Extra: "La sociedad"
Ser padres no significa dejar de tener una vida social, un adulto también tiene el derecho de divertirse. Jimin y Jungkook intentaban estar activos en la sociedad; esto siempre fue fácil para Jimin ya que era un chico carismático, adorable genuino y además, por el simple hecho de ser un omega tan dulce se le era fácil socializar, pero para Jungkook era otra historia, a él simplemente no le gustaba socializar, le parecía absurdo e innecesario, le quitaba su preciado tiempo, y además, era visto solo por estatus y dinero, así que prefería vivir en la monotonía.
Pero luego de llevar una relación, casarse y finalmente comenzar una vida de padres todo cambio, no del todo, pero si lo hizo en algunos aspectos. Por supuesto que nunca dejaron de hacer su actividad favorita, el sexo, y tampoco dejaron de ver a la familia, pero si se habían alejado un poco de la sociedad, tanto que solo Seokjin, Namjoon, su hijo y las servidumbre eran las únicas personas con las que convivían, y eso debía cambiar o ambos se volverán locos.
Pero aún ante todo Jungkook sigue perteneciendo a la alta sociedad, su fachada de "joven empresario" había funcionado tan bien que era visto como un alfa poderoso y millonario por sus múltiples clubs nocturnos y restaurantes de lujo. Así que, al ser Jimin su esposo lo introducía automáticamente a esa alta sociedad, y también a su hijo.
Ya no podían convivir con los jóvenes de veinte años, así que... al ser Jungkook el anti social y Jimin el social, a él le tocaba convivir con las personas de su "jerarquía": mujeres y hombres ricos omegas, la mayoría casados y con hijos. Era como esas comedias donde el típico grupito de cuarentonas arrugadas de alta sociedad se reúnen a tomar el té.
Literalmente.
—Cuéntanos un poco más de ti Jimin —hablo un hombre omega de cabello rojizo que llevaba una copa de vino tinto en la mano y tenía una voz "elegante"—. Pareces alguien bastante joven ¿cuantos años tienes?.
Todas las y los demás omegas le miraron con ojos de detective e intenciones de arpías.
—Amm tengo veintiséis años —les sonrío haciendo desaparecer sus pequeños ojos, siendo muy amable.
Todas soltaron una exclamación sorprendida. Todos allí sobre pasaban los treinta años, pero sus cirugías plásticas y el maquillaje lograba disimular un poco.
—Eres demasiado joven ¿y ya te casaste y tienes un hijo? Woah~ como les gusta a los jóvenes arruinar su vida —agregó otra y bebido de su bebida con cola.
—No creo que haya arruinado mi vida. Me casé con el amor de mi vida, y nuestro hijo es simplemente una bendición, estoy feliz con las desiciones que tomé. —respondió Jimin seguro de si con su sonrisa.
—¿Y como se llama tú hijo? ¿Cuantos años tiene? —continuaron cuestionando.
—Mi bebé se llama Jungmin y tiene cuatro años, es un varón hermoso.
—¿Ya sabes a qué jerarquía pertenece?.
—Decidimos mi esposo y yo que cuando cumpla los cinco años le haremos la prueba, aún es pequeño y este año lo tomaremos para enseñarle todo lo que debe saber —Jimin estaba relajado, no sentía incomodidad hasta...
—¿Y lo crías correctamente Jimin? —habló la mujer que parecía ser la jefa de ese grupo, con su olor dulce fuerte, ese denso cabello dorado y esa mirada profunda, una verdadera omega dominante—. ¿Va al preescolar? ¿Tiene una institutriz?.
—Claro que va al preescolar, y no siento que la institutriz sea muy necesaria, puedo enseñarle yo mismo lo mas importante, quien más que su papá para enseñarle las cosas de la vida.
—¿Sabes tocar el piano forte, montar a caballo, tenis, ballet? ¿Cuántos idiomas hablas? —cuestionó y el rostro confundido de Jimin le respondió—. Entonces si es necesaria una institutriz dada tú... ¿cómo decirlo? —busco la palabra.
