•✦───────────•✧ NOTA DE LA AUTORA:

¡Hola, gente hermos@! Les saludo deseándoles buenos días, tardes o noches, según la hora en la que estén leyendo esto.

Este capítulo lo reescribí de nuevo, porque siento que la protagonista tiene que sacar su lado oscuro.

Gracias por su apoyo en esta historia ❤️✨.

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Un par de días habían transcurrido desde el incidente con Nisha y, a pesar de que intentaba salir con cierta seguridad, el temor de encontrarse en la misma situación rondaba su mente todos los días. Por eso, comenzó a llevar un gas pimienta en su bolsillo.

Sin embargo, eso no era lo único que ocupaba sus pensamientos, sino también las palabras de ese desconocido acerca de que Regina era su madre. ¿Podría ser cierto? ¿Existiría la posibilidad de que, después de tantos años, se encontraran? Estaba tan concentrada que que no sintió la presencia de la señorita Blanchard, pero supo que estaba esperando una respuesta de lo que fuera que estuviera diciendo.

—Disculpa, no estaba prestando atención, tenía mi mente en otro mundo.—murmuró Nisha, soltando una pequeña risa mientras sus pensamientos volvían al presente.

—Tranquila, todos necesitamos escapar de vez en cuando —dijo Mary Margaret, entregándole una taza de café—. ¿Y . . . ya tienes planes para tu último día de descanso?

—Quería ir a ver a Regina.—confeso la azabache sintiendo un nudo en el pecho al recordar la invitación para irse a vivir con ella, con el motivo de una 'mejor protección'.—Tal vez pasar a la peluquería.

—Bueno es que . . . yo quería decirte que Emma sigue preocupada por lo que pasó con ese día, ya sabes con ese hombre.—informo la mujer acercándose un poco más a su inquilina.—Creo que lo mejor sería que te quedaras en casa . . . tal vez podrías ayudarme a organizar la alacena.

Nish solo brindo media sonrisa mientras asentía lentamente, aunque entendía la preocupación de Emma quedarse encerrada en casa no era algo que la emocionara. Así que cuando la señorita Blanchard se dio la vuelta para sacar algunas cajas de la cocina, tomo rápido su bolso antes de salir corriendo del departamento.

La chica salió de los departamentos de manera rápida, esperando no encontrarse a la rubia en el camino. Simplemente daría un paseo para despejar su mente. Observaba como la mayoría de habitantes hacia su rutina diaria, era como si todos estuvieran programados al mismo tiempo, sin embargo un par de graznidos llamo su atención desviándola un poco de su camino.

—¡OYE!, ¿Qué crees que estas haciendo? ¿Por que te lo llevas?—pregunto Barton cuando vio al Sheriff encerrando al cuervo en una jaula.

—Señorita Barton, buen día.—Graham volteo a verla con una sonrisa antes de señalar al animal que no paraba de azotarse contra los barrotes.—Este pequeño bribón ha estado dando muchos problemas. Así que me lo llevare a control de animales.

—¿Qué tipo de problemas puede meterse alguien tan pequeño?—cuestiono Adreanna con un tono lleno de incredulidad.

—Bueno . . . varios vecinos han reportado que esta destrozando los sembradíos y algunos jardines.—informo el castaño recordando todas las llamadas que había recibido.

—Pero esa es su naturaleza, no puedes llevártelo solo por cumplir sus necesidades básicas.—explico la chica quitándole la jaula de las manos.—Es como si te piden arrestar a las personas solo por respirar.

En ese momento, el sheriff no sabía cuál de las dos "hermanas locas" era la más testaruda, la rubia era bastante cerrada mientras que la azabache decía sus puntos de vista desde la lógica hasta la fantasía. Al igual que no comprendía cuál era el interés de la alcaldesa para sacar a ese animal de las calles. Jamás había molestado a nadie y no estaba seguro de que fuera el culpable de los destrozos en los sembradíos.

—Ok, tu ganas. Llévatelo, pero si pregunta Regina . . . el cuervo fue más rápido que nosotros.—Graham se dio por vencido ante los ojos de cachorro herido que le hacia la chica, además de que tenía que quedar bien con la 'hermana' de Emma.

—Tranquilo, me llevare este secreto a la tumba.—aseguro Nisha retrocediendo un par de pasos con la jaula.

