta que su broma había sido mal interpretada.
-¡Por favor ignora lo que dije fue solo una tonta broma! Eres bienvenido en palacio y me alegra que nana se preocupe por tu bienestar ¡Estás en las mejores manos.... mmm...Aah!
La chica no supo cómo terminar sus entusiastas palabras al no poder dirigirse al muchacho por su nombre.
El chico la miraba con atención y sus curiosos ojos brillaron con expresión de comprender cuál era el problema.
Jin llamó a JiYu con la mano y señalando el borde la cama le pidió que se sentara junto a él. Luego, tomó con delicadeza la muñeca de la princesa, giró su mano con la palma hacia arriba y con la punta de uno de sus largos dedos trazó una línea en la piel de la joven que por reflejo la retiró con un tirón.
-¡Lo siento es que me hiciste cosquillas!
La cara avergonzada y luego apenada del desconocido le indicaron a JiJi que había vuelto a meter la pata así que esta vez ella tomó la iniciativa sujetando con suavidad la mano del chico.
-Puedes seguir, prometo que me controlaré.
La señora Jeon observaba con una sonrisa los infructuosos intentos de JiYu por contener la risa mientras el chico trazaba algo en la palma de la princesita mientras sonreía divertido al escuchar las carcajadas de la chica.
-J...I...N ¡Jin! ¿Ese es tu nombre?
El guapo movió su cabeza afirmando mientras su voz interior agradecía haber aprendido el lenguaje de los humanos y su escritura gracias a los libros que atesoraba de los naufragios.
Jin sintió un calorcito en su corazón al darse cuenta de que seguía sujetando la muñeca de JiYu y cuando ella lo notó tomó la mano del principito.
- Aquí estarás seguro y cuidaremos de tí Jin. Es mejor que te acuestes, es tarde y debes descansar para recuperarte.
-Majestad permítame terminar de acomodar la cama de Jin.
-No te preocupes nana yo lo haré puedes ir a descansar debes estar agotada.
-Buenas noches niña, Jin.
Jin le dijo adiós a la señora Jeon con una elegante inclinación de cabeza que no pasó desapercibida para las mujeres.
JiYu ayudó al ex tritón a acostarse y se despidió de él con un beso en la frente y una caricia en sus cabellos.
-Buenas noches Jin, el lindo principito que nos trajo el mar.
Esas palabras fueron suficientes para que el hijo de Tritón pensara que el sacrificio que hizo valió la pena y que durmiera soñando con un hermoso futuro al lado de JiYu.
...
-¿Estás seguro que puedes seguir? Te veo agotado.
Jin respondió con una afirmación y presionó con cariño la mano de la princesa.
-Vamos a continuar pero caminaremos despacio, la playa no se va a ninguna parte y no queremos que regreses a la cama con fiebre ¿De acuerdo?
Otra afirmación de Jin, una gran inhalación de su parte y el deseo de que su princesa no notara el calvario que significaba para él dar un paso tras otro.
La sensación de caminar sobre cuchillas era horrorosa pero estaba dispuesto a soportarla con tal de disfrutar de la encantadora compañía de JiYu.
Ya habían pasado unos días desde que apareció en tierra firme y sus anhelos se estaban cumpliendo a cabalidad.
JiJi visitaba su lecho de convalecencia cada vez que sus deberes reales lo permitían y le había prometido que apenas se sintiera mejor lo llevaría a su lugar preferido en la isla para observar juntos a la bella Myeongwol y el imponente reino de los atlantes.
¡Su más caro sueño se haría realidad! La emoción que sentía era tan grande que parecía que su corazón humano saltaría en cualquier momento de su pecho.
-¡Hemos llegado! ¿Sabes? Es la primera vez que vengo con alguien que no sea mi nana ¡Se siente raro! Pero algo me dice que será una nueva experiencia muy divertida y parte de la diversión ¡Es hacer esto!
JiYu alzó con fuerza una de sus piernas y su elegante zapatilla salió volando con un gracioso giro en el aire. Luego, hizo lo mismo con su otro calzado que cayó unos cuantos centímetros más adelante.
