101 NIGHTS
-¡Mami, mami ya queremos escuchar el cuento!
-Majestad, aquí no hay nadie que responda al nombre de mami y la única autorizada a narrar las historias mágicas es Morgana la sen... sabia hechicera.
Siento el suave zape que me planta Esmi por casi pecar de bocotas.
-¿Qué dijiste papi? ¡No entendí nada!
-¡Tiempo fuera, tropa Kim! Lo que papá quiso decir es que mientras estemos en el "Mundo mágico de Merlín" debemos llamarnos como nuestros personajes del juego para que sea más divertido ¿Qué les parece la idea?
Las pequeñas responden a coro.
-¡Genial!
-Entonces apliquemos la cuenta regresiva y regresemos la película.
Ese es otro detalle que amo y admiro de Esmi ¡Es tan creativa para captar la atención de las niñas! Mis hijas y yo ya conocemos la dinámica así que seguimos el conteo de Esmeralda.
-¡5...4...3...2...1... Frrrrrrr!
-Merlín ¿Nos harías el honor de hacer la presentación?
-¡Por supuesto mi bella brujita! Ejem... Hoy Morgana nos deleitará con una de las historias que les obsequió con mucho cariño Mel, el hada guardiana de los secretos de la pluma dorada.
-¿Mel?
-¡Silencio Mingus no interrumpas mi discurso!
-¡Me gusta la tapa del libro, es muy bonito!
-¡Sí, es rosa y tiene un arco iris!
-¡Y tiene brillitos!
-¡Waoo! ¡Digo! ... ¡Uuuuu!
La noticia le ha caído a Yoongi como una gran novedad porque desde que el muy estúpido la cago con la linda mesera ha perdido la oportunidad de apreciar otro de los muchos talentos y encantos de la chilenita.
-Tienen razón majestades, el libro es extraordinariamente bello y lo es aún más porque nuestra amiga hada lo hizo con sus propias manos.
Un ¡Uuuu! algo apenado es indicador de que Mingus es consciente de su error...
Pero ese es un cuento para otro libro.
-Estamos listos Morgana. Deleitanos con el encanto de tu dulce voz y tu habilidad para narrar.
-Gracias gran mago.
Hace mucho tiempo en un lejano reino vivió un joven y apuesto príncipe de gran valentía y noble corazón.
SeokJin era el heredero de la corona por ser el hijo mayor del rey MinSeok y estaba dispuesto a honrar la memoria de su padre que había sido un soberano sabio y justo que había dejado este mundo combatiendo el ataque del dragón de fuego enviado por el dios Jowangshin.
-¡SeokJin! ¡El príncipe se llama como papi!
-¡Y el rey como abuelito Minseokie!
La voz melancólica de mamá transmite la añoranza por la ausencia de papá.
-El hada describió muy bien al buen rey.
Llegó el día en que el corazón del príncipe empezó a abrigar la ilusión de encontrar una compañera a quien amar y con quien compartir la dicha de formar una familia.
El anhelo de SeokJin se hizo realidad cuando conoció a la hermosa princesa JiYu de la cual quedó profundamente enamorado y esta correspondió a su amor por lo cual unieron sus destinos en una gran boda que llenó de alegría al reino.
La felicidad de contar con el afecto de JiYu y la pronta llegada del futuro heredero de la corona fue muy breve. La princesa enfermó gravemente meses después de traer al mundo a MiSuk, una linda bebita...
La voz de Esmi se quiebra ligeramente y de manera instintiva busco su mano y la aprieto con suavidad a lo que ella responde de la misma manera.
Esmeralda inhala y se dirige a nuestras hijas.
-¿Todo bien princesas?
Como siempre la primera en responder es la unnie de las Kim.
-Sí mami...¡Digo! Morgana. Me gusta que seamos parte del cuento.
-A mí también.
-¿Qué pasó con el príncipe?
SeokJin estaba destrozado.
El ángel de la muerte le arrebataba por segunda vez la oportunidad de disfrutar la presencia de alguien a quien amaba.Su dolor fue tal que no quiso escuchar las voces de la Reina ni de los príncipes que le pedían que superara su pena porque tenía la oportunidad de seguir amando gracias a su pequeña Sukie.
El príncipe no hallaba consuelo a su pena y terribles sentimientos empezaron a contaminar su espíritu lo que fue aprovechado por JiJang, la diosa de la desgracia que lo visitó al escuchar sus lamentos.
-Buenas noches Su Majestad.
-¿Quién eres y qué quieres?
-Soy JiJang, la diosa de la desgracia.
-¿Qué haces aquí?
-Tú me atrajiste con tus lastimeros lamentos y la oscuridad que está creciendo en tu alma.
-Tengo razones para sentirme miserable.
-No, no las tienes. Es cierto que la pena es una mala consejera y te hace ver la realidad como un cristal empañado por la niebla pero tienes motivos para sobreponerte aún en contra de tu voluntad ¡Eres el soberano de este reino y tu hija te necesita!
-¿Vas a decirme lo mismo que mi madre y mis hermanos?
-En realidad no debería hacerlo, este es el momento propicio para dejar caer mis maldiciones pero si tengo algo de piedad es porque respeto la memoria del rey MinSeok que murió protegiendo sus dominios y porque conozco la pureza de tu esencia príncipe SeokJin.
-¿Y si no tengo las fuerzas suficientes? ¿Qué ocurrirá si me doy por vencido y dejo que la oscuridad cubra mi alma?
-Entonces obraré como las altas divinidades me han encargado.
SeokJin se sintió abrumado ¡No solo debía cargar con el dolor de su duelo sino con la culpa de saber que su pueblo estaría a merced de la diosa si no superaba la tristeza!
