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Episodio 16: Sonrisa

Sunny se habría quedado paralizada en su lugar después de haber soltado aquel golpe directo en el rostro de Leia, la de cabellos oscuros miro a Leia que estaba en el suelo y luego miro su puño. ¿Realmente había hecho eso? ¡Ella nunca había golpeado a nadie antes! Pero, de alguna manera. . . Se había sentido bien el haber golpeado a Leia.

- ¡Aaaaaaaaaah! ¡¿Por qué hiciste eso?! - Empezó a gritar Leia y a llorar de forma estruendosa, provocando que toda la gente alrededor se acercase a ver si la niña estaba bien. Lindsey observaba todo eso boquiabierta sintiendo sus manos temblar, realmente quería a su hermana y todo pero eso había sido algo satisfactorio de ver. Lindsey volteo a ver a Sunny pero noto como es que la niña había salido corriendo de ahí. - ¡S-Sunny, vuelve aquí!

Sunny hizo lo que creía que era lo más inteligente en esos momentos y era dar la vuelta y huir del problema en el que se había metido. Sunny iría hacia las escaleras metálicas para empezar a bajar hacia la planta baja. Mientras bajaba, Sunny se frotaba las manos con nerviosismo mientras tenía una sonrisa de oreja a oreja, un pequeño tic empezó a formarse en su ojo derecho soltando algunos quejidos y sintiendo sus labios temblar, le costaba entender porque si hizo algo malo, ella se sentía tan bien por haberlo hecho.

- Parece que algo pasó por allá. . . - Diría Bikini observando a unas cuantas personas reunidas alrededor de algo, pero ella no sabía bien de que se trataba. Samsara no prestó mucha atención ya que se encontraba frente a una vitrina en la cual habían unos cuantos videojuegos, entre ellos unos cuantos de guerra. Samsara se mostró con un brillo en sus ojos al ver esos juegos de guerra. - Como desearía tenerlos en mi consola. . . - Bikini rodo los ojos al observar a su hermana para luego notar en los escalones metálicos a alguien, entrecerró sus ojos llevando su mano hacia su frente intentando ver bien. - ¿Esa es Sunny?

- Oh, hice algo malo. . . Esto es malo, muuuuy malo. . . - Se repetía Sunny murmurando para si misma mientras su respiración se agitaba un poco y no paraba de frotar sus manos, soltaba algunas risas algo leves mientras que miraba a los lados con cierto temor. - P-pero se sintió bien. ¿Por qué si hice algo malo se siente bien? ¡N-No tiene sentido! - Parecía que su pequeña mente intentaba razonar lo que estaba sintiendo en esos momentos. Luego de un rato es que llegó a la planta baja empezando a caminar a paso rápido, necesitaba a su padre, necesitaba uno de sus abrazos que la calmaran.

- ¿Por qué hay tanto escándalo? - Pregunto Lola mientras que llevaba ambas manos hacia su cintura levantando una ceja y viendo a la cantidad de gente reunida en la planta alta del centro comercial. Lana por su parte sacaría una pequeña radio del interior de su traje para observar a Lola. - ¿Debería llamar a refuerzos en caso de un desastre? - Lola miro por unos momentos a su gemela para luego ver hacia arriba y decir. - Será mejor ser pacientes Lana. - La de traje asintió para acomodar su chaleco y guardar su radio para cruzarse de brazos.

- Seguramente son mujeres, debe haber un descuento en ropas. ¡Jajajaja! - Tony contaría eso dándole unos leves codazos a Lincoln y riéndose él sólo, ya que tanto Lincoln como ambas gemelas le miraron con una mueca de disgustos, pues esos comentarios ya no eran bien vistos en esos tiempos. Lincoln empezó a sentirse preocupado en su interior por sus hijas, por lo que no dudo en sacar su teléfono de su bolsillo para empezar a buscar a Bikini entre sus contactos, encontrándola al instante y llamándola.