-¡Tu turno!
Jin no lo pensó dos veces ¿Cuántas veces había imaginado esa escena?
Cuando el primero de sus zapatos salió disparado, la sensación de la arena en su pie era espantosa pero tuvo a bien disimular al ver la cara de asombro de JiYu.
-¡Woooo! Ese lanzamiento fue increíble pero solo fue suerte de principiante.
El segundo tiro superó con creces al primero provocando un puchero de parte de la princesa.
-¡Aish! ¡Eso no vale siempre me vas a ganar con esas piernas tan largas que tienes!
Jin solo atinó a encogerse de hombros y extender el brazo para tomar nuevamente la mano de la princesa.
-Todavía no haremos la segunda parte del ritual nocturno, debemos esperar a que te restablezcas del todo.
El atlante agradeció que la dulce JiYu tuviera un alma buena y considerada...Si caminar era una tortura ¡correr sería espantoso!
-Sé que costará pero no puedes decepcionar a tu princesa ¡Vamos Jin tu puedes hacerlo! Se repetía a sí mismo el joven enamorado.
- Jinnie este es mi lugar favorito en todo Jeju.
Los muchachos se sentaron en silencio y contemplaron extasiados la playa de blanca arena que parecía brillar bajo la luz de la luna, el cálido viento veraniego acariciaba sus cabellos y el sonido del mar completaba la idílica noche.
Jin no pudo evitar que una lágrima rodara por su mejilla al recordar a su familia pero sobretodo por la súbita idea que llegó a su mente: perder su voz y sufrir el dolor en sus pies no era nada comparado con el sentimiento de culpa que crecía en él al no haber pensado en la angustia que seguramente estaban sintiendo su padre y hermanos (JiMin, Attina, Andrina y Alana) por no saber sobre su paradero.
La solitaria lágrima fue acompañada por muchas más.
-¡Lo siento tanto padre!
-Jin ¿Ocurre algo malo?
El principito trató de ocultar su llanto pero fracasó en el intento porque un sollozo ahogado salió de lo profundo de su garganta.
JiYu no preguntó nada más pero hizo algo que tomó por sorpresa al chico. Un gran y cálido abrazo de la princesa hizo que la pena que sentía fuera mermando poco a poco.
-¿Te sientes mejor?
Una ligera afirmación de cabeza y un suspiro fueron la respuesta para la princesa.
-¿Recordaste a tu familia?
Otro sí y unas cuantas lágrimas extras.
-Jinnie tienes mi palabra que apenas el doctor te dé el alta le pediré a JungKook que organice una misión para devolverte con los tuyos.
Esta vez la respuesta fue un NO y el acto de escribir algo en la arena.
ESTOY SOLO.
JiYu cubrió su boca en un gesto de dolor y asombro. La empática princesa tomó la mano de Jin y con la voz quebrada por la emoción dijo:
-No lo estás mi principito del mar, ahora me tienes a mí.
...
El tiempo pasó volando para el hijo de Tritón que cada día estaba más enamorado de la linda JiYu.
Su estancia en la superficie no solo era placentera por contar con el cariño de la princesa sino también porque su deseo de aprender sobre el mundo humano se cumplió con creces.
¿Lo mejor? Sentirse amado y valorado no solo por JiYu, la señora Jeon y los reyes sino que también había creado una gran amistad con JungKook que al principio lo miraba feo y con algo de celos pero se había convertido en su "alma gemela".
Kook fue su instructor en el arte del esgrima, cabalgar en caballo y "comer como un cerdo" (palabras textuales de la señora Jeon).
Días más tarde Kookie se convirtió en el hombro donde lloró sus penas de amor y la certeza de que estaba condenado a convertirse en espuma de mar.
...
El palacio real lucía alborotado porque los reyes se disponían a celebrar un gran baile en honor a la familia real de Gwangju.
JiYu era la más emocionada revisando los preparativos para el evento: elegir las flores de los centros de mesa, el menú de la cena, el grupo de músicos que acompañaría la velada y por supuesto la confección de su vestido para la gran noche.
