[Jeon Jungkook]

Taehyung aprieta mis brazos, la lluvia se resbala encima de nosotros. Sus labios tan cálidos como el sol provocan que mi corazón lata muy rápido pero a la vez tan lento, como si el tiempo se hubiera acabado.

Él me besa pero yo ni siquiera puedo mover un músculo. No le sigo el beso, solo observo cómo él sí lo disfruta, y cuando creo que es suficiente lo empujo vagamente hacia atrás, y lo miro con las lágrimas aún en los ojos.

La lluvia no para, y lo que es aún peor, los truenos se hacen cada vez más potentes, tan como si una maldición cayera sobre la tierra.

Taehyung me observa y yo no sé que hacer o que decir. Solo le clavo la vista encima al igual que él lo hace conmigo.

Siento como mis labios tiemblan y mis lágrimas caen sobre mis mejillas. Me doy la vuelta sin decirle nada y me largo de allí. Pero él vuelve a seguirme.

— Haríamos linda pareja — dice al pararse a mi lado mientras espero bajo la lluvia a que el semáforo cambie para poder cruzar.

No le contesto nada, solo sigo caminando, como si él no estuviera aquí conmigo.

Desearía poder olvidarme de él, fingir que nada de ésto sucedió realmente. Quisiera nunca haberlo conocido. Mi vida estaba bien hasta que lo encontré a él.

— Tienes depresión — dice de la nada, yo me quedo parado mirándolo por un instante pero luego sigo con mi camino. Al parecer será un viaje a pie muy largo. — No tengo en claro si es leve o no, pero estoy seguro que la tienes.

No lo miro, no le contesto, solo camino intentando no escucharlo.

— No soy lo que crees...

— ¡Si lo eres! — le grito sin mirarlo y sin detenerme a confrontarlo — si vas a tratarme con palabras bonitas y luego clavarme un cuchillo por la espalda, mejor ahorratelo y vete con otro. — ahora es cuando comienzo a caminar más rápido hasta tal punto de llegar a correr.

Dejo a Taehyung atrás pero cuando volteo me doy cuenta que me está siguiendo. Corro más rápido para huir de él, no porque tenga un arma y me vaya a matar, no tengo que involucrarme de esta manera.

"Eres muy necio y cerrado, disfruta un poco más la vida amigo" las palabras de Jimin se parecen por mi mente como si de un flash se tratara.

Pero yo no puedo disfrutar la vida al lado de un chico como Taehyung. O de eso llegué a convencerme.

Al estar corriendo por todos lados el agotamiento no tarda en hacerse presente, cuando llego a casa lo primero que hago es revisar desde afuera para verificar que mi padre no esté, no tengo ganas de que me vea en éste estado tan demacrado, sin mencionar de qué él sería capaz de enojarse porque no me lleve la tarjeta del autobús ni un paraguas. En mi defensa a las siete de la mañana no estaba lloviendo.

Entro a casa con la respiración agitada y me quedo en la puerta, sobre la alfombra de bienvenida, esperando a que las gotas de agua terminen por caer ahí y así no ensuciar toda la casa. Luego me dirijo al baño y abro la ducha mientras me miro al espejo, pero el sonido de la ventana afuera de mi cuarto hace que asome la cabeza.

— Mi padre puede arrestarte por allanamiento, Taehyung. — le digo al salir del baño.

— Si es por ti que me arreste. Jungkook — siento que cambiará de tema — ¿Podrás dejar de salir corriendo cada vez que estoy contigo? Por hacer esa estupidez casi te llevas un auto por delante. Debes dejar de huir de lo inevitable.

— ¿Y tú podrías dejar de colarte por mi ventana? ¿O se te va a hacer una costumbre? — pregunto acusándolo con el dedo índice. — vete, déjame solo.

Antes de que pueda responder algo me meto al baño y me quito toda la ropa para entrar en la ducha de piso. Por fin disfruto del agua calentita. Solo espero no pescar un resfriado, no me gustaría estar las dos semanas de vacaciones de invierno con una gripe que no me deja moverme de la cama.

