29; Hacer el amor.
⚠️AVISO⚠️ CAPÍTULO LARGO, CON CONTENIDO +18, SI ESTE TIPO DE ESCENAS NO SON DE TU AGRADÓ TE INVITÓ A SALIR DEL CAPÍTULO Y ESPERAR LA PRÓXIMA ACTUALIZACIÓN, PERO SI TE QUEDAS SE RECOMIENDA DISCRECIÓN.
—¡Por dios! —la abuela exclamó asombrada, llevando una mano a su boca, pues cuando abrió la puerta de su hogar se encontró con Jimin y Jungkook completamente empapados—. Pero ¿qué fue lo que sucedió? Vamos entren.
Ambos jóvenes entraron a la casa, quitaron sus zapatos e intentaron sacudir un poco su ropa, aunque era algo inútil pues esta estaba completamente mojada, incluso sus calcetines estaban mojados y sus zapatos inundados.
—¡Oye Jimin! —se escuchó una voz varonil acercarse desde lejos—. ¿Donde estabas nosotros nos...? —era Jihyun paranoico, pero no era nada extraño viniendo de él. Inmediatamente miró a Jeon, de mala manera—. ¿Tú? —frunció las cejas.
—No comencemos por favor —pidió él pelirosa interviniendo rápidamente—. Mañana podemos resolverles cualquier duda que tengan, en este momento ambos necesitamos una ducha y una taza de agua caliente —dijo para una vez incorporarse a su hogar y dirigirse a las escaleras—. Ven Jungkook, por aquí.
El pelinegro le siguió, no sin antes mirarse de reojo con el menor de la casa, el realmente lo odiaba y con mucha razón, incluso ni siquiera pudo ver a la abuela a los ojos al entrar, pues, realmente se encontraba arrepentido, ya que prometió cuidar de su tesoro y por una estupidez se dio por vencido. Aún tenía penitencias que pagar.
—¡Cariño calentaré el agua! —dijo la abuela hacía los chicos que ya hacían en el piso de arriba—. ¿Jungkook se quedará a dormir?.
—¡Abuela! ¿De qué lado estás? —protestó el hermano menor frunciendo el ceño junto a un puchero.
—¡Se irá mañana en la mañana! ¡Por favor no se preocupen! —replicó el omega y lo último que se escuchó fue el sonido de la puerta cerrándose.
—Ya estoy harto, ese idiota es un rufián que solamente le hace daño a Jimin —gruño Jihyun.
—Oh ya cállate Park Jihyun, deja de meterte en los asuntos privados de tu hermano mayor, y mejor ve hacer algo productivo de tu vida, anda, anda —contesto la abuela dándole algunas nalgadas.
La habitación de Jimin se le había sido asignada ya que sus abuelos decidieron darle la habitación más acogedora y amplia de la casa, la cual anteriormente fue de ellos, pero prefirieron tener una habitación mediana en la cual solo se pudiera dormir, además de que toda esa ropa que Jimin traía consigo cuando recién acababa de llegar, no iba a caber en el pequeño armario de la habitación que ellos habían optado usar.
Por eso, Jimin tenía una hermosa habitación amplia, la había decorado a su manera, con las paredes color crema, decoraciones y muebles minimalistas y modernas, de colores claros y algunas pasteles, el aroma allí era sumamente delicioso, ¿era sus feromonas impregnadas por doquier? O ¿todas esas fragancias costosas que decoraban su tocador? Ese era el dilema en la cabeza de Jungkook mientras inspeccionaba todo el espacio curiosamente.
—¿Quieres entrar primero? —Park lo sacó de sus pensamientos, él lo miró inmediatamente ampliado la mirada sin haber escuchado que fue lo que le dijo anteriormente—. No tengo problema con que entres primero a la ducha, por lo mientras te buscare algo que puedas usar.
