—¡Caramelo! ¡Jimin! ¿Donde estas? ¡Estoy en ca...! —Jungkook paró en seco y frunció levemente el ceño al encontrar a su novio jugando en la sala de estar con su guarda espaldas al té, ambos maquillados, y con ropa y sombreros de mujer.

El hombre se levantó y se despojó de todas las prendas rápidamente.

—S-Señor buenas noches —hizo una reverencia totalmente apenado y nervioso—. Nosotros solo estábamos...

—No te pregunte —lo interrumpió y luego soltó un prologando suspiro—. Ya termino tu horario puedes irte y por favor quítate ese maquillaje del rostro.

—Por supuesto señor, hasta luego señor, hasta mañana joven Jimin —nuevamente hizo una reverencia para ambos y se retiró del salón.

Jimin se levantó del suelo y corrió para abrazar a su alfa.

—Jungkookie te extrañe mucho ¿donde estuviste todo el día? Estaba muy aburrido sin ti —mencionó haciendo un puchero.

—Si, seguro que lo estabas. Cariño escúchame —Jungkook lo tomó de los hombros y lo alejo de él para mirarlo a los ojos—. Te contrate un guardaespaldas no para que lo maquillaras y jugaras con él al té, lo hice para que cuidara de ti ¿lo entiendes?.

—¿Entonces que debería de hacer? Tú tardaste mucho, estaba esperándote en la bañera pero no llegaste, entonces me puse a jugar con él porque este lugar es enorme y aburrido, además hay mucha hermosa porcelana con que jugar al té. —hizo un lindo puchero.

El omega resoplo y cruzó sus brazos indignado y molesto. Se dio la vuelta intentando ignorar a Jungkook, pero este lo tomó de la cintura y lo atrajo nuevamente hacia el.

—No te enojes mi caramelo, lo lamento —acaricio su rostro junto una sonrisa divertida, pues en cierta parte Jimin se veía lindo enojado—. Puedes jugar lo que quieras, pero él debe mantenerse alerta ¿lo entiendes, verdad?.

Jimin asintió.

—Y perdóname por no estar aquí, tu muy bien sabes que mi trabajo me prohíbe darme el lujo de tomarme un pequeño descanso, incluso si te tengo tan cerca de mi —Jeon colocó sus dos mayúsculas manos en la minúscula cintura del omega—. ¿Por qué no puedes simplemente asentir y darme un beso?.

—Porque no es justo. ¿Por qué tú no puedes simplemente saludarme y tomar este poco tiempo que nos queda para acariciarnos o cenar? En cambio estoy recibiendo un castigo. —nuevamente hizo otro puchero triste.

—Ya te dije que lo siento. Podrías aceptar mis disculpas, mi bella rosa. —Jungkook lo tomó de la barbilla con sus dedos y alzó su rostro para que lo mirara.

Jimin no se iba atrever a negarse a esos grandes y hermosos ojos brillantes, tampoco a ese apuesto rostro que en el momento le pareció completamente tierno.

—Está bien —le sonrió logrando que la pequeña discusión llegara a su fin—. Carajo no llevo ni dos días aquí y ya hemos peleado, espero que esto no se convierta en una rutina.

—Claro que no mi leche de fresa —apretó el cuerpo de chico contra el suyo, y miró tanto sus ojos como sus labios, invadido por el deseo de hacerlo suyo—. Te prometo ser el mejor, solo por ti y contigo, ya que mi trabajo no me permite ser benévolo.

—Solo quiero eso, puedes ser un hijo de puta afuera, pero conmigo se bueno, aunque... —Jimin empujó con un poco de fuerza a Jungkook hacia el sofá que tenían al costado, este cayó sentado permitiendo así que él pelirosa se montara sobre él a horcajadas—. A mi me gustan los hombres que puedan abofetear, pero que también sepan acariciar.

⚠️AVISO⚠️ ESTA PARTE TIENE ACTOS SEXUALES EXPLÍCITOS, SI NO ES DE TU AGRADO SAL DEL CAPÍTULO, PERO SI TE QUEDAS SE RECOMIENDA DISCRECIÓN.

Sus labios se unieron necesitados y hambrientos. Sus lenguas se juntaron por sí solas dentro de su cavidad, y entonces después de eso una venenosa lujuria se impregnó en ellos, la piel de sus cuerpos se encontraba caliente, sus respiraciones agitadas al igual que los latidos desbordantes de su corazón, y sus feromonas hicieron acto de presencia inundando con sus distintivos olores la sala.