No soy una persona propensa a resfriarse, pero hoy corri bajo la lluvia mientras hacia diez grados. Será mejor que me prepare un té o una sopa para estar más agusto y prevenir una fiebre o algo por el estilo.

— Jungkook... — escucho la voz de Taehyung detrás de la cortina ¿En qué momento entró?

— Te dije que te fueras — le digo desde adentro de la ducha mientras paso shampoo por mi cabello. — y deja de ensuciar mi casa, estás todo empapado. Toma una maldita toalla y lárgate de aquí.

Aunque tomar una toalla no le serviría de mucho si luego se irá — pienso sarcástico.

Termino de enjuagarme el cabello cuando escucho el sonido de la cortina correrse. Siento mis mejillas arder cuando el aliento de Tae llega hasta mi oído, como una dulce melodía

— No vas a poder ignorame ahora. — susurra y deja un casto beso sobre mi oído.

Me pongo violentamente rojo al pensar que estoy desnudo, él me está viendo de espalda pero aún así estoy desnudo y no tengo con qué taparme.

Siento su tacto sobre mis hombros y me da un leve apretón. Sus manos viajan por mis brazos, yo estoy inmovilizado, hasta que llegan a mi cintura y allí se quedan. Taehyung se acerca un poco a mí y apoya su mentón en mi hombro para luego depositar un beso en mi cuello. Es entoces cuando recuerdo que él hizo eso mismo el sábado en el bar, también recuerdo lo agusto que me sentía mientras besaba mi cuello. Él ahora lo sigue haciendo pero el agua de la ducha parece molestarlo ya que se aparta de mí y por el rabillo del ojo veo que se queda al otro lado de la ducha.

Mi ducha no es una tina, es más bien el roseador del agua y piso de cerámica, con un vidrio como puerta y cortina del otro lado.  Por lo tanto aquí adentro cabemos los dos perfectamente.

Mierda.

— ¿Porque haces esto? — pregunto mientras busco el jabón pero luego recuerdo que tengo estantes de vidrio al otro lado de la ducha. Cada vez es peor.

— Pretendo que dejes de ignorame y me aceptes.

— Dame el jabón — le ordeno cambiado de tema.

Espero de espaldas a él y mientras tanto regulo un poco la temperatura de la ducha, me estoy quemando vivo y lo peor es que ni siquiera me puedo alejar un poco, ya que no quiero que me vea...

De repente siento a Taehyung pasarme el jabón por la espalda, muy suavemente.

— D-damelo... y vete de aqui — empiezo a balbucear por los nervios que me carcomen por dentro.

— Shh — me calla cerca de mi oído, por un instante me estremece esa sensación, un cosquilleo — arruinara el momento.

Él sigue pasando el jabón por mi espalda y yo solo puedo estar en tensión.

— No quiero nada contigo — es la verdad pero aún así yo... ¡No, ya dije que no debo meterme con él!

Pero... Esta sensación tan extraña.

Sin contenerme ni un segundo más las lágrimas se juntan en mis ojos, no quiero soltarlas pero al fin y al cabo terminó por desprenderlas de mi.

— ¿Sueles llorar mucho, Jungkook? — pregunta con una voz dulce sobre mi oído y luego escucho que deja caer el jabón y me abraza por detrás. Yo me quedo inmóvil con los brazos colgando a cada lado de mi cuerpo. Taehyung deja besos sobre mi hombro y a la vez me hace caminar hacia atrás, para que no me siga cayendo el agua encima. — ¿Puedo hacer algo por ti?

— Irte — admito lo mas cortante que mi quebrada voz me lo permite.

— O quizás puedo besarte y ayudarte a olvidar lo que te hace mal.

— Tú me haces mal. — confieso mirando hacia otro lado pero mala idea, él apoya su mentón en mi hombro libre.

