ɪᴠ.- ᴍᴇᴛᴀᴍᴏʀᴘʜᴏꜱɪꜱ
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El amanecer teñía el cielo de tonos rosados y naranjas sobre las calles de Storybrooke, dándole inicio a un nuevo día. La mayoría de los habitantes aún estaban dormidos tranquilamente en sus hogares, adormecidos bajo el manto de la noche anterior. Sin embargo, Nisha se encontraba sumida en un sueño intranquilo, tal vez se debía a la presión de ser la asistente de Regina, de que sus ingresos sean lo único que tienen para sobrellevar los cambios o simplemente el la mudanza 'temporal'.
Los minutos pasaban lentamente mientras la azabache se retorcía entre las sábanas, sudando frío y temblando por la ansiedad, hasta que el pitido de su alarma la sacó bruscamente de su pesadilla.
Sus ojos se abrieron de golpe, desorientados por un momento, hasta que logro enfocar con más claridad el entorno de la habitación. Una vez que logro regular su respiración decidió levantarse con mucho cuidado, sin tener la intención de despertar a Emma, quien aún estaba dormida en su lado de la cama.
—¡Buenos días, Nish!—Mary Margaret la saludó al verla salir de la habitación que compartía con la rubia, sin mirarla directamente.—¿Estás nerviosa por tu primer día? Sé que la alcaldesa puede ser bastante intimidante, pero con el tiempo . . .—La mujer levantó la vista y encontró a su nueva inquilina visiblemente alterada, así que se acercó para comprobar su estado.— ¿Te sientes mal? ¿Quieres que despierte a Emma?
—¿Qué? . . . . Ohh no, no—Barton salía de su trance caminando hacia la cocina buscando un vaso de agua solo para refrescarse.—Solo tuve una pesadilla . . . otra vez—informo Adreanna con una sonrisa forzada, minimizando la situación.
—Eso quiere decir . . . ¿Qué son muy frecuentes?—pregunto la señorita Blanchard con cierto interés en el tema, ya que la chica siempre era un rayo de sol como para sufrir esos ataques.
—Bueno . . . . mis pesadillas no son nada frecuentes, surgen por el estrés, tal vez . . . dos veces al mes y eso es demasiado, también cuando miro alguna película de terror, pero no cualquiera . . . tiene que ser una que en verdad sea terrorífica.—menciono Nisha intentando de recordar los detalles de su sueño.
—Supongo que Regina tiene que ver en todo ese estrés.—Mary llego a esa conclusión mientras comenzaba a preparar el desayuno.—Bueno también estas pasando por una mudanza, ayudas a Emma en todo esto de Henry mientras que tú . . . .—intento seguir numerando los cambios en la vida de la chica, sin embargo ella la interrumpió.
—Creo que soñé con mi madre o alguna especie de tía . . . en realidad no lo se, jamás conocí a mi familia biológica.—expreso la azabache recordando todas esas veces que imaginaba los rostros de sus padre.—Aunque ella no se parecía nada a mi . . . . era rubia, pero no igual que Emma si no un poco más oscuro, su cabello estaba peinado en un moño.
—Ahora entiendo porque Emma y tu se ven como hermanas—dijo la maestra de Henry notando las similitudes entre las dos mujeres.—Pero si me permites aconsejarte . . . creo que sería bueno que tengas algunas sesiones con Archie.
—¿Un loquero?—cuestiono la joven de manera irónica mientras soltaba unas cuantas risas falsas—No gracias . . . tuve uno cuando era pequeña, le contaba a mis tutores todo lo que decía en mis sesiones, eso hizo que me miraran como un bicho raro.—negó con una mueca de disgusto, antes de notar que la hora.—Tengo que alistarme . . . . . si llego tarde me cortarán la cabeza.
Adreanna se apresuro a darse una ducha, en un intento de borrar todo pensamiento que tenía sobre esa mujer misteriosa, donde pudiera refrescarse y despertar mejor para tener un buen día. No quería que nada arruinara su buen estado de animo, así que en un abrir y cerrar de ojos, ya tenía puesta su ropa, antes de salir corriendo hacia la casa de la alcaldesa, rezando para que no fuera despedida en su primer día de trabajo.