Lincoln se daría media vuelta teniendo el teléfono en su oído y moviendo un poco su pie golpeando el suelo de forma leve con nerviosismo. Para su suerte, Bikini no tardó mucho en responder. - ¿Pastelito? - Lincoln pudo respirar aliviado al escuchar la voz de su hija del otro lado. - Bikini. ¿Tú y tus hermanas están bien? Por favor no se acerquen a la multitud de gente, al menos no hasta que sepa que está pasando. - El peliblanco sonaba preocupado pero a la vez, igual de calmado que siempre

- Bueno. . . Estoy con Sam ahora, pero vi a Sunny bajando las escaleras metálicas, aunque no puedo verla ahora desde aquí arriba. - Hablaba Bikini por el teléfono mientras se asomaba un poco por la barandilla intentando encontrar a Sunny, pero habían unas cuantas personas reunidas en la planta baja. Samsara se acercó a donde Bikini para también asomarse un poco por la barandilla soltando un quejido. - Diablos, esto es como buscar una buena arma en una armería, prácticamente difícil más no imposible. . . - Bikini le miro extrañada por aquello para luego volver al teléfono. - Te llamaré si logro verla desde aquí pastelito, tú encárgate de encontrarla allí abajo. . . Llámame cuando la encuentres. ¿Si? - Bikini intentaba sonar tranquila, pero empezaba a ponerse un poco nerviosa por no encontrar a Sunny.

- Esta bien cariño, gracias, te quiero. - Diría Lincoln antes de colgar aquella llamada y empezar a mirar a los lados intentando encontrar a Sunny. El peliblanco volteo a ver a sus hermanas y cuñado para decir. - Sunny está sola por aquí, iré a buscarla. - Tan rápido como dijo eso es que Lola se alarmó llevando ambas manos hacia su cabeza. - ¡Mis bebés se supone que están con ella! ¡LANA, VE A BUSCARLAS! - Lola señaló a su hermana gemela, la cual sólo asintió para correr hacia Lincoln y tomarlo del brazo empezando a arrastrarlo hacia la multitud.

- ¡Vamos a encontrar a Sunny y las damas Leía y Lindsey! - Lana ocultaba su preocupación bajo su tono serio y autoritario. Lincoln sólo se dejó llevar por su hermana manteniéndose apenas de pie y empezando a ver a los costados intentando encontrar en algún lugar a Sunny.

◇◇◇◇◇◇◇

Sunny se encontraba en esos momentos sentada en una banca que habría en el centro comercial aún lado de la enorme fuente, ella seguía frotando sus manos mientras miraba a los lados esperando que Leia no apareciera de la nada para apuñalarla. - Oh, espero que la ti-tía Lola no esté furiosa conmigo. . . ¡Obvio que lo estará Sunny, golpeaste a su hija! - La de cabellos oscuros entró en pánico llevando ambas manos a su cabeza empezando a tirar del mismo y moviéndose de un lado a otro, llamando la atención de algunas personas pero nadie quería acercarse.

- ¡Suuuunny! - Sonaría aquella voz que la niña reconoció al instante levantando su mirada y pudiendo verla entre la gente, era Madison, quien corría hacia la de cabellos oscuros. Madison llegó a donde la chica Loud y sin dudarlo le daría un fuerte abrazo, haciendo que Sunny se quedase quieta en su lugar mirando a los lados sintiéndose un poco más tranquila, llevando lentamente sus manos a la espalda de Madison para corresponder el abrazo.

Ambas niñas estuvieron así por unos pocos momentos hasta que Madison se separó, ella mostraba una sonrisa energética. - ¡Sunny, es súper mega duper genial verte aquí! Mira, mira, me compré gomitas. ¿Quieres gomitas? Si quieres te doy gomitas. ¿Puedo comerme las gomitas si no quieres? - Preguntaba de forma seguida la niña enseñándole aquella pequeña bolsita con algunas gomitas. Sunny le miro por unos momentos para soltar un triste suspiro. - No creo que me merezca gomitas Madison, hice algo horrible. . .