-Debes levantarte y seguir por tí y por los que amas. Joven príncipe, has sido bendecido con muchos dones y uno de ellos es contar con la gracia de Oneuli, la diosa del tiempo que te ofrece un presente que debes valorar.
La deidad te regala 101 noches para que tengas la oportunidad de sanar tu corazón. Debes pensar con sabiduría y elegir con prudencia aquello que te ayude a no perder el brillo de tu ser. Estaré vigilante Majestad, por cada mala decisión que tomes haré que la sombra de la desdicha se cierna sobre tí y tu corona.
La diosa se evaporó tal como llegó dejando una estela de oscuridad, frío y tristeza.
...
Las 101 noches empezaron la cuenta y SeokJin no hallaba el rumbo para encontrar la felicidad.
Es verdad que se esforzó, halló consuelo en el cariño de su familia y el amor infinito que creció en él gracias a la linda MiSuk pero había un vacío en su corazón que no podía llenar con nada.
La primera desgracia que llegó a él fue empezar a olvidar a JiYu. El dolor de saber que estaba perdiendo los recuerdos de su amada fue tal que creció como una sombra sobre todos los pobladores del territorio que sufrieron el mismo pesar al borrar de su memoria a sus seres queridos que partieron al más allá.
El desconsuelo dio paso a la ira y con ella las malas decisiones llegaron como una enorme ola.
Fiestas llenas de desenfreno y excesos ocasionaron que el vacío del alma del príncipe se hiciera más grande, tan grande como un gran abismo.
¿El resultado? Por cada noche de despilfarro en palacio hubo un día de hambre en el pueblo ocasionando un gran descontento entre la población.
...
-Hermano estás a tiempo de romper la maldición de la diosa JiJang
-NamJoon hyung tiene razón, debes usar la bendición de la diosa Oneuli a tu favor.
-¿La bendición de Oneuli? ¿Quién se ha creído que es para ponerle un plazo al duelo de mi alma? ¡JiJang y ella son igual de perversas!
-¡Hyung no blasfemes!
-¡Lo que digo es verdad! ¡Me ponen retos que lo único que hacen es que me sienta más amargado! Si no fuera por ustedes y MiSukie estaría sumido en la oscuridad absoluta.
-Somos tu familia y te amamos ¡No te dejaremos caer!
-Estamos contigo hermano. Las decisiones que tomaste no fueron las mejores pero todavía tienes la oportunidad de encontrar el camino hacia la felicidad.
-¿Por qué no apelas a lo que te daba dicha hasta antes de conocer a JiYu noona?
-Lo pensé pero hacer solo las cosas que antes me parecían placenteras ahora no tiene sentido.
-¿Y si buscas compañía con quien compartir tus intereses? Tal vez así recuperen su atractivo.
SeokJin pensó que no era una mala idea así que con la ayuda de sus hermanos organizó las actividades de las siguientes noches.
...
La ira fue reemplazada por el aburrimiento y la apatía.
Los príncipes se esmeraron en elegir a las compañeras para su hermano y buscaron entre las doncellas de la nobleza las que cumplieran con estrictos requisitos: debían ser bellas, simpáticas, cultas y dominar las artes que eran del interés de Su Majestad.
¡La tarea fue un fracaso! Y no porque no hubieran encontrado candidatas ¡No señor!
Las nobles damiselas del reino tenían a montones las cualidades requeridas pero ninguna fue del agrado de SeokJin.
La maldición se extendió nuevamente en el reino provocando que la apatía de los habitantes afectara su trabajo y relaciones personales ¡El país se volvió un lugar gris y aburrido!
El príncipe estaba cada vez más desanimado porque solo faltaban treinta días para que el plazo de Oneuli se cumpliera.
Vencido por el pesimismo pensó que lo mejor era aprovechar el poco tiempo que quedaba antes de que las maldiciones de JiJang arrasaran con la nación.
Fue así que una noche, después de concluir con sus deberes reales, se acercó a los aposentos de su pequeña princesita y antes de entrar detuvo sus pasos al percibir unos sonidos que nunca había escuchado: la vocecita de MiSuk haciendo unos ruiditos muy graciosos, una dulce voz femenina que le hablaba animándola a seguir con sus gorgoritos y la risa... ¡La risa de su bebé!
SeokJin estaba estupefacto ¿Qué magia era esa que provocaba la felicidad de su niña?
Con tristeza tuvo que admitir que sus múltiples deberes reales lo tenían alejado de su hija y las pocas veces que interactuaba con ella eran unos minutos antes de que la bebita cayera dormida y por ello se mostraba cansada y llorosa así que lo único que le quedaba era verla dormir como un tierno angelito.
El soberano siguió escuchando y observando entre las sombras. Al mirar con atención descubrió la identidad de la mujer que hacía que su niña siguiera en un concierto de adorables sonidos.
Era una joven cuyo aspecto le recordaba a alguien pero no sabía a quién ¡Era muy linda! Lo que más llamó su atención era la paz que transmitía y el cariño con que atendía a la princesita como si fuera... como si fuera una madre.
El momento culminante de la experiencia que parecía un agradable sueño llegó cuando la extraña empezó a cantar una nana que provocó que MiSuk se quedara dormida y que SeokJin sintiera, después de mucho tiempo, un calorcito que abrigó su triste corazón.
Su Majestad se debatía entre entrar y conocer a la muchacha o dejar que culminará con la labor de hacer dormir a Misukie.
Optó por lo segundo y guardó su curiosidad hasta el día siguiente.
...
-¡SeokJin hijo hoy amaneciste radiante!
-¡Cierto madre! Y con él el reino entero.
-Hoy la mañana tiene la calidez de un día primaveral.
-Debe ser porque anoche dormí como un bebé después de mucho tiempo. Hablando de bebés ¿Desde cuando cambiamos a la nana de Misukie?
