25; Confesion.
—Come, come —Park Jimin soltó unas melodiosas risitas viendo a su novio atragantarse con pan de crema—. ¡Jajaja! Dios tus mejillas se ven como las de una ardilla.
—Siempre creí que era tu conejito —le dijo Jungkook con todo el pan de crema en sus mejillas—. ¿No soy tu conejito? —su mirada se convirtió como la de un cachorro abandonado.
—Eres mi conejito —susurro el pelirosa limpiándole los bordes de su boca con una servilleta, donde había crema derramada—. Vamos cómelo mi conejito —le dio un besito el la mejilla con ternura.
—¡Buenos días! —Kim Taehyung se presentó en el comedor llamado la atención de los dos chicos que jugueteaban enamorados—. Vaya ¿realmente ustedes se comen todo esto? —preguntó tomando asiento, frente a todo el banquete que tenían como desayuno.
Jungkook paso todo el bocado en su boca y habló:
—Eso pregúntaselo a Jimin, es pequeño pero le encanta comer ¿cierto mi caramelo? —le acarició el rostro con una sonrisa—. Y a mi me encanta complacerlo de la manera o en lo que él mas quiera —se morido el labio inferior.
—Ajá, bueno me alegro —contesto el castaño casi de mala gana—. ¿Tienes cosas que hacer hoy JK? —empezó a escoger de todos los platillos que había en la mesa dejándolos en su plato.
—Claro, solo iré unas pocas horas, volveré para estar con mi leche de fresa lo más pronto posible —sujeto ahora la mano de su chico y depósito un gentil beso en esta.
Taehyung giró los ojos y suspiro.
—¿Iras a las bodegas o saldrás? —preguntó mirándolo de rojo mientras se llevaba un bocado a la boca.
—Saldré, debo hacer algunas cosas en los clubs, las bodegas están bien aseguras, o eso espero —Jungkook soltó un prologando suspiro y se levanto de su asiento limpiando su boca con la servilleta—. Por eso volveré más temprano.
—Oh amor como me gustaría acompañarte —musitó el pelirosa con una expresión triste, un tanto angustiada—. ¿Por qué no puedo acompañarte? Solo irás a los clubs.
—Pero voy a ver a personas peligrosas allí Minie, por favor quédate aquí ¿si? —dijo y le dio un dulce beso en la frente—. Se que estás aburrido pero pronto saldremos algún lugar ¿esta bien? Solo tú y yo, lo prometo.
Inmediatamente de escuchar esto Jimin amplio una sonrisa y asintió varias veces con la cabeza.
—Sip, ten cuidado Kookie —se levantó de su lugar, se puso de puntitas para lograr alcanzar los labios de su chico y depositar un beso en estos—. Te amo, te estaré esperando.
—De acuerdo, pórtate bien mi caramelo —dijo mirando de reojo a su amigo, quien veía aquella escena con una mueca de asco y un tanto frustrado—. Adiós amor mío, adiós Taehyung nos vemos después.
Ambos se dedicaron una sonrisa y entonces el pelinegro salió de lugar con su saco en la mano.
Jimin suspiro prolongadamente y entonces con una sonrisa se dirigió a la salida del comedor.
—Oye —le llamó Taehyung, el omega paro y lo miró con duda—. ¿No me vas acompañar a desayunar? —le brindó una sonrisa.
—Oh lo siento, termine de desayunar hace un rato, solo estaba acompañando a Jungkook, pero disfruta de la comida, los huevos de codorniz están delicioso, provecho. —replicó inocente y entonces continúo con su camino.
Jimin nunca se encontraba solo, no había momento en el que no fuera custodiado por su guardaespaldas o una mucama, incluso a la hora de ducharse alguno de ellos se encontraba adentro del cuarto de baño junto a él, aunque él no parecía exactamente incómodo, al parecer se llevaba bien con ambas personas, era muy dulce en cada momento, ese chico realmente era un angel, un dulce bastante azucarado, aunque con su toque de picante.
Las ropas que usaba no eran exactamente de alguien que fuera inocente. Conjuntos con shorts pequeños que no dejaban mucho a la imaginación, blusones holgados de telas ligeras, hasta algunos eran traspases siendo de colores siempre claros. Andaba descalzo por la casa aunque su guarda espaldas lo persiguiera con sus pantunflas de conejo para que se las pusiera.
—¡Joven Jimin pónganse algo en los pies! —decía el hombre persiguiendo al chico de cabello rosado—. Se enfermara, escúchame ¡joven Jimin!.