—Eres justo como Swan te describió.—confeso el castaño recordando las palabras dichas por la rubia sobre que Adreanna era un pequeño rayo de sol en un mundo oscuro.

—Supongo que cosas buenas, ¿Cierto?—Barton intento indagar en el tema, pero solo recibió un suave asentamiento como respuesta.—Bueno . . . me despido, tengo que liberar a este pequeño revoltoso, tal vez lo deje cerca del bosque para que no se meta en problemas.

—Espera . . . antes de que te vayas quiero decirte algo.—el sheriff acorto la distancia entre ellos, buscando las palabras adecuadas para aclarar ese tema.—Se que ya te enteraste que mi relación con Regina termino y bueno Emma y yo . . .

—Graham, te diré lo mismo que le dije a mi hermana. Ambos son adultos, son libres de hacer lo que quieran con su vida. Pero si llegara a enterarme de que le has causado algún daño, te juro que conocerás una faceta de mi, que nadie a visto.—amenazo la azabache antes de comenzar a caminar hacia una de las entradas del bosque.

Adreanna notaba como el pequeño animal había cambiado su comportamiento, había dejado de azotarse en la jaula. Tal vez comprendía que no estaba en peligro o simplemente reconocía a la azabache después de todos esos sustos que le había provocado.

—Bien pequeñín, me debes una.—murmuro la chica antes de liberarlo mirando como volaba a hacia un árbol cercano.

La chica solo lo miro antes de sacudir su mano como una despedida y darse la vuelta para dirigirse a su hogar. Sin embargo en el camino sintió que su 'hermana' podría molestarse cuando se enterara que decidió salir a pesar de que ese hombre aún no fuera capturado.

Así que se debió a Granny's para poder compara algo de comer y tener una buena excusa ante su ausencia. Sin embargo las cosas no salieron como ella quería porque Ruby buscaba algún pretexto para hablar con Nisha, así que termino tardándose un poco más de lo previste.

—¡Ya llegue! . . . Traje algo de pasta para cenar.—informo Nisha entrando al departamento antes de dejar las bolsas en la cocina.

—Me alegra que llegaran, estaba muy preocupada por ustedes.—menciono Mary Margaret mientras salía de su habitación, sin embargo se detuvo de golpe cuando vio a solo una de las 'hermanas'—¿Emma no estaba contigo?

—No, estuve prácticamente sola.—informo la azabache sintiendo que había algo malo detrás de esto, ya que no la había inundando de llamadas.—Es raro, por que a esta hora ya esta en casa.

—Intente llamarla, pero su teléfono me manda directamente a buzón.—comento la señorita Blanchard mientras volví a revisar su teléfono.—¿Crees que se haya metido en problemas de nuevo?

—Es una posibilidad.—murmuro Adreanna recordando todas las peleas que había tenido con Regina.

—Sabes . . . Llamare a la comisaria para preguntar por ella, tal vez se quedo un par de horas extra y se le olvido decirnos.—dedujo la señorita Blanchard mientras se acercaba al teléfono de la cocina.

—Si . . . tu llama a su trabajo y yo saldré a buscarla.—menciono Barton tomando rápidamente sus cosas para regresar a la calle.

En ese momento la puerta se abrió relajando a las dos mujeres que estaban en búsqueda de la rubia, pero un sentimiento de preocupación se volvió a encender cuando notaron sus ojos llorosos y cara hinchada.

—¿Qué paso?—pregunto la azabache ayudándola a caminar hacia la sala. Sin embargo Emma la guio a la habitación, no le gustaba que la vieran llorar.

—Graham falleció.—murmuro la rubia aferrándose a su "hermana", dejándola completamente en shock.—Tuvo un infarto o eso creen los doctores . . . Creo que murió en mis brazos.

Nisha no sabía qué decir exactamente. No podía afirmar que entendía lo que sentía porque no era así; jamás había pasado por una situación similar. Así que simplemente consoló a su amiga, acariciándole el cabello hasta que esta se quedó dormida a su lado.

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Dos semanas habían pasado desde la muerte del sheriff y la mayoría del pueblo estaba de luto. Al parecer Graham era más querido de lo que se imaginaban y Adreanna ayudaba a su amiga a atravesar ese momento oscuro.

Lo único que le parecía extraño era que la alcaldesa, a pesar de haber mantenido una relación con ese hombre, parecía estar imperturbable, como si nada hubiera pasado. Aunque creía que quizás era porque Regina había decidido borrar cualquier sentimiento que hubiera tenido hacia él.