-Seokjinnie ¿Recuerdas que te mencione que la señora Chen se retiraría porque la ciática la tenía muy mal?
-La ciática y el hecho de que ya está muy viejita para cuidar bebés ¿A quién se le ocurrió que nuestra nana estaba en condiciones para atender a la nueva heredera de la corona?
-Como el jefe de los doctores reales debiste dar la alerta ¿No te parece Namjoonie?
-¿A quién contrataste como su reemplazo?
-SeokJin ¿Alguna vez escuchas lo que te digo? Te lo dije apenas concretamos su llegada a palacio.
-Perdoname madre tengo la cabeza llena de cosas del reino.
-Te entiendo hijo pero lo concerniente a tu hija debe ser tan importante como los asuntos de estado.
-Tienes razón mamá.
-Hyung debes estar feliz por Misukie ¡Su nana es muy linda!
-¿Cómo lo sabes?
-Ayer al atardecer me crucé con ellas cuando Esmeralda paseaba a Sukie por los jardines reales.
-¿Esmeralda?
-¡Esmeralda! ¡Se llama como mami!
-Así es Yeye
-¿Entonces pronto serán felices para siempre?
-No tan rápido Lari...
-Sí, Esmeralda.
-Tiene nombre de joya.
-Y lo es Joonie hyung, es el tesoro de su padre el maestre Antonio.
-¿Es hija del maestre Antonio? ¿El encargado de la despensa real?
-Sip.
-Por eso me parecía conocida, se parece mucho a su padre.
-Espera, espera ¿Qué fue lo que dijiste hyung?
-¿Yo? ¡Nada! Debo dejarlos tengo concejo real.
-Seokjinnie ¿Crees que hoy podrás almorzar con nosotros?
-Haré lo posible madre.
...
El príncipe SeokJin pidió al secretario real que organizara su agenda de tal forma que tuviera libre la hora del almuerzo y parte de la tarde porque consideraba que era necesario darle un espacio importante a su vida familiar decisión que alegró al buen hombre que afirmó:
-Me da gusto que esté retomando el ejemplo de su padre Majestad.
Después de compartir gratos momentos con su familia su siguiente objetivo fue visitar los amplios jardines reales con la esperanza de encontrar a su niña y poder gozar de la compañía de la tierna Misukie.
No tuvo que buscar mucho ya que en una de las glorietas, específicamente en esa que alegró sus días de infancia, pudo hallar a la princesita en brazos de su nana que la sujetaba mientras giraban lentamente en un carrusel accionado por un molino de agua que creó un sabio artesano real para los principitos de antaño.
La muchacha sujetaba a MiSuk mientras le describía lo que las rodeaba: el color de las flores del jardín, los detalles de los asientos del carrusel que simulaban pequeños carruajes, etc.
-Mira Sukie está es tu mano ¡Tienes unos deditos largos y preciosos! Apuesto que serás una gran intérprete de Gayageum.
-Espero que tenga razón, su madre lo ejecutaba con maestría.
SeokJin tuvo a bien disimular la sonrisa que casi se le escapa al ver el brinco del susto que dio la muchacha que abrió los ojos sorprendida al darse cuenta de la presencia del soberano.
-¡Ma...Majestad!
Esmeralda intentó ponerse de pie para hacer la reverencia del caso pero la acción le costó porque tenía en brazos a la princesita y además estaba sentada hecha un ovillo en el pequeño asiento del carrusel.
-Permítame ayudarla.
-¡Oh no se moleste Su Alteza!
-No es molestia debo hacerlo sino es probable que ocurran dos cosas: o se cae con Sukie en brazos o mi pequeña volará como un lindo pájaro.
El rostro de la chica adquirió un gracioso tono escarlata que aumentó cuando el príncipe la tomó de la cintura y de un tirón la sacó del lugar que la aprisionaba.
El bochorno de su cara subió una tonalidad cuando el guapo padre de MiSuk la miró sonriente y luego frunció su ceño, gesto que lo hizo lucir aún más esplendoroso.
-Esmeralda me consta que es pequeña y liviana pero ¿No le parece que abusó de sus cualidades al pretender caber en una silla diseñada para un niño?
-No es la primera vez que Sukie y yo disfrutamos del carrusel.
-¿No? ¿Entonces qué ocurrió? ¿Engordó de improviso?
La expresión abochornada dio paso a una de indignación que por lo visto le hacía mucha gracia al joven soberano.
-¡Por supuesto que no! Si no pude pararme fue porque una parte de mi vestido se atoró en un barrote del asiento.
-¿Y por qué pude soltarla?
La chica sujetó con un brazo a la bebé y señaló molesta el trozo de tela que quedó como recuerdo del incidente.
Esta vez el avergonzado fue SeokJin al notar el desastre que había originado, por darse cuenta que seguía sujetando de la cintura a Esmeralda pero sobretodo por la extraña sensación que le produjo el tono respondón de la chica que por lo visto se zurraba en el hecho de que estaba frente al futuro rey de la nación detalle que la hacía más interesante a sus ojos.
-¡Lo lamento!
La expresión de sorpresa volvió a Esmeralda.
-No...no tiene importancia Alteza es solo un poco de tela. Majestad ¿Puedo retirarme? Es casi la hora de la cena de Sukie.
-¿Cena? ¿Sukie ya come?
Esmeralda miró extrañada al muchacho.
-Sí Majestad.
El corazón de la muchacha se llenó de pena al ver la tristeza en el apuesto rostro del príncipe.
-Es una de las tantas cosas que no sé de mi hija.
-Tiene muy buen apetito. Su Alteza, la reina YoungJi, me comentó que es una de las muchas características que ha heredado de usted.
La frase devolvió la expresión radiante a la faz de SeokJin.
-Me alegro.