—¡Atrápame Sam! ¡Jajaja...! —pero entonces por solo a ver mirado un segundo hacia atrás, choco con un cuerpo alto, estaba apunto de caer por el choque, pero esta persona lo sujeto de la cintura y lo atrajo hacia él para que no cayera. Jimin lo miró—. Taehyung...
—Ten mas cuidado, Jimin ¿por que tanto alboroto? —frunció las cejas.
—Espéreme... joven Jimin... espéreme —jadeó el guardaespaldas sin aire en los pulmones, completamente cansado.
—Mira como traes a este pobre hombre —lo miró fijamente logrando observar el carmesí de sus mejillas—. No te estas portado muy bien Jimin —sonrió dando un apretón a la pequeña cintura que aún sujetaba—. ¿Cual es el problema?.
El hombre se recuperó luego de pararse a respirar, y se acercó a ambos chicos.
—El suelo es frío, y el joven Jimin puede enfermarse si no se pone los zapatos, pero él simplemente no quiere hacerlo y llevo persiguiéndole por toda la casa treinta minutos —protestó.
—¡Es cómodo estar sin zapatos! —Jimin rápidamente se alejó de Taehyung, completamente apenado—. No tengo ningún problema y soy muy sano, solo déjenme en paz —hizo un puchero y se cruzó de brazos.
El de piel canela río en voz baja enternecido.
—Descansa Sam, yo me encargaré de que se ponga esas cosas, dámelas —el hombre le entrego las pantuflas de conejo de Jimin a Taehyung.
—Pero joven, discúlpeme, no puedo dejar al joven Jimin solo ni por un segundo, el jefe Jeon me asesinaría si fuera así. —replicó Sam un poco asustado.
—No te preocupes, Jungkook no va a enterarse. Solo ve a revisar si la comida ya está lista, seguramente el jefe va a venir hambriento. —dijo Taehyung.
—Pero... —el guardaespaldas miró al omega de cabello rosa preocupado.
Kim lo interrumpió—. Anda ve, no te preocupes demasiado hombre.
—Está bien joven Kim —agachó la vista—. Iré a revisar la comida entonces, como dice el señor Jeon estará de vuelta pronto y tendrá hambre así que me encargaré de que todo esté a tiempo para su llegada —mencionó y entonces luego de una reverencia se retiró.
—Sígueme Jimin —dijo Taehyung.
El omega camino detrás de él un tanto molesto, entraron a la sala de estar y se sentaron en uno de los grandes sofás.
—Deberías pensar en tu salud, pisar el suelo frío teniendo el cuerpo cálido es peligroso —mencionó el castaño, al mismo tiempo que el pelirosa giraba los ojos—. No te molestes conmigo, solo me estoy preocupando.
—Gracias, pero estoy bien, sé cuidar correctamente de mi salud, no soy un niño —objeto.
—Pero pareces uno, en ciertos aspectos —Kim río en voz baja mientras Park lo miraba ofendido—. Pero eres lindo, incluso cuando estás enojado eres muy tierno —paro de reír y entonces se dedico a mirarlo, viajando con su mirada por todo el rostro y cuerpo del contrario.
—Algunos dicen que los omegas tienen ese poder, podemos vernos tiernos pero podemos ser feroces también —solto una risita haciendo desaparecer sus ojitos—. Pero no lo entenderías, alfas como tú solo pueden ser una cosa.
—¿Qué cosa? —Taehyung frunció las cejas.
—Demandantes, antipáticos, fríos y algunos hasta crueles —replicó—. Pero no me intimidan, con una patada ¡Woah! —estiró su pierna casi logrando rozar con la nariz del castaño, haciendo un ademán de patearlo—. Puedo romper cabezas.
—¿Así? De lo que uno puede enterarse teniendo una pequeña conversación, no te preocupes tendré cuidado... y tú, deberías ponerte estas pantuflas —Taehyung tomo su pie y le colocó la pantufla delicadamente—. Deberías comprarte otro tipo de animal... —se refirió a la forma de conejo que tenían estas.
—¿Por qué? Los conejitos son lindos, yo tenia uno cuando era pequeño, pero lamentablemente desapareció de repente en mi jardín —recordó con tristeza.