Madison soltó un jadeo al escuchar aquello para mirar preocupada a Sunny. - ¿Tan horrible para que no merezcas gomitas? - Sunny asintió confirmando el horror de Madison. La niña de dorados cabellos empezó a temblar en su lugar pero luego respiro hondo y le dio una leve palmadita en el hombro a Sunny. - Tr-Tranquila Sunny, a pesar de que hiciste algo horrible y ahora me das como que mucho miedo. . . ¡Seguiré siendo tu amiwis! - Madison estaba casi al borde de la lágrima, aunque no sabía si era por miedo o por alegría de seguir siendo amiga de Sunny. La pequeña Loud le miro algo extrañada manteniendo su sonrisa

- Madison, no te alejes de mi. . . - Sunny escucho aquella profunda voz de un hombre que se acercaba a donde ellas, entonces es que la pequeña Loud pudo observar al padre Thomas, quien se acercaría mostrando algunos moretones y curitas en su rostro. Algo en la mente de Sunny le haría recordar de forma vaga que ese hombre habría sido mencionado por su padre, haciendo que quedará estática en su lugar.

- ¡Ah, lo siento señor Thomas! ¡Mira, ella es mi amiga Sunny de la que tanto le hable! ¿Apoco no es la amiga más bonita que hay? - El temor de Madison desapareció, dibujando una sonrisa alegre en su rostro y tomando del brazo a Sunny para llevarla con el padre Thomas y que así pudieran conocerse. Sunny empezó a temblar de forma leve en su lugar presenciando a aquel hombre.

- Ah, así que esta es la famosa Sunny. ¿Eh? - El hombre sonreiría con cierta amabilidad mientras observaba a la de cabellos oscuros, a la cual le daría la mano. - Soy el padre Thomas, es un gusto poder conocer a la mejor amiga de Madison. - Sunny apenas escucho esas palabras es que no podría evitar sentir un leve escalofrió recorrer por todo su cuerpo, apenas levantando un poco su temblorosa mano para estrechar la mano de aquel hombre. - Ay, u-un gusto señ-ñor padre. . . ¡Oh, miren la hora! - Y Sunny miraría su muñeca vacía manteniendo su sonrisa, pero demostrando un muy obvio nerviosismo. - ¡T-Tengo que irme! Fue como que un gusto el conocerlo padre, y también bueno verte Madison. ¡Pero n-no soy impuntual, e-eso no seria de persona honesta y trabajadora! (Wow. . . Soné a Sam)

El padre Thomas se mantuvo en silencio mientras observaba algo extrañado a Sunny. Madison sintió algo de temor, pues quizás estaban retrasando a Sunny, y si fuera la antigua Sunny no habría problema. ¡Pero estaba ante la nueva y muy mala Sunny! Y temía que ella les diera una golpiza a ella y al padre Thomas.

- Sunny. ¿Qué tal si te quedas con nosotros hasta que tu padre aparezca? - Propondría aquel hombre observando con una sonrisa dibujada en su rostro tomando del hombro a Sunny, quien sintió un sudor frio bajar por su cuerpo. La de cabellos oscuros quedo paralizada en su lugar empezando a temblar de forma seguida, mirando a los lados sintiendo el sudor caer por su rostro. ¡Estaba aterrada!

- ¡Ahí esta señor, esa es la horrenda niña que me golpeo! - Leia grito llamando la atención de Sunny, el padre Thomas y Madison, quienes vieron a la pequeña de rubios cabellos junto a un hombre de seguridad del Centro comercial dirigiéndose justo a donde ellos, estando Lindsey detrás de ellos notándose preocupada. Sunny entro en pánico y sin mas opciones es que se oculto detrás de Madison, pero Madison se movió de inmediato escondiéndose detrás de Sunny.

Leia llegaría hasta el frente de ellos junto a aquel enorme y musculoso guardia de seguridad, ella tendría un poco de hielo en su inflada mejilla y sus ojos algo rojos por haber estado llorando. - ¡Arréstela por golpear mi hermosa cara señor! ¡Vas a arrepentirte de poner tus sucias manos sobre mi rostro, te vas a pudrir en la prisión y desearas jamás haber nacido! ¡VAS A SUFRIR EL RESTO DE TU HORROROSA VIDA! - Leia sonaba realmente furiosa, incluso Sunny podría decir que veía fuego salir de los ojos de ella. Lindsey le miraba igual de asustada que Sunny, pues jamás había visto a Leia en ese estado de ira.