—Está bien, hazlo primero, después me puedes buscar la muda. —indicó con una suave sonrisa, la cual el omega de cabello rosado le contesto mostrándole una igual, para luego entrar al baño.
Y entonces Jungkook se preguntó ¿cuando todo se había vuelto tan estrecho entre ambos? Como si fueran dos desconocidos, incluso le asombró la timidez que hubo en las palabras de Jimin al preguntarle una cosa que un mes atrás, era completamente normal. Fue doloroso, pero entonces para intentar arreglarlo, Jeon abrió puerta con la ilusión de tener un nuevo comienzo, de poder reconstruir su relación y hacer de esta algo más impetuoso y sano.
Era el momento indicado de reivindicarse como novio. O en plural, en su relación.
Antes de abrir la puerta, se quitó la camisa, desabrochó su cinturón y también se despojó de él, entonces, entró al cuarto de baño, su vista se había nublado por el vapor que ya hacía allí, habían distintos aromas, fresa, chocolate, esencia de frutos rojos y ese predominante olor a coco que conocía a la perfección y lo tenía completamente loco.
Se quitó el pantalón junto a su ropa interior, una vez desnudó, entorno la mirada intentado divisar la aguda y grácil figura del pelirosa por sobre la puerta de la regadera. Había pasado mucho tiempo sin sentir aquel chico, sin sentir sus esponjosos labios sabor cereza, sin sentir ese cuerpo lleno de curvas que lo hacía chocar con el placer. Lo necesitaba más que a nada, él era como el agua que nutre a una planta.
Sin pensarlo, abrió la puerta y observó el hermoso cuerpo desnudo de Jimin, no pudo contener las ganas de meterse junto a él a la agua caliente, y simplemente lo hizo, cerró nuevamente la puerta y se acercó a él para luego colocar una mano en su cintura y atraerlo hacia él, mientras el agua caliente recorría el cuerpo de ambos.
Park lo miró sin decir nada, pues al parece él también lo necesitaba con la misma intensidad, incluso hasta más. Sus miradas conectaron, Jimin pudo darse cuenta que el brillo en los grandes ojos castaños de Jungkook había vuelto, y Jungkook volvió a notar ese esplendor característico que emanaba Jimin.
Ambos eran como dos imanes, se atraían sin poder evitarlo, la fuerza en que sus cuerpos se atraían era algo realmente increíble, incluso los latidos de sus corazones iba al mismo ritmo, y todo esto se sincronizó con el aroma de sus feromonas el cual comenzó a esparcirse por toda la habitación, siendo para cualquier otra persona asqueante y asfixiante, pero para ellos era algo realmente maravilloso.
—Jimin amor mío —murmuro Jeon tomando el rostro del ya mencionado con su mano desocupada—. Eres alguien tan hermoso ¿como una criatura tan sublime como tú puede estar con un monstruo como yo?.
—Así como la bella y la bestia se enamoraron —contesto Park elevando una sonrisa en sus labios—. Mi Jungkookie, creo que mi corazón va a explotar, te amo tanto.
—Yo también te amo tanto que te prometo, que jamás volvera a suceder algo igual entre nosotros —dijo con cierta firmeza en sus palabras y una enorme sinceridad en su mirada—. No quiero volver a sentir esa angustia de perderte, de perder tu amor, de perderte tus caricias. Desde ahora en adelante, nuestra relación irá un día a la vez, habrá más comunicación y confianza, ahora solo importamos tu y yo, nadie mas.
—Para siempre amor, para siempre —dijo Jimin, y su cuerpo reaccionó naturalmente a sus instintos hambrientos y enamorados. Enrollo sus manos en el cuello del alfa, se paró de puntas y junto sus bocas formando un beso.
