[Jeon Jungkook}

— ¿Hacer qué cosa? — Taehyung exclama desesperado — oye, chico, estás más loco que yo. 

— Vamos, piénsalo por un segundo, es la mejor forma para deshacerte de él. 

Taehyung me observa indignado desde el borde de la cama, mientras yo despreocupado me recuesto cómodamente apoyando mi cabeza sobre la almohada. 

— Tae, escucha, no es mal plan después de todo. — intento sonar gentil, debo convencerlo. — tú serás el testigo, diré que ese chico me amenazó de muerte, es mi palabra contra la suya. Después de todo, soy el "hijo de papi", mi padre querrá tomar venganza, y en el proceso entraremos a la casa y le quitaremos todo el dinero que él te ha quitado a tí.

— No. Definitivamente es una terrible idea, Jeon. — dice cortante mirando para otro lado — ninguno de los dos tenemos coartadas sólidas, yo tengo un arma que tú disparaste, eso se notará en balística, ¿o acaso crees que no me harán preguntas al respecto? ¿También crees que aunque yo no sea tu testigo, Jackson no me nombrará? Jungkook, escúchame sí, tengo más experiencia que tú planificando mentiras y estafas, tú plan tiene muchísimos fallos. ¿Qué, acaso no ves series policiales en televisión? usualmente éstas cosas terminan muy mal. 

Lo observo pensando en las otras posibilidades, en mi cabeza el plan no tiene fallos, después de todo yo tengo inmunidad por ser familiar directo del sheriff, así lo ha aprobado la policía. Pero quizás él tenga razón, y debo confiar porque... después de todo, un estafador sabe perfectamente lo que hace. 

— Oye, Jungkook. — Tae gatea hasta acostarse a mi lado y mirarme de costado mientras pone una mano sobre mi cabello. — Yo veré la manera de...

— ¡Jungkook ya llegué! — la voz de papá al otro lado de la casa me hace abrir los ojos por la sorpresa, al igual que Tae. 

— Tae — susurro cerca de su oído. — no hagas ruido, y no salgas... por favor. 

— Está bien — susurra más bajo. 

Observo mi ropa en el espejo y la desacomo un poco, al igual que mi cabello. Entonces salgo de mi habitación refregándome los ojos hasta que llego donde está mi padre. 

— Hola... — intento sonar cansado — mmm, me haz despertado. 

— Jungkook, son como las nueve. No puedes estar durmiendo todo el día. 

— Oh... no, es que fui a la biblioteca y estuve todo el día buscando la información para el ensayo de fin de año. El de lengua. Me dejó agotado y — intento que una idea se me cruce por la cabeza — tuve una pelea absurda con una chica porque había desconectado el internet para guardar un video sin pagar usando el programa de edición. Algo estupido. — admito soltando una risa que acompaña mi mentira. 

— No deberías pelear con la gente. — abre la caja de pizza que traía consigo— Jungkook — suelta mi nombre en un suspiro — llama a ese tal Taehyung y dile que venga a cenar, y que se apure, la comida se enfría. Tengo que hablar con ustedes. 

— ¿Qué? — digo sorprendido — espera... n-no... 

— Hijo — mi padre rodea la mesa y llega hasta mí colocando una mano en mi hombro — a menos que hayas cambiado de colonia, sólo hay una explicación para que tengas este olor tan fuerte en tu ropa. — dice señalando con la cabeza hacia mi habitación — ya en serio. Mira Jungkook, quiero hablar con ese chico, por tu causa he estado pensando las cosas — me da una sonrisa — estos días que han pasado creo que no fueron los mejores, y no quiero ser el villano del cuento, no puedo cargar con tu estabilidad emocional por no dejarte amar a alguien, que, sin dudas no deberías querer. Pero lo he estado analizando, y llegué a la conclusión de que puedo sacar a tu chico de la mafia. Ahora — hace una pausa mientras yo lo observo alucinado — dile que venga, que coma y luego tendremos una charla extensa.