El guardia de seguridad se acercaría hacia el padre Thomas para preguntar. - Señor, voy a tener que llevarme a su hija. - El padre Thomas al escuchar eso es que observaría a Sunny por unos momentos para luego observar al guardia de seguridad para sonreír con tranquilidad respondiendo. - Oh, ella no es mi hija, no queremos problema. - Al decir eso es que tomaría la mano de Madison para poder alejarla.

Sunny observaría eso sintiendo como temblaba hasta que miro al frente viendo a aquel guardia de seguridad quien diría. - Por favor pequeña, tendrás que venir conmigo. - Leia empezó a reír de manera cínica mientras observaba eso sintiendo como la justifica funcionaba. La rubia entonces noto con molestia como es que Sunny continuaba sonriendo, eso hizo que diera unos pasos al frente para señalar a Sunny. - ¡Ya deja de sonreír como una rarita! ¡Sonreír solo es para la gente hermosa y con clase, no para una niña fea, odiosa y rara como tú! ¡YA DEJA DE SONREIR! - Leia casi que se lanzaba de lleno contra Sunny pero Lindsey se apresuro para detenerla diciendo casi entre lagrimas. - ¡Ya basta Leia!

Sunny empezaba a sentir como su cuerpo temblaba como si de una gelatina se tratase, además que su respiración empezó a agitarse poco a poco y su sonrisa de apoco se iba borrando, al igual que las lagrimas empezaban a hacer acto de presencia en sus ojos. ¡Iba a ir a prisión por sus actos! Y eso junto a los intensos gritos y duras palabras de Leia no hacían mas que quebrar a la pobre Sunny.

- ¡NO LE HABLES ASI A SUNNY ENANA MENDIGA! - Gritaría Madison soltándose del padre Thomas y mostrándose bastante molesta. Madison quiso ir a donde Sunny para protegerla pero el padre Thomas la tomaría con algo de fuerza del brazo para evitar que fuera a donde la chica Loud. - No Madison, no lo hagas. - La pequeña miraría con algo de sorpresa y tristeza al hombre para fruncir sus labios y luego observar a Sunny.

La pequeña Loud llevaría ambas manos hacia su cabello borrando por completo su sonrisa y agachándose en su lugar haciéndose bolita mientras empezaba a balbucear cosas incoherentes, negando con su cabeza mientras cerraba sus ojos y buscaba pensar en algo positivo, algo que la hiciera feliz, algo como. . . Su familia.

◇ Flashback ◇

- ¡Suuuuuunnyyy! - Se escuchaba aquella voz algo chillona y femenina, se trataba de Bikini, quien parecía tener unos 13 años. La mayor de las hermanas bajaba las escaleras buscando a su hermanita menor, la cual según Sam se habría escondido ya que pensó que jugaban a las escondidas. - Sunny, si estás por aquí da un golpe. - Diría Bikini mientras miraba a los lados para luego ver el armario bajo las escaleras, empezando a caminar de forma lenta a la misma para poner la mano sobre el pomo. Entonces se escucharía un golpe desde el interior del armario, haciendo que Bikini abriera la puerta para ver a Sunny entre las cosas. - ¡Ahí estas!

- ¡Encontraste a Sunny! - Diría la pequeña de 8 años con alegría levantando sus brazos y lanzándose sobre su hermana mayor abrazándola con fuerza. Bikini soltó una risa ante eso para corresponder el abrazo por parte de su hermanita para decir. - Si, me alegra haberte encontrado Sunny, a la próxima dime cuando "juegues" a las escondidas con Sam, sabes que ella es pésima buscando. - Eso último lo diría en un murmuró a la menor, quien soltaría una leve risa para asentir.