—¿Cómo esta ella?—pregunto Henry levantando su vista de su desayuno.

—Lo esta superando poco a poco.—murmuro Nisha despegando su atención de los documentos que dejo su jefa.—¿Puedo saber porque la estas evitando?

—Quiero mantenerla a salvo . . . se que a ti no te hará daño porque . . . eres importante para ella, pero con Emma es diferente.—confeso el niño limpiando alguna de sus lagrimas, sintiéndose en el fondo un poco culpable de lo que paso.

—Henry, le hicieron una autopsia y falleció por causas naturales, no tuvimos nada que ver.—informo Adreanna guardando sus cosas lista para llevar a su 'sobrino' a la escuela mientras que la alcaldesa se encargaba de encontrar un sustituto para Graham.

—Ella quiere que creas eso, no soportaría que la vieras como un monstruo.—menciono el niño guardando sus libros en su mochila.—Recuerda que ella es tu madre, puedo demostrarlo si me das un mechón de cabello puedo demostrarlo.

—Wou, wou . . . alto ahí, ¿Sabes cuantas personas me han arrancado un mechón de mi cabello?—pregunto la menor recibiendo una negación por parte del infante.—Solo dos . . . no es mucho, pero es raro que haya ocurrido dos veces.

—¿Dos veces? ¿Por que no lo dijiste antes? ¿Quién fue?, Tal vez alguno de ellos le dijo a la reina que eras su hija.—Henry la lleno de preguntas abrumándola un poco.

—Bueno . . . El Sr. Gold fue el primero. Dijo que tenía una rama atorada, y al momento de jalarla, se llevó una gran cantidad de mi cabello.—Nisha mostraba un mechón más corto que el resto— Y el segundo fue ese hombre . . . Pero no creo que lo haya logrado.

—No hablemos de ese hombre aquí, él es amigo de mamá.—murmuro Henry antes de caminar hacía la puerta, sosteniendo la mano de su 'tía'.

Ambos tenían la intención de llegar temprano a la escuela. Sin embargo, al abrir la puerta, Swan estaba parada justo enfrente de ellos, con la intención de tocar. Posiblemente quería hablar con Henry a solas, así que Nisha dejó que su 'hermana' se encargara de llevarlo, para que pudieran tener una conversación tranquila. 

Mientras que ella tendía un par de horas libres; tal vez podría adelantar un poco del papeleo pendiente que tenía. Todo iba normal hasta que un hombre la interceptó, asustándola un poco ante el movimiento inesperado.

—Lo siento, señorita Barton.—murmuro un hombre con aspecto sombrío, pero una sonrisa encantadora.—No quería espantarla

—No se preocupe, fue un accidente.—respondió la azabache intentando mantener la compostura.—Disculpe . . . ¿Nos conocemos?

—Bueno . . . tal vez solo nos hemos visto desde lejos, no habíamos tenido la oportunidad de presentarnos correctamente.—respondió el chico mientras besaba el dorso de la mano de Adreanna.—Diaval, es un placer.

—El placer es todo mío.—dijo Nisha intentando recordar si lo había visto por las calles o en alguna reunión de Regina.—Creo que tengo mala memoria, porque no recuerdo haberte visto antes.

—No se preocupe, señorita Barton. A veces, los rostros se mezclan entre la multitud. Pero le aseguro que es difícil olvidar a alguien como usted.—respondió Diaval brindándole su brazo para poder entrelazarlos y comenzar a caminar.

—¿Qué le hace creer que voy a acompañarlo?—Adreanna retrocedió un par de pasos, mirándolo con incredulidad.—No se que intenciones tenga y . . . 

—Madame, entiendo su desconfianza, pero la alcaldesa me mando para ayudarla a hacerle un cambio a su vestimenta.—mintió el azabache esperando que la mención de su jefa la hiciera decidirse.

La azabache solo lo miro con una mirada llena de dudas, no entendía como tal el punto o a que se refería. Así que le hizo una señal para que siguiera hablando.

—No tienes muchos atuendos, los reutilizas cada semana y ocasionalmente te he visto usar ropa con dibujos animados.—el 'cuervo' lo menciono haciendo la referencia al día que lo ayudo a salir de la jaula.

—¿Y qué tiene de malo? Es cómoda y me gusta.—Barton se quejo ante la idea de verse formal todo el tiempo.

