[Jeon Jungkook]

— No, no,no. Jimin, así no es ¿Acaso quieres que explote? — le quito de un tirón los elementos químicos de la mano, me va a explotar toda la casa.

— ¿Que es lo que está mal? — pregunta poniendo los codos sobre la mesa.

—Tienes que mezclarlos uno por uno. De lo contrario cuando tengas que hacer la demostración todo saldrá bien. En cambio si los mezclas juntos vas a hacer explotar todo, literalmente.

— Te juro que no entiendo para qué nos hacen crear estos experimentos. Solo espero que mi volcán radiactivo esté en buenas condiciones. En dos semanas de descanso le puede pasar de todo. — dice riendo.

— Más te vale que no le suceda nada. Aparte de que con ésto te estás jugando la nota, y no echarás a la basura todo el tiempo que hemos invertido en ésto, después de todo yo tengo que terminar el mío. — hago una pausa y me coloco las gafas mientras le demuestro cómo hacer la mezcla correctamente pero en un medidor de plástico. Jimin queda boquiabierto al ver que nada explora, solo "reacciona" hacia arriba para mancharme toda la mesa. — así lo harás el día de la exposición.

— Excelente.

Mi amigo guarda su volcán en una caja de cartón duro y la cierra con cinta para que no se abra. Hoy hemos terminado de pintar el volcán por fuera así que la pintura está fresca. Espero que lo cuide, después de todo es mi amigo y me preocupa su sustento académico.

— Ah... Me olvidaba — dice yendo a mi cocina para sacar dos latas de refresco de la heladera. Me lanza una en el aire y yo la abro cuidadosamente. — Hobi hará pijamada en su casa ¿Te apuntas, Kookie?

— Si... Déjame consultarlo con papá cuando regrese, no debe faltar mucho.

— Genial. Hoy daré la noticia, pero su quieres te hago la premisa — sugiere guiñando un ojo en mi dirección.

— ¿Que sucede?

—Yoongi y yo... Bueno ya sabes que yo ando con todo el mundo.

— Si y Yoongi ya te ha durado exactamente dos semanas ¡Es un milagro! — le doy un trago al refresco.

— Decidí que quiero estar con él... Más tiempo. Ya sabes cómo mi novio, osea, quiero decir, oficialmente mi novio.

Inmediatamente dejo escupir el refresco sin haberme dado cuenta. Jimin se ríe y me recrimina de "Por qué" he tenido tal reacción. Es muy obvia la respuesta.

— Bueno... Sea como sea — me levanto para buscar un trapo — te felicito. Solo... Espero que te dure bastante tiempo. No sé si podrás aguantar.

— Ouch — finge estar sentimental tomándose su pecho con ambas manos — Me hieres Jeon Jungkook. Que poca fé me tienes.

—No es poca fé. Te conozco desde hace cinco años, espero que tengas razón y sigas con él.

Jimin me sonríe ladinamente. Es una sonrisa genuina que sólo aparece en su rostro cuando está seguro de la decisión correcta, espero que así sea y que mi amigo logré todo lo que tenga que lograr con Yoongi. Después de todo hacen una pareja bastante diversa pero... No sé ven tan mal juntos.

— ¿Y tú, Kookie? — pregunta sugerente alzando ambas cejas de arriba abajo. — cómo vas con Taehyung. ¿Ya decidiste qué harás? ¿Lo dejaras o que?

Ahora es cuando vuelvo a mi lugar y lo observo de soslayo, sonrojándome por completo al recordar lo que Taehyung y yo hicimos antes de ayer. Taehyung se fue de mi casa bastante tarde, cuando la lluvia paro. En ese tiempo él estuvo durmiendo a mi lado, pues yo también estaba cansado y muy agotado.

— Decidí darnos tiempo, quiero decir... ver qué sucede.

— Mmm... Por fin aceptas que sientes algo por él ¡Enhorabuena! — comenta alegremente.

— No puedo decir que estoy feliz, pero me siento aliviado ¿Sabes? Él y yo... — ¿Acaso debería contarle ésto? Mmm ¿Que va? Jimin siempre me cuenta sus experiencias y yo no lo justo — Amm... Nosotros.

— Ya, habla hombre.

Me muerdo los labios y una risa estúpida me sale desde adentro.

