—Micrófono listo, cámaras listas, trampas preparadas, discurso sombrío listo y por último… palomitas para acompañar —el hombre del cuarto oscuro observaba como Owen ingresaba a aquella casa—. Esto será emocionante, tardará un rato, pero cuando termine —agarró su discurso y lo emparejó en el escritorio—… la verdadera diversión iniciará —tomó su bandeja de palomitas y empezó a comer. Su mirada estaba atenta en las pantallas…

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Owen había tomado asiento en el sillón cerca de la puerta. Todas estaban en el sofá. Se encontraban ansiosas ante lo que fuese a suceder en ese momento. Lori fue la primera en hablar y cortar el silencio.

—Muy bien, doctor Owen, ¿por qué nos quería a solas sin Lincoln? —se cruzó de brazos y alzó una ceja.

—Muy buena observación, señorita Loud. Seguramente lo habrá notado desde la llamada de ayer, ¿no es cierto? —asintió—. Bueno, las cité a solas porque siento que el problema no es su hermano en sí, sino ustedes.

—¡¿Qué?! —exclamaron todas al unísono.

—Suena difícil de creer, lo sé. Sin embargo, cabe la posibilidad de que el comportamiento errático de su hermano se deba a causa de sus acciones, díganme, ¿cómo se ha sentido su hermano a lo largo de este año? —sacó una libreta, las preguntas comenzaron.

El Dr. Owen no era en sí un especialista en psicología, contaba con ciertas habilidades que les ayudarían a las hermanas a conseguir el resultado deseado para su hermano; aunque para aplicar dichas técnicas y habilidades aprendidas a lo largo de su vida, tendría que persuadirlas de la manera más indirecta posible.

Ante la pregunta, nadie sabía qué contestar con exactitud. Owen les ofreció algunas sugerencias.

—¿Feliz, enojado, triste, molesto, hambriento, malhumorado, honrado, decepcionado, furioso, aburrido…?

—Bueno, siendo sinceros, creo que ha sentido todo eso —dijo Lola alzando los hombros y sus manos a los costados.

—¿Algun comportamiento inusual?

—Ya no nos ayuda —expresó Luna entristecida.

—Es agresivo —comentó Leni cabizbaja.

—Es más reservado que antes… ya ni siquiera juega conmigo o me ayuda a entrenar.

—Sufre de dolores constantes en el lóbulo frontal…

—Ahora se pone una chaqueta negra, como si quisiera demostrar rudeza o algo así, a mi parecer, ese estilo no le queda a su personalidad…

—Po-po…

—Interesante —comentó Owen mientras anotaba lo dicho por la bebé.

—Su mirada sombría después de los dolores de cabeza es bastante escalofriante y a veces amenazante… y lo digo yo que me gustan esas cosas.

—Sus comentarios suelen ser más defensivos que ofensivos… como si literalmente quisiera darnos a entender que quiere estar más para sí mismo que para nosotras —suspiró—, y aunque me duela admitirlo, creo que ciertamente hemos sido muy egoístas con su tiempo.

—Y también nos ha dicho que quiere buscar lo mejor para él y tener un objetivo claro para su futuro —comentó Luan.

—Tiempo… objetivo… agresivo… dolor de cabeza continuo —murmuró Owen anotando eso último—. Bien, con esta información puedo sacar la siguiente conclusión: Lincoln cree que debería de tener más tiempo para sí mismo, de esta manera, conseguiría concentrarse en fijar un objetivo para su futuro. Por lo que he observado de ustedes, tienen una pasión, ¿verdad?

—Sí.

—¿Y Lincoln cuenta con una?

—¿Leer cómics en ropa interior, cuenta? —preguntó Lana rascando su cabeza.

—Dudo que eso sea un objetivo fructífero para su futuro, jovencita…

—¿Jugar videojuegos?

—Buen entretenimiento, pero una carrera dedicada a ello dudo que exista… —desvió la mirada—. Al menos no aquí.

—No, pues… entonces no sabemos —habló Luna incómoda.

—Vaya —volvió a su libretilla—… las hermanas no conocen totalmente a su único hermano.

—No creo que esa afirmación sea del todo correcta.

—¿De verdad? En ese caso, me gustaría saber, por usted, algo que a su hermano le apasione para desarrollarlo como una habilidad a futuro.

Lisa no supo que decir ante aquella interrogante…

—Eso imaginé. Ahora, proseguiré con mi conclusión. Como iba diciendo, Lincoln trata de hallar un objetivo a futuro, ya que incluso no encuentra alguna habilidad en especial que lo defina, cosa que deduje al ver que no ha podido darse a relucir en este pequeño pueblo con alguna característica beneficiosa para sí mismo. Claro, he oído que ha ayudado a varios, pero créanme, ayudar a la gente con planes sumamente elaborados no es precisamente un trabajo definido, y dudo que su hermano quiera formar parte de algún voluntariado o algo por el estilo. Retomando el tema, su hermano se ha vuelto más reservado e inclusive violento con ustedes, ahora, déjenme preguntarles algo, ¿acaso cometieron algo grave como para que su hermano las quiera tratar de esa manera?