La alcaldesa cree que, ahora que estarán en el ojo público debido a lo del nuevo sheriff, necesita usar algo más profesional.—explico Diaval recordando el plan que tenía con Maléfica.

La chica se quedo pensando, a pesar de que era un completo desconocido, sentía una inquietud en su interior. Había algo en ese hombre que le resultaba familiar, pero no podía encontrar que era. Sin embargo, decidió confiar en él tomando en cuenta que se 'conocían' al menos de vista. 

—Se ve que no eres de aquí.—la azabache rompió el silencio mientras pensaba a donde podrían ir.—Me hablas de usted, dices señorita y madame. Eres bastante educado . . . es como si vinieras de una época diferente.—bromeo un poco notando como su acompañante se tenso al escuchar el comentario.

—Supongo que tuve una crianza diferente, algo más . . . 'tradicional'.—dijo Diaval, intentando parecer relajado, no quería levantar sospechas.

—Te entiendo, fui adoptada por una familia así.—menciono Nisha sintiéndose cómoda al hablar de esos temas con su nuevo amigo.—Mis padres adoptivos trataban de inculcarme buenos modales y cosas así.

—En mi caso fue totalmente diferente.—informo el chico mientras que en su mente repasaba toda su historia.—Conocí a alguien me 'salvo' de una posible muerte segura . . . me puso bajo su protección y creo que ella me acostumbro a hablar así.

—¿Quieres decir que . . .?—la chica intento preguntar más sobre la vida del azabache, pero el se detuvo de un golpe, jalándola un poco en el proceso.

—Llegamos.—anuncio el azabache ayudándola a entrar en la tienda.—Solo espero que tengas tu tarjeta de crédito a la mano porque la necesitaras.

Diaval observaba a Nisha mientras ella paseaba de un lado a otro, consciente de que tenia una misión que cumplir, resaltar los rasgos que la hacían parecerse a Regina cuando era joven. El propósito estaba más que claro: demostrarle a Regina que no era la única que sabía sobre la presencia de su hija en Storybrooke.

Con cada minuto que pasaba, el 'cuervo' se esforzaba en moldear la apariencia de la azabache. Comenzó eligiendo cuidadosamente un estilo de ropa más formal, similar al que Mills usaba diariamente.

—No creo que esto sea una buena idea.—menciono Adreanna sintiéndose algo incomoda con el traje que llevaba.—Tengo algo de ropa un poco más formal para el trabajo, se que mi camisa de dibujos animados da una mala impresión, pero estaba de vacaci . . .

—Necesitas empezar a actuar como una verdadera profesional, querida.—el hombre dijo con una voz cargada de seriedad.—La manera en que te vistes y te comportas influye en cómo los demás te perciben. Si quieres ser respetada y tomada en serio, debes demostrar que eres capaz de estar a la altura de las circunstancias.

La chica solo escuchaba las palabras de su 'asesor de imagen' que insistía en que debía ser firme y segura de sí misma, quería que la mayoría se diera cuenta del parecido con Regina y tal vez el hechizo comenzara a debilitarse. La excusaba que usaba era que ahora era la asistente, el día de mañana podría ocupar el puesto de alcaldesa.

Habían pasado un par de horas juntos y notaba que él bebía algún liquido extraño de un frasco. Al igual que se asomaba por la ventana para ver la posición del sol, como si eso lo ayudara a saber el tiempo que había transcurrido. Sin embargo se puso raro cuando de un momento a otro desapareció, ni siquiera la señorita que la atendía se dio cuenta de su ausencia.

Estaba a punto de salir a buscarlo cuando recibió un mensaje de Regina, recordándole que tenía que pasar por unos documentos en su oficina antes de que iniciara el debate. Con algo de dificultad, se dirigió hacia el lugar de destino; no estaba acostumbrada a usar tacones y mucho menos a cargar tantas bolsas. Podía sentir las miradas de los pobladores ante su nuevo estilo, mientras murmuraban a su alrededor.

—¿Por que te disfrazaste de Regina?—la voz de Emma resonó en su espalda antes de emitir una risa.

—Fue idea de ella.—confeso Nisha intentando sentirse segura de su nueva apariencia.—Tomarán varias fotos en la asamblea . . . ya sabes para el periódico y quiere que me vea más profesional.