-¡Oh mire le está sonriendo! ¿Quiere cargarla?
Esmeralda miraba la escena maravillada ¡Padre e hija eran hermosos!
-¿Quiere acompañarnos? Si gusta luego le puedo enseñar a bañarla.
-¿Yo? ¿Bañarla?
-¿Qué tiene de raro? Usted es su papá.
-Esmeralda...
La nana se dió cuenta del gran error que había cometido ¡Había pecado de confianzuda y entrometida!
-¡Vaya, parece que el hada conoce muy bien a la chica! ¿Por qué de pronto sufrí un deja vu?
-¡Silencio mago si no quieres terminar como un renacuajo!
-¡Qué poco sentido del humor hechicera!
-¡Soy tan torpe y atrevida Majestad! Usted tiene muchas obligaciones y es mi deber atender a la princesa. Ella es niña y...
-No es eso Esmeralda... Mmmm.... Es que... ¡Me da miedo soltarla!
-Estaré con usted Majestad.
SeokJin disfrutó una de las mejores noches de su vida al compartir con la amorosa nana las risas de su pequeña hija y fue el impulso para que el príncipe decidiera reorganizar sus deberes como soberano para nunca más, sentir el dolor de saber que se estaba perdiendo de atesorar los mejores recuerdos de la infancia de Misukie.
...
Para todos en el reino era evidente el renacer espiritual de su soberano ya que con él regresaron la alegría y vitalidad a los dominios de la dinastía Kim.
La comidilla que circulaba en las calles era que el guapo príncipe había recuperado la ilusión de vivir no solo por el cariño a su preciosa hija sino por la influencia de la encantadora nana de la princesita.
Quienes conocían a la hija del maestre Antonio podían dar fe de las cualidades de la muchacha así que no pasó mucho para que la idea de un romance entre el heredero de la corona y una joven del pueblo se convirtiera en la novela que todos seguían con interés.
Las habladurías tenían razón en algo: SeokJin estaba enamorado de Esmeralda pero era la muchacha quien guardaba distancias.
Harto de las maniobras evasivas de la chica optó por tomar el toro por las astas...
-Morgana ¿Que tiene que ver un toro con que Jin y Esmi se enamoren?
-¿Jin y Esmi?
-¡Sí! Ellos son ustedes ¿O no?
-¡Son ellos pero cuando vuelvan a ser papi y mami!
-¡Callense dejen que ma..Morgana siga con el cuento!
Debo mediar antes de que arda Troya entre las Kim.
-Paz princesas. El toro por las astas es una expresión que quiere decir que SeokJin decidió tomar cartas en el asunto, intervenir para que las cosas salgan como él quería.
-¡Ah!
-Ya que Merlín despejó sus dudas ¿Podemos seguir?
-¡Sí hechicera!
Esmeralda tenía el presentimiento que la presencia del príncipe no tardaría en aparecer por la glorieta del carrusel.
No era la hora habitual en la que SeokJin llegaba a acompañar las travesuras y nuevas destrezas que adquiría día con día MiSuk pero algo le decía a la nana que el objeto de sus afectos pronto estaría con ellas.
¡Sí, princesas como lo oyen! La muchacha estaba enamorada del guapo heredero de la corona ¿Y cómo no hacerlo? Lo apuesto de su rostro y la elegancia de su figura eran el fiel reflejo de la belleza de su alma.
Esmeralda sentía mucha alegría por todo el reino porque su destino estaba en buenas manos como ya lo había demostrado el mayor de los príncipes pero sobre todo se regocijaba al tener la certeza de que su querida Sukie contaba con el amor de un padre bueno y cariñoso.
La paz espiritual de la joven se alteraba al tener que admitir que el dueño de su corazón ¡Era un imposible! Y no porque ella le fuera indiferente al guapetón ¡Oh no!
El buen juicio de Esmeralda era muy pragmático y sabía que las leyes terrenales no admitirían el amor entre el heredero de la corona y una simple muchacha del pueblo.
¿Era injusto? ¡Por supuesto que sí! SeokJin y sus hermanos tenían derecho a elegir a quien amar sin importar su procedencia pero las leyes del reino prohibían los "arrebatos de amor" que según el criterio de los consejeros reales ponían en riesgo la soberanía de la nación.
Su mente divagaba entre felices escenarios en los que un hada mágica solucionaba sus problemas pero de golpe llegaba la bofetada de la realidad que le recordaba que sus anhelos eran por decir lo menos... ¡Irrealizables!
Una suave voz masculina que ella conocía muy bien la trajo de regreso al presente.
-¡Hey! ¿Por qué esa carita tan triste? ¡Mira! le contagiaste tu puchero a Misukie.
Era cierto, la nena tenía un pucherito muy marcado en sus lindos labios que eran idénticos a los de su papá.
-Misukie lo extrañaba mucho Majestad.
-Esmi ya te dije que por favor no me llames así.
-Majestad puedo llevarme una reprimenda si se me escapa decirle Jin frente a alguien de la corte.
-¡Ay de aquel que se atreva a llamarte la atención y menos en mi presencia!
-El príncipe sonó como papi en modo gruñón.
-Estoy empezando a sospechar que esa hada es una agente encubierta de la CIA ¡Sabe mucho sobre nosotros!
-No seas bobo Merlín, sabes que ella y yo somos buenas amigas.
Yoongi da su opinión con cara de tonto enamorado.
-Además es muy intuitiva y buena analista de almas.
-¿Ves lo que te perdiste por tarado Mingus?
-¡Cof, cof! Merlín por favor modera tu vocabulario frente a las princesas.
Esmeralda esbozó una sonrisa triste. Era un halago saber que el príncipe la defendería ante cualquier situación pero no quería ser el motivo para una crisis en la corona.