— Bueno él... Me hizo sexo oral — mis mejillas arden al recordar el momento. Miro a mi amigo fijamente y procuro no reírme por su cara de sorpresa extrema. Tiene los ojos abiertos como nunca antes y la boca a medio abrir — y yo a él.

— ¡¿Qué, que, que?! Woow. — creo que no lo puede procesar — Espera ¿Me estás jugando una broma? — se del secamente. Yo niego con la cabeza y él me observa todavía más estupefacto. — ¡Por Dios Jungkook! ¡Al fin!

Jimin sonríe de oreja a oreja y como yo no le contesto nada, prosigue.

— Bienvenido al lado oscuro amigo mío. Así se empiezan jeje.

— Como sea solo fue una vez. Me deje llevar, aparte no lo hago muy bien.

— ¡Pues práctica entonces, Jungkook!

— ¡Ay por Dios Park! No digas esas cosas.

— Oh, pero seguro te gustó... — añade haciendo una cara sensual. Voy a recriminarle algo cuando veo que mi padre entra por la puerta.

— ¡Hola chicos! — exclama depositando su sombrero de sheriff en el mueble que está al lado de la puerta.

— Papá, Hoseok hará pijamada hoy ¿Puros ir? — lo invado con la pregunta apenas llega hasta la mesa para saludar.

— Si, claro. No hace falta que preguntes. — suena animado, al parecer hoy le ha ido bien en el trabajo. — Oh, Jungkook hay un chico rubio que te está buscando, está en la acera de enfrente.

Automáticamente mis ojos se abren de par en par y le lanzo una mirada a Jimin quien para mí disgusto sigue con esa cara pícara en el rostro.

— Iré en seguida.

Mi padre se va a su cuarto mientras Jimin y yo nos miramos mutuamente. Al final decido acompañarlo para que se vaya, y me acerco a la vereda de enfrente a ver a Taehyung. Jimin se va al otro lado mientras nos echa una mirada cargada de curiosidad a ambos.

— ¿Quien era él? — pregunta alzando la barbilla en dirección a mi amigo.

— Jimin. Es mi único amigo que conservo en la escuela.

Taehyung se ríe secamente, yo me pregunto porque lo ha hecho. ¿He dicho algo malo?

— Creía que el hijo del sheriff tendría muchos amigos...

— En realidad tengo otro tres aparte de Jimin. Son lo mejor que tengo, de hecho son muy graciosos.

— Me alegra saber eso... Después de lo que escuche por parte de esos idiotas el otro día. Sigo sin poder creer lo que te dijeron. — Taehyung se apoya en su motocicleta y me atrae hacia él — dejando los problemas de lado, ¿Que te parece si te invito un café?

Me lo pienso por un momento. Mi deber es avanzar y confiar en él, sin prejuicios...

— Está bien.

Tae se sube la moto y yo detrás de él.

— Oh, por cierto... Antes de que te asustes debo hacerle una entrega a alguien... — me observa sobre su ojo a la vez que comienza a conducir a velocidad estable.

— ¿A qué te refieres con "entrega"? — pregunto sobre su oído. 

— Lo sabes perfectamente, Jeon.

(...)

En menos de veinte minutos ya habíamos llegado a Shadow. Taehyung pidió un café y también quiso ofrecerme uno a mí, pero yo solo ordené un líquido de fresa con un pastelito igual al de Tae: una masa de  chocolate con Cookies and Cream. ¡Me fascina!

Taehyung no ha tocado su café, en lo que llevamos aquí no ha dicho ni una sola palabra.

— ¿Y... Cómo fue tu día? — pregunto en un intento por sacar conversación.

— Estuve yendo de un lado a otro — confiesa mirando sobre mi hombro a la entrada de la puerta — pero al fin y al cabo me hice un hueco para verte y de paso finalizar el trabajo que me mandaron a hacer... — él por fin toma un poco de café y al parecer se da cuenta que no le ha puesto nada de azúcar, pues si cara de asco es terriblemente notable. — ahí está.

Él se para y lo veo encaminarse hacia la puerta del local. Allí veo que sale afuera con un tipo mucho más grande que él, canoso y parece un viejo pedófilo. Por la ventana de la que estoy sentado cerca veo que Taehyung saca un paquete pequeño de su chaqueta y el tipo le dice algunas cosas. Finalmente le termina pagando y Tae vuelve conmigo.

