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C H A P T E R T H I R T Y - F I V E < < < R E A L L I F E
- Creo que aún no te lo he preguntado - dijo Rayan y Roma le miró.
Estaban en el sofá de la casa de él viendo una película, Rayan sentado, y Roma entre sus piernas dándole la espalda entreteniéndose más con las manos del chico que con la película.
-¿El qué?- le contestó.
-¿Qué le ha pasado a tu pelo?- entonces Roma recordó que sus raíces eran multicolor.
-¡Ah!- dijo- Es una historia muy simple- comenzó- Hace un par de días, yo estaba muy triste, entonces Alexy hacía semanas antes me había agendado una cita en la peluquería, pero en último momento no pudo venir, así que le pidió a Castiel que me acompañara porque yo llevaba cara de muerto de lo haber dormido en dos días- le miró- me quedé dormida- miró la película y él rió- No te rías, la gente hace cosas crueles cuando alguien se duerme en la peluquería- le señaló Roma con el dedo- Una vez le escondí el tinte a Castiel para que no pudiera conseguir ese tono rojo que tiene y estuvo una semana entera con el pelo rosa, entonces su venganza ha sido aprovechar mi siesta para hacer multicolor mi pelo. ¡Lo peor!- volvió a mirar a Rayan- ¡Me han decolorado el pelo! ¡Casi quedo calva!- Rayan rió fuerte- ¡No te rías, no es gracioso!
- Un poco sí- contestó con una sonrisa.
-Un poco si- sonrió Roma mirándole. Se levantó del sofá y giró sobre sí misma para volver a sentarse, pero esta vez poniendo sus piernas a cada lado de Rayan.- Te he echado de menos - confesó la chica poniendo sus brazos en los hombros de Rayan abrazándolo por el cuello, él la abrazó por la cintura.
-Y yo a ti también- contestó. Ambos se besaron y enseguida Roma escondió su cara en el cuello de Rayan aspirando su colonia- ¿No vas a ver la película?- preguntó y ella negó.
-Prefiero quedarme así- dijo contra su cuello.
-Está bien- contestó.
Media hora después Rayan sintió como Roma era más pesada, igual que su respiración, se había quedado dormida hace diez minutos, pero él se había dado cuenta. Se rió con ternura intentando verla un poco más.
<<Yo también te echaba de menos>> pensó.
<<No eres como ella, y eso me agrada>> sonrió.
Apagó la televisión y cogió a Roma con cuidado en brazos para que no se despertara, se levantó del sofá y caminó hacía su habitación, donde con cuidado dejó a Roma y luego la arropó. La miró dormir tranquilamente por unos segundos y le dio un beso en la frente.
-Buenas noches, cielo- dijo- Te quiero, descansa- y dio media vuelta a la cama para acostarse en esta.
-Bien- dijo Priya cruzando las piernas- Ya estás desembuchando- Castiel le miró con pesadez.
-No sé qué quieres que te diga- mintió Castiel.
El pelirrojo ya sabía qué hacía allí la chica; había irrumpido en su apartamento a las nueve de la mañana despertándolo de ese maravilloso sueño en el que pasaba la noche con una morena.
-Lo sabes perfectamente- dijo Priya mirándole mal.- Roma.
-Roma- suspiró Castiel sentándose en la isla con la medio abogada.
-¿Te gusta o sigues enamorado de ella?- ambos se miraron.
-Creo que nunca dejé de estar enamorado de ella.- admitió en voz baja Castiel.
-¿Roma lo sabe?- preguntó Priya, pero enseguida Castiel esquivó su mirada.- No- dijo Priya sabiendo lo que significaba que Castiel apartara la mirada- ¿Qué has hecho?
-Aquel día- comenzó- Cuando nos fuimos de fiesta y bebió chupitos, cuando la canción triste- Priya le miró intensamente- La besé.
-Eres idiota.
-No me digas lo que ya sé- frunció el ceño Castiel.
-Verla con él te hace daño ¿Verdad?- Castiel asintió.- ¿Por qué?
- Porque le quiere y no quiero verla sufrir. Una vez fue suficiente.- el pelirrojo miró a la chica- ¿Crees que si no hubiese sido idiota y me hubiese quedado ahora seguiría con ella? ¿seguiríamos igual y escribiría las canciones de mis álbumes y cantaría conmigo? ¿Seguiríamos tumbándonos en la cama tocando acordes mientras ella me cuenta su día?