-El costurero real vendrá a probarme mi vestido y a tomar las medidas para hacer tu traje ¡Te verás más guapo que de costumbre, las doncellas morirán de amor al verte!
-Tal vez pero la única que me importa eres tú mi princesa.
-¡Estoy tan nerviosa! No falta nada para la llegada de la familia real de Gwangju y no he tenido tiempo de practicar las danzas que compartiré con Hoseokie ¡Que vergüenza haré un papelón con lo buen bailarín que es!
-¿Hoseokie?
Un nuevo sentimiento llenó el corazón del atlante ¡Celos! ¿Por qué JiYu hablaba con tanto afecto y admiración del príncipe heredero de Gwangju?
Jin hizo el esfuerzo de alejar el fastidio que sentía y buscó demostrarle a su amada que podía ser tan buen bailarín como el dichoso "Hoseokie" así que tocó el hombro de la princesa y le mostró lo que había escrito en la libretita que siempre llevaba con él.
-¿En serio me ayudarás con las danzas? ¡No sabía que bailabas!
-Aprendí cuando supe que adoras bailar... aunque casi muero en el intento.
---
-¡Bravo Jin, eres un excelente bailarín! Gracias por ayudarme ahora me siento segura de que daré la talla cuando HoSeok me invite a bailar.
¡HoSeok, HoSeok! El hijo de Tritón estaba harto de escuchar ese nombre y ver como los ojos de JiYu brillaban cada vez que lo mencionaba.
Una certeza comenzó a oprimir el corazón del principito así que decidió confirmar sus sospechas preguntándole al oficial Jeon.
Su angustia por saber la verdad era tanta que ignoró el dolor que lo atormentaba mientras corría desesperado hasta las caballerizas reales.
-¡Hola Jin! ¿Qué te pasa? Parece que hubieras visto un fantasma.
El muchacho escribió en un papel y por poco lo estampa en la cara de su amigo.
-¡Oye cálmate! ¿Qué te ocurre?
Jin señaló con insistencia el papel.
-¡Uf que genio!
-¿Por qué JiYu está tan emocionada por la llegada del príncipe HoSeok?
La expresión en el rostro de Kook fue un muy mal augurio para Jin.
-Jin ellos ...ellos son novios ¿No lo sabías?
La cara del príncipe marino se puso tan blanca como el papel que arrugó entre sus dedos.
-Es mejor que te sientes. Ten, toma un poco de agua.
Jin tomó un gran sorbo que no sirvió de mucho para desarmar el gran nudo que sentía que oprimía su garganta.
-Pensé que JiYu te lo había contado. JiJi y HoSeok hyung se hicieron amigos después que él la rescató del naufragio, luego empezaron a frecuentarse por asuntos protocolares de los reinos y poco después él le dijo que la amaba ¡Deberías haber visto a JiYu cuando me lo contó, parecía que iba a salir flotando de la felicidad!
-¿Qué él la salvó? ¡Eso es falso, fui yo quien lo hizo! ¡Mi Jiji no puede estar enamorada de un mentiroso como ese!
-¡Amigo cálmate estás al borde del desmayo!
El príncipe atlante escribió en otro papel a pesar de que las manos le temblaban de manera evidente.
-JiYu debe estar confundida porque sé que ella me ama tanto como yo la amo.
Los ojos del oficial Jeon revelaron la pena que sentía al tener que romper el corazón de su inocente amigo.
Tomando de los hombros a Jin le hablo cara a cara.
-Jinnie es cierto que JiJi te ama pero el amor que siente por tí es como el que comparte conmigo: ella nos ama como si fuéramos sus hermanos, el único dueño de su corazón es el príncipe HoSeok.
El dolor del príncipe marino fue tal, que por un breve momento fue capaz de romper la maldición que lo condenó de por vida.
Jin caminaba desesperado de un lado a otro, sentía que sus pies empezarían a sangrar en cualquier momento hasta que ya no pudo más y cayó de rodillas. Su frustración se manifestó con un claro y audible ¡Noooo! que hizo que Jeon diera un brinco del susto.
Su cuerpo colapsó mientras lloraba como si no hubiera un mañana.
