Les contaré un poco más sobre mi querida querida rival, pero la particularidad de este relato, es que aquí ella no es la heroína.

Alicia Rosenzweig tiene diecisiete años, mide un metro setenta, tiene cabello rubio, le gusta el power metal, las banderas y el salteado de carne y verduras, práctica Jiu Jitsu y actualmente es la presidenta del Colegio Diurno Rafael Granados. Sí. El instituto lleva el nombre del dictador.

Su familia, al igual que la mía costearon los escuadrones de la muerte, pero a diferencia mía, ella se siente culpable. Tan culpable que intenta tener incidencia política para "corregir" el legado de su familia.

Es frecuente verla en voluntariados, está el la juventud del Partido Republicano, forma parte del Consejo Cantonal de la Persona Joven y en unos años posiblemente opte por un cargo de elección popular.

Mi lío con ella es su doble moral. Yo soy sádica, pero lo soy con las personas que me son indiferentes o de plano con las que no me caen bien. Guardo un cierto grado de "respeto" a las personas que estimo. Alicia es particularmente cruel con las personas que quiere.

Lo anterior no sería algo malo si fuera honesta, si supieras a "qué jugar" con ella, pero se oculta tras esa farsa de niña buena. Es igual o más manipuladora que yo, pero esconde la mano luego de que tira la piedra.

Lo que pasó con Axl es un claro ejemplo. Ella decía estar fervientemente enamorada de él, pero Dominick, arrogante, altanero, peligroso, fue capaz de alborotar sus hormonas lo suficiente como para hacerla tambalear, pero eso no es todo. Consciente de que tomó una mala decisión, ahora no deja de pensar en lo que dejó atrás.

Axl es leal. Tanto que cuando intenté acercarme me rechazó porque sabía que yo era la rival de Alicia. Dominick en cambio cedió con un par de palabras bonitas.

Sí, lo sé. Dije que Axl y yo cogimos, pero para lograr eso tuve que acercarme cuando estaba despechado y aún así, actuó arisco.

Me ví en la obligación de mostrarle mi parte humana y decirle que lo había estado observando desde antes de que fuera fuerte, a diferencia de su amiga que le puso en ojo en el momento en que dejó de ser un looser.

Tiene una inquebrantable convicción de ser mejor. Aprendió artes marciales sin ayuda de la princesa, ni tampoco de su supuesto amigo. Si logra sobrepasar las estrellas con su fuerza, será pese a esos dos y no gracias a ellos.

Ellos lo han dejado solo tantas veces como yo a Ryan o como mi padre a mí. La diferencia, es que Ryan no me importa. Yo no le importo a mi padre. En cambio ellos se supone que se deberían apoyar.

Alicia igual que Matt, una persona con complejo mesiánico que cree que sus ideas son las correctas para el país y por eso está dispuesta a hacer lo que sea con tal de obtener una cuota de poder.

Ahora que tiene a su playboy y se dió cuenta que este aporta solo una cara bonita, trata de jugar en dos bandos, pero hoy que el destino ha decidido hacerme el favor de juntar a los tres, todo el mundo sabrá la clase de persona que eres.

Hoy vas a ver lo oscuro que es mi país de las maravillas, Alicia Rosenzweig.

...

Bar Stratos. Zone Oeste.

...

—Jamás pensé que fueras tan poco estratégica como para dejar que se te juntase el ganado —bromeo usando un tono amigable fingido. Ella y Dominick están sentados en una zona "VIP" del bar. Después de todo su familia se lleva bien con los dueños del sitio— Parece que el lío con mi amigo Sebas te dejó algunos efectos.

Sebastián es uno de mis "amigos sexuales". Es alguien cínico, cruel y muy guapo, pero a diferencia de Alicia él no se oculta tras una máscara. Admite a secas quien es, pero aún así, estoy consciente de que es alguien peligroso.

Su apellido es Goldschmidt. Esta es otra de las familias élites del país. Ellos no solo contribuyeron en la parte financiera de la guerra civil, también en la parte logística. Es por eso que en la actualidad tienen un ejército que rivaliza con el del gobierno.

Tienen tanto poder que forzaron a mi familia, a los Rosenzweig y al Red Riot a formar una alianza temporal. Ello pese a que tal como mencioné, mi padre odia a la Pelirroja.

—Sé que Sebas le metió mano a una de tus amigas ¿Cómo era que se llamaba? ¿Kath? —Decido ser ponsoñoza—. Dicen que chillaba como una perra loca todas las noches en su mansión, pero después decidió hacerse la víctima.

—¿¡Eso no fue así!? —me grita— ¿Cómo es posible que no puedas sentir algo de sororidad por ella?