—¿Ignorancia? —inquirió una.
—¿Torpeza? —dijo otra.
—¿Inexperiencia? —atinó una.
—¡Si! Inexperiencia, vamos tienes veintiséis años ¿que sabes de la vida? Llevas el cabello teñido de rosa y usas ropas juveniles ¿aún así crees que una institutriz para, dices tú, su gran bendición no es necesaria? Yo creo que si Jimin —espeto.
El omega de rosados cabellos bajo el rostro afligido y se llevó una mano al cabello sintiéndose un poco inseguro.
Pero empeoró.
—¿Tu esposo está siempre en casa? —ella siguió.
—Trabaja la mayoría del tiempo —respondió—. Es un hombre muy ocupado y mi hijo y yo lo comprendemos.
—¿Jeon Jungkook, no? El joven empresario, si lo conocemos. La mayoría de omegas deseaban vorazmente casarse con el, pero al parecer sus carnadas no eran tan llamativas como las tuyas ¿cómo fue que lo atrapaste Jimin? Por que... —lo miró de arriba hacia abajo—. Tú no pertenecías a la alta sociedad ¿cierto?.
—A-Ah yo...
—Amo Jimin —la voz de su adorado Sam lo salvó de aquella incómoda situación—. Es hora de ir por Jungmin al colegio ¿nos vamos?.
—Claro, vámonos —se levantó aliviado de poder irse—. Señoras, fue un placer conocerlas y convivir con ustedes —mintió y fingió su sonrisa—. Hasta luego.
—¡Hasta luego Jimin! —todas se despidieron con un entusiasmo y una sonrisa completamente hipócrita.
[...]
—Se veía incómodo —menciono Sam mientras manejaba, miró a Jimin por el retrovisor—. ¿Está todo bien?.
El miraba su ventana pensativo con un semblante triste.
—Sam... ¿mi cabello tiene algo de malo? ¿Crees que debería teñirlo de un color más natural? Tal vez le dé un mal ejemplo a Jungmin.
—No lo creo, ese color le sienta bien y no creo que sea inapropiado ¿por que tan de pronto? A usted le gusta mucho.
El omega suspiro—. No lo se, creo que no es apropiado para un papá llevar el cabello así, lo pensaré y hablaré con Jungkook.
—Si así lo desea.
A Jimin le encantaba estar con su pequeño, era quien le daba alegría, su tiempo con él simplemente era preciado. Claro que tenia subordinados que podían jugar con él, prepárale sus tres comidas, llevarlo a la escuela y recogerlo, pero no, él aunque no estuvo mucho tiempo con sus padres aprendió que lo más importante es estar.
—¡Mamii! —el pequeño de ojos grandes y cabello castaño oscuro se lanzó abrazar a su papá omega muy feliz.
Jimin se hincó para quedar a su altura y darle un fuerte abrazo con la misma gran felicidad.
—Hola mi cielo azul ¿como estuvo tu día ¿aprendiste mucho? ¿Te divertiste? —le preguntó acariciando su cabello, el pequeño asintió.
—Sipi, hoy hicimos un cohete espacial con una botella reciclada, pero lo olvidé —hizo un pequeño puchero, su papá rio con ternura.
—Mañana tendrás oportunidad de traerlo a casa y enseñárselo a papi también —miró la frente de su hijo y había tres estrellas doradas brillando—. Veo que hoy te portaste muy bien, tres estrellas esta vez cariño.
—Y tengo dos más, mira mami —enseñó su manita con esas dos estrellitas.
—Bien hecho, anda hay que ir a casa —se levantó, tomó la manita de su pequeño y ambos caminaron al auto—. ¿Qué quieres de comer hoy?.
—Mmm, fideos.
—¿De nuevo?
—Por favor mami.