Kookie hizo lo mismo que JiYu la noche que el principito recordó a su familia: Un gran abrazo acogió al doliente pero esta vez no fue suficiente para apagar el dolor que tenía en el alma.
...
El día del gran baile había llegado y con él la zozobra del joven príncipe atlante.
Jin estuvo tentado a quedarse encerrado en su habitación pero su lado revanchista le dijo que debía conocer a su rival de amores y así analizar sus puntos débiles para demostrarle a JiYu que él era un mejor candidato para ella.
Cuando nuestro protagonista ingresó al salón real ocurrió lo que la princesa auguró: las doncellas de la nobleza lo miraban boquiabiertas deslumbradas con su gran belleza pero el solo tenía ojos para su amada JiJi.
-¡Jinnie estás guapísimo! Apuesto que hoy sales de este baile con una linda novia del brazo.
Jin disimuló la pena con una sonrisa falsa. Luego, extendió su mano e hizo una reverencia invitando a su amada a bailar.
-¡Encantada mi principito del mar!
Todos cuanto los observaban danzar admiraban extasiados la hermosura de su futura reina y del joven náufrago que había tomado bajo su protección.
El baile fue interrumpido por el sonido de trompetas que anunciaban la llegada de la delegación de Gwangju.
-Disculpa debo acompañar a mis padres en la recepción.
En efecto, la familia real visitante hizo su aparición; algo que llamó la atención de Jin fue que el príncipe foráneo no solo era guapo sino que además tenía un aura tan brillante y cálida que parecía un pequeño sol pero lo más llamativo ante sus ojos era que HoSeok y JiYu trataban de disimular sus sentimientos ante sus padres.
Su ágil mente dedujo lo que pasaba.
-Solo Kookie y yo sabemos que se aman.
El asunto protocolar resultó tan aburrido como se esperaba hasta que el rey de Jeju pidió la atención de todos:
-La visita de la familia real de Gwangju afianza los lazos de amistad y colaboración para el crecimiento de ambos reinos y la protección mutua ante los avances expansionistas de nuestro enemigo en común. Hoy, me complace anunciar que los vínculos se harán más fuertes porque nos unirá el amor de la familia.
El murmullo entre los invitados al baile se hizo general y la expresión de intriga de JiYu era la misma que adornaba el rostro de Jin.
-El príncipe HoSeok me confesó los sentimientos que tiene por mi querida hija y no solo eso, ha pedido formalmente su mano a lo cual accedí gustosamente.
La sorpresa fue enorme para los presentes.
El rey continuó.
-Príncipe HoSeok por la cara de susto de JiYu asumo que esto es nuevo para ella. Mmmm... Yo ya di mi bendición ahora falta que se lo proponga a ella ¿Ha venido preparado?
-Sí Majestad ¿Me permite?
Jin estaba seguro que la maldición del Hechicero del Mar no llegaría a cumplirse porque antes de convertirse en espuma caería muerto de dolor en medio del salón de baile.
Su sufrimiento creció al ver que HoSeok se arrodillaba frente a todos y le mostraba un anillo de compromiso a JiYu.
El desconsuelo del tritón era tal que no podía escuchar una sola palabra del príncipe pero podía ver claramente el amor en su rostro que se reflejaba en JiYu de la misma manera.
Lo único que llegó hasta sus oídos antes de caer desmayado por una terrible punzada en el corazón (¿Así se sentía cuando te lo rompían?) fue la emocionada respuesta de su princesa:
-¡Si Hoseokie, acepto!
...
Jin despertó al sentir una suave caricia en su cabello y reconocer de inmediato el tacto que lo tocaba.
Al abrir los ojos pudo ver que JiJi y Kook velaban sus sueños.
-Los dejo JiJi deben conversar a solas.
-Gracias Kookie.
JiYu movió sus labios como queriendo decir algo pero de ellos no salió sonido alguno. Lo que sí afloró a raudales fueron copiosas lágrimas que mojaron sus suaves mejillas.
Jin tomó su mano y ella no rehusó el contacto.
-¡Soy una estúpida! ¡Perdoname Jinnie por no haberme dado cuenta de tus sentimientos y no haberte contado lo de Hoseokie! ¡He sido tan egoísta! Mi nube de felicidad por contar con el amor de HoSeok se complementó con tu llegada ¡El mar me regaló un hermanito bello y dulce a quien querer tanto como a mi Kookie y por eso no me percaté que tú...! ¡Lo siento, lo siento tanto!
La pena del desamor era enorme pero el corazón de Jin dolía más al ver el sufrimiento de JiYu.
Jin y JiJi habían aprendido el lenguaje de los niños terrestres privados del habla así que el principito pudo brindar algo de consuelo a su princesa.
-No te aflijas mi linda JiYu. Soy el culpable de este mal entendido porque no te confesé mis sentimientos y tú no tenías la obligación de contarme sobre tu relación con el príncipe HoSeok.
Estoy sorprendido con la noticia pero quiero que sepas que seré feliz si tu lo eres. Sí el heredero del trono de Gwangju es el hombre que amas sabré respetar tu elección.
-Jin eres tan puro y noble. Sé que pronto encontrarás a alguien que sea feliz de corresponder tu amor ¡Seré dichosa al saber que hay alguien esperando por ser bendecida con tus afectos!
-Mi amada JiJi... Me gustaría tener ese consuelo pero el día siguiente a tu boda será el último que me quede antes de convertirme en una parte efímera del mar.
...
La cuenta regresiva para la boda de JiYu y HoSeok dio inicio y con ella la atención absoluta de Jin en el regalo que estaba preparando para su princesa y que de seguro serviría para que, de alguna forma, siempre estuviera presente para ella.
El día de la boda llegó llenando de alegría a los nuevos esposos y de una tristeza infinita al joven atlante que tomó conciencia de que lamentablemente el sacrificio de perder su esencia de tritón y dejar atrás todo cuanto conocía y amaba había sido en vano.
La desesperación corrió como reguero de pólvora en el ser de Jin que presa de la angustia y cuando apenas empezaba a despuntar el alba se dirigió a prisa a la proa del gran barco de la armada real donde se había celebrado la fiesta nupcial con la esperanza de ver por última vez la inmensidad de su hogar.
Con lo que no contaba el príncipe marino es que apenas llegó a su objetivo pudo ver con asombro como unas caritas que él conocía muy bien asomaban entre las olas.
-¡Hermanito por fin pudimos encontrarte!
-¡Pronto regresarás con nosotros!
Jin estaba estupefacto y no comprendía nada ¡Necesitaba explicaciones pero no sabía cómo pedirlas! Así que lo único que se le ocurrió fue tratar de comunicarse con sus hermanas y hermano mediante gestos.
El segundo entre ellos, JiMin, comprendió de inmediato lo que su hermano trataba de expresar.
-Un viejo sabio del reino nos dijo que era probable que el Hechicero del Mar supiera sobre tu paradero así que fuimos a buscarlo aún en contra de la voluntad de padre.
El miserable no quiso decirnos nada hasta que...hasta que le ofrecimos algo a cambio de la verdad.
¡Ese desgraciado pidió el cabello de las niñas!
-¿Qué? ¿De que le serviría a Yoongi el hermoso cabello de mis hermanas?
Los hermanos cruzaron miradas y el mayor lo entendió.
-¡Infeliz! Lo hizo solo por humillarlas ¡Mis pobres hermanitas!
-¡No llores Jinnie! Lo hicimos con gusto con tal de salvarte.
-Y lo volveríamos a hacer no lo dudes.
-Nuestros cabellos sirvieron para saber sobre tu paradero pero el sacrificio que hizo JiMin...
-Attina no es necesario que lo menciones.
-¡Lo es JiMin, Jin debe saber lo que hiciste para que vuelva a ser uno de nosotros!
Jin miró suplicante a la mayor entre las princesas atlantes.
-JiMin cedió su alegría a cambio de esta daga. Debes asesinar a la princesa y con la sangre de su cuerpo inerte bañar tus pies, así se romperá el maleficio y volverás a ser un tritón, recuperarás tu voz y tu lugar como el príncipe heredero de Atlántica donde podrás gobernar los 300 años de tu vida como atlante.