Bikini le miro por unos momentos para luego ver al armario, se separó un poco de Sunny para decir. - Pensé que te asustaba el armario. ¿Qué te hizo cambiar eso Sunny? - Llevaba una mano hacia su cintura y observaba a Sunny. La menor tenía una sonrisa en su rostro hasta que escucho eso, borrando por unos momentos su sonrisa para decir. - Es que. . . Unos niños se rieron de mi cuando dije que me daba miedo el armario, dijeron que era una cobarde. ¡Pe-Pero ahora ya no lo soy! ¡Porque pude meterme ahí y sólo tuve miedo por 10 minutos! - Sunny levantó sus brazos victoriosa al decir eso.

Bikini le miro por unos momentos preguntándose si los niños eran tan crueles para burlarse de los miedos de otro. La mayor llevo una mano a la cabeza de la menor dándole una caricia para decir con cierta alegría. - ¡Eso es genial Sunny! Eres una pequeña muy valiente, no cualquiera puede superar su miedo de esa forma. - Sunny se sentiría realmente animada por esas palabras de su hermana mayor, haciendo que moviera un poco sus dedos jugando con estos.

- Y recuerda, cuando esos niños te molesten nuevamente. ¡Tú sonríe! No les des la satisfacción de que te quiten tu sonrisa, ni ellos ni nadie más. ¿Si? Demuestra que eres una pequeña valiente, que nada ni nadie va a hacer que pierdas tu brillante sonrisa. ¿Si? - Bikini diría eso arrodillándose a la altura de Sunny llevando ambas manos hacia el rostro de su hermanita menor. Sunny tenía un leve brillo en sus ojos, frunciendo sus labios para luego sonreír y asentir repetidas veces. - ¡S-Si! ¡El mundo tendrá que prepararse para mi maravillosa sonrisa! - Bikini soltó una leve risa ante eso para decir. - Eso me alegra mucho Sunny, seguro papá y Sam también desean ver esa encantadora y maravillosa sonrisa tuya siempre~


◇ Fin del flashback


Sunny al recordar aquello es que abriría sus ojos alejando lentamente sus manos de su cabello para entonces mirar hacia el frente observando a Leia siendo detenida por Lindsey y el guardia, ya que Leia buscaba acabar con Sunny. La de pelos negros frunció sus labios y ceño para entonces empezar a levantarse de su lugar y de esa forma empezar a acercarse a Leia.


- ¡Voy a acabar contigo! - Diría Leia con sus ojos cerrados hasta que abriría los mismos observando a Sunny en frente de ella, notando como ella levantaba su brazo y cerraba su puño, pareciendo que iba a golpear a Leia de nueva cuenta, pudiendo ver el rostro furioso de Sunny, quien enseñaba sus dientes y mostraba un enorme enojo. Pero de repente Sunny fue tomada de su muñeca de forma fuerte y luego, como si no pesara nada, Sunny seria elevada por los aires y caería de cara contra el suelo, mientras que su brazo era torcido. Lana era quien estaba haciendo todo esto, manteniendo contra el suelo a Sunny para decir. - ¡Enemigo contrarrestado!


- ¡Lana! ¡Suelta a mi hija! - Gritaría Lincoln con total molestia tomando a Lana por la espalda para apartarla de inmediato de Sunny haciendo que su hermana caiga sentada al suelo. Lana soltó un quejido para darse cuenta lo que había hecho, acomodando sus lentes algo avergonzada para decir. - Ups, lo siento hermano. . . Ya sabes, la costumbre. - De repente es que Leia se habría soltado para correr hacia Lana abrazándola y fingiría total miedo y tristeza. - ¡Tía Lana! ¡Sunny me golpeo y estaba apunto de hacerlo otra vez!