—Está bien, ¿crees que papi quiera de nuevo fideos?.
—A papi le gusta mucho los fideos y mami.
Jimin río.
—Eso es bueno.
[...]
—Por favor, déjeme ayudarle en algo —le imploró la cocinera a su jefe omega quien dimitía con una sonrisa.
—No te preocupes Heesu, está bien —apago la estufa—. No es necesario que siempre cocines, también puedo hacerlo yo mismo para mi esposo y mi hijo, tú deberías ir a descansar un poco. ¡Jungmin lávate las manos y lleva tus palillos a la mesa! —grito para el pequeño que se encontraba afuera.
—Puedo ayudar a el niño Jungmin a lavar sus manos, servir los platos, llevarlos junto a los palillos ¿si?.
—Que no, de verdad está bi...
De pronto Jimin sintió como unos brazos se enredaron en su cintura y un caliente aliento le erizo la piel del cuello.
—Mmm hueles tan delicioso amor. —escucho la voz profunda de su esposo.
—Señor Jeon —la cocinera palideció.
Jungkook siempre intentaba estar de vuelta a la hora de la comida, tomándose un descanso del trabajo para un pequeño tiempo de calidad con su familia. Y lo más sorprendente es que ahora se dedicaba más a sus clubs y restaurantes, aún seguía presente un poco el narco tráfico pero intentaba dejarlo solo por ellos.
—Cariño llegaste. —el rosado se volteó hacia su cónyuge para poderle dar un dulce beso—. Hola ¿cómo está yendo todo en el trabajo?.
—Todo muy bien ¿qué tal te fue a ti con los honorables omegas de la sociedad? —bromeó y le abrazó mientras él colocaba sus brazos al rededor de su cuello.
—Amm, bueno, ellas son... viejas —ambos rieron—. Dijeron algunas cosas, pero nada con importancia, estuvo bien —encogió los hombros restándole importancia.
—¡Papi! —la voz de su pequeño apareció llena de felicidad, Jungkook se separó de su chico para cargar a su bebé y darle un beso en su mejilla regordeta—. Hoy gané cinco estrellas en clase ¿estás feliz?.
—Claro que si mi príncipe, estoy orgulloso de ti —le dio otro beso—. Muero de hambre ¿quieres que te ayude a llevar algo a la mesa amor?.
—Está bien ¿puedes llevar a Jungmin a lavarse más manos? Le dije hace cinco minutos y aún hay mugre allí —enarcó una ceja el Omega—. ¿Quieres perder una de tus estrella Jungmin?.
El pequeño negó.
—Debes hacerle caso a mami, vamos lavemos tus manos.
[...]
Y aunque fuera casi arrastrado, Jimin volvió a reunirse con esas y esos omegas pretenciosas y mal intencionados, pero tal vez solo debía acostumbrarse y jugar su mismo juego, aunque él no supiera mucho sobre ser una arpía.
—¿Como van todas con sus matrimonios? Ayer, mi esposo me llevó a comprar un auto nuevo por mi cumpleaños ¿que les parece? —habló la abeja reina.
—Oh felicidades por tu cumpleaños Hwangsoo —respondió el omega a su costado—. Tu esposo es tan encantador ¿acaso aún siguen en esa etapa? ¿Luego de cuatro años?.
—¿Qué etapa? —finalmente habló Jimin después de media hora de plática un tanto tímido.
—Ya sabes, esa etapa donde todo es color de rosa, ellos te hacen sentir amado, te consienten, y más importante te son fieles aún —respondió la otra junto una pequeña risilla.
—Si ya sabes, esa etapa en la que estás ahora Jimin, que afortunado.
—Aprovéchalo Jimin, disfrútalo mientras dura, por que luego ese esposo amoroso en un chasquido se esfumará —la abeja reina bebido de su café mirando la pobre preocupación del contrario en su rostro.
[...]
