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[23] ¡¡Por Favor!!

[Jeon Jungkook}

Es el tercer vaso de agua que tomo en lo que va de la tarde mientras paseo mi vista desde Taehyung hasta mi padre, ellos también lo hacen conmigo. Estoy impaciente y ansioso de meterme en el cerebro de mi padre para saber qué rayos estará pensando ¿Acaso estará maquinando un plan para llevar a Taehyung a la cárcel? No quiero eso. 

— ¿Y bien? — la voz gruesa y atormentada de mi padre resuena por toda la sala del comedor. De repente siento como si un zumbido se estuviera apoderando de mis oídos, pero aparto la idea de que estoy a punto de colapsar.  ¿Cómo puedo ser capaz de hablar a favor de Taehyung, si ni siquiera lo puedo hacer de mí mismo? — ¿Quién de los dos empieza?

Yo estoy en la punta de la mesa y ellos dos están enfrentados, por lo que tengo una buena vista de ambos, todos sus gestos, todas sus maniobras, ahora están bajo mi control. Debo hacer lo que pueda. 

Así que empiezo a hablar antes de que Tae pueda decir algo que la lie mas de lo que está. Pero al mismo tiempo si yo hablo por él sonará como si quisiera defenderlo a toda costa, y lo malo es que si él habla quedará como un... bueno, como lo que es, un mafioso.

— Bueno... — comienzo mientras coloco las palmas de mis manos en la mesa y doy ligeros golpes en ese lugar — nos conocimos en bar, como ya te lo había dicho. — Taehyung me observa por el rabillo del ojo, sin quitarle la vista de encima a mi padre, quien me observa con curiosidad. — la pasamos bien... — eso sonó muy mal, me maldigo instantáneamente — Tae me trajó a casa y me comentó que estaba en la mafia.

— ¿Y aun así decidiste andar con él? sabías perfectamente los riesgos que eso implica — me regaña papa, usando su voz autoritaria de Sheriff — no entiendo, hijo. — observa a Taehyung, pero no hay repulsión en sus ojos, ni siquiera temor, es algo diferente, algo que no puedo expresar. 

— Créame, le costó más de una semana aceptarme — Taehyung habla con sorna  yo le hago una mueca para indicarle que éste no es el momento. — no tengo intención de causar ningún mal. De hecho preciso la ayuda de su hijo.

Carajo, eso lo empeora. 

— ¿Para qué exactamente? — mi padre cruza las manos sobre la mesa. 

— Quiero salir de la mafia, las cosas se están poniendo peores que antes y, dudo que pueda soportarlo. Ni siquiera mi casa allí es segura. 

— Explicate muchacho. — paso otra vez la vista del uno al otro, como si un reloj me estuviera hipnotizando. 

— Un compañero — Tae hace una mueca de asco — con el que usualmente tengo problemas, pero nunca llegan a ser importantes — aclara reclinándose sobre la silla, con aires despreocupados. Por Dios, Taehyung actúa como si él fuera implacable. Quizás sea para causar una buena impresión, o mas bien para hacerse el fuerte, puesto que no sabe mentir, y si dice algo que no es verdad, mi padre, y yo lo sabremos. — ese "compañero" me pidió a la fuerza todo el dinero que yo estuve ahorrando durante meses para pagar la primer cuota de alquiler — se rasca la nuca en un movimiento suave — me echaron del trabajo, y estoy intentando conseguir algo nuevo para salir de ésta. Y sí, antes de que lo pregunte — se adelante notando que mi padre iba a abrir la boca para lanzar un de sus típicas preguntas acusadoras — estoy seguro de que Jungkook me ayudará a ser mejor, no tengo otra excusa para andar con él. aparte ¿Qué? me gusta su hijo — me señala con el dedo y yo me tenso — no puedo evitarlo. No es un delito. 

Papá se cruza de brazos y yo solo puedo abofetearme mentalmente ya que Taehyung explicó las cosas demasiado rápido, ni siquiera se llegan a entender los hechos. 

— Nos puedes causar conflictos, y yo no planeo poner en juego la vida de Jungkook por un capricho adolescente. 