— ¿Quieres otro pastelito, Kook?

— N-no... Estoy bien así.

— Mm, como quieras.

Él saca una billetera de su bolsillo y allí puedo ver qué trae mucho dinero.

— Supongo que con esto será suficiente.

—  ¿Eh? 

— Tengo que comprar unas cuantas cosas para mí nuevo apartamento. Todo el dinero que junte hoy con las entregas será suficiente.

— ¿Entregas droga? — cuestiono con los ojos abiertos de par en par. Todavía me sigo replanteando si salir o no con él.

—  Hoy sí — confiesa alzando los hombros desinteresado — mañana quizás me toque entregar otras cosas, nadie sabe. Cómo ya te dije antes, hago trabajos menores de poca importancia — ahora baja la voz y se acerca sobre la mesa un poco hacia mi — solo hago las entregas de los traficantes, el trabajo sucio en otras palabras. Son unos hijos de puta, porque me llegan a dejar y soy yo quien cobra la paliza, ellos no. De hecho — su tono de voz sigue bajando —  odio entregar drogas, como ya te dije no quiero pasar el resto de mi vida en la cárcel.

—  ¿Entonces porque no lo dejas? Tae puedes trabajar de muchas, cosas incluso si no tienes estudios universitarios. Puedes cuidar ancianos o cortar césped o limpiar baños, hay cosas mejores que esto.

—  Se que hay mejores trabajos y aunque no lo creas, estoy intentando conseguir uno.

— Mejor, hazlo. El otro día mencionaste que querías mi ayuda...

— Mmm, si. — afirma comiendo otro pastelito, cuando lo termina vuelve a decir: — Sé que estoy en la mafia, y ya te lo he dicho, pero últimamente me estoy hartando de la vida que llevo. No estoy seguro de si pueda "salir" después de todo, somos como una gran familia, y todas las cosas que tengo las tengo gracias a la mafia. Pero... después de todo a mi me gustaría tener un vida normal. Quiero decir — explica moviendo sus manos — tu, como todas las personas tienes tus propios prejuicios gracias a la mala fama que existe en la mafia.... 

— No es mala fama — le explico— son cosas reales. Los de la mafia matan gente. 

— Ese es un tema que a mi no me concierne. Enfócate en mi, Jungkook, no soy ese tipo de persona, y es justamente en lo que no quiero convertirme. 

Lo escucho atentamente, mientras termino con mi pastelito. 

— ¿Cómo puedo ser mejor persona? — me pregunta alzando una ceja. Pero yo solo le respondo alzando los hombros. 

— No puedo responderte esa pregunta. El ser o no mejor persona está en tí — le explico señalando su corazón — ¿Estás seguro que no puedes dejar la mafia? — el alza los hombros en respuesta. 

— Para dejar la mafia tendría que conseguirme un trabajo estable y que me paguen bastante bien como para vivir en la zona norte de la ciudad y salir de la zona sur. Y, no, antes de que lo preguntes, no estoy seguro si puedo comprar una casa con el dinero que tengo, alquilar sí puedo, pero lo demás no tengo idea... la zona norte es cara. 

— ¿Entonces cuál es tu plan? — pregunto apoyando los codos sobre la mesa, y colocando mis manos alrededor de mi barbilla para apoyarme allí.

— Solo quiero que alguien ayude a mejorar mi mundo, si salgo o no de la mafia, ese es mi problema, pero no te arrastraré a él conmigo.  

— Las cosas se darán con el tiempo justo, Taehyung — me atrevo a tomarlo de la mano y darle un apretón — sí tu me demuestras ser alguien confiable y que no me representas un peligro, yo intentaré hacer lo que pueda para ayudarte a salir adelante. Después de todo — siento que mis mejillas se ponen rojas como un tomate — en realidad... tú me has gustado desde el principio. Sé que lo estuve negando y fui un idiota por todo este asunto, pero la realidad es que tenía miedo, no de tí, sino de mí. El problema es me es imposible no escuchar lo que el corazón me pide a gritos. — me atrevo a guiñar un ojo  de forma amistosa. 

Entonces Taehyung me regala una sonrisa plena y tranquila, me hace entender que no me arrepentiré de mi decisión. 

O eso es lo que yo espero...