[12] No te enojes
[Kim Taehyung]
— Básicamente — comienzo mientras como mis papas fritas — estuvimos jugando a los bolos, ganaste casi todas las partidas y luego bailamos un rato. — le explico mientras él me escucha con atención — te llevé a casa, nos besamos y luego volví a mi hogar.
— Pero... ¿Qué cosas te dije? — pregunta buscando una respuesta que lo tranquilice. Es insistente, pobre Jungkook, no se acuerda de nada.
— No te lo diré — como otra papa frita, provocando con un gesto hacerle saber que ahora "yo gano" — mejor que intentes recordarlo tú solito. — tomo un poco de agua mientras lo observo ruborizarse. Jungkook es un chico muy lindo, pero demasiado conservador.
Detesto que él guarde temor hacia mi persona. Eso me hace sentir afligido y bastante agobiado. Yo estoy cansado de hacer trabajos en la mafia para ganar dinero, no todo el dinero que tengo es robado, sino que... Yo también trabajo los miércoles y viernes en un bar de la zona Sur de Omelas, es un lugar oscuro donde van personas problemáticas, pero nadie me nota, tampoco me hago notar mucho, simplemente no me interesa, he tenido bastantes problemas en mi vida como para querer más.
Cómo en la mafia, tampoco soy una persona que sobresalga, de hecho solo tengo dos amigos, y a veces hasta dudo que sean verdaderos amigos. Yo sé perfectamente con qué personas meterme y con cuáles no hacerlo.
— Oye — llama Jungkook agitando una mano delante de mí.
— Estaba pensando, lo siento, ¿qué decías?
— No quiero que te aparezcas otra vez por mi escuela. — me pide con el ceño fruncido y sus dedos golpeando la mesa.
— En mi defensa, tú me pediste que te fuera a buscar — le confieso con una sonrisa burlona sobre mi rostro. Si hay algo que adoro, más que contar billetes, es la cara de incomprensión y enfado en Jungkook. Ahora que lo pienso, debería de alcoholizarlo más seguido, a ver si me gano unos cuantos besos de su parte. — También me pediste que me acostara contigo — lo osbervo ladeando la cabeza, metiéndome otra papa frita a la boca, disfrutando del sabor y la cara de horror en el pelinegro — pero claramente no lo hice, me agradaría que no estuvieras medio borracho cuando lo hagamos.
Jungkook me regala una risa seca, llena de ironía. Considerando el temor que me tiene, esa actitud se me hace extraña, pero a la vez siento como si estuviera ocultando algo. En fin, nunca fui lo suficientemente bueno para leer a las personas.
— No sucederá. — admite dándole un mordisco a su hamburguesa y luego le da un sorbo a la gaseosa, pero se atraganta intentando ocultar su nerviosismo, provocando que me salga una risa ahogada.
— Ya te he dicho que tus lindos ojitos negros se mueven de un costado a otro cuando estás mintiendo o pensando una mentira en tu cabeza ¿no es así? Se nota que lo quieres, pero te da vergüenza admitirlo, o más bien, tienes miedo de que algo salga mal, lo cual no me lo explico ya que no eres mujer y por logica no puedes quedar embarazado. Y si te preocupan las enfermedades, está bien, lo respeto, usaremos proteccion, fin del misterio, Jeon. — hago una pausa lanzado un suspiro pesado, observando hacia la barra donde allí hay personas disfrutando el almuerzo en familia, o en pareja, inmediatamente esa imagen me cae como un rayo en la cabeza, me encantaría estar así, abrazado, con Jungkook. Este idiota me flechó desde que lo vi entrar al bar, ¡maldito seas Jeon, pero me encanta estar a tu lado y ser el dominante!
Esas son las palabras que nunca le diré, lo mataría de un susto y no lo volvería a ver nunca jamás en toda la vida, no quiero eso. Jungkook tiene ese "no sé qué" en su persona que me hace querer tenerlo cerca, es inexplicable.
— ¿Ese es el problema, verdad? — vuelvo a hablar ya que él solo me estaba mirando con los ojos abiertos, como si no pudiera creer las cosas que dije antes, como si yo hubiera dado justo en el blanco. — No puedes tenerme miedo por siempre — es hora de comprarlo con mis palabras — algún día explotarás y no te gustará, pero si me aceptas desde un principio las cosas irán bien.
— ¿Por qué? — suelta tan derrepente que logra causarme un sobresalto repentino por culpa de su tono arduo y cortante de voz — ¿vas a matarme si no te hago caso? — alza su mano con la palma hacia arriba para luego apuntar a mi dirección acusatoriamente con su dedo índice — No me gustas, todo en tí está mal.
