—Oh mi querido y dulce niño —la abuela se lanzó abrazar a Jimin completamente angustiada, pero a la vez aliviada por volver a tenerlo entre sus brazos—. ¿Qué fue lo que sucedió? Nos tenías muy preocupados Jimin, pensamos que algo malo te había sucedido. —tomó el rostro de su nieto entre sus manos y lo miro con preocupación.

—Abuela ahora me siento bien, sucedió un desafortunado incidente pero ahora estoy bien, por favor ya no se preocupen —le brindo un dulce sonrisa para tranquilizarla.

—Pero estuviste una semana desaparecido y mira lo delgado que estás, esas ojeras, y tu rostro está lleno de heridas. —hablo Jihyun—. Debemos ir a casa, ahora.

—Jihyun yo...

—Quiero escuchar que fue lo que sucedió —agregó el abuelo completamente serio, enojado también por no haber recibido aun una explicación concisa—. No voy aceptar un simple estoy bien, quiero saber que fue lo que le sucedió a mi nieto, por que... ¡Míralo! —le hablo a Jungkook—. ¡Está golpeado, desnutrido y seguramente traumado!.

—Abuelo tranquilízate, enojarte le hará daño a tu salud —lo interrumpió Jimin.

—A mi también me gustaría saber, y esperamos recibir nada más que la verdad —dijo el hermano menor.

Jungkook soltó un prologando suspiro y entonces contestó.

—Lo secuestraron. —confesó Jeon y ante la declaración se sorprendieron—. Como se debieron dar cuenta soy un joven adinerado, tengo clubs nocturnos en toda la ciudad bastante recurridos, además mi padre fue un gran empresario, y entonces la razón porque la que secuestraron a Jimin fue por mi dinero, y yo lo...

—¡Yo sabía que estar contigo nos traería problemas! —Jihyun atacó al alfa mayor dándole un fuerte empujón, y este no sé defendió pues sabía que lo tenia merecido—. ¡Deja en paz a mi hermano!.

Le propició un puñetazo con todas sus fuerzas, logrando voltearle el rostro y ponerle la mejilla roja,

—¡Oye Jihyun! —gritó el omega, corrió hacia su hermano y lo empujó para alejarlo de Jeon—. ¿Qué es lo que te pasas a ti? ¿Por qué lo golpeas? ¡Estás demente!.

—¿Qué es lo que te pasa a ti? ¿Acaso no ves en que situación estás? ¡Podrías morir si te quedas con este imbecil! —vociferó bufando furioso.

—... Lo siento Jihyun pero eso solo me concierne a mi, si decidido quedarme con él el resto de mi vida sera mi decisión y deben respetarla. —objeto con seriamente mirando a los ojos a su pequeño hermano con el ceño fruncido.

—Pero Jimin...

—¡Mi decisión! —volvió a decir—. Lo que sucedió fue muy desafortunado, incluso puedo decir que constantemente me atormento pensando en que pueda volver a suceder, pero, yo quiero estar con Jungkook sea cual sea el riesgo.

—Jimin cariño, recapacita ¿acaso quieres morir? Es muy peligroso estar con un hombre como él. —preguntó su abuela angustiada.

—Eso no sucederá —hablo Jungkook—. Lamento ser alguien peligroso para su nieto, pero por mi cuenta corre que lo mantendré vivo, incluso yo... yo daría mi propia vida por él, así que entonces ambos decidimos que lo mejor sería que se quedara aquí donde puedo protegerlo y brindarle todas las comodidades.

—¿Como podemos confiar en ti luego de lo que acaba de suceder?. —objeto el hombre anciano inseguro y aún enojado.

—Lo único que puedo darles en este momento es mi palabra, y solo me queda esperar que ustedes confíen en mi —aclaro su garganta muy nervioso, pero miro fijamente al hombre mayor sosteniendo sus palabras.