Jungkook ajustó su agarre en su cintura y pegó aún más sus cuerpos, cálidos, mojados y desnudos. Había sido un comienzo dulce y tranquilo con aquel beso, pero pronto se deformó haciéndose cada vez más apasionando y desesperado; Jimin abrió su boca permitiendo que el azabache metiera su lengua y comenzaran un juego entre ambos dentro de su cavidad, mientras ambos se deleitaban de los chasquidos que sonaba al besarse.
El aire en sus pulmones se agotó, el beso se rompió y ambos regresaron a mirarse, con las pupilas dilatas, la respiración agitada y un hambre voraz por el cuerpo del otro.
El pelirosa vaticinó un poco, trago saliva y soltó un suspiro.
—Quiero que lo hagamos —espetó alzó la mirada hacia los exorbitantes ojos del mayor—. Quiero que me hagas el amor, realmente te necesito, por favor hazme el amor.
Jeon sonrió, alzó a Park, haciendo que esté automáticamente enrollará sus piernas en su torso, para luego salir cuidadosamente del baño sin causar un accidente por el agua que escurría de sus cuerpos, hasta que finalmente tocaron la alfombra de la recámara y volvieron a besarse con vehemencia, mientras caminaba hacia espaciosa cama con sábanas color crema.
Jimin le había pedido hacer el amor, y eso le causó un poco de asombro, pero también mucha felicidad, ya que hasta el momento había simplemente tenido sexo, y por supuesto había una enorme diferencia entre ambas cosas. Tener sexo implica saciar tu sed de placer carnal sin tener que meter sentimientos, y por otro lado, hacer el amor es buscar la manera de satisfacer tanto tus deseos como los de la otra persona a la cual amas, de una manera mágica y delicada.
Y a continuación, en cuanto Jungkook colocó en medio de la cama al pelirosa comenzó a besarle todo el cuello, posicionándose sobre él sin poner mucho peso. Y desde aquella zona se dedicó a repartirle besos y caricias en todas esas partes sensibles que hacían que su piel se erizara y soltara leves jadeos.
—Por mil demonios Jimin, te añoro —por último le comió los muslos internos haciendo que el ya mencionado arqueara la espalda mientras soltaba un agudo gemido.
Desde allí bajo aún más, su lengua tocó la húmeda entrada del omega y se dedicó a darle un maravilloso beso negro que lo mantuvo en las nubes, gimiendo y jalándole un par de mechones de cabello a Jeon, hasta que finalmente se corrió.
Había sido fantástico. Pero mejoró. Luego de todo esto su entrada ya se contrataba dilatada y completamente preparada para dejar entrar a lo que de verdad lo tenía tan ansioso. El miembro de Jungkook se introdujo lentamente hasta llegar al fondo y proporcionarle a ambos un placer inmenso que los llevó a gemir sonoramente.
—Carajo, que rico —jadeo Jeon, sintiendo las apretadas y húmedas pares de Park ajustarse al grosor de su polla—. Dame tus manos cariño —pidió, entonces entrelazaron sus dedos y pegaron sus manos unidas a la cama.
Una vez listos, Jungkook comenzó a mecerse, moviendo su pelvis lentamente, pero pronto y con más necesidad apresuró sus movimientos, ahora podía escucharse el chapoteo e incluso el choque entre sus pieles y por supuesto sus gemidos.
—Haah, así así, mmgh —Jimin mordió con fuerza su labio inferior intentado no hacer mucho ruido, ya que no había olvidado que se encontraba en la casa donde vivan sus abuelos y su hermano pequeño, aunque al parecer Jungkook si, pues, apresuró y profundizó más sus estocadas—. Ha! más lento, mierda.
—¿Por qué? ¿Es por que te incomoda? O... —se acercó su oído—. ¿Por qué no quieres que te escuchen gemir de tan delicioso que te estoy haciendo el amor?. —pregunto para luego morderle el lóbulo del la oreja.
—Ju-Jungkook, haaa —las estocadas eran demasiado buenas, había olvidado lo bueno que era ese alfa en la cama, maldito dios de placer, lo tenía alucinando con sus arduas estocadas que hacían rechinar la cama—. Me encanta, creo que voy a venirme, no te detengas.