—Amor ¿puedo preguntarte algo?. —Jimin, luego de pensar todo el día en el comentario de aquella mujer se armó de valor para preguntarle a Jungkook, cuando ambos estuviera cómodos en la cama, preparándose para dormir.
—Dime mi leche de fresa ¿qué es?. —respondió el azabache mientras revisaba algunas cosas en su iPad.
—¿Tú me serías infiel en algún momento? —lanzó la pregunta sin más.
—¿Qué mierda? —Jeon despegó la mirada del aparato para mirar al omega con el ceño fruncido—. ¿Por qué tan de pronto preguntas algo así? ¿Qué sucede? Ayer también me preguntaste si debías quitar el rosado de tu cabello.
—¿Lo debería hacer?.
—¡No! ¿Qué diablos? Amo tu cabello y jamás te sería infiel ¿qué es lo qué pasa ahora? ¿Por qué tanta inseguridad de pronto?.
—Los omegas con las que me reúno...
—Oye escúchame, esas señoras son unas amargadas sin vida, sus esposos si quiera las miran y se la pasan comprando para aliviar su soledad, te tiene envidia mi caramelo —le dijo.
—¿Por qué? Ellas son...
—Por qué eres hermoso, joven, dulce, estás casado con un hombre codiciado y rico y tienes una familia hermosa, y por que te amo —lo tomo del rostro—. Mi algodón de azúcar, debes tener un poco más de carácter ¿acaso dejarás que esto vaya tan lejos que hablen sobre Jungmin?.
—No jamás, nunca dejaría que hablaran de nuestro hijo.
—Ponlas en su lugar, como haces con Namjoon cuando viene a molestar.
—Eso haré, las haré polvo ya verás —sonrío.
—Las harás mierda amor, lo sé. —lo beso.
[...]
—Y dinos Jimin —la conversación comenzó—. ¿Cómo es Jungkook como padre? Un hombre tan ocupado como él se le debe ser algo difícil la paternidad, e imagino que también atenderte —todas rieron en voz baja.
A Jimin le hirvió la sangre, pero tomó un suspiro antes de hablar.
—No, no es así, mi esposo es un hombre responsable, un padre y un marido amoroso y asombroso, mi hijo no carece de ningún tipo de descuido, y no no tenemos niñeras ni institutriz por que ambos tenemos el tiempo suficiente para darle tiempo de calidad a nuestro hijo —se levantó de su asiento y continuó—. Y bueno, sobre lo de atenderme, si ustedes señoras se consideran con una buena educación es mejor que no vayan preguntando sobre la vida sexual de otros. Y quiero agregar que estoy harto de sus comentarios estúpidos y venenosos, deberían ir hacer algo más productivo que causarle inseguridades a las personas, váyanse a la mierda perras apretadas.
Finalizó y entonces camino dispuesto a salir del local, pero antes se detuvo y miró hacia atrás mirando a todas las mujeres quienes se quedaron petrificadas.
—¡Y si! ¡Tenemos mucho sexo! ¡Y mi cabello es fabuloso! —agregó y entonces se fue con una sonrisa triunfante.
[...]
—Estoy impactado, le gritaste a las mujeres de la alta sociedad perras apretadas y que teníamos mucho sexo, amor yo te aplaudo —le dijo Jungkook sonriendo.
—Gracias, fue liberador, espero lo hayan entendido.
—Así se hace mi hermoso caramelo picante, ahora, ¿puedo comerte? —preguntó, el Omega sonrió ladino y asintió.
Yo la verdad no sé de q pelo del qlo me saque este extra pero aquí lo tenemos, en el anterior había dicho q ya no iba hacer pero aquí estamos🤡
Espero les haya gustado, la vdd ya no voy a decir nada sobre q ya no subiré más extras por que alch me conozco y embeces viene ideas q si no me las saco no descanso así q ajá.
Como siempre y me vale si ya los tengo hartos, recomiendo mis demás historias por que son bellas y se merecen el mismo apoyo;
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