La siguiente sensación que llegó a ella fue la de derretirse como mantequilla al notar el suave tacto de Jin que acariciaba su rostro con delicadeza.
-¿Por qué estás tan triste?
-¿Yo? No ocurre nada malo Alteza
-No me mientas Esmeralda tienes un rostro demasiado expresivo que delata a leguas tus emociones.
-No es nada Su Majestad solo los tontos pensamientos de una pueblerina.
-No me gusta que te expreses así Esmi. El hecho que no seas de la nobleza no te resta valor ante mis ojos, al contrario, admiro tu cultura, don de gentes y tu nobleza que no tienen nada que envidiar a los de las damas de la corte.
-Mi nivel cultural es un regalo que debo agradecerles a su padre el rey MinSeok que siempre se preocupó por la educación de todos sus súbditos y a papá que es un hombre muy sabio e ilustrado.
-Lo sé Esmeralda por algo es el encargado de la despensa real. Mi hermano TaeHyung lo admira por los grandes conocimientos que tiene sobre agricultura.
-El príncipe Tae es un encanto.
-¿El príncipe Tae? ¿Por qué a él lo llamas por su nombre y no puedes decir el mío?
-Por... porque él es mi amigo y no será el futuro rey.
Esmeralda quedó petrificada cuando el príncipe la sujetó de la cintura y se agachó para hablarle muy de cerca.
-Eso tiene solución Esmeralda. Si te conviertes en mi esposa no habrá problema en que me digas Jin ¡Nadie le objetara a la futura reina de la nación el que le hable de manera informal a su amado esposo!
-¡SeokJin! ¿Estás loco?
-¡Me encanta cuando te molestas y mandas al diablo las formalidades!
-¡Aish! Quise decir... ¡Su Majestad! Lo conmino a que reflexione lo que plantea es un absurdo.
-¿Por qué Esmi? ¿Por qué mi deseo de que seas parte de la familia real... de mi familia no puede volverse realidad? ¡Te amo Esmeralda!
Las chicas dan un grito emocionadas y los adultos presentes reímos ante su espontaneidad.
-¿Es qué tu no me amas?
La expresión abatida de Esmi no desalentó a SeokJin.
-Si me dices que no me quieres no volveré a insistir en el tema.
Los lagrimones que corrían por las mejillas de Esmeralda eran una luz para sus ilusiones.
-No sé mentir Majestad así que debo admitir en voz alta algo que sé hace mucho pero que no quiero reconocer porque me hace tremendamente infeliz ¡Lo amo, lo amo tanto como quiero a Misukie! Pero soy consciente de mi posición en la pirámide social.
-¡Ya te lo dije Esmeralda! No me importa que no seas de la nobleza ni la princesa de otro reino ¡Te amo por ser quien eres!
-¡Lo sé y es un gran halago!
Esmi tomó entre sus manos el rostro del príncipe.
-SeokJin lo nuestro es imposible, las leyes se han hecho para respetarlas y el gobernante de la nación debe dar el ejemplo ¡No deshonres tu reinado por una ilusión! El pueblo te ama no lo decepciones por favor.
El corazón del buen príncipe se rompió por segunda vez al ver como la mujer que amaba ponía distancia de por medio entre ellos.
Una terrible certeza cruzó la mente de SeokJin: conociendo la integridad de Esmeralda era probable que no volvería a palacio.
-¿Sukie qué va a ser de nosotros sin ella?
...
El corazón del príncipe volvió a llenarse de tristeza y fue presa del abatimiento al saber que no había podido cumplir con la tarea dada por las diosas.
La certeza del nefasto destino del reino llegó al cumplirse la última de las 101 noches.
-Majestad lo lamento tanto...
-¿En serio? ¿No se supone que eres la diosa de la desgracia?
-Lo soy pero también soy capaz de sentir congoja por el desenlace de la historia de mortales como tú príncipe SeokJin. Eres un buen hombre, excelente soberano, amado hijo y hermano ¡Me duele tener que cumplir con los designios de las deidades superiores! Pero no puedo contradecir la voluntad de Yeomna, el dios de la muerte.
-Entonces lo que tenga que ser será.
La diosa lanzó fuego por sus ojos, luego se convirtió en un ser de carne y hueso, se acercó al príncipe y le plantó una sonora bofetada.
-¡Por el Dios Creador! ¿Esa será tu actitud? ¿Te dejarás vencer así, nada más? ¡Ese nunca ha sido tu espíritu SeokJin! ¡Deshonras la memoria de tu padre! ¡Me avergüenzas!
Jijang partió y al instante unos espantosos chillidos aterrorizaron a los pobladores del reino.
-¡Imugis!
Los centinelas dieron la alerta cuando el cielo se cubrió con las siluetas de dragones más pequeños que el dragón de fuego pero igual de mortales que el engendro de Jowangshin.
-¡Majestad debemos repeler el ataque de los dragones!
-Es una batalla perdida General Choi. Lo mejor que podemos hacer es poner a salvo a la mayor parte de la población.
-¿Dejaremos que destruyan todo lo que sus antepasados cuidaron con honor?
-Haga lo que quiera.
-Los príncipes NamJoon y TaeHyung nos esperan.
-¿Mis hermanos? Pe...pero ellos no se han formado como guerreros.
-No, pero su amor por estas tierras y el legado de su padre los motivan a dar su vida por el reino.
Esas palabras fueron suficientes para despabilar al príncipe.
-Pongan a buen recaudo a la reina y la princesa MiSuk y preparen a las tropas.
-A la orden su Majestad.
-Y de paso dígales a ese par de insensatos que se presenten ante mí de inmediato.
...
-¡Los imugis se acercan a la despensa real!
La despensa real era una gran área de cultivo y ganadería que abastecía de alimentos al reino y era fuente de trabajo para muchos pobladores del mismo.
