—Carajo estoy exhausto —Jungkook dejó su saco en el respaldo del sofá y luego se dejó caer en esté mismo totalmente cansado y un tanto fastidiado.

Namjoon entró detrás de él, y se sento en el pequeño sofá de a un lado.

—Esos bastardos no accederán tan fácilmente, el contrato es realmente bueno, incluso coloque letras pequeñas, pero ellos exigen más ¿qué más quieren? Por un demonio. —el moreno soltó un prologando suspiro y se tocó el tabique de la nariz cerrando los ojos—. ¿Qué piensas?.

—Yo... yo llamaré a Jimin —el azabache saco su bolsillos su teléfono celular, tecleo el número del guarda espaldas de su chico, pues era el quien lo "cuidaba" se colocó el celular en la oreja y espero algunos todos hasta que contestara.

—Oye ¿por qué me ignoras por ese maldito omega? ¿Acaso el se a vuelto más importante que nuestro negocio? —le reprochó. Y al parecer Jimin no era el único niño caprichoso que se la pasaba reprochándole.

—Shhh, deja de hablar o me dará jaqueca —lo mando a callar haciendo una mueca de disgusto.

Kim puso los ojos en blanco y se cruzó de brazos mientras bufaba enojado.

Señor buenas noches ¿puedo servirle en...?

Quiero hablar con Jimin, ponlo al teléfono ahora.

Por supuesto, denme un momento —el hombre se aproximó a la puerta de la habitación del pelirosa, tocó la puerta esperando una respuesta la cual nunca recibió.

Nuevamente, dio un par de toques más pero Jimin seguía sin atenderle. Inmediatamente se alertó, no era tan tarde para que él ya se encontrara durmiendo, entonces sin tener explicación entro sin más a la habitación, busco rápidamente con la mirada al pequeño chico en todo el lugar y no encontró a este por ninguna parte.

¿Y? No tengo su tiempo, ponlo al teléfono ahora —bramo Jeon desesperado.

Señor como puedo decirle esto... —empezó a sudar frío, sin saber como darle la noticia de que su más valiosa pertenecía había seguramente escapado.

Solo hazlo ¿qué diablos está pasando? ¿Por qué no atiende el maldito teléfono?.

Señor el joven Jimin no se encuentra en su habitación, y puedo asegurarle que hace unos minutos lo vi entrar y no me he movido de la puerta desde entonces, entonces seguramente el escapo... —espero, pero no se escuchó ningún regaño desde la otra línea—. ¿Señor?

Jungkook había colgado y esto lo dejó helado. Tenía que encontrar a Jimin antes de que su vida se pusiera en juego, aunque tal vez ya lo estaba.

—Maldición voy a morir —rápidamente se dirigió a la planta baja, para investigar con el personal si alguien lo habían visto por allí—. ¿Han visto a Jimin? —los hombres que cuidaban el jardín y las demás entradas negaron—. ¿Qué voy hacer? ¿Donde te metiste Jimin?.

[...]

Había vuelto, Park Jimin se encontraba nuevamente dentro de su pecera, ni siquiera recordaba la última vez que disfrutó tanto de la música y de un trago dentro de un club nocturno. Había ido a ese lugar por una estúpida venganza para su novio, pero en realidad se lo estaba pasando tan bien que había olvidado por completo aquella venganza, estaba demasiado concentrado en seguir bailado para toda la gente que lo animaba mientras él movía sensualmente su cuerpo arriba de la tarima.

Sabía como ser el centro de atención, era una de sus más personales cualidades. ¿Y como no lo iba hacer? Cuando llevaba un atuendo de cuero ceñido a su maravilloso cuerpo lleno de curvas, su hermoso y angelical rostro le hacía compañía, y ni hablar de la manera en que movía sus caderas, piernas y torso, el era simplemente el protagonista de esa noche.

Y el calor, el alcohol y los gritos entusiasmados de las personas lo orillaron hacer algo más atrevido.

—¡¿Quieren ver más?! —les pregunto y todas las personas gritaron en un ¡si!—. ¡No los escuchó! ¡Todos digan! ¡Si Jimin, si Jimin!