Lincoln al escuchar eso es que se mostro totalmente sorprendido, ayudando a su pequeña hija a levantarse del suelo y verificando que se encontraba bien. El hombre de blancos cabellos miro a su sobrina y hermana para fruncir su ceño con molestia y algo de confusión. - E-eso no es posible, Sunny no seria capaz de lastimar ni a una mosca. . . - Sunny al escuchar eso de su padre es que empezó a sentirse avergonzada, mirando hacia otro lado mientras posaba su mano sobre su muñeca algo adolorida. Lana se levanto acomodándose su traje para entonces decir. - Bueno, parece que el pequeño rayo de sol quema igual que una grande. . . Lo siento Lincoln, pero tu hija ahora es mi enemigo. - Al decir eso es que se prepararía para la batalla.

Lincoln al escuchar eso es que quedo consternado y de inmediato se pondría frente a Sunny protegiéndola para mirar de mala manera a Lana, cuestionándole. - ¿Piensas golpear a mi hija, Lana? - La rubia al escuchar eso es que empezó a ponerse nerviosa, pues en realidad no quería golpear ni hacerle daño a Sunny, pero Leia le tomo del pie para llamar su atención y la niña diría de forma amenazante. - Dale una golpiza a esa horrorosa niña. . . O tendré que hablar con mamá de tu puesto de trabajo. . . - Lana de alguna forma se sintió fuertemente intimidada, pues la pequeña Leia le recordaba a su hermana.


- ¡Un segundo! ¡Tú eres una de las personas que me ataco la otra noche! - Diría el padre Thomas mientras señalaba a Lana frunciendo el ceño, reconoció de inmediato a la chica acercándose a la misma. - Tengo una buena memoria, podría reconocerte en cualquier lugar. . . - Lana entro en pánico al escuchar eso para mirar a Thomas y luego mirar a Lincoln, quien se veía totalmente sorprendido por eso y entrecerrando sus ojos. Thomas observaría a Lincoln mostrando su molestia, empezando a acercarse hacia Lincoln. El peliblanco al verlo es que entrecerró sus ojos frunciendo su ceño y ocultando aun mas a Sunny detrás suyo.


- Se que tú debes estar detrás de esto Lincoln, porque quieres ver mi moral quebrarse. . . Se que estas enojado conmigo y con el mundo porque tus métodos no funcionaron, porque alguien logro lo que tú no. . . ¿Pero a esto ha llegado tu odio, tu rencor? ¿A mandar a tu hermana a darme una paliza? - Thomas intentaba calmarse pero en su tono se le escuchaba bastante molesto, estando cara a cara con Lincoln. El peliblanco respiro hondo mientras dirigía su mirada hacia otro lado, le molestaban aquellas palabras por parte del padre, le molestaba que le estaba inculpando de algo que él ni siquiera hizo. Lincoln miro de forma fija a Thomas para responder. - Yo no la mande.

Ambos hombres se mantendrían observando de forma fija, notándose la molestia en la mirada de ambos por estar uno frente al otro. Lana observaba la situación tragando saliva para entonces tomar a Leia y Lindsey en sus brazos, quería tomar al padre Thomas y hacerlo volar como hizo con Sunny, pero su prioridad en esos momentos era poner a salvo a Leia y Lindsey y comunicarle a Lola que se encontraban bien, bueno, al menos Lindsey lo estaba.


Lincoln solo observo de reojo como es que Lana parecía marcharse de allí con las dos hijas de Lola, lo cual en parte hizo que se sintiera decepcionado, de por si se sentía traicionado y confuso del porque Lana habría atacado al Padre Thomas, aunque de inmediato pudo suponer que se trataba de algo planeado por Lola. . . Aunque ahora solo esperaba que en esos momentos ella hubiera hecho algo para defenderlo. Madison se movería tomando de la mano al padre Thomas para jalar un poco la misma. - Por favor, padre, no le haga nada al señor Loud. ¡Él es una buena persona! - Madison hablaba con algo de tristeza mientras entrecerraba sus ojos, esperaba poder convencer al padre Thomas de no hacer nada.


