Lori se encontraba en su nueva oficina viendo las cámaras. Había recibido una llamada de su compañero del turno de día, el cual le dijo que los animatrónicos vagaban libremente en el restaurante durante la noche para evitar que sus sistemas se bloqueen, y que tal vez no la verían como un ser humano, sino como el endoesqueleto de un robot al cual intentan meter en un traje de Freddy Fazbear. Al suceder esto, el traje podría aplastarte lo bastante hasta la muerte. También le dijo que podía defenderse cerrando las puertas de la oficina e incluso vigilarlos a través de las cámaras. Pero también le dijo tener cuidado de no gastar la batería de la oficina.

Lori obviamente no creyó en eso, pensando que obviamente sería una broma de mal gusto. Pero pronto descubrió algo impactante. Mientras miraba las cámaras, se dio cuenta de algo... El animatrónico Bonnie había desaparecido del escenario y ahora estaba parado en el pasillo izquierdo hacia la oficina.

Lori: ¿Qué rayos? -*Dijo extrañada*

Lori asomó su cabeza en la puerta izquierda y con un botón encendió la luz de la puerta. Pudo ver a Bonnie parado en el pasillo mirándola fijamente. Lori estaba extrañada al ver eso, esperaba que Bonnie volviera a su lugar o se vaya a otro lado. Pero ocurrió lo contrario. Los ojos de Bonnie cambiaron a unos ojos de color negro con pupilas blancas y corrió directamente hacia ella.

Lori entró rápidamente a la oficina y cerró la puerta con un botón. Al cerrar la puerta, pudo escuchar golpes en el otro lado de la puerta. Lori lentamente asomó su cabeza hacia la ventana. No había nada más que sólo oscuridad. Lori encendió la luz del pasillo con el botón y ahí estaba Bonnie, parado en la ventana mirándola fijamente con esos ojos negros y pupilas blancas. Lori del susto cayó al suelo mientras retrocedía asustada.

Lori:-*Respirando asustada y agitada*

Bonnie: Ten cuidado con la derecha... -*Dijo con una voz aterradora antes de irse*

Lori no sabía a que se refería Bonnie, pero pronto recordó la energía. Rápidamente abrió la puerta y apagó la luz de la puerta. No sabía si esto era un sueño o la realidad, pero pronto alguien la sacó de sus pensamientos. Alguien la había agarrado por detrás, alguien con una fuerza sobrehumana. Lori pudo de quien se trataba. Era el oso Freddy, con esos ojos negros y con esas pupilas blancas.

Lori trataba de zafarse del agarre, pero era inútil, de todos modos Freddy era el más fuerte, no ella. Freddy la tomó del cuello y abrió lentamente su boca, luego acercó la cabeza de Lori a su boca y la mordió de una forma brutal, matandola en el proceso.

Freddy: Una menos. Quedan nueve... -*Dijo con una voz demoniaca*

Continuará...