Efectivamente, la morena con la que había soñado Castiel, era Roma.
- No lo sé, Castiel- admitió Priya.- No lo sé- le miró con pena y comprensión.
Le había explicado a Rayan que había decidido mantenerme a un lado con el tema de Chanel porque no quería que las cosas acabaran peor para los dos, así que simplemente dejaría que Chanel hiciese lo que quisiera hasta la graduación; o sería así de no ser porque se descubrió que ella mintió respecto al profesor al que acusó de acoso sexual, este consiguió pruebas de que todo lo que ella dijo era falso y por consecuente a Chanel la expulsaron. Así que me sentía bastante contenta, por lo que acepté de inmediato verme con Castiel en la puerta del campus cuando este me envió un mensaje diciéndome que tenía algo importante que decirme.
-¿Te ocurre algo?- pregunté.
-Hum- dijo y se rascó la nuca- La verdad- me miró.
-¿Sí?- dije al ver cómo se quedaba en silencio. Castiel suspiró y me miró totalmente serio.
- Roma, prométeme que diga lo que te diga ahora no me vas a odiar ni a dejar de ser mi amiga- le miré sin entender.
-Pero, ¿Por q...?- me cortó.
-Tu promételo.- insistió.
-Lo prometo- dije y él suspiró nervioso.
-Es posible que me gustes- luego cerró los ojos- perdón- se corrigió - Creo que nunca he dejado de estar enamorado de ti. Por eso te besé, por eso te estoy ayudando, por eso al principio no quise ayudar mucho a que volvieses con él- habló de Rayan sin decir su nombre- Pero le quieres y no podía verte mal.
Me quedé en silencio procesando lo que me había dicho. ¿Era verdad?
Pensé y pensé que podía decirle en ese momento, algo rápido y bien pensado, totalmente suave en sus palabras y con cuidado.
-Castiel, yo- comencé a decir, pero luego él me cortó.
-No hace falta que digas nada.
-Pero quiero- le miré- Lo siento- comencé- Lo siento mucho Castiel, estábamos bien, estuvimos bien, pero todo pasa por algo ¿no?. Me encantaría volver a sentir por ti lo que sentía en el instituto, porque tu fuiste mis primeras veces en todo, fuiste literalmente mi primer amor, y aunque el primer amor no se olvida nunca, quiero a Rayan tanto como te quise a ti en su momento- noté como se me nublaba la vista y como Castiel aparataba sus ojos de mí- Si Rayan no hubiera aparecido en mi vida, estaría contigo sin duda- sonreí notando la primera lágrima resbalar por mi mejilla.
-¿Por qué esto suena a despedida?- preguntó Castiel con la voz entrecortada y ronca.
-Porque en parte lo es- sollocé y Castiel me abrazó- Gracias- dije separándome de él y mirándole a los ojos. Él también estaba llorando.- Gracias por todo sonreí limpiándole las lágrimas.
-Gracias a ti- me dijo finalmente.
Nos volvimos a abrazar por un rato, y cuando ya estábamos más tranquilos nos separamos y nos miramos.
-Iré con Lysandro unos días- me dijo.- ¿Le llevo algo de tu parte?- negué.
-Bueno, si- me retracté- su gato.
-No- negó- me dio claras instrucciones de que te lo tenías que quedar.
-¡No es justo!- dije molesta- ¡No puedo tenerlo aquí!
-Entonces mételo en casa de tu novio- sonrió y me acarició la cabeza- nos vemos- se agachó un poco y me besó la cabeza.
-Nos vemos - susurré.
Castiel se dio la vuelta y caminó afuera del campus, cuando le perdí de vista, borré mi sonrisa y entré al edificio. Caminé hacía el ascensor y esperé a que se abrieran las puertas, cuando se abrieron, entré y seleccioné el tercer piso dónde estaba mi habitación.
Entré en mi habitación oyendo sus murmullos y Cryss se acercó a mi para comenzar a restregarse en mi pierna, luego comenzó a escalar mi pantalón y mi ropa hasta llegar a mi hombro.
-Hola, pequeñina- le acaricié la cabeza- Estoy triste.
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