[Jeon Jungkook]

Toco las teclas del piano, más bien las golpeó con lo dedos para sacarme la bronca de encima. Toco cualquier canción que sepa, y destrozo la melodía, haciéndola sonar más que fuerte en toda la habitación. Al final de cada canción lanzo un grito de frustración.

— ¡¿Por qué?! — golpeó con mis manos el piano tan fuerte como puedo. Al final termino por darle golpes y lanzar el taburete al otro lado de la habitación, haciendo que se estrellé contra el piso, para mí suerte no se rompe.

Me siento el piso al lado del piano y escondo mi cabeza entre las piernas, dejo que las lágrimas me salgan solas, sin poder evitarlas... Sin poder controlarlas.

¿Qué es esto que siento?

¿Por qué mi corazón late tan fuerte, tan lleno de ira?

No. Me siento solo, eso es lo que entiendo. Odio sentirme solo, tengo frío, odio el invierno, solo quiero que Tae esté aquí y me de un abrazo. ¡Me gustó cómo se sentía su cuerpo pegado al mío, maldita sea! Esa sensación, esa calidez, fue hermosa.

Y yo, como el gran idiota que soy, lo rechazaba una y otra vez.

Siento como si mi lado derecho e izquierdo estuviera peleándose por saber qué es lo que me conviene hacer.

Papá dijo que lo pensaría, eso es algo medianamente bueno, pero echo a Tae de la casa, y hace como cinco días que no viene. No lo he llamado para no molestarlo, quizás está haciendo sus cosas y yo lo único que hago es interrumpirlo, ser una carga.

Pero si no lo llamo, quizás las cosas se ponga peor, quizás él piense que no lo quiero, y yo lo único que deseo es estar con él ahora, más que nunca.

¿Acaso se puede querer tanto a un extraño que recién conoces? Sigo sin comprender por qué ésta situación me está afectando tanto por dentro como por fuera. Mi corazón dañado se siente tan frágil, que no puedo estar ni un solo instante sin llorar o patear cosas por la falta que Taehyung me hace. Presiento que no puedo soportarlo.

No debería aferrarme a él. Es incorrecto, después de todo mi padre tiene razón, Taehyung está en la mafia y traerá problemas.

O quizás no traiga ninguno, y todo esté bien. Quizás las cosas pueden marchar mejor entre él y yo. Lo malo es que ya me había acostumbrado a su calor.

Me levanto del piso aún con las lágrimas en los ojos y ordenó el taburete en su sitio. Cierro el piano y me largo de la habitación de mi madre.

Esta habitación era especialmente de ella, ni mi padre y yo solíamos entrar aquí, sino de a ratos extraños. Cuando mamá murió yo comencé a tocar el piano para conmemorar su alma, que la casa siguiera en pie con la música y la alegría, pero nada de eso fue así. Yo solo tocó cuando estoy triste o muy cansando, no suelo hacerlo cuando estoy enojado (eso es algo extraño en mi) porque suele pasar ésto. Maltrato al pobre piano.

Cuando llego a mi habitación me doy cuenta que la ventana está abierta y la cortina se esta volando hacia afuera. Al ir a acomodar todo me percato que en el marco de la ventana hay una caja y una nota.

¡Adivina quién consiguió dos trabajos!

Es lo que dice la nota. Sonrío instintivamente al darme cuenta que es la letra de Taehyung. Entoces tomo la caja roja y la abro, encontrándome con un chocolate en forma de corazón ahí dentro.

—  Hola, hola, chico lindo — la voz de Taehyung llega desde un costado, Entoces se para enfrente de mi ventana.

— ¡¡TAE!! — grito feliz, muy emocionado de hecho. — pensaba que no querías verme más. — admito con algo de pena y culpabilidad.

— Yo pensaba lo mismo de tí — admite quitando la sonrisa de la cara — creía que tú padre te había hecho algún lavado de cerebro o algo por el estilo, ya sabes: llenarte la cabeza con que no soy el indicado y otras cosas. — señala haciendo una mueca de asco con la lengua, eso lo hace ver mas que adorable. Me dan ganas de apretarle las mejillas y besarlo hasta que se acabe el mundo.

Por cosas como esas es que me doy cuenta que lo he juzgado mal de entrada, como lo ha hecho mi padre.

—  Espera, vayamos a dar un paseo. Quédate ahí, Tae-Tae.

Corro al baño dejando la caja de chocolate y la nota sobre mi mesa de luz. Me lavo la cara y organizo un poco mi maquillaje. Solo me pongo un poco de bálsamo labial y algo de corrector en las ojeras que me salieron, nada más. Ahora me veo mucho mejor.

Busco mi mejor ropa notando como Taehyung me observa desde la ventana.

— Listo. —  admito con una sonrisa tomando mi celular y saliendo por la ventana, papá no está en casa y no llegará hasta tarde, como siempre. Regresaré antes que se de cuenta. Cierro la ventana y me fijo de que la casa quede en perfectas condiciones. No suelo escaparme así que esto me da un poco de miedo. — Oye ¿Y la moto? — pregunto esperando a que me llevará hasta ella, pero no la veo por ninguna parte.

— Pedí un permiso especial y la vendí. Estoy juntando el dinero de a poco para pagar la primera cuota del alquiler de la casa. Con el dinero de la moto tengo bastante pero antes de pagar la cuota debo asegurarme otros gastos, y para eso debo trabajar. — Taehyung hace una pausa y ambos caminamos en dirección al parque central — Lo siento, no podré llevarte a ningún lado por un tiempo, ¿Pero sabes que es lo bueno de eso?

— Nop, realmente no tengo idea.

— Que puedo hacer esto — y seguido de sus palabras ambos caminamos pero ahora entrelaza su mano con la mía, los dedos se unen y el calor me inunda el cuerpo. Otra vez me hace sentirme querido. — Ésto, Jungkook — levanta nuestras manos entrelazadas — es imparable, bebé...