El maestre Antonio, el padre de Esmeralda,era el encargado de su administración y desde que la tenía a su cargo las tierras eran más productivas y ricas por lo cual el sabio agricultor era muy estimado por la casa real.
-¡Debemos evitarlo si la destruyen desataran la hambruna en el reino!
La preocupación del príncipe no sólo era la destrucción de los campos de cultivo sino también la seguridad e integridad del maestre Antonio, sus trabajadores pero sobre todo de su amada Esmeralda.
Los imugis sobrevolaban la despensa y por más esfuerzos que los guerreros del reino hacían por alejarlos lo conseguían a medias porque por cada dragón que eliminaban aparecían dos más.
Las compuertas del cielo se abrieron y de ellas salió a quién más temían los mortales: El dragón de fuego que lanzaba su poder destructor sobre las tierras que alimentaban a la nación.
¡Todo parecía perdido! El terror que sentía SeokJin se hizo mayor al ver que el maestre y su hija asomaban en lo alto de una de las torres de los guardianes de la despensa.
El temor dio paso al asombro cuando una escena que parecía salida de uno de los cuentos que la vieja nana les contaba a los principitos llenó de incredulidad al soberano y sus tropas.
El maestre blandía una especie de cetro y con una voz muy audible, tan potente que se pudo oír a pesar de la distancia gritó al viento para que llevara su mensaje a los seres míticos:
-¡Alejense en nombre de Coatlicue (madre tierra) si no quieren que la diosa desate su ira contra ustedes! ¡Estas tierras son sagradas, lleven su absurdo afán de destrucción al inframundo!
Las bestias detuvieron su vuelo al escuchar la voz que les llevó la brisa y segundos más tarde se alejaron no sin antes dar unos chillidos horrorosos que casi dejan sordos a los mortales que los escucharon.
SeokJin y el general Choi cabalgaron con prisa hasta el portal de la despensa y apenas estaban entrando cuando casi arrollan a Esmeralda que corría en dirección a la salida mientras lloraba desconsolada.
El príncipe detuvo a su fiel caballo y bajó de él para tomar en brazos a su amada que no dejaba de llorar.
-¡Esmi por todos los dioses! ¿Qué te ocurre querida?
-¡Quiero irme de aquí! ¡Por favor, llevame adonde sea pero aléjame de este nido de mentiras!
SeokJin subió rápidamente a su montura y levantando a Esmeralda se alejó a todo galope mientras la voz del maestre llamaba con dolor a su hija:
-¡Esmi hijita por favor no te vayas! ¡Perdóname hija mía lo hice por tu bien!
...
El príncipe llevó a Esmeralda al palacio real y a pesar de sus esfuerzos no lograba que la muchacha le explicara qué era lo que la tenía tan triste.
Su pena fue tal que en algún momento cayó en un profundo sueño que alarmó a SeokJin así que optó por llamar a NamJoon, el doctor real y jefe del cuerpo médico del reino.
-Joonie ¿Qué le pasa a Esmi?
-Tiene fiebre muy elevada pero no te preocupes hyung con las hierbas medicinales que le he prescrito no tardará en ceder. Enviaré a una doncella para que vele su sueño.
-Yo lo haré.
-Hyung...
-Explícame cómo debo atenderla.
El príncipe NamJoon cumplió con la voluntad de su hermano mayor y le dijo cómo debía cuidar de Esmeralda.
SeokJin vigiló el sueño de Esmi que fue muy inquieto ya que deliraba por la fiebre.
-Padre ¿Por qué mamá y tú nunca me lo dijeron?
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-¡No tienes derecho a decidir por mí!
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-Mi amor por SeokJin nunca verá la luz porque ante todos seguiré siendo la hija del maestre Antonio. Tu secreto sigue a salvo Padre.
El príncipe escuchaba intrigado los susurros febriles de Esmeralda ¿Esmi y su padre habían discutido? ¿Qué fue lo que sus padres le ocultaron y le producía tanto dolor?
Las respuestas llegaron más rápido de lo que imaginaba.
Un suave toque en la puerta de sus aposentos anunciaron la presencia de TaeHyung.
-Hyung el maestre Antonio está en el palacio y suplica que por favor escuches lo que tiene que decirte.
-¿Por qué hablas en su nombre?
-Porque vino a mi pidiendo que interceda por él. Jin hyung sabes que el maestre es mi amigo, un buen hombre al que admiro por su saber y lealtad a la corona por favor escuchalo el pobre tipo está muy acongojado.
-Pues debería de estarlo porque ha destrozado el dulce corazón de Esmeralda. Dile que pase quiero escuchar lo que tiene que decir.
-Gracias hyung.
...
-Su Majestad gracias por recibirme y por cuidar de mi niña.
-No me lo agradezca maestre todo lo que hago tiene un motivo muy poderoso: amo a su hija y sé que ella a mí pero se ha empecinado en pensar que nuestro amor es un imposible porque desafía las leyes del reino.
-Y tiene razón Alteza un romance entre una muchacha del pueblo y el heredero de la corona traería muchos inconvenientes legales e incluso puede provocar que lo obliguen a renunciar al trono lo que sería muy injusto para el reino, usted es un buen soberano.
-¿Cree que no lo sé? Pero debe haber una forma de convencer a los juristas del reino que mi unión con Esmeralda no representa un riesgo para la nación.
-Es cierto que mi hija lo ama pero su amor y lealtad por este reino son tan grandes como el que siente por usted. Si las circunstancias fueran otras Esmeralda sería la indicada para ser la reina consorte, es tan juiciosa y justa como vuestra Majestad.
-Esmeralda también lo ama profundamente maestre por eso me desconcierta el que haya huido de su hogar con tanta desesperación y que su pena sea tan grande que se manifiesta en medio de su delirio.