—¿Por qué debería sentir empatía? —le pregunto con asco sacudiéndome su molesta superioridad moral—. ¿Por ser mujer? Te lo he dicho varias veces: me importan un comino los NPCs. Solo me preocupo por aquellos que me agradan. Si Goldschmidt violó a tu amiga me tiene sin cuidado. —Tras sentenciar esto, el rostro de Alicia es de incertidumbre total. No logra entender como soy tan cruel.

»Guárdate tu asquerosa superioridad moral —agrego antes de que si quiera pueda articular una respuesta— Al menos yo soy linda con las personas que me gustan. —Tras lanzar ese dardo volteo a ver a Dominick y le hago unos cuernitos con la mano derecha con una expresión burlona.

Ella no le ha sido infiel a Dominick, al menos de manera formal, pero es muy fácil saber que todo el tiempo piensa en su "mejor amigo".

Es más, solo el hecho de que use ese patético concepto demuestra que no lo ha superado ¿Quién demonios tiene de best friend al chico que le gustaba?

Dominick hace una mueca de disgusto. Es lo lógico. El jamás habría aprobado que su rival estuviera en el mismo lugar que su novia.

—No worries, sweetie! Axl no vino porque quisiera quitarte a tu novia. Aunque está claro que puede hacerlo —le explico intentando que se note mi tono burlón.

»Esta aquí porque él considera que la becada es parecida a él. —Esto lo expreso con un tono más solemne— La mugrosa esa recibió bullying por años, igual que el que él recibió de parte de ustedes.

Sé que eso último va a herir a la zorra Rosenzweig, pues en varias ocasiones tuvo la oportunidad de tomar partido a favor Axl cuando Dominick lo fastidiaba.

Alicia se pone de pie y me encara. Lo hace porque sabe que lo que estoy diciendo está siendo detenidamente analizado por su novio y le va a generar una posible discusión por celos más tarde, pero el problema eres tú, querida, pues sabiendo que yo estaría aquí, venir fue un error.

—Tienes razón —interrumpe Dominick. Eso no me lo esperaba—. Axl vino contra mi voluntad por petición de Pri. Soy celoso y podría armarle una escena a Alice, pero sabía que tú estarías aquí. —Esto último lo dice con una sonrisa confiada. «Touché», pienso.

—Ya veo —expreso esta vez con una sonrisa que refleja mi genuina admiración por el cinismo con el que habla—. Sabes que aunque la indecisa de tu novia quiera hacerle ojitos a su amigo, no puede, porque yo daré el primer paso. It was amazing sweetie!

—Relájate Alice. Sé que no le estás haciendo ojitos a nadie —le indica a su novia—. Ya siéntate o nos sacarán del bar. —Luego de decir esto bebe de su trago manteniendo un lenguaje corporal que denota tranquilidad.

—Hasta luego, zorra —le susurro al odio a mi querida rival antes de marcharme a la zona del bar donde están Priscilla y Axl.

Mientras me acerco me mira con cautela. Como una mamá gallina cuidando a sus pollitos.

Sabe que me he portado mal con la becada, pero también sabe de la falta de convicción de Alicia para proteger a los suyos y del desinterés por los demás de Dominick y por eso fue que aceptó venir pese a lo mucho que esto le incomoda.

—My darling hero! Sabes que si tú no lo haces, nadie más lo hará. —Me acerco para intentar sentarme cerca.

Sé que mi presencia quizá no le agrada del todo, pero también sé que no me dirá algo grosero para que me aleje. Él no es así.

»Eres el único héroe que salvará a esta mugr... —«No debo ser tan ácida»— a Priscilla de mis fauces o de la del resto de abusivos del Gran Bretaña que están en esta fiesta.

—También sé que si ella no venía, tú y Ryan se ensañarían más con ella —me regaña—. ¿Qué es lo que quieres? —inquiere con una mirada fría. Con la determinación de alguien que luchará por sus camaradas.

—Así Ryan viniese con todos sus matones e incluso yo decidiera unirme. Así Dominick le impiese a Alicia participar. Aún así te mantendrías en pie contra los opresores ¿Right? —afirmo—. Porque ese es tu camino del guerrero.

Obviamente no me va a responder, pues no piensa seguirme el juego, pero sus ojos oscuros me lo dicen todo.

—Lo que quiero es disculparme con la becada —confieso. Esto hace que Priscilla abra los ojos con sorpresa.

—¿Disculparte conmigo?

—Sí. —Asiento con tranquilidad— Seré honesta. Mi intención al traerte era aprovechar la falta de determinación de Alicia para meterla en un embrollo, pero ya que Axl está aquí, eso cambia las cosas. —Lo miro a él— Es obvio que no estoy realmente arrepentida, sorry but not sorry, pero quiero demostrarle a mi héroe lindo que estoy dispuesta a hacer ciertas conseciones por él.

