En algún lugar a las fueras de la ciudad de Royal Woods, se podía ver a un niño albino correr asustado hacia el bosque. Sus lágrimas se mezclaban con palabras de arrepentimiento mientras buscaba refugio en la penumbra.

Mientras corría entre los árboles, el niño albino murmuraba entre sollozos:

Niño: ¿Por qué? ¿Por qué? ¿Cómo lleguamos a esto? (sollozo) Yo no quería... ¿Cómo rayos hice eso?

Sus palabras resonaban en el silencioso bosque. Entre sollozos, detuvo su carrera y miró su mano, cubierta con restos de carne, sangre y algo de cabello castaño carbonizado. La manga de su camisa estaba parcialmente quemada, revelando las huellas del incidente. La sorpresa y el horror se reflejaban en sus ojos mientras intentaba comprender lo ocurrido.

Niño: ¿Por que? ¿Por qué? ¿¡¡¡Por quéeeeee!!!?...

El niño se dejó caer exhausto a los pies de un árbol, solo para terminar desbordándose en un profundo llanto. El agotamiento y la tristeza lo terminaron envolvíendo.

De repente sintió como la tierra comenzaba a temblar bajo sus pies, rapidamente se incorporó con sorpresa.

Niño: ¿Que sucede? ¡Ahhhh!...

Un extraño y fuerte tronar resonó a su alrededor, aumentando la inquietud que ya sentia en esa situación. Con su mirada alerta, trató de encontrar una explicación al misterioso fenómeno. Al levantar la vista hacia el cielo, se percató de que este parecía estarse partiendo. Grietas oscuras se abrían en todo el firmamento.

Niño: (con voz temblorosa) ¿Q... que... esta pasando?....

La combinación de este fenómeno con los eventos anteriores aumentaba la confusión y el temor en el corazón del albino.

Desde la lejanía comenzó a escuchar la alarma de emergencia de la ciudad, acompañada por sonidos caóticos que indicaban el inicio del caos. Entre gritos distantes y ruidos desordenados, la preocupación se reflejó en su rostro. Alerta por los sonidos a su alrededor, percibió algo acercándose por detrás. Al girarse, fue repentinamente empujado con fuerza.

Chico: ¡Ahhhhhhh!

El chico despertó exaltado, con su corazón latiendo con fuerza. La realidad de aquel recuerdo desgarrador aún resonaba en su mente, dejándolo con una sensación de ansiedad. Aún aturdido por lo que parecía ser más que un sueño, se percató de la presencia del lector.

Chico: ¡Oh!... vaya, ha pasado un buen tiempo desde la última vez que hablé con ustedes... Mi nombre es Lincoln Loud, por cierto, ah bueno, seguro que ya saben eso.

Lincoln se frotó los ojos y suspiró profundamente.

Lincoln: ¿Hmmm? ¿Qué fue todo ese sueño? Bueno, verán, hace ocho años comenzaron a abrirse portales o grietas por todo el mundo, y de ellos emergieron cientos de monstruos que empezaron a asesinar y devorar a las personas. Fue un caos total. A pesar de los intentos de las fuerzas armadas por detenerlos, terminaron siendo derrotados. Pueblos y ciudades fueron destruidos junto con sus habitantes por estas criaturas. Al final, se reprodujeron y se esparcieron por el mundo, apoderándose de él.

Lincoln, después de un momento de silencio, comenzó a vestirse y recoger sus cosas. Cada movimiento mostraba una mezcla de determinación y preparación para lo que pudiera venir.

Una vez vestido, se dispuso a preparar su comida. Con un gesto hábil, Lincoln generó una pequeña bola de fuego en su mano, la llama danzando entre sus dedos, proporcionando el calor necesario para cocinar un trozo de carne que tenía guardado.

Lincoln: (mostrando la pequeña bola de fuego) Algunos de nosotros, los humanos, desarrollamos habilidades como esta el día que se abrieron los portales.

Lincoln: Algunos despertaron con capacidades sorprendentes, como controlar el fuego, telequinesis... entre otras. Es como si algo en esos eventos hubiera desencadenado algo dentro de nosotros.