—¡No claro que no, Jimin se irá con nosotros! —Jihyun sujeto la mano de su hermano y lo jaló bruscamente, Jeon reaccionó ante esto y también tomó la mano de Jimin deteniéndolo—. Apártate alfa.

—No hagas esto, estoy tratado de hacer lo más sensato, por favor piensa en tu hermano y en lo que él desea, no seas egoísta —espeto el azabache mirando fijamente al menor, estaba enojado pero entendió que él solo era un crío asustado y preocupado.

Jihyun bufo y entonces soltó la mano de su hermano frustrado.

—¿Esto es lo que tú quieres Jimin? —le pregunto su abuelo enarcando una ceja, y el pelirosa asintió completamente seguro, tomando la mano de su alfa con una sonrisa en sus labios—. Entonces creo que... —miro a su esposa y al menor de sus nietos—. Si él es feliz y aún con los peligros quiere quedarse con él... no podemos interponernos, es su decisión y si lo amamos tenemos que respetar esa decisión.

Los ojos de la abuela se cristalizaron y su corazón se rompió dentro de su pecho, y aunque todos sabían que un día Jimin dejaría el nido aún no estaban preparados, pero al parecer el momento había llegado y debían dejarlo ser feliz con quien él escogiera, sin importar qué.

—Cariño cuídate mucho ¿si? —la mujer acarició el delicado rostro del pelirosa mientras una lágrima se deslizaba por su arrugada mejilla—. Llámanos muy seguido, y cuando puedas visítanos.

—Lo prometo, por favor para me harás llorar —Jimin la abrazo con todos sus fuerzas, recargado su barbilla en su hombro, también se les unió el abuelo y por último Jihyun resignado—. Cuiden de su salud —se separaron y se miraron tristes—. Jihyun ahora estás a cargo, cuídalos por mi ¿si?.

El menor asintió con la cabeza gacha.

—Nos iremos ahora, confío en tu palabra Jungkook y espero no equivocarme —dijo el hombre.

—Por supuesto que no señor, él estará bien y feliz aquí, no se preocupe por nada —hizo una pequeña reverencia con la cabeza mientras una sonrisa surcaba en sus delgados labios.

Cuando Jimin abrió las dos grades puertas descubrió una enorme habitación, con decoraciones y muebles de lujo, incluso había una pequeña sala, una pecera con hermosos peces de colores, y en el medio una grandísima cama de agua en forma de circulo con sábanas color carmesí, el piso estaba cubierto por alfombra, había aire acondicionado, una gran pantalla con bocinas, y la mejor parte de toda la habitación era el armario, enorme, brillante y repleto de ropa, cinturones, zapatos y lociones de marcas de lujo, había cajones repletos por joyas y corbatas.

Todo era como un sueño, la casa era algo irreal, parecía como si fuera a vivir en un castillo.

—¿Te gusta cariño? —preguntó Jungkook, observando como su pequeño miraba todo ilusionado y emocionado—. Esta será nuestra habitación ¿todo está...?

—¡Es perfecta! ¡Jungkookie esto es asombro! —respondió de inmediato—. Jamás había visto algo tan brillante cómo está casa, es fascinante, me siento como una princesa en su castillo.

—No, te equivocas amor mío —lo tomó por la cintura y dio un paso hacia el acortando sus distancias—. Yo soy el rey de todo este reino, y tú... —le miro los labios, y sonrió al sentir su pecho agitado, la temperatura de su cuerpo más alta, y su olor a coco entera por su nariz—. Tú eres mi reina.

—Deberíamos inaugurar esta habitación ¿no lo crees, jungkookie? Hagámosla nuestra —se puso de puntitas para lograr rozar sus labios, causando también que sus respiraciones se mezclaran—. Llenémosla de nuestro olor, de nuestros gemidos, hagámoslo.

—Como tu órdenes —y sin más lo beso, rápida y ansiosamente, como un hombre eufórico y hambriento.