Cuando por fin llegó a la entrada de la casa, tocó el timbre, celebrando internamente el hecho de que llego justo a tiempo. Sin embargo, se llevó un golpe mental al recordar que debía traer el café que le había ordenado Regina. De manera inmediata, intentó buscar alguna salida ante esa situación. Tal vez podría fingir que la cafetería estaba cerrada o que el café se había derramado en el trayecto. Sin embargo, el sonido de la puerta captó su atención.
—Alcaldesa—Nisha saludo a la mujer que salía con una enorme sonrisa—Olvide su café, pero si usted me da un par de minutos puedo ir corriendo a Granny's por su capuchino, le juro que no tardare se lo prometo.
—Ohh . . . . eso era solo una broma.—Regina intentaba controlarse, pero le dolía tener a su hija tan cerca y no poder hacer nada.—No deberías de tomar todo tan personal, cariño . . . . Sabes ¿Por qué no mejor pasas a desayunar con nosotros?
—¿Enserio?—La azabache preguntó con total incredulidad. ¿Cómo era posible que la mujer que la había golpeado la última vez la estuviera invitando a desayunar?—Acaso ¿Es una broma punk?
—No, claro que no . . . vamos solo entra—la alcaldesa tomo del brazo a la chica, guiándola hacia el comedor que estaba repleto de algunos platillos con comida.—Iré por Henry, estoy segura de que se pondrá feliz de que estés aquí . . . . toma asiento.
La joven asintió bastante confundida ante el cambio de actitud de Regina, preguntándose si aún estaba durmiendo, pero cuando se dio un pellizco y sintió el dolor esa posibilidad quedo descartada. Sin embargo su mueca de dolor cambio a una de felicidad cuando vio al pequeño corriendo hacia ella con una enorme sonrisa.
—¿Esto es parte de la operación Cobra?—Henry le susurro a Nisha cuando se sentó a lado de ella
—Buen día para ti también.—la azabache lo saludo recibiendo una pequeña risita junto con un 'lo siento' apenas audible.
—Adh . . . Nisha—Mills corrigió el nombre antes de pronunciarlo por completo.—Espero sea de tu agrado, no sabía si eres alérgica a algo . . . así que prepare de todo un poco.
—Gracias, es muy amable de su parte.—Adreanna tomo un plato con huevos revueltos y algo de tocineta, sintiéndose algo nerviosa por la atenta mirada de la mujer.—Y no . . . creo que no soy alérgica a nada . . . bueno de niña comía todo y nunca presente alguna reacción así que creo que . . . no lo soy—informo de una manera rápida, ya que en situaciones así solía hablar sin parar.
—Es bueno saberlo—expreso Regina con una sonrisa, viéndola como tomaba algunos alimentos como si fuera un venadito asustado.—Con confianza . . . estas en tu casa, incluso puedes llevarte algo para más tarde.
—Diría que te esta envenenado, pero esta comiendo lo mismo que tu.—Henry hablo en voz baja mientras continuaba su desayuno.—Aún así no bajes la guardia.
—Señorita Nisha, cuénteme ¿Ya tiene planes para este fin de semana?—indago la alcaldesa con curiosidad, esperando pasar más tiempo con su hija con algún pretexto.
—Bueno . . . tenía pensado viajar a Boston con Emma.—informo la azabache antes de dar un sorbo a su café.—Aún tenemos cosas en nuestro antiguo apartamento, no son muchas, pero prefiero ayudar.
—¡NO PUEDES IR!— Regina elevo su voz cuando recordó las palabras del Sr. Gold 'evitar que salga de Storybrooke', sin embargo cuando noto que había gritado tuvo que improvisar, para borrar esos rostros confundidos de sus hijos—Quiero decir que no puedes ir porque . . . . . te necesito para planear unos eventos . . . tranquila tendrás un pago extra.