La mayoría miró a Lynn en un principio, pero al pensarlo mejor, todas se dieran cuenta que entre ellas había, aunque sea, una razón para que Lincoln dejase de hablarles o ayudarles. Soltando un suspiro pesado, comenzaron a desprender hechos y verdades que transcurrieron a lo largo del año: ya sea mencionando los pocos días que Lincoln sufrió por el absurdo rumor de la mala suerte, la pelea en la familia por una ridícula prenda de ropa, dejar a Lincoln en una habitación compartida, hacer perder la reputación de su hermano, acusarlo de mentiroso, entre otras cosas. Owen solamente se dedicaba a escuchar atentamente.

—… y, a pesar de todo eso, se nos es extraño que Lincoln actúe así con nosotras. ¡Lo hubiera hecho desde esos momentos si estuviera verdaderamente enfadado por esas cosas! —decretó Lynn exaltada por la confusión.

—Créanme que se pueden crear miles de relatos con todas esas historias de mala fortuna que me acaban de contar —revisó sus apuntes—, pero dejándolos de lado, me temo que su hermano fue afectado por todas esas acciones que han realizado.

—¿Pero por qué hasta ahora? —aquejaba Lori con una clara frustración en su semblante.

Owen inspiró hondo antes de soltar sus palabras. Debía reflexionar el cómo decirlo sin sonar tan sospechoso.

—Antes de contestar tu pregunta, ¿hay alguna otra cosa que su hermano haya expuesto y ustedes consideren fuera de lugar?

Todas las hermanas se miraron entre sí, indecisas.

—¿No? ¿Ni siquiera reclamos? ¿Algo que su hermano dijese y ustedes… no lo sé… considerasen extraordinario? —las miraba seriamente a todas.

—¿Qué quiere saber exactamente?

—Los hechos, señorita Loud, es todo lo que quiero saber…

Las hermanas murmuraron entre sí.

—De acuerdo, le diremos —decretó Luna.

Todas le comentaron los "recuerdos falsos" que Lincoln había estado exponiendo a diestra y siniestra cada vez que podía. Esto hizo sonreír a Owen, ya tenía el plan, ahora sólo faltaba que pillasen el anzuelo.

—¿Y por qué razón consideran que son recuerdos falsos? ¿No cabe una posibilidad de que lo hayan olvidado?

—Sería ridículo pensar que todas nosotras lo olvidamos, doctor —repusó Lisa con molestia.

—Cierto, muy cierto jovencita Loud —cerró la libretilla y la guardó en su saco. Se levantó y se acomodó el cuello—. De acuerdo, es hora de ir directo al grano, familia Loud —colocó las manos detrás de su espalda. Todas quedaron expectantes—. Lo que Lincoln sufre no es psicológico, es algo que se había retenido por años en su interior. Imagínense ser él, por lo menos en estos últimos días. Después de un año de todas las cosas que me contaron, agregenle ser el único que no ha tenido un propósito fijo en su vida y, además, ser el único con el tiempo para ayudar a todos en esta familia; aparte, está el hecho de que ustedes no recuerdan las cosas que él hizo por ustedes. Imaginemos que tal vez sí sean ciertas, ¿se imaginan cómo debería de sentirse uno al ayudar con todo su corazón a alguien y ni si quiere le muestre un simple gesto de agradecimiento?

Todas cuchilleaban entre sí, sacando conclusiones breves y rápidas. Todas concordaron en sentirse mal.

—Horrible, ¿no es cierto?

—A ver, ya no comprendo —habló Lynn tomándose las sienes—, los recuerdos sucedieron, ¿sí o no?

—Bueno, sólo hay una forma de averiguarlo…

—¿Y ese método cuál sería exactamente? —cuestionó Lisa ajustándose los anteojos.

—Una regresión… mental —hizo un ademán con las manos, pretendiendo mostrar "misterio".

—Ay, por favor, eso sólo sucede en las películas —se burló Luan, riéndose.

—En efecto, pero me he preparado lo suficiente como para decirles que soy capaz de mandarlas a todas ustedes a un viaje al pasado a través de sus memorias y, averiguar por fin, si aquellos recuerdos tan inquietantes son una vil mentira o una verdad absoluta…

Soltaron una expresión de asombro.

—Quiero ver que lo haga —replicó Lisa con los ojos entrecerrados.

