Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Corramos libres

-El sol apareció y alumbró nuestra casa. Es hora de despertar otra mañana.
La fila para el baño fue diferente. Todos estábamos ahí, pero entre nosotros, nosotros sabíamos que se sentía sin igual. Cada que se desviaban las demás o discutían por algo, tu volteabas hacia atrás, yo seguía mirando hacia adelante y desviaba un poco los ojos hacia a ti. Ambos sonreíamos por eso, casi soltando una risa. Solo que nos conteníamos. Y con solo eso, era lo suficiente para extrañarnos.

-¡Upsi! Le cedí mi pase a Lynn.

-Vi lo que hiciste, muy inteligente. 
Más tiempo para charlar antes de separarnos otra vez, por unos instantes más.

-¡Eso fue genial!.
-¡Gracias!

-Después de charlar y quedarnos un poco más hablando para no perder la costumbre, mi turno llegó. Una ducha rápida y a vestirse como cuando papá se va al trabajo en la mañana y va destruyendo todo al rededor porque se le hizo tarde.

Salí y me fui directo a mi habitación a terminar de cambiarme.
Sentí a mis espaldas que alguien  me miraba desde detrás de alguna puerta. Eras tú, pues cerraste la puerta rápido y te vi.

-Lo siento, Linky.

-Descuida, no pasa nada. Creo que nos falta trabajar un poco más la sutileza.

Mis zapatillas estaban listas para andar.

-Mis sandalias para caminar por la alfombra.

-Salimos de nuestras habitaciones al mismo tiempo. Ser los últimos para llegar a los desayunos, todos los días, era lo mejor que se nos pudo haber ocurrido.

-Cómo que, esto es genial.
-Definitivamente.

Nos volvimos a mirar de nuevo. Esa sensación es increíble y no sabemos cómo describirla con nuestras palabras.

Casi cerca pero de pie en el mismo lugar y cerca del primer escalón, no parábamos de mirarnos.

-¡Leni, Lincoln, dense prisa! ¡Papá está por acabar de hacer el desayuno y si acaba y no están, se acabará la comida!

-Bueno, esa fue nuestra señal.

Extendí mi brazo derecho hacia a ti y al mismo tiempo puse mi brazo izquierdo en mi espalda y cerré mi puño hasta la espalda baja. Tu diste un pequeño paso hacia atrás y luego volviste a sonreír. Cruzaste tu brazo con el mío. ¡Ambos dimos el primer paso del escalón!

-¡Que divertido!
-¡Lo se!

Bajábamos poco a poco. No queríamos arruinar este momento. Todo pasaba muy lento.

Nuestras demás hermanas, estaban en lo suyo. Al llegar al último escalón, fue el final de nuestro recorrido por los 18 escalones. 18 escalones más bonitos que habíamos bajado.

Llegamos a la mesa. Había dos lugares que aunque estuvieran separados por unos cuantos metros, no se notaría que estamos lejos.

Nos veíamos de reojo y sonreíamos cuando nadie nos veía. Imaginándonos que estábamos cerca del uno y del otro.

Ah... ¡pero que gran desayuno! Papá siempre luciéndose, mis respetos.

Hora de entrar a la cocina. Cada quien lavamos los platos. Y nos concentrábamos en hacerlo. Pues aquí si sospecharían. Solo son unos momentos.

Terminamos. Fuimos los últimos que quedamos. Es hora de poner en marcha el plan para pasar un buen día juntos y debo de pensar en un nombre más corto para esta operación, ¡ahora!

Ahí estábamos, pensando en que podríamos hacer hoy. Ya habíamos ido al mall, al Arcade de juegos, bocadillos y comida Gus. Habíamos ido al mall. Fuimos al teatro.

-Fuimos al mall y fuimos al mall. Y oye, es divertido pensar lo mismo al mismo tiempo.

-Lo se.

Caray, ¡hemos ido a todos los lugares en común!

De pronto, a través de toda esa frustración, una bombillo nos iluminó a ambos.
Nos faltaba por visitar uno: el parque Ketcham.

Hagámoslo...

Llegamos. Entramos al campo rápidamente, pues era un parque muy grande.

-¿Como una granja?
-Exacto.

Llegó el momento. El aire en la mañana era muy fresco. Parados uno al lado del otro, dimos inicio a nuestro plan. Estire mi mano derecha hacia a ti.

-Y yo la izquierda hacia a ti.

-Giramos nuestras cabezas simultáneamente. Nos volvemos a ver a los ojos y dimos una sonrisa.

Volteamos al frente, cerramos nuestros ojos y respiramos profundamente. Y sin pensarlo, nuestras piernas y pies, estaban caminando rápido y luego más y más rápido, hasta que sin todavía abrir los ojos y sin pensarlo, estábamos corriendo.

Es ahí cuando los abrimos de golpe. Nos volvimos a mirar y estábamos riendo. Que hermoso se siente...

Correr libremente por estos senderos... Habíamos encontrado un nuevo lugar favorito. Nuestro nuevo favorito.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro