—¡Jungkookie! —una sonrisa cuadrada fue lo que se encontró cuando abrió la puerta. Esto hizo que el azabache girara los ojos con un gran fastidio, tal vez la persona que se encontraba en la entrada de su casa no era alguien que lo hiciera explotar de emoción.

—Taehyung —masculló, mirándolo de mala gana—. ¿Qué te trae por aquí? Creí que estabas recorriendo el mundo, o tal vez eso nos dijiste a Namjoon y a mí para olvidarte de nuestra amistad.

—Dios no —se fingió ofendido colocando su mano en su pecho—. ¿Como puedes pensar eso de mi? Yo jamás los engañaría, después de todo son mis mejores amigos —sonrió alzo las cejas.

—Ajá claro ¿a que haz venido? ¿Se te termino el dinero? ¿Buscas donde vivir?.

—Que gracioso, ¿me vas a dejar pasar? O tu padre no te enseño modales adecuadamente —espeto con su voz profunda. Jungkook estuvo obligado a dejarlo pasar—. Tienes una hermosa casa.

—Espero que tú visita sea corta, tengo cosas que...

—Kookie no encuentro él secador para el cabello ¿donde lo guarda...? —Jimin se presentó en la sala, recién bañado y con un lindo atuendo de colores pastel que hacían resaltar su hermosura—. Tenemos visitas, hola —sonrió dulcemente.

—Por buda —Taehyung abrió mucho sus ojos, impactado por el chico de cabellos rosados el cual emanaba un delicioso olor a fragancias y por supuesto el de sus feromonas el cual siempre estaba presente—. Al parecer tu casa no es lo único que hermoso que tienes ¿no ibas a contarme sobre la hermosa criatura que guardas en este lugar?.

El castaño se acercó al menor, tomo su mano delicadamente y depósito un beso en su muñeca gentil y lentamente para lograr olfatear su tersa y blanquecina piel.

Esto hizo enojar mucho a Jungkook. Kim Taehyung siempre fui un atrevido, coqueto y soberbio. Era o fue su amigo desde adolescente al igual que Namjoon, los tres eran inseparables y todos unos rompe corazones en su juventud, pero por alguna extraña razón Taehyung decidió abandonarlos un largo tiempo.

—¡Oye! —rápidamente se interpuso en el contacto que estaba teniendo con su novio, colocándose en medio de los dos—. Deja de sobre pasarte, Jimin es mi novio.

—¿Tú novio? Vaya que sorpresa, tú Jeon Jungkook rompe corazones empedernido ¿teniendo un novio? Al parecer me perdí de muchas cosas —colocó sus manos entrelazadas en su espalda.

—Demasiadas diría yo —gruño Jeon.

—Por qué no me las cuentas todas, bebamos un trago, quiero que me actualices de lo que ha estado pasado en este tiempo, y también quiero saber más sobre este encanto —miro a Jimin quien desvió la mirada apenado, Kim sonrió ante tan tierna expresión.

—No, Jimin no vendrá, él debe hacer algunas cosas —objeto Jungkook—. Solo seremos tú y yo, él no tiene nada que ver contigo.

—No te pongas celoso Jungkook, no sería capaz de traicionarte, después de todo eres mi mejor amigo aun ¿cierto? —sonrió de lado, un poco tétrico.

—Claro, pero Jimin se irá —se giró hacia el—. Amor, por que no subes a cercar tu cabello y terminar de prepárate, le diré a la mucama que te ayuda a buscar el secador, y luego que termine de platicar con Taehyung iré.

El pelirosa asintió.

—Claro, no te tardes ¿si? —se puso de puntitas para lograr alcanzar los labios de su novio, le dio un pequeño beso, se despidió de Taehyung y finalmente se fue subiendo las escaleras.

—Adiós, Jimin —murmuró él ya mencionado mirándolo irse, con los ojos clavos en el, como si de una presa se tratase.

—Vamos al bar, hagamos esto rápido, tengo que atender a mi novio —recalcó las últimas palabras mientras avanzaba hacia aquel bar.

—Está bien, esta bien —Taehyung lo siguió, mientras reía por su actitud infantil y celosa hacia el.

¿Quien era el? Era esa la duda que vaga en la mente de Jimin mientras su guarda espaldas, con el cual con el poco tiempo que llevaban conviviendo había formado una linda amistad, el hombre no es tan serio ni frío como aparenta, pues le gusta poner brillo en sus labios, cantar canciones de Céline Dio, y secarle su rosado cabello, tal como lo hace ahora, con mucha delicadeza.

—¿Tú sabes quien es el Sam? —le pregunto Park mirándolo por el espejo con el ceño fruncido y un poco preocupado.

—No joven Jimin, pero al parecer es muy cercano al señor Jeon —contestó mientras comenzaba ahora a peinarlo con un cepillo y aún con el secador encendido—. Dice usted que escucho algo sobre una amistad, seguramente es un amigo lejano.

—Si, tal vez —hizo una mueca, pero aún su duda no había sido resuelta . Si eran amigos ¿por qué Jungkook actuó de esa manera con el? Tan ruda y con recelo—. Es muy extraño, jamás me contó sobre el.

—El señor Jeon es así, bastante cerrado y autoritario, aún no tengo idea como termino siendo su novio, son completamente diferentes, usted es muy dulce, amable y bondadoso —soltó un suspiro, termino de peinar al pelirosa, apago el secador y lo dejo junto al cepillo en el tocador—. Está listo.

Jimin se miró al espejo con una sonrisa, su cabello estaba precioso, esponjoso y muy brillante, como a él le gustaba.

—Es perfecto, gracias Sam —sus ojos se hicieron una línea—. Y gracias también por los cumplidos, si Kookie y yo somos diferentes, pero dicen que los polos opuestos se atraen ¿no es cierto?.

—Claro joven Jimin —el hombre también le brindó una sonrisa haciendo una pequeña reverencia con su cabeza amablemente.

—Bueno bajaré, quiero investigar quien ese chico —cuando Jimin hizo un ademán de irse su guardaespaldas lo detuvo con su voz.

—¿Usted puede bajar? Me refiero a que si pueden entrometerse en esa conversación, el señor no me indicó nada al respecto, pero ¿puede ir? —se preocupó.

—Esta bien, parece que el chico es inofensivo, además se me quedaba mirando mucho seguramente es muy amable. No te preocupes por mi, es más acompáñame vamos —sujeto de la mano al hombre de traje oscuro y ambos se conducieron a donde Jungkook con compañía se tomaban un trago.

Entrando al bar divisaron a ambos chicos sentados en la barra, ambos con un trago que al parecer no habían tocado, pues el vaso se encontraba lleno y ellos no parecían estar bastante sobrios.

—¡Kookie! —llamó su atención de ambos, ellos lo miraron enseguida—. Termine ¿como me veo? Sam se encargó de peinarme, quedo lindo ¿no es cierto?.

—¿Con que Sam ahora es estilista? Vaya yo creí que había contratado un guardaespaldas —le lanzó una mirada mortífera al hombre, y este agachó la mirada.

—Lo siento señor, yo solo quise ayudar a...

—¿Qué te pasa Kook? —se escuchó la voz de Kim Taehyung despreocupada, mientras colocaba amistosamente una mano sobre el hombro del azabache—. Deja al pobre hombre, solo quiso ayudar a tu novio a ponerse aún más hermoso, deberías agradecerle.

—Tu no te metas Kim —bramo—. Sal de aquí, ve a cuidar la puerta —le dijo moviendo su cabeza, el hombre inmediatamente hizo una reverencia y se retiró hacer su labor—. Jimin acércate, ven, voy a presentarte a Taehyung.

Al parecer la pequeña aura abrumadora que había entre ellos al principio había desparecido, ahora había una sensación un tanto amigable en el ambiente. Esto hizo que Jimin seguro fuera hacia ellos con un trotecillo alegre.

—¿Vas a presentármelo ahora Kookie? Yo no entendía por que tanto misterio —mencionó él pelirosa colocándose a lado de su alfa.

—Nada importante o que debas saber —respondió Jungkook—. El es Kim Taehyung, uno de mis mejores amigo junto a Namjoon —dijo y el castaño con ojos color chocolate le sonrió—. Y el es Park Jimin, mi novio desde hace siete meses —él pelirosa también le sonrió dulcemente haciendo desaparecer sus ojitos—. Y Taehyung va a quedarse unos días aquí por cuestiones personales.

—Es un placer Jimin, seguramente nos vamos a llevar muy bien —Kim extendió su mano hacia el ya mencionado y este la sujeto estrechándola.

—Si, eso espero —Park respondió amablemente, aunque un tanto nervioso, pues al tocar la mano de Taehyung pudo sentir una energía diferente, una bastante fuerte y atrayente.

Como si él fuera un depredador y estuviera buscando una presa, y solo esperaba que él no fuera esa presa. Ya que a Jungkook no le iba a gustar eso en lo absoluto, una vez ya le quitaron lo que es suyo, si volviera a suceder entonces habría que temer, y más si se trataba de alguien tan cercano.

Pero lo mejor era no preocuparse. Solo serían unos cuantos días, el chico parecía ser también bastante tranquilo y simpático. Y Jimin daría lo mejor de si para que todo funcionaran correctamente.