[Jeon Jungkook]

— Por poco y te me escapas — su voz gruesa y varonil llega a mis oídos como si de música se tratase. Lo observo unos segundos y luego me suelto de su agarre, no soy bueno para hablar con las personas, mucho menos con chicos tan... guapos como él. — ¿Cómo te llamas? 

Pero no le contesto nada, solo me largo de su vista dejándolo allí solo. 

Miro el lugar para todos lados buscando un rincón u otra silla donde quedarme sentado sin hacer nada. Pero lo único que encuentro son personas por todos lados, y ya no quiero estar aquí.

¿Por qué ese chico me estaba persiguiendo?  ¿Qué quiere de mi?

¡Ay por dios... claro lo que todo el mundo viene a buscar en un bar! ¡Pedazo de idiota! Claramente no es un acosador. 

— Oye — esa voz gruesa suena otra vez detrás de mí. Lo mejor para mí es ignorarlo y seguir mi camino pero la gente que está bailando me impide pasar y simplemente me quedo estancado en medio de todas las personas con el chico rubio detrás de mí, así que me volteo penosamente para pasarle por al lado pero su cuerpo me lo impide. 

— P-permiso — le pido intentado pasar sin que los demás me pisen, pero él sigue bloqueando el paso. 

— ¡Oh, así que sí hablas! — me observa muy peculiar, seductor. Tiene un brillo sobre sus ojos que no estoy dispuesto a observar por mucho tiempo ¿como es que un chico así puede buscar a alguien como yo? — estaba empezando a creer que eras mudo o algo así, preciosura. — trago saliva por ésto último.

— Déjame pasar — pido suave sin mirarlo a los ojos, incapaz de hacer eso. — por favor. Solo quiero salir. 

— Te acompaño. — el rubio por fin se da la vuelta y me deja pasar, pero yo salgo apresurado hacia la puerta del lugar y le envió un mensaje a Jimin de que no hace falta que me lleve a casa, iría solo ahora. 

— Oye, deja de seguirme ¿sí? — me volteo cuando salgo afuera del bar, el aire frío me golpea la cara. Dentro del bar estaba bastante calentito. 

— Vuelve adentro, te invito un trago... el daiquirí te gustará. 

— No, gracias — soy cortez pero al mismo tiempo uso un tono de voz más autoritario. 

Pero su mano vuelve a interrumpir mi andar. Me giro para confrontarlo pero él tironea de mí hasta que en un abrir y cerrar de ojos ya me tiene sentado en la barra. 

— ¿Qué? — suelta una risa, parece algo cruel — Estabas solo, lindura, me parece que necesitabas algo de compañía. — golpea con su codo mi brazo y luego me ofrece el daiquiri de antes, pero yo se lo aparto con la mano suavemente, intentando no tirar la bebida al suelo. — tus amiguitos parecían estar algo entusiasmados por dejarte ahí. 

— ¿Y tú qué sabes? Yo solo vine a acompañar a mi amigo, no vine para buscar pareja de una noche. — observo hacia otro lado resignado a mirarlo, es entonces cuando me doy cuenta que Jimin y Yoongi salen del baño y observan hacia donde yo estaba antes, Jimin al no verme parece preocuparse, yo estoy a punto de levantar la mano para que me vea pero el chico rubio de ojos celestes y apariencia de Dios Griego, me interrumpe bajando mi brazo bruscamente, lo siguiente que veo es a Jimin husmeando su celular y parece más aliviado, es ahí cuando recuerdo el mensaje que le envíe segundos atrás, y luego ambos desaparecen por las escaleras, hacia la zona vip. 

— Mejor nosotros dos — su gruesa voz suena al lado de mi oído por lo que me giro bruscamente sobresaltado, y sin querer hago que nuestras narices se choquen. — no van a preocuparse por tí. Ahora, ¿aceptas el trago si o no?

 Me atrevo a observarlo dubitativo pero solo consigo perderme en sus labios, todo en este chico parece ser sacado de otro mundo. Su apariencia es ruda pero tiene cierto toque de inocencia que me llama la atención. 

— No. Ofrécelo a alguien más. — vuelvo a mirar hacia otra parte pero sus largos dedos pasan a través de mi barbilla girando mi cabeza hacia su dirección, hasta que mi nariz vuelve a chocar con la suya. Él inclina la cabeza a un lado, sus labios, apenas, rozaron los míos provocando que mi corazón salte dentro de mi pecho sin que se estabilice otra vez. 

— ¿Estás seguro, hermosura? — asiento mínimamente con la cabeza — bueno, porque tus ojos siguen mirando mis labios, ¿Qué tal si dejas de mentir y solo... disfrutas? — trago saliva cuando sus labios vuelven a rozarse con los míos, es un toque tan sutil que en cierto momento dudo de que lo haya hecho. Siento como si no pudiera moverme de mi lugar, como si estuviera inmóvil. Cuando el chico rubio se relame la boca su lengua toca mis labios y eso es lo que me hace reaccionar. 

Me aparto de él cómo puedo, pero todavía no me bajo del asiento. No puedo mover las piernas por los nervios, literalmente estoy petrificado. También noto que me estoy ruborizando pero poco puedo hacer al respecto. 