—Déjame ayudarte, creo que apenas puedes ponerte de pie.—la rubia sostuvo un par de bolsas para que no cargara tanto.—Las llevare al auto, solo no tardes, no quiero llegar tarde al debate.

—Si mamá.—se burlo Barton antes de entrar a la oficina de Regina.

El escritorio estaba repleto de papeles importantes. Aunque todos estaban ordenados en pilas, no encontraba el que necesitaba y no se sentía con a confianza de revolver todo por temor de perder o desacomodar algo importante.

Finalmente, abrió los cajones con la esperanza de hallar la carpeta que buscaba, y así fue. Justo fue el primero documento que vio, pero cuando la retiró del lugar para llevarla a la asamblea, notó un sobre que, gracias a su historial en el hospital, supo de qué clase de estudio se trataba de inmediato. La curiosidad se apoderó de ella y terminó por sacarlo para hurgarlo. 

Encontró una prueba de ADN positiva, revelando que su jefa, posiblemente ya había encontrado a su hija,. Sin embargo, su cuerpo palideció cuando identificó el mechón de cabello que estaba dentro, lo reconoció de inmediato ya que tenia una rama atorada justo como la que le 'quito' el señor Gold. Ella solo tomó la decisión de guardarlo en su bolso para obtener respuestas más tarde y dejar todo como estaba antes de salir de la oficina para subir al auto con su hermana.

—Te veo cuando termine esa cosa . . . ¡Deséame suerte!—grito Swan corriendo al ayuntamiento.

—Votare por ti.—aseguro la azabache en un susurro, casi como si se lo dijera a ella misma.

Ella decidió entrar después de regular su respiración, buscando un lugar donde pudiera ver a su hermana hablando sobre las razones por las que los habitantes deberían de votar para que ella fuera la nueva sheriff, aunque su búsqueda fue interrumpida cuando sintió una pequeña mano guiándola hasta delante.

—Todo saldrá bien.—aseguro Henry sentando a su tía a su lado mirando a Emma detrás de las cortinas.—¿Estas bien?, parece que viste a un fantasma.

—Hice algo malo . . . bueno en este punto siento que podría ir a la cárcel.—murmuro Barton incapaz de contarle que había decidido creer en su teoría de que Regina fuera su madre.

—¿Robaste un banco?—pregunto el pequeño con una diminuta risa, sabiendo que esa chica no podría ni matar una mosca, sin embargo su mirada perdida decía todo lo contrario.

—Decidí hacerte caso . . . ya sabes sobre el hechizo.—Nisha susurro esperando que nadie más estuviera atento a su conversación.—No puedo decirte que hice con exactitud, pero cuando tenga algo solido te lo diré.

—¿Creíste en la operación cobra?—pregunto Henry con una gran sonrisa abrazando con fuerza a su tía.—¿Fuiste tu sola o Emma sabe algo de esto?

Nisha tuvo que guardar silencio ante la presencia de Regina, así que solo logro señalarse a si misma dándole a entender que Swan no sabía nada de esto y esperaba que así siguiera por ahora. Y después de un incomodo debate donde todos votaron por que darle Emma fuera la nueva Sheriff solo por enfrentarse a Gold. Logro desaparecerse de la pequeña fiesta de victoria para ir a buscar respuestas.

Sin dudarlo un segundo entro a la tienda de antigüedades buscando con la mirada a ese hombre.

—Señorita Barton, creí que se quedaría con la señorita Swan para celebrar su nuevo puesto.—murmuro el oscuro viendo como la chica se acercaba sacando unos papeles de su bolsa.

—Usted lo sabía, ¿Verdad?—pregunto Adreanna mostrando el mechón junto con la prueba de ADN.—Por eso me fingió ayudarme a quitar una rama del cabello, quería solo un mechón para dárselo a ella, por eso se quedo con mi collar.

—Voy a admitir que te subestime bastante.—el castaño sonrió ante las acusaciones de la chica.

—¿Qué quería lograr con todo esto? ¿Por qué jugar conmigo?—pregunto Nisha en un tono más elevado esperando tener respuestas.—Si ella es mi madre, ¿Quién es mi padre?, ¿Por qué no me busco nunca? ¿Por qué no me lo dijo?

—Lo que tu buscas es la verdad de quien eres.—informo Gold notando que los ojos de la chica ya estaban del mismo color.—¿Estás dispuesta a pagar el precio por esa verdad?

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