Jin miró horrorizado a su hermana ¡Era obvio que el maldito hechicero no le daría una alternativa fácil para romper el maleficio!
Attina levantó la voz con autoridad.
-Debes hacerlo antes de que llegue el amanecer ¡No lo dudes hermano! La terrestre ya demostró que no es digna de tu amor pero sobre todo debes valorar el sacrificio que hizo JiMin para poder devolverte todo lo que perdiste.
-Apresúrate hermanito pronto amanecerá ¡Te estaremos esperando! ¡Te amamos dulce Jinnie!
La tierna voz de la pequeña Alana sacó a Jin de sus cavilaciones.
-¡Ten hermano usala ya!
Attina lanzó la daga y Jin la atrapó con presteza.
El atlante caminó con inseguridad hasta la alcoba nupcial ¡Sería tan fácil ejecutar a JiYu! Los invitados a la boda e incluso los oficiales a bordo dormían plácidamente seguros de que nadie osaría atentar contra los recién casados en un poderoso navío de la armada real.
Jin abrió con sigilo la puerta de la habitación. Allí, en la amplia cama matrimonial dormían abrazados JiYu Y HoSeok.
El príncipe del mar miró la daga, luego a los esposos y de repente, pensamientos atroces y egoístas llegaron a él:
-¡Hazlo Jin, se libre! ¡Matala, ella no te merece! ¡Acaba con HoSeok, él te robó el amor de JiYu!
Una voz que yacía en lo profundo de su corazón roto respondió a la oscuridad que lo embargaba:
-¡No puedo hacerlo! ¡A pesar de todo sigo amándola!
Jin sintió como las fuerzas empezaban a abandonarlo conforme los rayos del sol alumbraban la cubierta del barco.
Presa de la debilidad dejó caer la daga.
El tintineo que produjo al caer fue solo audible para una terrestre que amaba con todo su ser a Jin, tal vez no con el tipo de amor que él anhelaba pero que tenía un cariño infinito por el principito del mar.
JiYu despertó asustada porque la certeza de que algo terrible pasaría le indicaba que debía correr hasta la cubierta del gran barco.
El sol de la mañana alumbraba con todo su esplendor pero el brillo de los rayos solares no llenaron de la acostumbrada alegría a la princesa sino que grabaron en su mirada la imagen más triste a la vez que mágica y maravillosa que alguna vez llegó a apreciar.
Al llegar hasta la proa pudo ver el momento exacto en que Jin se arrojaba a las profundidades del mar.
-¡Jin no!
JiYu corrió desesperada y se asomó por el barandal. Ante sus ojos llenos de lágrimas se dió un fenómeno irreal: El cuerpo de Jin no se hundió en las aguas sino que se convirtió en un grupo de burbujas para finalmente desvanecerse como espuma de mar.
La princesa cayó en la cubierta llorando desconsolada ¡Su hermoso Jinnie había desaparecido como si nunca hubiera existido! ¿Pero cómo? ¿Quién era realmente Jin?
-¿JiYu?
-¡Ay Hosookie!
-¿Qué ocurre querida?
-¡Por favor volvamos a Jeju!
...
La princesa estaba inconsolable y la única respuesta coherente que pudo dar fue que perdió a un gran amigo y no pudo hacer nada para que no se alejara.
HoSeok no sabía cómo consolar a su esposa hasta que JungKook, el mejor amigo de JiYu, hizo acto de presencia.
-HoSeok hyung permíteme ver a JiYu tengo algo que espero la ayude a encontrar consuelo.
-Haz lo que sea necesario JungKook, confió plenamente en tí.
-¿JiJi?
-¡Ay Kookie, nuestro Jinnie!
Los hermanos del alma se unieron en un abrazo triste e interminable hasta que Kook con el rostro lleno de lágrimas y la voz quebrada pudo hablar.
-Jin sabía lo que pasaría con él. No estoy de acuerdo con lo que hizo pero lo entiendo, el dolor del desamor fue demasiado para nuestro chico.