— ¡Papá! — le llamo la atención — escucha, ¿sí? — intento hacerlo lo más dócil que puedo. — Taehyung no es peligroso, quizás se mete en problemas — admito señalando sus nudillos con la piel pelada — pero jamás mató a nadie, solo... bueno hace cosas de mafioso pero tampoco es para tanto. Y justamente por ese motivo él quiere buscar una nueva vida. ¿Acaso no me dejarás ayudarlo con eso? Él solo quiere escapar, no quiere pertenecer más allí. Y si hace eso, si nosotros lo ayudamos él ya no representará ningún peligro para mi, o para tí. — le rugo sonando más que desesperado. Mi padre hace silencio y Taehyung y yo nos observamos, como si fuera la última vez que lo vamos a hacer.  

Por la expresión preocupada de papá sé que va desistir de mi idea, pero luego al verme desesperado suaviza ese color oscuro en sus ojos y se dirige con la voz hacia Tae. 

— ¿Eres traficante? — Tae niega con la cabeza. 

— Técnicamente solo soy como un cartero. Los traficantes me dan los paquetes y yo lo único que hago es acordar un lugar destino, me quedo con la parte que me corresponde y ahorro. Bueno... esos ahorros se fueron a la basura técnicamente. 

— ¿Qué otras cosas haces? — mi padre empieza a anotar esto en una libreta. 

— Cuando era más joven... — Taehyung me observa — a eso de los... dieciséis creo. Robaba en las tiendas algo de comida, nunca dinero, porque era un idiota y esas cosas no se me ocurrían fácilmente — él suelta una risa pero mi padre ni siquiera se mueve — en ese tiempo yo era parte de la mafia pero no era más que un crío que vivía colado en la casa de un viejo traficante. Cuando el viejo murió me quedé con esa casa y los jefes empezaron a notarme un poco más que antes. Me pedían que haga el trabajo sucio para ellos. Hace años que no soy un estafador y planeo no serlo nunca más en la vida, es asqueroso, lo peor es que los jefes casi nunca me pagaban por hacer el trabajo sucio, así que desperté de mi antiguo trabajo y ahora solo hago entregas y otras cosas no importantes. 

Mi padre me observa con los ojos abiertos pero luego vuelve a mirar a Taehyung. 

— ¿Tienes armas... o las vendes? — cuestiona sin dejar de anotar cosas en su libreta. 

— Tengo dos en casa, y sí, a veces tambien hago envios de armas, pero no dejan de ser pistolas baratas de calidad malisima. Usualmente los Boss me piden entregar armas, pero es raro que cumpla sus peticiones, como dije antes casi nunca me pagan. Hace una semana la mayoría de mis ingresos vienen de un bar en el lado sur de Omelas, me pagaban muy bien por trabajar los miércoles, viernes y feriados, el día entero. 

— Comprendo. — papá hace una pausa y me observa deliberadamente — Jungkook, eres consciente ¿verdad? ¿Acaso crees que si lo ayudas la mafia se olvidara de él? — pero no me deja contestar nada ya que le vuelve a hablar a Tae — Y tú. ¿Acaso crees que eso es posible? 

— No lo sé, después de todo era mi jugarreta, salir al mundo del bien, que ellos me olviden. — Tae hace una pausa para levantarse la manga de la chaqueta y mostrarle el dibujo de arañazo de gato — pensaba en cortarme esto, no seré parte si no lo tengo. Me "desterraran" por resolver las reglas. De esa manera iba a comenzar mi nueva vida. 

— Así que no tienes trabajo — mi padre observa el tatuaje de cerca — y estás intentado ser alguien más, escapar en simples términos. 

— Así es — Taehyung y yo hablamos al unísono. 

Nosotros dos nos miramos pero solo de reojo, esperando a que mi padre dé su veredicto final. Yo siento otra vez un nudo en la garganta, después de todo el dolor que me costó aceptar que sentía algo por Tae, no voy a permitirme sufrir más. No podría soportarlo. Así nunca podré encontrar mi propia felicidad. 

— Papá... — lo llamo con la voz bajita, no para que Tae no me escuche, sino porque siento que no puedo elevar más mi tono de voz, de lo contrario creo que ya sería un mar de lágrimas — no me quite a la única persona que me hace sentir vivo. No lo hagas... sé que no lo harás. Aparte Taehyung no le ha hecho daño a nadie, no mató a nadie, solo entrega droga y... casi en contra de su voluntad. Le quitaron el dinero con el que iba a pagar un hogar para empezar desde cero, no hagas la vista gorda ante eso. Por favor... solo. 

— Jungkook, haz silencio . — habla mi padre con cierta suavidad y luego niega con la cabeza, cerrando su libreta. — Y tú — se levanta de la mesa y señala la puerta, el corazón me da un vuelco — vete de la casa. 


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