Axl hace una expresión de asombro muy linda.

—Si aceptas mi disculpa. —Señalo a Ryan y a sus amigos— Hago que esa bola de ineptos deje de molestarte. —Priscilla mira a Axl con la expresión de quién duda sobre si algo puede ser demasiado bueno para ser verdad.

—¿Dejarás de fastidiar así sin más? —me cuestiona Axl— Creo que estás tramando algo. —Yo me pongo de pie y disfruto del momento. Mi corazón palpita de forma acelerada.

—Of course, I do! —le respondo esbozando una sonrisa traviesa mientras le extiendo la mano—. Quiero llevarte a la cama, darling, y ¿qué es lo que hacen los chicos cuando se quieren llevar a alguien a la cama?, pues ser amables.

Sé que no va a aceptar tan fácil por dos cosas: la primera es Alicia. La muy descarada lo sigue celando, pese a que no son nada y la segunda, que creo es la que tiene más peso es...

—Eres más rápido que cualquier persona aquí —sentencio—. Si Priscilla llegase a estar en un lío, en una fracción de segundo estarías a su lado.

»Si quieres que te proteja de los abusivos entonces coopera becada —le ordeno mientras le tomo el mentón a la mugrosa esa—. Ve y haz mal tercio a la mesa de Dominick y la zorra esa. —Ella voltea a mirar a Axl como "pidiendo permiso". Tiene tan poca voluntad que no es capaz de tomar una decisión sola. Una vez que él asiente ella va a la otra mesa.

—Te prometo que la pasarás bien, darling —le digo a mi pastelito mientras disfruto como la mirada inquisidora de Alicia me persigue. 

Bailamos pegados. Él tiene dos pies izquierdos, pero no me importa, yo aprovecho para provocarlo y aunque él no admita que le atraigo, su cuerpo es más sincero.

...

Algo más tarde mientras tomamos unos tragos.

...

—Anda. Pregunta lo que quieras preguntar —le sugiero mientras bebo de mi trago al ver que está algo apenado—. ¿Te sientes mal porque prometiste no acercarte a mí para no hacer sentir mal a tu amiga? ¿O es que quieres una garantía de que cumpliré mi palabra respecto a no molestar a la becada.

—Esa noche... —murmura mientras le da vuelta a los hielitos del vaso. Está ruborizado, rojo como un tomate.

—Esa noche... —musito. Sé que se refiere a la noche en que tomé su virginidad—. Fue espléndida. —Él se sorprende— A todas les he dicho que Dominick la tiene chiquita y que tú eres fabuloso.

Hago un ademán con mi dedo meñique mientras miro de reojo la mesa de esos dos. Se sonroja más. Parece que va a botar humo.

—¿Quieres que se repita? —le pregunto con picardía mientras con la punta de mi pie acerco sus pierna derecha hacia mí—. I am ready for the round two.

—Lo hiciste para darle celos a Alicia —me responde.

—Are you sure? ¿No has pensado que quizá lo hice porque genuinamente me gustas? —le pregunto con mi sonrisa traviesa—. Es lógico que tengas dudas. Soy la villana, pero creo que si haces memoria y piensas en lo mucho que me esforcé para darte una linda "primera vez", te darás cuenta que digo la verdad. —Finalmente logré que se pusiera reflexivo.

Axl es una persona que cede ante los buenos argumentos. Así que jugaré la carta de la lógica.

—Admito que una parte de mí sí lo hace por dañarla, pero, ¿no me digas que tú no piensas de forma similar? ¿No quieres que sienta el mismo dolor que te hizo sentir a ti cuando se fue con él? —Sonrío al ver que su cuerpo cede y comienza a acercarse un poco a mi, quizá de forma inconsciente.

»Lo sabes, ¿cierto? Cada día de la vida de Rosenzweig es de arrepentimiento al darse cuenta lo que perdió. Hagamos que se arrepienta en serio. Un clavo no saca otro clavo, —Hago una expresión de sadismo que espero no termine asustándolo, pero es que esto me divierte— pero sí es capaz de sacar sangre.

El sonríe.

—Embrace your darkness. —Al decir esto está haciendo referencia a la frase que le dije la noche en que lo hicimos.

—Exactly! —respondo— Acepta tus sombras y sé uno con ellas.

—Gracias por enseñarme a lanzar dulces —expresa con una sonrisa tan dulce como el enunciado mientras bebe de su trago. Ya está más tranquilo.

