33; Noticia.
—Joder, siento que mi cuerpo colapsara en cualquier momento —sorprendentemente, al llegar el alba, Jimin fue el primero en abrir los ojos, sintiéndose por completo destrozado.
Había un remolino de flashback en su cabeza, sensaciones que aún podían recordar, aunque por supuesto, lo más presente era el dolor abundante sobre todo su cuerpo, aunque el dolor aberrante en su cuello era el peor, un ardor insoportable y pulsaciones como las de una jaqueca. Se sentía como una resaca, incluso tenía ganas de vomitar y tenía mareos, demonios se sentía morir.
—Jungkook, Jungkook —agitó el cuerpo de su novio intentado despertarlo, pero al parecer él si estaba casi muerto—. Maldición, vomitaré en cualquier momento.
El pelirosa se levantó débilmente, las piernas le flaqueaban y al momento de colocar sus pies en el suelo todo su alrededor se movió, camino lentamente hacia el cuarto de baño, pero entonces, de pronto se quedó parado, exhaló ligeramente y todo se puso en negro.
Un estruendo se escuchó, el sonido de un cuerpo cayendo al suelo hizo despertar inmediatamente y alerta a Jungkook, quien rápidamente se sentó en la cama con los ojos muy abiertos, observó la habitación y ubicó a Jimin tendiendo en el suelo, dentro de un pozo de inconsciencia. Salió de la cama como un rayo, se puso en el suelo y tomó entre sus brazos a su chico, asustado.
—Jimin, Jimin respóndeme —su pulso se había agitado, estaba sumamente nerviosismo, y su mente solo podía pensar en lo peor preocupándose aún más—. Amor, por favor despierta ¡Jimin, Jimin! Maldición.
Al no recibir algún resultado de conciencia, sin chistar rápidamente se colocó y le colocó a su omega más ropa de la que ya llevaban puesta, lo cargo a y rápidamente salió de la habitación con pensamientos rondando su mente que decían «Es mi culpa, sobre pase el límite la noche anterior» «Debí nivelarme» «La marca fue demasiado» atormentándolo mientras iba en dirección al hospital más cercano, observando el rostro pálido de su novio, con un miedo inminente de que algo más que desgaste físico fuera la problemática.
—Maldición, si algo llegará a sucederte yo... joder—gruñó impotente—. ¡Podría ir más rápido! —apresuró al pobre taxista quien conducía completamente nervioso. Jungkook no podía conducir, pues aparte de no estar en ese momento muy capacitado para hacerlo, simplemente no quería alejarse de Jimin—. Pronto llegaremos cariño...
Transcurrió exactamente una hora y media hasta que Jimin al fin pudo recobrar la conciencia. El pelirosado empezó abrir sus ojos lentamente, sintiéndose un poco más aliviado base a los adolores de su cuerpo, incluso los mareos y las ganas de vomitar se habían ido. Escuchó el sonido de la máquina que supervisaba y media su pulso, miró su mano donde había una canalización conectada a algún medicamento, analizó la habitación y entonces dedujo que se encontraba en el hospital «¿como había llegado allí?» fue lo que se preguntó, miró a su lado derecho y observó a su querido Jungkook sentado en una silla junto a él, dormido con la cabeza recostada en la orilla de la cama, mientras le sujetaba la mano.
—Oh cariño, debiste llevarte un buen susto —murmuro angustiado—. Kookie lo siento —con la mano que no tenía sujetada, le acarició el cabello, pero esto solo bastó para que Jungkook despertara precipitadamente.
—¿Jimin? —lo miró con ojos abiertos un poco de más, para luego abrazarlo sintiendo un sentimiento de total alivio al verlo finalmente despierto y con un mejor aspecto—. Maldición que susto me diste, realmente estaba preocupado por ti, pensé en tantas cosas a la vez que me quede dormido.
—Estoy bien, no te preocupes —Jimin sonrió, entonces se separaron y el azabache le dio un casto beso en los labios—. Debió ser las secuelas del celo, o tal vez por la marca, no es tu culpa amor, esas cosas pasan —le acaricio el rostro y le brindo una dulce sonrisa para tranquilizarlo.
—¿Entonces te sientes mejor? Dime cómo te sientes.
—Mejor, antes tenía mareos y ganas de vomitar, era como si tuviera resaca, también me dolía mucho el cuerpo, pero eso seguramente fue por lo del celo, y el lugar donde está la marca aún sigue doliendo pero es normal —respondió y soltó un pequeño suspiro—. Debemos escuchar al doctor.
—Ah claro, lo había olvidado, te hicieron algunos análisis mientras estabas dormido, luego me dijo que cuando despertaras lo llamara, así que iré por él.
Jungkook se levantó y rápidamente salió de la habitación, y no tardo mucho en regresar pero sin el doctor.
—¿Y el doctor? ¿Donde esta? —preguntó el omega frunciendo el ceño.
—El me dijo que si tú te sientes capaz podemos irnos, me dijo que no tuviera nada de que temer y extrañamente me lo dijo con una sonrisa bastante alegre —replicó—. Pero dime mi leche de fresa ¿quieres irte? ¿Te sientes capaz?.