- Madison, no te metas. - Ordenaría Thomas mirando a la niña por unos momentos para luego observar a Lincoln. La gente alrededor estaban observando la escena, muchos sacando sus teléfonos para grabar y otros transmitiendo en vivo lo que pasaba, pues tanto el padre Thomas como el psicólogo Lincoln Loud eran conocidos en Royal Woods. De repente es que Bikini y Samsara saldrían de entre la gente parra acercarse al lugar. - ¡Papá! ¡Sunny! - Sunny y Lincoln voltearían al escuchar a la mayor. Bikini de inmediato se lanzo hacia Sunny abrazándola con fuerza, estaba tan feliz de que Sunny estuviera bien. Samsara sonreiría al ver que Sunny se encontraba bien, parándose junto a ella y Bikini llevando una mano sobre la cabeza de ella diciendo. - No vuelvas a asustarnos así Sunny.


Sunny sentiría como una enorme calidez empezaba a llenar su corazón al ser rodeada por sus hermanas mayores, correspondiendo el abrazo de Bikini y poco a poco empezando a dibujar una sonrisa de oreja a oreja. Lincoln observaría de reojo a sus tres hijas en aquel momento que le haría dibujar una sonrisa, mirando de nuevo a Thomas para entonces decir. - ¿Sabes qué? Cúlpame de todo lo que quieras, cree todas las tonterías que quieras. . . Ya no me importa, lo único que me importa es una cosa. . . No te acerques nunca mas a mi familia. - Al decir eso es que sonó bastante serio. Thomas quedo algo sorprendido ante eso, no sabiendo bien que responder.


Lincoln daría media vuelta para observar a sus hijas, posando una mano sobre los hombros de Bikini y Samsara para decir. - ¿Qué les parece si vamos a casa? Les comprare algo de helado en el camino. - Los ojos de Sunny brillaron al escuchar eso, ella sentiría como si todos los problemas que había tenido con Leia le habrían desaparecido, lo único que pasaba por su mente en esos momentos era el estar con su familia y comer un delicioso helado. Bikini se enderezo parándose aun lado de Lincoln para tomar de su mano entrelazando sus dedos, cerro sus ojos y diría. - Pastelito, es muy temprano para tomar un helado, además hace algo de frio. . . Pero, supongo que podemos hacer una excepción por hoy. - Bikini abriría sus ojos para observar a Sunny y luego a su padre, quien se alegro al ver que Bikini apoyaba la idea.


- ¡Si! ¡Vamos a comer el postre de los ganadores! - Diría Sam tomando de los hombros a Sunny agitándola y haciendo que ella diera leves gritos de alegría. Las personas simplemente observaban como es que aquel hombre parecía retirarse junto a sus hijas. Thomas se mantendría en su lugar mientras miraba al hombre marcharse, este entrecerró sus ojos para luego observar a Madison, la cual movía su mano despidiéndose de la familia Loud, hasta que su mano fue tomada por Thomas, quien comento con una leve sonrisa. - Vamos pequeña. . . Ya no tienes que preocuparte por Lincoln Loud nunca mas, ya no nos dará problemas. - Madison quedo confundida sobre esas palabras, pero lo único que ella pudo hacer fue limitarse a seguir al padre Thomas.


◇◇◇◇◇◇◇


- Y-Ya se están tardando. . . - Diría Lola mientras caminaba de un lado a otro fingiendo que mordía sus uñas, porque, por favor. ¿Quién podría morderse las uñas cuando estas eran las uñas que protagonizaron una revista sobre las partes mas hermosas del cuerpo humano? La rubia estaba realmente nerviosa, pues no tenia noticias de sus hijas y Lana y Lincoln no habían vuelto. Tony por su parte estaba sentado en una banca diciendo. - No te preocupes tanto mi amorcito, que te saldrán arrugas.


Lola miro de mala manera a su esposo aguantando las ganas de gritarle, por lo que solo tomo un respiro y soltó un pesado suspiro. Entonces ella escucho un ruido y voltearía para ver a Lana corriendo a donde ella con Leia y Lindsey en sus brazos. - ¡MIS BEBES! - Lola grito con lagrimas de felicidad en sus ojos y apenas fue que Lana dejo a ambas niñas en el suelo es que ella abrazo a ambas con fuerza empezando a llenar sus rostros de besos. - ¡NO DEJARE QUE SE ALEJEN DE MI DE NUEVO SIN SEGURIDAD! - Lola estaba ya con lagrimas en los ojos y casi cayéndosele los mocos, hasta que noto la mejilla algo hinchada de Leia. - Leia. . . ¿Qué te paso?