— ¿Cómo te llamas? — otra vez me ofrece el daiquiri y se lo vuelvo a rechazar, el rubio pone una mala cara y lo deja sobre la mesa — Soy Taehyung. — sonríe a medias y yo evito ese contacto visual con sus labios, pero para mi mala suerte es justamente en eso en lo que no puedo dejar de pensar. Para mi mala suerte el chico nombrado Taehyung pasa otra vez su lengua por ese lugar y mi atención se desvía solamente allí —  Bueno... Si no aceptas mi trago al menos baila conmigo  — me sorprende cuando me guiña el ojo.

Pongo mis ojos en blanco cuando él se para y me toma de las manos para llevarme hacia las demás personas, solo que aquí no hay tanta gente.
Taehyung me coloca de espalda a él provocando que me choque con su pecho y todo su cuerpo en si. Yo solo me quedo quieto sin saber que hacer.

 — ¿No sabes bailar?  — cuestiona seductor sobre mi oído mientras comienza a moverse de un lado a otro tomando mi cintura para acercarla mucho más a su cuerpo.

De repente las palabras de mi mejor amigo Namjoon rebotan en mi cabeza: "Ve y divierte"

Pero... ¿Esto es la diversión?

— Lo siento... Yo... No estoy acostumbrado a estas cosas.

Taehyung resopla en mi cuello, parece algo cansado o malhumorado, por un momento creo que me dejara en paz y se irá con otro chico más experto y menos tímido que yo, pero es todo lo contrario: su agarre en mi cadera se hace mucho más potente hasta que literalmente mi trasero choca con su... Intimidad.

Trago en seco por ese roce pero la adrenalina se me sube a la garganta cuando el rubio repite sus movimientos una y otra vez, moviéndose de lado a lado al ritmo de la música. Él me guía con sus manos, más yo mismo no tengo que hacer nada...

Pero... Tener esta clase de intimidad con un completo extraño no me sienta muy bien. Aunque si soy realista ni la mitad de personas que aquí están bailando se conocen.

— ¿Te gusta? — cuestiona con aires de seducción en su voz, ese tono es predecible. Cuando no le contesto nada el gruñe a mis espaldas y eso solo me hace girar la cabeza hacia otro lado mientras él sigue guiando mis caderas a su antojo.

Pero el hecho de haber girado mi cabeza fue la peor decisión que tome en toda mi vida... Taehyung aprovecha ese momento de mi descuido nada intencional para pasar su cálida lengua por mi cuello... Me quedo quieto como una piedra y todas las sensaciones se concentran en mi cuello, en sus labios, sus lamidas y mordidas sutiles... Cuando menos me doy cuenta él me guía para que sigamos bailando y eso es lo que hago.

No sé que ha hecho pero sus labios lograron provocar una sensación hechizante en mi. La emoción es tan fascinante, tan cálida que lo único que hago es reposar mi cabeza en su hombro hacia atrás para darle todo el espacio en mi cuello, todo el que necesite.

Se siente tan... Excitante.

Sin dudas esa es una sensación que no puedo permitirme sentir, yo siempre he pensado que debería seguir siendo virgen hasta los 25 años, ya que considero que mi cuerpo no está preparado todavía.

Pero este chico...

¡Maldita sea este chico!

— Mgh... Ah... — dejo salir un jadeo bajito mientras cierro los ojos recargandome en su hombro.

— Eso es... — susurra Taehyung sobre mi oído, sus labios rozan accidentalmente mi lóbulo — deja hacerte, belleza... ¿Te gusta lo que te hago? — siento que una de sus manos abandona mi cadera y viaja hasta mi abdomen bajo mientras me acaricia sutilmente.

— S-si — me atrevo a decir, aún con los ojos cerrados disfrutando la cercanía.

— ¿Alguna vez te han dicho que... Eres hermoso, y muy sexy? Chico sin nombre.

Pero es una pregunta retórica.

—  Pocas veces... — admito inseguro.

— Oh, Bueno... Yo puedo decirtelo las veces que tú lo desees, preciosura.

Pero la alarma en mi reloj de muñeca me hace dar un salto... Me volteo a ver al chico y digo:

— D-debo irme, tengo que llegar a casa antes de la una...

Salgo de su vista hasta que llego a la puerta y camino unas pocas cuadras lejos del lugar hasta que la voz del chico a mis espaldas vuelve a aparecer.

— ¡Te llevo! Espérame ahí. — Taehyung se va en la dirección contraria y a los pocos segundos escucho el acelerador de una moto. Se estaciona frente a mi y dice — Sube, lindura.

Lo observo dudoso pero chequeo la hora y debería llegar cuanto antes.
Así que sin más dilación me subo y le pasó mi dirección pero él no arranca.

— Deberías agarrate de mi cintura — gira un poco su cabeza hacia mi lado y observa mis labios, atentamente. — a menos que seas un profesional que puede ir en moto sin agarrarse y sin caerse, claro.

Su tono es sarcástico así que solo le hago caso y lo tomo por los hombros pero cuando arranca la moto a toda velocidad se me van los pensamientos y me aprieto a su cintura con mis brazos y apego mi pecho a su espalda, esperando no caerme.