Levanto una ceja curiosamente por sus palabras, a decir verdad lograron sorprenderme, pero llego a comprender qué está diciendo todas esas cosas solo porque debe estar atemorizado o algo por el estilo. A medida que lo voy conociendo me doy cuenta que es un chico muy bueno, demasiado correcto, posiblemente sea el mejor de la clase, o quizás el estudiante modelo a seguir de la escuela, quizás sea popular, pero no lo aparenta demasiado. Parece un nerd que no bebe alcohol ni tiene sexo, todo en él está perfecto. ¿Justo con alguien así tuve que meterme?
— Creo que arruine las cosas desde un principio — confieso terminando de comer mi almuerzo — no tenía por qué haberte dicho que pertenecía a la mafia, si lo hubiera ocultado las cosas serían distintas ahora.
— No. — su tono me alarma — si lo hubieras ocultado yo me hubiera enamorado de tí, y te hubiera odiado por ocultarme algo como eso... — él se ruboriza al decir esto último — siendo sincero no sé que es peor.
— ¿Estás admitiendo que sientes algo por mí? — cuestiono inclinando mi cuerpo un poco sobre la mesa hacia su dirección mientras lo miro cómo toma su bebida, parece querer escapar de mis preguntas.
— No puedo sentir algo por una persona que conozco hace tres días, ¡reacciona! es imposible.
Arrugo mi entrecejo y lo miro de reojo, quitándole la vista de encima. Al fin y al cabo si el chico no quiere nada conmigo tampoco puedo obligarlo, pero si las cosas no funcionan (eso es exactamente lo que estoy comenzando a pensar, y me lo estoy creyendo, cosa que no me gusta) puedo hacer lo de siempre, tenerlo bajo mis encantos por unos días, intentar ser amigos y luego... bueno, no sé, puedo robarle dinero a su padre o algo por el estilo.
Pero si soy sincero, no quiero aplicar mi faceta de "chico malo, ladrón,corrupto y estafador" con él. Creo que es una persona que no lo merece. Esos pensamientos tan oscuros no pueden siquiera avecinarse en mi mente, no lo permitiré. ¿Pero entonces qué hago si él me sigue rechazando de ésta forma? ¿podré soportarlo? Eso implicaría quedarme solo... otra vez.
Se supone que en todo este año mi meta era dar un gran cambio, no he logrado nada hasta ahora. Todo estaba mal hasta que lo conocí a él, quizás puede reparar un poco el asqueroso mundo en el que vivo. El mundo que yo elegí como alternativa.
— ¿Y si comenzamos desde cero, preciosura? — ahora sí, fijo mi mirada en él, al igual que lo hace conmigo — Olvida que estoy en Lions. Soy un chico común y corriente.
Pero con esas palabras solo consigo que Jungkook se levante de la mesa, con su almuerzo a medio terminar y se vaya del lugar. Paseo mi vista por él mirándolo incrédulo por su acción, cuando por fin reacciono y le pago rápidamente al mesero, persiguiendo a Jungkook por donde se fue le grito:
— ¡Oye, lindura, no me hagas esto! — le grito mientras paso mi auto de largo. Jungkook es rápido en su andar así que opto por correr al auto y empezar a seguirlo a la misma velocidad con la que él camina.
— ¿Acaso crees que diciendome esas palabras bonitas vas a lograr algo? — pregunta retóricamente, no quiere que le conteste, pero aun así lo hago mientras sigo pisando el acelerador, Jungkook camina cada vez más rápido. En cierto punto estoy confiado de que empezará a correr y si llegase a hacer eso, no puedo perseguirlo ya que las personas creerían que lo quiero secuestrar, y eso es lo que menos necesito en este momento.
— ¿Qué? —pregunto brusco aun siguiéndolo, en un momento Jungkook se para en la esquina y yo con el auto me quedo a su lado. — ¿Quieres que te diga "feo"? ¿Acaso no puedo llamarte "hermosura"? ¡Eso no es acoso, tampoco lo hago para conquistarte como tú crees!
Pero él solo me observa con mala cara, por el rabillo del ojo noto que el semáforo está a punto de cambiar y él volverá a huir de mí, otra vez.
Jungkook niega con la cabeza antes de decir:
— Ojala fueras alguien normal, te hubiera aceptado. Tú y tu estupida mafia. — luego de decir eso el semáforo cambia, haciendo que Jungkook se vaya corriendo. Desaparece de mi campo visual. No puedo seguirlo con el auto.
Lo último que pude ver en su rostro fue una lágrima caer.
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