— Mmm, que lindo eres. — sé a lo que se refiere.

— ¡No mires! — exclamo alterado.

— Jungkook al fin y al cabo tengo lo mismo que tú entre las piernas. No sé de qué te avergüenzas.

Estoy a punto de contestarle algo cuando decido que será mejor no hacerlo. Me seco las lágrimas a pesar de que él agua de la ducha sigue cayendo un poco sobre mí cara, e intento quitarme a Tae de encima, pero lo único que consigo es apegarme a él.

Y creo que estoy a punto de morirme.

El pulso se me acelera cuando siento detrás de mí chocar toda su extensión en mi trasero. Mierda, mierda, mierda.

¿Cómo rayos lo saco de aquí?

— Me gusta estar así contigo. Se siente bien.

— A mi no me gusta. Me aterra. — tengo que sacarlo de alguna forma.

— ¿Tienes miedo a sentirte bien? ¿Por eso lloras? — sus manos siguen en mi cadera y su cabeza en mi hombro. Me giro apenas para ver su rostro, es entoces cuando sus ojos celestes chocan con los míos y todo a mí alrededor se paraliza.

Él es hermoso.

— No me conviene estar contigo.

— Yo solo quiero que me ayudes, Jungkook — de repente siento una de sus manos bajar por mi vientre pero apenas lo detengo.

— ¿A qué? — suelto brusco.

— Soy un chico solitario, me siento solo y triste la mayoría del tiempo. Ya te lo he dicho, tengo la idea de que tú eres el indicado. — intento detener su mano pero el movimiento de la otra hacia mi pecho hace que me alarme.

— Búscate a otro... No quiero estar contigo.

— Deja de mentir, si no quisieras estar conmigo me hubieras dado una paliza pero en vez de eso, dejas que te toque, porque muy en el fondo quieres experimentar algo conmigo. Sabes que si.

Voy a decile algo pero él se aleja de mi y sale de la ducha. No es hasta unos cinco minutos luego que escucho la puerta abrirse y cerrarse lentamente.

Respiró profundo y opto por terminar de asearme. Salgo y me seco de pies a cabeza y me doy cuenta que la ropa de Tae está tirada arriba del lavaropas. Toda su ropa está empapada y no se le va a secar prontamente. Y por lo que veo me robó una toalla, antes había dos colgadas.

Me enrollo la toalla a la cintura y cuando salgo veo que Tae está acostado boca arriba en mi cama, con la otra toalla en su cadera.

Me siento a su lado y lo observo: tiene los ojos cerrados y está respirando levemente con los labios entreabiertos. La sensación de su boca sobre la mía me llena el alma de sentimientos raros por dentro.

Tae abre los ojos y cuando se da cuenta de que lo estoy mirando me sonríe.

— Al parecer la lluvia no va a parar. — dice parándose de la cama llendo a cerrar las ventanas y las cortinas de mi habitación. Luego se queda frente a mí. Trago saliva por la cercanía, tengo que mirar hacia arriba para poder ver sus ojos.

Cuando menos me lo espero él jala de mi haciendo que me pare a su lado y me da un abrazo. Yo dejo mis brazos colgando a los costados sin tocarlo, él me pasa las manos por la espalda. Mi pecho chica con el suyo y como por arte de magia nuestras respiraciones se convinan.

— No puedo dejar de tocarte, necesito...— susurra a mis espaldas, mientras sus manos viajan a través de mi columna y se quedan en la toalla que tengo atada a mi cintura — ¿Me das una oportunidad para hacerte sentir mejor?

— No puedo sentirme mejor contigo...— él se separa del abrazo y busca con sus manos el nudo de la toalla. — ¿Qué...?

— Jungkook tengo una pregunta para ti. — con sus manos afloja en nudo de la toalla, y cuando creo que me la va a quitar yo inmediatamente pongo mis manos sobre las de él, pero solo consigo que me sonría fríamente por esa acción — ¿A quien quieres engañar? ¿A ti o a mi?