Jungkook tenía encima el delgado cuerpo de su hermoso chico, su trasero del mismo hacía fricción con su entrepierna y fue inhabitable detener a su amiguito, quien enseguida se levantó en busca de ser saciado.

Se despojaron rápidamente de todas sus prendas hasta quedar completamente desnudos, ahora incluso la necedad de sus deseos se había incrementado ¿y había sido por la embriaguez misma de los olores de sus feromonas? ¿O por sentirse desnudos? Piel contra piel, sus labios moviéndose ágilmente, sus respiraciones mezclándose, las manos del alfa viajando por todo el cuerpo del omega, mientras que este tomaba entre sus manos su miembro y lo masturbaba.

Todo estaba siendo sumamente delicioso.

—¿Estamos protegidos? —preguntó Jimin, recordado el último incidente que tuvieron con el condón y que a consecuencia de eso tuvo que tomar una pastilla que le dio mal estar.

—Por supuesto mi caramelo —y como por arte de magia saco un preservativo, entonces se lo colocó y rápidamente posicionó a su amante sobre el sofá. El se puso de rodillas sobre el mismo sofá, frente a su chico—. Esta noche voy a volverte loco.

—Te estoy esperando.

Antes de introducirse en él, metió dos de sus dedos dentro de Jimin, y mientras los movía y veía a su chico comenzar a jadear por tan estupendo trabajo le lamió y succionó todo el cuello. Como le encantaba dejar su huella sobre la blanquecina piel de su hermoso chico. Entonces introdujo más profundamente sus dedos y tocó ese punto dulce, ese punto que hacía gemir fuerte a Park.

—¡Ahhh! ¡Ahí! ¡Ha! —este arqueó su espalda y sujetó la mano de su alfa intentando decirle que sacara sus dedos pues estaba cerca de llegar al orgasmo—. ¡Haaah! ¡Jungkook!.

Y gracias a que él ignoró aquella señal puedo ver el semen de Jimin esparcirse por los aires acompañado de un prologando gemido.

—¿Te gusto amor mío? Entonces esto te va a gustar más —sujeto las piernas del pelirosa y las colocó en sus hombros, se abrazó de estas, alineó la punta de su miembro con su entrada y entró en el de una sola embestida—. ¡Agh!

—¡AH!.

Ambos gimieron. Y a continuación Jungkook comenzó a embestirlo rápida y profúndame, incluso la manera parecía ruda, pero era una rudeza que estaba volviendo loco a Jimin. Gemido tras gemido, los cuales subían y bajan de volumen base a los arduos movimientos del alfa.

Todo esto hizo un ciclo y entonces cuando estaba apunto de llegar a su extasis, el azabache dejó caer las piernas del pelirosa, este mismo las enrollo de inmediato en cuanto el se dejó caer sobre su cuerpo y se empezó a mecerse.

—Haaa... Jimin —le gimio el oído, mientras escuchaba al contrario gemirle en el suyo.

—¡Inggh! ¡Haaa!... Jungkook.

Solo un par de movimientos y unos cuantos segundos bastaron para que ambos deliraran por llegar a un maravilloso orgasmo.

El alfa se colocó a un lado de su omega, se abrazó de su pequeña y delgada figura dejando su cabeza en su pecho agitado, escuchando sus desbordados latidos los cuales replicaban la velocidad de los suyos.

—Adoro cada maldito segundo de esto, podría follarte todos los días a todas horas y aún así nunca me cansaría de probar tu hermoso cuerpo —menciono Jungkook.

—Pienso lo mismo. Eres alguien que sabe como a satisfacerme, muchos lo han intentado pero solo terminan hacerme enfadar, por eso cuando iba al colegio me llamaban zorra, y es que la verdad nadie llenaba mis expectativas, hasta que llegaste tu esa noche —confesó.

El pelinegro se reincorporó y miró a Jimin con una sonrisa.

—Lo se, estoy consciente de ello. Ambos somos demasiado para esa estúpida humanidad común, por eso nos pertenecemos, estoy feliz de haberte conocido Park Jimin —se acercó al rostro del nombrado.

—Y yo —el omega sonrió y entonces beso castamente a su alfa, para luego mirarlo a los ojos y decirle todo con esa brillosa e ilusionada mirada—. Te amo —acaricio su rostro quitándole los mechones de cabello que le estorbaban—. Quiero amarte el resto de mi vida.

—Yo también amor, yo también —nuevamente Jeon se colocó encima de Park atrapándole una vez más los labios para comenzar con un nuevo acto de placer, ya que era normal que no se conformaran solo con uno.