El maestre bajo la cabeza lleno de tristeza.
-Mi hija tiene el corazón lleno de pesar no solo por sus penas de amor sino también por la decepción. Esmi es lo único que tengo, la adoro con todo mi ser y en mi afán de protegerla del dolor he ocultado verdades que han lastimado su hermosa alma.
-Usted no es quien dice ser ¿No es así maestre Antonio? No se moleste en negarlo, todos los que estuvimos hoy en el campo de batalla fuimos testigos de que usted posee poderes que nadie en este reino tiene ¿Ese es el secreto que Esmi quiere proteger?
-Su inteligencia es otro de los dones que lo adornan Majestad. Así es príncipe SeokJin, he ocultado mi verdadera identidad con el afán de proteger a mi familia y también para callar la voz de mi conciencia porque mi egoísmo trajo graves consecuencias.
-¿Tan grave es la situación? Hable maestre ¿Es usted algún hechicero renegado que desencadenó una desgracia en su pueblo natal?
-Mi pecado es aún mayor: Soy Antonio de Anáhuac, fui el príncipe heredero de la corona de mi nación, goberne por poco tiempo pero renuncié al poder cuando me enamoré de una hermosa sacerdotisa de un reino lejano que hoy es mi hogar y el de Esmi.
-¿Qué?
-Su padre conoció a mi esposa pero como muchos nunca supo qué fue de ella cuando partió del reino en busca de una flor milagrosa para salvar a la reina madre de una enfermedad letal.
-¿La madre de Esmeralda tuvo como misión salvar a mi abuela?
-Así es pero no pudo cumplirla porque en su afán casi pierde la vida pero afortunadamente la pude salvar aunque con el golpe que recibió a causa de la caída del caballo que cabalgaba perdió la memoria por mucho tiempo. Cuando por fin pudo recordar el remordimiento por no haber podido salvar a su mentora fue un dolor tan grande que la acompañó hasta el último de sus días.
La gente de mi país está bendecida con el don de reconocer y usar la magia. Yo... yo supe que NaRi era especial pero nunca le dije que lo era. Cuando recordó que era una hechicera sacerdotisa de la diosa Seonangshin sumó otra desdicha a su pesar por haberle fallado a la deidad.
SeokJin sintió que la decepción llenaba su corazón porque el hombre que admiraba por su nobleza en realidad era un egoísta.
-Me enamoré perdidamente de NaRi, la mantuve oculta por una temporada porque no quería que los sacerdotes del reino la acusaran de bruja al sentirse amenazados por su poder. Durante ese tiempo estuve analizando la decisión que tomaría hasta que llegue a una conclusión: No renunciaría a la mujer que amaba así tuviera que pasar por la pena de ser desterrado de mi hogar.
-¿Y eso fue lo que ocurrió?
-Sí. No escuche los ruegos de mi padre para que recapacitara, era su único hijo ¿Quién se haría cargo de la corona? Hice oídos sordos a sus súplicas y deje que mi pasión anulara cualquier otro pensamiento que no fuera amar a NaRi.
Antes de partir para no volver papá me dio el báculo de Coatlicue con la esperanza de que que volviera a ocupar el lugar que me correspondía.
-Pero no lo hizo.
-No. NaRi y yo vivimos mucho tiempo como nómadas hasta que Esmi nació y el bosque fue nuestro refugio. Cuando mi amada esposa murió opté por venir a radicar a Joseon para que de alguna forma mi hija se relacionara con sus ancestros.
-Si Esmeralda tiene sangre real ¿Por qué no se lo dijo?
-Porque no quería que cargara con la pena de saber que su padre es un desertor que dejó atrás su deber. Además ¿De qué le serviría saberlo? Esmi ya no tiene ningún vínculo con una nación que a la fecha se desangra en una cruenta guerra civil por el poder ya que el viejo rey murió hace poco y al no tener sucesor el parlamento ha asumido el gobierno.
-¡Oh por Dios!
-Esmeralda tiene el carácter y templanza que yo nunca tuve. Su sentido de gratitud con este país es tan grande que ha preferido sacrificar sus sentimientos antes que traicionar una tierra que es parte de ella sin que lo supiera.
Cuando supe que Esmi estaba enamorada de usted decidí que lo mejor era seguir conservando mi secreto, no quería exponerla a las lenguas viperinas que se burlarían de ella por ser una princesa sin corona.
-¡Eso no es justo maestre! ¡Toda la vida de Esmeralda está basada en una mentira! ¿Por qué no le dio la oportunidad de elegir qué hacer con esa información? ¡Tiene como demostrar que es parte de la realeza! ¡Incluso forma parte de la nobleza de Joseon, las sacerdotisas son hijas de los ilustres del reino!
-¡Porque no quería que fuera juzgada por mis errores! ¿Cree que no acusarán a su madre de traición aún sin saber la verdad? ¿Qué la señalaran por decir que es la hija de un rey sin trono?
-Esmi tiene razón para estar dolida. Usted ha decidido por ella y la decepción ha sido tan fuerte que la tiene postrada en cama.
Lo mejor es que se quede aquí hasta que se recupere y luego decida qué hará.
-Está bien Alteza.
-Maestre...¿Sabe que puedo usar a mi favor la información que me acaba de dar?
-Lo sé pero le ruego que deje que Esmi se recupere y decida qué es lo más conveniente para ella. Yo respetaré sus deseos y si es necesario daré la cara por mi hija se lo debo a ella y a su madre.
-El papá de Esmi del cuento es muy malo no como el papito Antonio que es muy buenito.
-¡Sí! Lo extraño, quiero que regrese pronto de California.
-Yo igual.
...