El...él me pidió que cuando partiera te entregara esto y que esperaba que lo valorarás como una forma de guardarlo en un pedacito de tu corazón.
-Gracias Kookie. Te quiero.
-Y yo a ti JiJi.
Cuando la princesa abrió el paquete que dejó Jeon se encontró con una libreta cuya primera anotación decía: DIARIO DE JIN, PRÍNCIPE DE ATLANTICA QUE DEJÓ ATRÁS SU REINO POR AMOR.
-¡Por la diosa Myeongwol!
El texto estaba ilustrado con unos simpáticos dibujitos que llenaron de ternura a la princesa y fueron los primeros detalles que trajeron de vuelta a Jin para ella.
El diario contaba la vida del príncipe atlante, cómo surgió su deseo por conocer el mundo terrestre y explicaba cómo este sueño se incrementó al enamorarse de una hermosa chica humana que corría todas las noches por la playa para luego contemplar fascinada a la diosa Luna y el gran oceano.
Narraba con lujo de detalles la noche del naufragio en que la princesa por poco muere y cómo fue que la rescató poniéndola a salvo cerca al hogar de los hombres sabios.
-¿Tú me salvaste? ¡Mi hermoso principito del mar!
El dolor llegó al saber por todo lo que tuvo que pasar Jin para cumplir sus sueños y como terminó por aceptar su cruel destino al saber que los afectos de JiYu ya habían elegido a alguien que no era él.
-¡Ay mi Jinnie! Te debo la vida ¿Y como te pagué? ¡Rompiendo tu hermoso corazón!
El diario finalizaba con una frase que devolvió algo de paz al corazón de la atribulada princesa de Jeju.
Querida JiJi: espero que estos escritos sirvan para, como le dije a Kookie me llegues a guardar en un pedacito de tu corazón, conozcas de alguna forma mi hogar ese lugar misterioso que tanto quisiste conocer ¡Y que es real, no lo dudes!
También quiero que sepas que aunque no llegaré a verlo, deseo sinceramente que vivas una vida plena y próspera al lado de HoSeok que sé que te ama tanto como yo.
Adiós amada JiYu, mi hermosa princesa que le dió alegría a los breves días que viví como un feliz terrestre.
...
-¡Mirala Hosookie es tan linda!
-¡Por supuesto si es idéntica a tí!
JiYu y HoSeok disfrutaban de la dicha de recibir a la que esperaban, fuera la primera de las herederas de la nueva nación que se había formado gracias a la unión de los reinos de Jeju y Gwangju.
-Alana ¡Me gusta el nombre que elegiste para nuestra princesita! ¿De dónde lo sacaste?
-Es el nombre de la hermanita de un amigo a quien quise mucho.
-¿Amigo?
-Sí ¿Recuerdas a Jin?
-¡Claro! El chico apuesto que no podía hablar ¿Qué ocurrió con él?
-Volvió a casa.
La pena de JiYu fue cediendo gracias a su pequeña Alana que tenía el aura vital, energía y alegría de su padre y conforme crecía daba muestras de tener una sabiduría y entendimiento del mundo superiores a su corta edad.
...
-¡Jin bonito! ¿Quieres un poco más de té? ¿Y galletas? ¡Jajaja! ¡Me da risa cuando haces sonidos de puerquito!
JiYu sintió que la piel de todo su cuerpo se erizaba al escuchar a Alana que ya tenía cinco años hablar con su amigo imaginario y llamarlo por el nombre de su "principito del mar" ¿De donde lo aprendió si ella jamás se lo mencionó?
-Tal vez se le escapó a tío Kook pero eso es difícil, mi hermano es la discreción hecha persona.
La princesa decidió resolver el misterio preguntándole a su inteligente hija.
-¡Hola Alana! ¿A qué juegas?
-A compartir la hora del té con Jinnie, mi amigo etéreo que es un hijo del aire.
-¡Waoo Alana! ¿Cómo sabes qué él es uno de ellos?
-Porque él me lo contó.
-¿Tú lo escuchas?