—Pequeña Loud, si me conociese como es debido, me tendría mucha confianza —sonrió—. Todos tenemos nuestras habilidades, usted es alguien superinteligente. Deberías aprovechar eso para la humanidad, créame cuando le digo que ya lo ha hecho —Lisa alzó la ceja claramente confundida—. Tal vez no aquí, ni en este momento —se acercó a su oído—… sé que usted ha tenido pensamientos vagos acerca de la existencia del vasto Multiverso —la niña genio soltó un resueño.

—¿Có-cómo? —sus ojos se abrieron del asombro.

Owen se dio la vuelta.

—¿Qué te dijo, sis?

—Nada… que no fuera tan relevante —su sorpresa seguía intacta.

—Hermanas Loud —dio un aplauso al aire—. Lincoln no es el problema —volteó para verlas directamente.

—¿Entonces? —preguntó Lori desesperada.

—Es algo mucho más profundo que va más allá de su comprensión.

Retomando la compostura, Lisa quiso refutar eso.

—Tal vez yo pueda entenderlo.

—Incluso usted quedaría perpleja ante dicha información. Hay cosas que podrían hacerle estallar el cerebelo, jovencita Loud. ¿Cree ser verdaderamente conocedora de todo lo que existe? De ser así, entonces déjeme decirle que ya no se encontraría aquí en este momento —la pequeña no supo que contestarle.

—¿Qué tiene que ver esto con mi hermano? —renegó Lola.

—A veces hay que ignorar ciertas cosas para no saber el verdadero dolor que puede provocar lo desconocido —suspiró—. Lo que quiero decir es: no se preocupen, sólo era una platica interesante entre su hermanita y yo. Ahora, lo mejor sería iniciar con la regresión para averiguar cómo inició todo.

—De acuerdo, Dr. Owen. Si esto nos ayudará a saber la verdadera causa del malestar de nuestro hermano —Lori volteó a ver a sus hermanas y estas asintieron—, entonces díganos lo que tenemos que hacer…

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—Oh, Clyde. Esto es sumamente —suspiró—… relajante —comentaba mientras disfrutaba del masaje dado por aquellos sillones eléctricos que Clyde tenía en su casa.

—Ni que lo digas, amigo. Por cierto —volteó a verlo—, me gustaría hablar contigo sobre algo.

—Claro, puedes preguntarme lo que quieras —su sonrisa mostraba una profunda relajación y conformidad.

—Pues… emmm —jugó con sus dedos—… sé que justo habías venido aquí para evitar el tema, pero no puedo evitar sentir tanta curiosidad, Lincoln.

—Sólo… sueltalo, amigo…

—Bien —suspiró—, ¿exactamente por qué te han estresado tus hermanas últimamente?

—Oh, eso —oprimió el botón en el sillón para que dejara de moverse. Suspiró profundamente y un semblante de tristeza se situó sobre él rápidamente—. Mira, Clyde. Más que estresarme, me decepciona, ¿sabes…? Fue ya hace un año, supongo que no importa.

—Y sino importa, ¿qué haces aquí?

Era una pregunta lógica para el parecer de Lincoln.

—Vale, me atrapaste. Sí me importa —se mordió el labio inferior. Miró hacia arriba después de reclinar el asiento—. ¿Cómo te lo explico sin que suene tan extraño? Tú estabas de vacaciones ese verano, me acuerdo.

—¿Por qué sonaría extraño?

—Es difícil de comprender, mi amigo.

—¿Y por qué no me cuentas?

—¿Por dónde puedo iniciar?

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—Ya que todas se encuentran acostadas, diré un montón de palabrería sin sentido. A la cuenta de tres, caerán en un profundo sueño y a partir de ahí, regresarán al tiempo exacto en dónde su hermano realizó todas esas acciones por ustedes, ¿entendido?

—Sí…

—Vale…

En ese instante, todo era silencio.

—Hace un año y medio, todas se encontraban felices y alegres…

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—Porque todas tenían un evento especial, ya fuese para ese día o el siguiente…

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—Su hermano Lincoln se hallaba con ustedes, apoyándolas para dichos eventos…

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—Luego me enteraría sobre un club dedicado a la realización de cómics, ya sabes que era una de nuestras cosas favoritas y lo sigue siendo actualmente… entré ahí con ayuda de mis padres…

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—Por lo tanto, su hermano se retiró. Las dejó solas, confiando en que lograrían salir exitosas en todo lo que se habían propuesto.

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—Por supuesto que no se lo tomaron tan bien, pues ellas querían que estuviera ahí para animarlas…

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—Pero ustedes habían comprendido una cosa, su hermano también merecía un descanso y esforzarse en lo que le gustaba…

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—Así que, pues, todo inició…

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—Tres días antes de irse… justamente, habría que soportar dos meses para su regreso. Mas uno sólo fue suficiente para entender que su único hermano es el pilar más importante que existe…

Todas se habían perdido en el infinito de sus pensamientos y sus vagos recuerdos.

—En este Multiverso…

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