El inconsciente de Esmeralda seguía batallando con sus recuerdos de infancia y la imagen melancólica de su mamá, el amor que sentía por SeokJin y el dolor de saber que había vivido sin saber quién era realmente.
Su mente repetía una y otra vez el instante en que su padre sacaba de un baúl oculto un hermoso cetro que al contacto de su mano empezó a brillar intensamente y con el que pudo dominar y alejar a los dragones de los dioses ¿Qué extraño poder poseía el maestre Antonio?
Su papá no tuvo más remedio que dar las explicaciones del caso y revelar que ella era el producto del amor de un príncipe renegado y de una sacerdotisa que perdió el rumbo. Descubrió también que la magia corría por sus venas pero ¿Por qué nunca tuvo conciencia de ello?
Una voz dentro de ella respondió a esa duda: "Tu magia nace del corazón y se refleja en la pureza de los seres de luz que te rodean"
Seres de luz... ¿Los niños? ¿Sería por eso que siempre había tenido un vínculo especial con ellos?
"Los niños y alguien más Esmeralda... Es tiempo que sus destinos se unan para salvar el reino que posee los secretos de Madre Tierra"
La voz cargada de autoridad sacó del letargo a Esmi que al abrir los ojos pensó que seguía soñando cuando vio a SeokJin acostado a su lado.
Asustada, miró alrededor y comprobó que todo cuanto la rodeaba era real, que estaba en una de las habitaciones del palacio y que el guapo príncipe no era ninguna alucinación.
-¡Por todos los dioses! ¿Qué hago aquí?
-Esmi que bueno que ya despertaste.
-¡Lo siento Majestad, no fue mi intención perturbar su sueño!
-No lo hiciste, al contrario, me alegra ver que estás recuperada.
-No debería estar aquí, puedo ocasionar un problema yo...
-Esmeralda ¿Recuerdas lo que ocurrió?
La expresión de confusión y luego de temor confirmó que la muchacha sabía de lo que le hablaban.
-¿Lo que ví en mis sueños es real? ¿Mi padre...?
-Sí Esmi, eres una princesa, la hija de Antonio de Anáhuac y de NaRi, la sacerdotisa de la diosa Seonangshin que era parte de la nobleza de Joseon.
-¿Soy una princesa? ¿Una princesa verdadera?
Una caricia en el rostro, de esas que hacían que Esmeralda viera el mundo de color de rosa llego gracias a la gentil mano de SeokJin.
-Lo eres Esmeralda y tenemos como probarlo, tu padre está dispuesto a revelar su verdadera identidad. ¡Somos libres de amarnos querida!
...
Los deseos del príncipe no se cumplieron de inmediato porque los juristas del reino no tomaron con agrado la revelación porque pensaban que se trataba de un fraude tramado por unos oportunistas al extremo que algunos pidieron pena de cárcel para el maestre y su hija a lo cual por supuesto se opuso rotundamente Su Majestad.
SeokJin ordenó que un grupo de ilustres viajaran hasta Anahuac para corroborar la historia del maestre Antonio y también convocó a la abuela materna de Esmeralda que aún continuaba con vida y podía identificar si la muchacha llevaba la marca de la casta de las sacerdotisas de Seonangshin.
Ambas misiones confirmaron lo que el príncipe ya sabía por lo que la oposición a su unión con Esmi terminó y pronto pudieron cumplir el anhelo de formar una nueva familia.
El final feliz llegó no solo para la linda pareja sino también para el reino, la abuela de Esmeralda que dejó atrás años de tristeza por no saber qué fue de su hija perdida y por disfrutar del cariño de su encantadora nieta y para Anáhuac, que recuperó a su legítimo soberano cuando el príncipe Antonio tomó el poder convirtiéndose en el rey que todos esperaban.
Joseon fue bendecida con el reinado de SeokJin que gobernó con sabiduría y legó a la nación una dinastía de hermosas princesitas que mantendrían viva la nobleza de su estirpe.
¡Polvo mágico, polvo de estrellas esta historia se termina!
-¿Ya se acabó?
-¡Menos mal! Quiero decir... Así es princesas ya es tarde y todos debemos ir a dormir.
-Morgana ¿Nos cuentas otro cuento mañana?
-¡Claro que sí! El hada Mel ha escrito muchos.
-¿Nos leerás 101 noches como las del cuento?
-El hada es tan generosa que les ha regalado un cuento por cada noche que tengamos que esperar hasta que Merlín pueda volver a ver.
-¡Yupi!
-Mel es hermosa por dentro y por fuera.
El sentido suspiro de Yoongi reafirma lo que Esmi y yo ya sabemos: mi amigo está enamorado hasta los huesos de la escritora ¿Entonces porque diablos la regó tan feo esa noche? ¡Cuando me lo contó tuve ganas de estrangularlo!
-Muy bien princesas es hora de visitar el reino de los sueños. Un hechizo para que vuelvan a ser la tropa Kim y se despidan de su papá y el tío Yoongs.
Esmeralda dice unas palabras mágicas que hacen reír a las niñas. Luego, recibo el ataque de amor de mis hijas que se despiden con la efusividad que las caracteriza.
-¡Hasta mañana papi!
-¡Hasta mañana tío Yoongi!
-¿Mañana te disfrazarás otra vez de lechuza? ¡Te ves chistoso pero lindo!
El silencio que sigue me dice que Min lo está pensando.
-Sí Sukie.
Esmi no tarda en regresar por mí, Faith y Hope.
-Hasta mañana Yoongs y gracias por acompañarnos.
-Fue un placer ¿Mañana misma hora?
-Sip.
-Por favor programen sus cochinadas hasta diez minutos antes de que llegue, todavía estoy eliminando lo último que tuve la desdicha de escuchar.
-Lo tendremos en cuenta.
-Ok. Hasta mañana.
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