Aquí os traido el capítulo extra de esta semana. El siguiente lo tendréis el domingo :D

Espero que les guste :D

Entré sin oponer resistencia, y de camino a casa pensé en ello. Debía seguir fingiendo que ese hombre era mío, pero al final... nunca lo sería. Estaba tan triste, que sólo tenía ganas de llorar, pero ni una sola lágrima podía ser derramada, quizás era porque las dejé escapar todas, el día anterior.

Pensé en su sonrisa, en las últimas semanas, en el viaje a las Maldivas, en la forma en la que había comenzado a abrirme su corazón, justo como en el pasado. Pero ... la realidad me golpeaba sin piedad. Todo era un acuerdo entre ambos por ganar un maletín, el que me ayudaría a saldar mis deudas, a salir de la miseria. Jamás volvería a tenerle a él.

¿En qué había estado pensando para pensar en que le tendría? Un hombre como él jamás se fijaría en alguien como yo.

El taxi se detuvo frente al hotel de Vanesa. Salí con calma, pues no quería ir a casa, no estaba preparada para hablar con mi hermana aún, necesitaba los consejos de mi prima.

- Pasa – me dijo al verme frente a su puerta. Ni siquiera me fijé en su atuendo, pero sí en la de su novio, que lucía sin camiseta y el cabello espelucado. ¡Dios! Los había interrumpido cuando tenían sexo.

- Siento si he interrumpido algo – me disculpé. Mi prima rompió a reír, negando con la cabeza, observando a su novio, que le lanzaba una mirada lasciva, mientras daba un mordisco a una manzana y se marchaba a la terrada para dejarnos algo de intimidad - ¿viste el programa?

- Estaba ocupada con este semental – bromeó. Ella siempre con sus bromas de ese tipo - ¿me he perdido algo importante? – negué con la cabeza, para luego sentarme junto a ella en el sofá - ¿ha pasado algo?

- No creo que pueda hacerlo – le confesé, haciendo que ella me mirase sin comprender – debería olvidar el pasado y seguir adelante con mi vida de una vez...

- ¿Sabes por qué no puedes hacerlo? – preguntó. Negué con la cabeza, mientras ella se colocaba de forma correcta el camisón – aún sigues aferrándote a los sentimientos, Christi.

- No – contesté, con rapidez, poniéndome en pie – no es eso, yo ya no...

- Aún sigues buscándole una explicación sobre por qué él te dejó así – negué, nuevamente, pues esa respuesta ya la tenía, él mismo me había hablado sobre ello – quizás algún día consigas esas respuestas, pero hay veces... que hay que dejar atrás el pasado para avanzar.

- Le haré creer al mundo que lo amo, pero cuando todo termine me marcharé con el maletín, sin mirar atrás – aseguré, intentando demostrarle que se equivocaba. Ella sonrió, negando con la cabeza, como si no pudiese creerme.

- Aún sigues intentando llenar los huecos que tu madre dejó en tu alma – negué con la cabeza, porque odiaba que hablase sobre ello – y él fue capaz de derrumbar los muros que levantabas frente a todos los demás. Esa es la razón por la que te niegas a dejarle ir, Christi – no me había ayudado en lo absoluto, estaba incluso más perdida de lo que me encontraba antes – así que... olvídate de Neo Hughens y céntrate en ganar el concurso, ese maletín hará que tus deudas se salden de inmediato – la miré con cara de malas pulgas, haciendo que ella se encogiese de hombros - ¿qué esperabas? Yo no soy como la romántica empedernida de Harper. Si querías un consejo más idealizado, ¿por qué has venido aquí en vez de allí?