Enseguida todos lo gritaron como una porra; ¡SI, JIMIN, SI JIMIN!. Entonces el DJ también aportó y colocó una nueva canción para que el rosado y atrevido chico hiciera de las suyas. En ese momento se empezó a escuchar a todo volumen a compañía de luces de color azul y morado Get Into It (Yuh) de Doja Cat, y entonces fue imposible que Jimin no comenzara a jugar con su camisa provocando gritos y bullicio en todas las personas.

Mientras la canción avanzaba a su mejor parte el omega empezó a subir lentamente su camisa mostrando poco a poco su abdomen trabajado y esa pequeña cintura.

Toda iba a la perfección, no había momento en su vida tan emocionante como ese, pero entonces de la nada...

Todo llegó a su fin.

Gracias a los disparos que se escucharon estruendosamente en todo el lugar provocando que la música se detuviera y la gente comenzara a asustarse.

—¡¡Jimin!! —escuchó perfectamente esa voz que conocía a la perfección, la voz de su novio—. Siento mucho terminaran con su circo, pero si no les molesta me llevare a su bufón.

Todos dejaron pasar al hombre de aura aterradora, que tenia tres hombres aún más aterradores acompañándolo. Jungkook se dirigió hasta Jimin, subió a la tarima y lo miro serio ocultado lo furioso que se encontraba en ese momento.

—Dime ¿con quien de todos estos mortales te involucraste? —habló, y su voz se había vuelto más profunda de lo normal.

Pero Jimin no iba flaquear ante el. Había recordado la venganza, y la mantendría en pie hasta que él aprendiera su lección.

—¿De verdad quieres que te lo diga? ¿O prefieres jugar a adivinar la cantidad ? —enarcó una ceja y colocó su mano en su cintura, retándolo con la mirada y una sonrisa en sus labios.

—¡Oye! —lo miro mortíferamente—. No pongas a prueba mi paciencia. En este momento nos vamos a casa, tú y yo tendremos una larga charla ¡Camina! —lo sujeto del brazo y lo arrastró hasta la salida.

—¡Nunca me dejas divertirme! —reprochó haciendo un puchero.

[...]

—¿¡Qué demonios fue lo que te dije!? ¡Te advertí que no quería que hicieras una de tus escenas! —lo apunto con su dedo de una manera peculiar—. ¿Qué mierda estabas pensando? O mejor dicho ¡buscando! Parecías un jodido promiscuo, cuando sabes que tienes novio.

—¿Y qué es lo que te molesta Jungkook? ¿Qué me divierta? ¿O que me divierta con otras personas?.

—¡Eso!... yo no tengo ningún problema con que te diviertas, pero que pensarías tú si me encontrarás en un club nocturno a las dos de la mañana, arriba de una tarima apunto de desnudarme frente a miles de personas.

—Te asesinaría —sentenció mirándolo directamente a los ojos.

—Entonces lamentablemente moriré, porque ahora va la mía cariño —entorno sus ojos y sonrió con suspicacia.

Jimin abrió su boca formando una "O" sorprendido

—¡Como te atreves!.

—¡Como te atreves tu! —Jungkook lo sujeto del cuello y lo arrinconó hasta una pared logrando pegar sus cuerpos y acortar la distancia entre sus rostros—. Como te atreves tu a mostrar a unos simples mediocres lo que me pertenece. Carajo solo de recordarlo quiero lanzar dinamita a ese lugar —gruñó—. Detesto que alguien más te mire, tú eres solo mío, me perteneces Park Jimin... —deslizó su dedo pulgar por los esponjosos labios del pelirosa—. Cada parte de tu cuerpo es mío.

—¿Como lo sabes? —aún con todos los actos de un Jungkook celoso y enojado, Park no se inmutó y siguió con su plan de hacerlo enloquecer.

—¿Quieres que te lo pruebe? Entonces lo haré, maldición —rápidamente lo levanto en el aire, y el pelirosa se colgó de él—. Verás que esta noche no te quedará ni una duda de que eres completamente mío.