Kim giró los ojos—. ¿No te gustaría mejor... un osito? También son tiernos y suaves —sonrió—. Tan suaves como tú piel —comenzó a deslizar su mano desde el tobillo hacia arriba, acariciando a Jimin quien enseguida abrió sus ojos un poco de más—. Vaya jamás había tocado algo igual ¿Utilizas alguna crema en especial? —su mano seguía subiendo, ahora se encontraba en la rodilla y no se detendría.
—N-No, yo simplemente las humecto bien —contesto el pelirosa completamente nervioso, sintiendo un cosquilleo por todo su cuerpo mientras su piel se ponía de gallina—. ¿Taehyung qué haces? —la mano del ya mencionado se encontraba en su muslo, allí se detuvo, le dio un apretón sin tanta fuerza mientras lo miraba fijamente a los ojos.
—Debo confesarte algo Jimin —hablo con una voz profunda—. Desde el momento en que te vi tu belleza me impacto, también me tome el tiempo de observarte y tu personalidad es igual de hermosa, eres una criatura realmente encantadora y quiero decirte que... —relamió sus labios—... me gustas Jimin.
Los ojos del pelirosa se abrieron mucho, tal como dos planos, su corazón comenzó a palpitar rápidamente y su respiración se agitó tanto que su pecho subía y bajaba.
—Pe-Pero tú eres el mejor amigo de Jungkook, esto está...
—¿Mal? —completó la frase y luego sonrió con cierta ironía—. Nada está mal ni está bien Jimin, el amor no tienen barreras —ahora comenzó acercase a él, con sus ojos fijos en sus carnosos labios, hambriento por devorarlos—. Y al menos para mí Jungkook no es un impedimento para tenerte entre mis brazos.
Jimin se alejaba mientras Taehyung se acercaba, pero cuando ya no pudo retroceder más sus labios estaban a punto de chocar, pero entonces la puerta principal se escuchó logrando romper el momento. Y había sido un total alivio para el omega. Pero el nerviosismo aumentó cuando vio a Jungkook adentrase a la sala mirándolos con los ojos enarcados, sospechando sobre algo.
—¿Qué? —fruncio el ceño confundido—. ¿Por qué tienen esas caras como si hubieran visto un fantasma —preguntó mientras se quitaba su saco y luego lo lanzaba al sofá.
—Tonterías —habló Taehyung—. Me alegra que hayas regresado temprano —mintió, todo su acto había sido frustrado—. Hace un momento Samuel, el guardaespaldas de Jimin me dijo que iría a ver la comida —se levanto—. Iré a revisar si ya está, muero de hambre ¿ustedes no?.
Y entonces se retiró sin decir nada más. Jeon lo miró aún con sospechas, pero las dejó atrás para ir a mimar a su chico.
—Hola mi caramelo ¿como estuvo tu día? Te vez muy lindo. —se sentó a su lado y lo abrazó por la cintura dándole un beso en la mejilla—. ¿Está bien la hora en que llegue esta vez? No tuve muchas cosas que hacer.
Jimin estaba dentro de un pequeño shock, pero de inmediato salió de él para corresponderle a su alfa y que todo el extraño suceso que había surgido se quedara en silencio.
De otra forma, habría un asesinato seguro.
—¿Mi día? Estuvo bien, bastante tranquilo —también lo abrazó y le quitó a su alfa algunos mechones de cabello de su frente—. Esta bien la hora, y me alegra que tu día no estuviera cansado, pero aún así debes descansar. —le brindo una sonrisa y luego se besaron.
—Claro, ahora estoy contigo. Ahh carajo desearía quedarme así, abrazándote aferrándome a tu cintura mientras me quedo dormido —Jungkook colocó su cabeza en el pecho de su omega y cerró sus ojos mientras inhalaba su olor—. Y huelo tu hermoso olor, vaya esto es tan cómodo, creo que podría morir.
—No lo hagas, vayamos a comer, luego podemos subir a dormir ¿quieres?.
—Ufff, no quisiera pero muero de hambre, vayamos entonces. Luego vayamos a nuestra habitación y simplemente abrázame y déjame dormirme escuchado tus latidos y respirando tu olor ¿si?.
—Claro amor —acuno el rostro de su amante entre sus manos y le dio un casto beso—. Ven, seguramente prepararon algo delicioso...
Una risita desde el fondo fue inaudible para ambos chicos que salían de la sala de estar tomados de la mano. Kim Taehyung sonreía de una manera bastante tétrica mientras enarcaba una ceja y los miraba dirigirse a la cocina.
—Disfruten su amor, por ahora...
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