De nuevo se refiere a nuestro anterior encuentro. Como muestra de buena voluntad, esa noche le mostré una técnica para atacar a distancia. Una que uso para lanzarle caramelos a las personas. Él en cambio la usa para protegerlas.

—¿A cuántos loosers has protegido con esa técnica? —le consulto con humor.

—No son loosers —me regaña, aunque en esta ocasión parece que ha bajado la guardia—. Son personas igual que tú y yo.

—No son como tú. Si fuera así me los cogería a todos —bromeo. Él se ríe.

—¿En serio dejaras de molestar a Pri? —me pregunta de nuevo.

—Sure! Pinki promise. —Le extiendo mi dedo meñique. El también me extiende el suyo y entrelazamos dedos.

—¿Por qué te gusto? —«Ya veo. Eso era lo que realmente quería preguntar», pienso mientras bebo mi trago.

—¿De casualidad piensas que soy una golfa por tirarme a varios tipos? —le pregunto— ¿Pese a que una vez fuimos enemigos, me protegerías si alguien intentara abusar de mí? —continúo.

—¿Por qué preguntas esas cosas? —inquiere algo incómodo.

—Responde.

—No voy a juzgar a alguien por la forma en que usa su cuerpo y tampoco me gustaría que te lastimen —responde avergonzado—. Sí te ayudaría. —De nuevo rojo como un tomate y a punto de botar humo.

—¡Tú mismo te acabas de responder! —concluyo risueña.

Seguimos hablando unos minutos más.

Aquí es donde normalmente haría mi jugada, pero no quiero arruinarlo. Además, mientras cruzamos dedos le di mi número. Espero haberme portado lo suficientemente bien como para que me llame.

Me pongo de pie y me despido. No intento robarle un beso, para que sepa que no quiero sacar demasiado provecho del asunto. «También puedo ser normal de vez en cuando», pienso mientras me acerco a la mesa de los otros.

—Me disculpo por haberte llamado zorra —le afirmo a Alicia—. Me disculpo por haberte fastidiado en el colegio, —Miro a la becada— y me disculpo por decirle a todas que tienes disfunción eréctil —le digo a Dominick.

Antes de que tengan tiempo de responderme, ya me he ido. Luego de eso llego a casa, y hoy papá no está. Está noche quizá podré dormir en paz.

...

De vuelta a Hill Valley. Madrugada.

...

Hoy renuncié a fastidiar a la mugrosa becada esa, renuncié a decirle todas sus verdades a la zorra de Alicia. Todo para tener una chance con el chico que ella no supo valorar.

No estoy acostumbrada a hacer cosas y no recibir algo a cambio. Quiero que él me recompense. De otra forma, no creo mantenerme firme en mi promesa. Yo no soy como él, no soy de convicciones. En algún momento perderé la cordura y le jalaré el pelo a ella o le diré a Ryan que le haga una zancadilla.

¿Cómo lo haces? ¿Cómo cumples tus promesas siempre? ¿Cómo logras mantenerte firme ante las adversidades? Tienes a los dos peores amigos del mundo y aún así eres fiel a tus principios.

Mi padre me enseñó que todo tiene una contraprestación. Incluso lo que "ha hecho por mí" se lo cobra con creces todo el tiempo.

Para él todo es una transacción. Incluso, cuando fui secuestrada, él se negó a liberar a los presos políticos, pues era inaceptable "ceder ante el terrorismo". La Pelirroja sabía eso, así que aprovechó la conmoción mediática para atacar la prisión en la que los tenían resguardados.

Luego de haber liberado a sus amigos, me liberó a mí, pues tal como lo dijo "no era personal". Estoy viva porque Roxxane nunca tuvo la intención de matarme. Ella tuvo más aprecio por mi vida que mi asqueroso padre.

«Al menos los integrantes del Riot se quieren y se protegen. Pelirroja, hazme tuya. Te prometo que te serviré con una sonrisa todos los días», pienso mientras me quedo dormida. Creo que bebi de más.

En la madrugada mi celular suena. Es un mensaje.

Ocupamos vernos.

¿Dominick?

¿Es en serio? Esperaba un mensaje de Axl, no uno tuyo.

Y yo ocupo que te lo cojas para sacarlo de mi camino.

Sabía que esa ecuanimidad que mostró en el bar era falsa. Está tan celoso que no puede dormir. Pensar en eso me saca una sonrisa.

Ya no quiero. Le respondo para fastidiarlo.

Ven mañana al bosque a las afueras de la ciudad.

Admito que tengo curiosidad. Está bien, pero si es algún truco te patearé el trasero. Sabes que puedo hacerlo!!!

Luego de eso no responde más.

¿Qué habrá en el bosque a las afueras de la ciudad?