—Claro, creo que solo necesito un poco de reposo, apuesto que ayer fue estupendo ¿no es cierto? —le lanzó una mirada pícara y Jeon río en voz baja asintiendo y recordando toda la pasión de ayer.
—Fue estupendo —ladeó su cabeza—. Entonces, si te sientes bien dejare que te vistas, luego podemos ir con el doctor a su consultorio para que nos de los resultado de los análisis.
—Perfecto, pero ¿como me quitó esto? —alzó su mano mostrado la canalización que ya hacía allí.
[...]
Luego de que las enfermeras se encargaran de quitarle todos los aparatos donde Jimin se encontraba conectado, se quitara la bata de hospital y se colocar su ropa, finalmente se encontraba reunidos con el doctor dentro de su consultorio, ambos bastante nerviosos, no quería recibir una mala noticia como "Hay un problema con la marca" o "la salud de tu omega está en riesgo" era algo que los atormentaba, pero intentaban traer a su mente solo buenos pensamientos, incluso si se sentía como un par de niños que están apunto de ponerles una inyección.
—Díganos doctor ¿hay algún problema? —cuestionó Jeon atemorizado, apretando levemente la mano de su amante quien estaba en las mismas circunstancias.
—En lo absoluto —contesto el hombre de vestimenta blanca mientras hojeaba algunos papeles, los cuales seguramente eran los resultado de los análisis—. En realidad son muy buenas noticias, si así quieren verlo.
Luego de que les dijera esto, Jimin y Jungkook se tranquilizaron un poco más, todos los riesgos y probabilidades fatales se habían descartado casi por completo.
—Bueno entonces doctor ¿qué es lo que me trajo aquí? —pregunto ahora Jimin, mordiéndose el labio inferior nervioso, solo esperaba que no hubiera algún tipo de problema con la marca o con él.
—Se los explicaré —el doctor dejo los documentos sobre su escrito y se dispuso a mirar a los dos jóvenes frente a él—. Por lo qué los análisis me dicen ayer tuvo su ciclo de celo ¿no es así? —se dirigió a Jimin quien asintió—. Y que durante el acto sexual decidieron colocar la marca del alfa ¿no es cierto? —se dirigió ahora a Jungkook, y él también asintió—. Bien, pues sobre eso no hay ningún problema, todo transcurrió naturalmente, solamente hay que darle un seguimiento a la sanación de esa marca.
Ambos sintieron completo alivio, inclusive el aire regreso a sus pulmones y sus músculos ya no se encontraban tensos, y felizmente dibujaron una sonrisa tranquila en sus rostros.
—Ahora —siguió el hombre. «¿había más?» se cuestionaron Jeon y Park, regresando nuevamente esa sensación de pánico—. Me gustaría hacerles una pregunta ¿han pensado en el matrimonio?.
—¿Matrimonio? —Jimin palideció atónito—. Yo bueno... mis abuelos siempre me dijeron que es algo muy sagrado que...
—Por supuesto Doctor —habló Jungkook, confundiendo un poco a su novio por la firmeza de sus palabras—. Algunas veces lo he pensado.
Su confesión sorprendió al pelirosa ¿de verdad lo había pensado? Eso de alguna manera lo hizo sentir mal, pues esa idea nunca se había cruzado por su mente. Todo ese tiempo habían sucedido tantas cosas deshonrosas que el matrimonio entre ellos aún era incierto.
—Bueno si es así, espero que decidan pronto casarse pues, me hace muy feliz informarles que van hacer padres, felicidades —dijo el hombre con una sonrisa de oreja a oreja.
Por un momento los latidos de los corazones de Jimin y Jungkook cesaron, sus ojos se abrieron en grande, como dos platos, sus rostros palidecieron quedándose estáticos y completamente estupefactos por la noticias que le había dado. El doctor les miró con el ceño fruncido, extrañado de que no hayan saltado de la emoción como otras parejas a las que había atendido.
—¿Jóvenes? ¿Se encuentra bien? —les pregunto ya un poco preocupado por su aspecto.
—¿Pa-Padres? ¿Ji-Jimin está em-embarazado? —cuestionó Jeon anonadado, tartamudeando por tan inesperada noticia.
—Es correcto, está embarazado. Tiene alrededor de tres semanas, si no es que hasta un poco más ¿acaso no lo había notado? El joven seguramente tuvo mareos, o náuseas, e incluso antojos ¿no estaba previsto? —enarcó la mirada.
El omega ladeó la cabeza lentamente negado, y aún dentro del shock cavo dentro de sus recuerdos buscando el momento en el que no tuvieron cuidado, pero era demasiado los momentos en los que habían tenido sexo sin protección, pero siempre Jungkook se aseguraba de venirse fuera. «¿Cuando, cuando, cuando?» llevaba apenas tres semanas, entonces no fue hace mucho ¿habrá sido el primer día que llegaron a Hawái y tuvieron sexo? O tal vez... ¡si! Allí fue, aquella noche luego de su reconciliación en la casa de sus abuelos, el día que ellos hicieron el amor.
En ese momento fue como si ambos pensaran lo mismo, como si de alguna manera hubieran encontrado al mismo tiempo la razón por la que había sucedido el embarazo y se voltearon a ver sorprendidos.
—Jungkook nosotros...
—Vamos a ser papás.
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