Mientras hablaba, Lincoln sostenía la bola de fuego en la mano, vigilando de cerca la carne mientras se cocinaba. La llama brillaba tenuemente en el aire, reflejando en sus ojos una mezcla de poder y tristeza.

Lincoln: ¿Que por qué no utilizamos estas habilidades para defendernos?

Hizo una pausa, sus ojos se desvíaron hacia el suelo mientras sus pensamientos lo arrastran a recuerdos lejanos. El silencio se alargo por unos segundos antes de que el continúara.

Lincoln: Bueno... aparte de que solo unas pocas personas desarrollaron estos poderes, no es como si tuviéramos control total de ellos desde el principio.

Su voz comenzo a debilitarse, y su rostro refleja la carga de lo que está a punto de decir. Se toma un momento, como si las palabras fueran pesadas en su boca.

Lincoln: Muchos... muchos de nosotros tuvimos accidentes. (Suspira profundamente, su mirada oscureciéndose). No sabíamos lo que estábamos haciendo. Algunos lastimaron a sus amigos, otros... se lastimaron a sí mismos.

Su expresión cambia, la tristeza transformándose en algo más oscuro. Los recuerdos que lo atormentan claramente lo afectan, su mandíbula se tensa y su voz se vuelve un susurro lleno de dolor.

Lincoln: Y en el peor de los casos... llamaron la atención de las criaturas.

Cierra los ojos por un breve instante, su respiración se vuelve pesada, como si el peso de sus palabras lo aplastara.

Lincoln: Y murieron...

Se detuvo un instante, con el silencio llenando el espacio a su alrededor. Su mirada se perdió en la pequeña llama que aún danzaba en su mano, como si recordara a aquellos que no sobrevivieron.

Lincoln: (suspirando) Gracias a esos incidentes... no somos bien vistos por la gente.

Cuando la carne finalmente estuvo lista, perfectamente cocinada. Lincoln apagó la bola de fuego con un simple gesto, y el aroma tentador de la carne llenó el lugar. Se sentó, agradecido por este pequeño logro, y comenzó a comer en silencio.

Tras terminar su comida, comenzó a guardar sus pertenencias en una mochila. Cada movimiento era metódico, preciso, reflejando una familiaridad arraigada con la rutina de sobrevivir día a día en un mundo hostil. Cada cosa tenía su lugar en la mochila, y Lincoln lo hacía todo de forma eficiente, como alguien que sabe que debe estar siempre preparado para lo inesperado.

Lincoln: ¿Eh?... ¿Qué planeas hacer, Lincoln? Bueno... Desde hace tiempo, estoy buscando a mis hermanas, Lori y Lisa. Un unos meses antes de que todo esto comenzara, Lisa fue invitada a un proyecto con otros científicos, y Lori se fue con ella para cuidarla. He estado tratando de localizarlas desde entonces.

Hizo una pausa, ajustando una correa de su mochila mientras su expresión se oscurecía un poco.

Lincoln: (murmurando) Muchas cosas han cambiado... pero encontrarlas sigue siendo mi prioridad.

Mientras se preparaba para salir, el ambiente se volvió tenso. Una pregunta flotaba en el aire, una que él sabía que inevitablemente surgiría. Antes de que el lector pudiera siquiera formularla, Lincoln bajó la mirada, visiblemente incómodo.

Lincoln: ¿Qué pasó con el resto de tu familia, Lincoln? (su rostro se endureció, y su tono se volvió frío) Preferiría no hablar de eso... Es un capítulo del que no quiero ahondar.

Con la mochila al hombro y un aire de determinación renovada, Lincoln salió de su refugio. La luz del día bañaba el camino frente a él, mientras se adentraba en el vasto y peligroso mundo que había sido transformado por el azote de las criaturas.

Sud pasos eran firmes y su mirada decidida, como si estuviera listo para enfrentar cualquier cosa que el destino le pusiera por delante.

La búsqueda de sus hermanas, Lori y Lisa, lo mantenía en marcha, siendo lo único que aún le daba propósito en este mundo destrozado. Y aunque no sabía qué le esperaba en el camino, Lincoln sabía una cosa...

No se detendría hasta encontrarlas.

FIN DEL CAPITULO.