—Haaa, no lo haré, haaa —replicó el alfa.
Y cuando ambos sintieron su orgasmo aproximarse, todo fue aún más rápido, como una ametralladora, apretaron sus manos entrelazadas, cerraron sus ojos y se dedicaron a gemir lo más bajo que pudiera, y entonces luego de un par de segundos, ambos dentro de aquel delirio sexual, un nuevo orgasmo ataco repentinamente a Jimin, quien intentó no gritar por lo magnífico que había sido, pero su intento fue inútil y ahora viviría con el miedo de saber si lo habían escuchado. Jungkook se seguía moviendo hasta que también alcanzó su propio orgasmo, impulsó su pelvis introduciéndose profúndame para poder liberar completamente su elixir dentro de su omega, gimiendo gravemente.
—joder, creo que voy a morir —escucharon sus respiraciones agitadas mientras el mayor baja del pelirosa colocándose a su lado para recuperar la estabilidad de su respiración a bocanadas de aire.
Jeon fue el primero recobrarse, abrazó a Park enrollado uno de sus brazos en su cintura, mientras ocultaba su cabeza en el espacio entre su cabeza y su hombro, y allí mismo dejaba algunos besitos.
—Te amo, y mucho mas de lo que piensas Minie —murmuro el pelinegro.
—¿Lo dices por que acabamos de hacer el amor o por que...?
Lo interrumpió—. Ambas, en realidad amo cada cosa de estar contigo. —suspiro—. Amor mío escapemos algunos días, solo tú y yo en algún paraíso del mundo.
Jimin sonrió, pasó su brazo por detrás y comenzó a acariciar la cabeza de su alfa lentamente.
—¿A donde quieres ir Kookie?.
—No importa, solo quiero que nos larguemos de toda esta mierda, quiero que todo sea muy especial —subió la mirada y se miraron—. Aquel día, iba a proponértelo pero bueno, como sea, tratemos desde hoy olvidar eso —hizo una mueca—. Eres el amor de mi vida, perderte era algo que me estaba atormentado día con día, y ahora que te tengo nuevamente en mis brazos jamás voy a soltarte.
Le dio un pequeño beso en mejilla con ternura.
—Siento lo mismo, así que si, huyamos amor —acunó el rostro de su chico entre sus pequeñas manos y le dio un casto beso en los labios, para luego mirarlo directamente a los ojos—. Kookie yo quería decirte algo...
—Dime amor mío.
—Tal vez sea apresurado —sus mejillas se ruborizaron—... Pero, bueno solo si tú quieres y ya que está ocasión va hacer especial yo pensaba... —apretó sus labios nervioso—. Yo pensaba que tú... tú podrías ya sabes... podrías ponerme tú marca —espeto.
Jungkook abrió sus ojos un poco de más asombrado. Era algo que tenía planeado, pero no creía que Jimin se lo propondría.
—Y es que, se acerca mi próximo ciclo de celó y quiero que suceda en ese momento ¿sabes? —volvió a decir completamente avergonzado—. Dime algo, si no quieres yo...
—¡Por supuesto que quiero hacerlo! —dijo de inmediato el azabache—. Ponerte mi marca es algo que me causa mucha ilusión y si es en tu ciclo de celo me emociona aún más, amor sería un honor para mi ponerte mi marca.
—¿De verdad? —los ojitos de Jimin brillaron de pura ilusión. Jeon asintió—. Ahh, Jungkookie te amo —se abalanzó abrazarlo feliz.
Jungkook río también completamente feliz mientras recibía múltiples besos de su amante en todo el rostro. Y por ese momento pareciera como si aquel mortífero suceso jamás hubiera sucedido, y solo esperaba que así se quedara para siempre, como una horrible pesadilla que se olvidara en la mañana.
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