-¡Sí mami! ¡Lo escucho y lo veo! ¡Es muy guapo, chistoso y canta muy lindooo!
JiYu tuvo que hacer uso de todo su autocontrol para no sufrir un ataque de pánico.
-Alana ¿Jin te ha contado por qué te visita?
-Sí mami. Jinnie antes era un tritón ¿Sabes lo que es eso?
-Sí hijita.
-Pero se enamoró de una chica humana que amaba a un terrestre.
-¿Y...y qué pasó?
-Que alguien quiso que él hiciera algo malo contra la chica para poder volver al reino de Atlántica pero él no pudo porque todavía la amaba, así que prefirió volverse espuma de mar antes de hacerle daño ¿Mami por que lloras?
-Porque la historia de Jin me parece muy triste.
-Jin dice que no estés triste y que gracias a mi ayuda te puede decir que la diosa Myeongwol se compadeció una vez más de él y premió la bondad de su espíritu convirtiéndolo en un hijo del aire.
-Alana ¿Puedes preguntarle a Jin si se siente feliz siendo un ser etéreo?
-Mami Jinnie ya te escuchó y dice que sí porque así puede acompañarme y hacerme reir ¿Sabes que cada vez que hace una buena acción, cuida a un niño bueno y lo hace reír la diosa le resta un año a los 300 que debe esperar para volverse un ángel y vivir eternamente en el cielo?
JiYu dejó escapar una risa en medio de sus lágrimas.
-¿Me muestras dónde está Jin? Quiero decirle algo importante.
-Sí mami, está sentado frente a tí.
-¡Hola Jinnie! Me da gusto saber que estás cuidando a mi Alana y gracias a ella pronto podrás lograr tu meta de llegar al cielo. Por favor, sigue velando por ella y queriéndola tanto como ella te quiere.
-¡Eso es cierto mami yo lo quiero mucho!
-Lo sé hijita es muy fácil llegar a amarlo.
-Mami Jin dice que si nos puede acompañar a correr en la playa ¡Ahora puede hacerlo sin que le duelan los pies!
-¡Por supuesto mis amores será un placer!
Esmi ha terminado de narrar el cuento.
Mi esposa, las niñas, yo y sospecho que hasta Yoongi nos secamos unas lágrimas que aparecieron al final de la narración.
Esmeralda nos reparte algunos de sus infaltables pañuelos desechables y luego nos sirve tazas con chocolate caliente.
-¿Qué les pareció la historia?
-Me gustó imaginar a papi como un sirenito pero no me gustó que la pasara muy mal.
-El cuento fue muy triste pero me gustó que al final se volvió a juntar con JiYu.
-No quiero que papi se vuelva un ángel ¡Quiero que siga con nosotras hasta que esté viejito!
Las palabras de Yeye provocan que las Kim se trepen en mi regazo como un trío de monitas, me llenen de besos y se cansen de decirme ¡Te queremos!
El momento emotivo acaba cuando Sukie lanza una frase de lo más aleatoria.
-Si tío Hoseokie se hubiera casado con mami JiYu en la vida real ¿Heung Min sería mi hermano? ¡Eso hubiera sido super!
-Niñas den las buenas noches a tío Yoongi creo que trasnochar les está pasando factura.
-Yo también me despido, estoy muerto de sueño y mañana debo ir al cuartel.
-Hasta mañana Yoongs ¡Sueña con mi yo angelical!
No puedo verlo pero sé bien que el muy grosero se va no sin antes mostrarme su dedo medio.
-¡Sé que me amas Min aunque no lo quieras admitir!
Esta historia fue publicada anoche, 4 de diciembre pero Wattpad la arruinó desconfigurando el idioma 😭😭😭😭
Pero como más vale tarde que nunca aquí va la dedicatoria: Para tí nuestro príncipe hermoso de cielo, mar y tierra.
¡Feliz cumpleaños querido Seokjinnie, ahora conocido como el sargento Kim SeokJin!
Si sigues así pronto cumplirás nuestra fantasía del Teniente Kim ¡Jeje!
¡¡I purple youuu!!
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