- ¡Fue la retardada hija del tío Lincoln! ¡Me golpeo en la cara! - Diría Leia con total molestia señalando su mejilla con ambas manos y mirando con su ceño fruncido a Lola, quien quedo en shock ante eso. Lindsey le dio un golpe en el hombro a Leia para exclamar. - ¡Deja de llamar a Sunny de esas formas! ¡Ella solo quiso ser amable, tú la llevaste a que te hiciera eso! - Leia gruño con rabia al escuchar eso. ¿Su propia hermana le estaba dando la espalda? Parecía que nadie recordaba que ella era la victima en todo este asunto.

Lola no podía creer las palabras de su hija, por lo que se levanto para observar a Lana y preguntar. - Lincoln. . . ¿Dónde esta? Ne-Necesito hablar con él. . . - Lana mordió su labio inferior al escuchar eso mirando hacia otro lado y moviendo un poco sus manos de forma nerviosa. Lola al ver eso es que entrecerró sus ojos para preguntar. - ¿Qué paso?


- Bueno. . . Puede. . . Puede ser que haya sometido a Sunny contra el suelo, y puede que justamente apareció el tipo que mandaste a que diéramos una paliza la otra noche, y puede que Lincoln lo haya descubierto y ahora no nos querrá cerca por un tiempo. . . ¡Pero solo es un puede! - Lana explicaba como podía e intentando no hacer que Lola se enojase, cubriéndose con sus brazos y cerrando sus ojos de inmediato. Lola solo soltó un suspiro, notándose desanimada, mirando hacia abajo para simplemente decir. - . . .Quizás fue un error que hayamos venido. - Lana al escuchar eso es que se mostro algo comprensiva con su hermana, acercándose a ella y posando una mano sobre su hombro, esperaba que pudieran solucionar las cosas con Lincoln pronto.


◇◇◇◇◇◇◇


◇ Flashback ◇


- Vaya, que hermosa sonrisa que tienes Sunny. - Diría Lincoln mientras se encontraba cocinando algo, observando como es que su hijita de 8 años le enseñaba lo que ella llamaba "su nueva sonrisa". Sunny al escuchar eso por parte de su padre es que sintió una enorme emoción empezando a dar saltos en su lugar. - ¡Si! ¡A papi le gusta mi nueva sonrisa!


- No entiendo eso de "nueva sonrisa". . . - Diría Samsara quien estaba poniendo los platos sobre la mesa para que pudieran cenar, mirando algo confusa a su hermanita y luego observando a Bikini en busca de respuestas. La mayor se encontraba preparando en esos momentos algo de jugo de naranja, aunque al sentir la mirada de Samsara es que respondió sus dudas. - Oh, bueno. . . Creo que Sunny se refiere a que ahora posee una nueva razón para sonreír, una nueva razón que la haga feliz. ¿Verdad papi? - Y ahora todas dirigieron su mirada hacia Lincoln, quien al escuchar eso respondería. - Supongo que si. . . De todos modos, me alegra que sonrías Sunny, no importa la razón, siempre es bueno verte sonreír. . . También a ustedes dos. - Lincoln señalaría a Samsara y Bikini con su mano derecha.


- ¡Yo sonrió cuando es necesario o hay un momento feliz! - Excuso Sam mientras que iba ahora a buscar los vasos para poder ponerlos sobre la mesa, ella no era mucho de sonreír seguido, pero tampoco era algo que se le complicase. Bikini soltó una leve risa para cerrar sus ojos y responder. - Pues si a papi le hace feliz el verme sonreír, sonreiré cuanto pueda.


Sunny solamente observaba toda aquella escena familiar con su nueva sonrisa en su rostro, realmente se sentía muy feliz y, inconscientemente, se sentía afortunada de estar en una familia muy amorosa y sonriente.


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