—Creí que tu junta del consejo era hoy.—menciono el niño estirando su mano para tomar otro panqueque.—¿Me quedare solo de nuevo o ella me cuidara?
—Te quedarás con Nisha toda la tarde . . . de preferencia aquí en casa, pero tendrán que decirme si llegan a salir, solo para estar informada de su paradero.—confeso la alcaldesa antes de dirigir la vista a su desayuno, como si buscara tiempo para mejorar su mentira.—Sobre lo otro . . . . en realidad es una cena, pero necesito unas manos extras.
—Ohh, bueno siendo así . . . creo que Emma podría traer lo que queda de nuestras cosas.—Nisha no tuvo de otra opción más que aceptar sabiendo que ese dinero sería de mucha ayuda ante su situación actual.
—Termine.—el pequeño señalo su plato vacío, poniéndose de pie.—Iré a lavarme los dientes y estaré listo para la escuela.
Antes de subir las escaleras, Adreanna mantuvo el contacto visual con su sobrino, señalando de manera discreta a la alcaldesa, quien tenía la mirada perdida en el desayuno, intentando ocultar que le dolía el frio trato de su hijo. Sin embargo, Henry entendió perfectamente el mensaje de la azabache y solo para hacer feliz a su tía, decidió hacerle caso.
—Gracias por el desayuno.—el niño se dirigió a su madre para darle un abrazo antes de seguir su camino.
El comedor quedo en completo silencio antes de que Regina reaccionara con una sonrisa que podría iluminar a todo el pueblo mientras que Nisha solo la miraba con curiosidad, había un cambio en su actitud que la hacia más feliz y eso era bueno. Siempre creía en que todos eran capaces de enmendar sus errores.
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Nisha paso la mayoría del día aprendiendo algunas cosas que tendría que hacer para su nuevo trabajo, organizar reuniones, hacer recordatorios sobre futuros eventos e incluso asistir a las juntas de Henry o cuidarlo cuando Regina no este disponible. Aunque no quería admitirlo, pero le gustaba más ser la asistente de la alcaldesa que todos esos años que trabajo en el hospital o cuando luchaba por conseguir una plaza en el área de pediatría.
—¡YA ESTOY AQUÍ!—anuncio la azabache entrando al apartamento, mirando a las dos mujeres platicar en el sofá.—Traje algo para cenar.—mostro la bolsa de Granny's que había comprado en el trayecto.
—Regresaste en una pieza . . . . eso es buena señal—bromeo Emma antes de ayudarle a poner la mesa para poder cenar todas.—Espera . . . . ¿Por qué tienes tantas bolsas?, creí que no teníamos más dinero—cuestiono mirando las bolsas extra que llevaba.
—Bueno . . . . Regina dijo que si sería su asistente debería de empezar a vestir como tal.—Nisha aclaro que no gasto los pocos ahorros que tenían.
—¿Estas diciendo que ella te compro todo esto?—pregunto Mary Margaret con un tono lleno de incredulidad mientras hurgaba en las bolsas.
—Si . . . bueno . . . aún inicio me negué, pero termine aceptando cuando dijo que me descontaría una pequeña cantidad cada semana.—la chica le restaba importancia, no quería que su amiga hiciera un drama ante la situación.
—Adreanna . . . . escucha.—Swan la llamo con su nombre menos favorito para darle a entender que era un tema serio.—No confíes en ella o en sus buenas acciones . . . . no bajes la guardia, se que tratas de ver la bondad en todas esas personas, pero recuerda todo lo malo que nos ha echo en tan poco tiempo.
—Entiendo tus preocupaciones—menciono la azabache mirando a la rubia quien tenía un rostro serio.—Pero ella es diferente conmigo o eso quiero creer . . . . tal vez entendió que no somos sus enemigas y luchamos por un bien común . . . Henry
—¿Tu sabías que esa mujer tiene una relación con el Sheriff?—Emma tomo otro camino en la discusión, solo para mostrar su punto de que esa mujer no veía por el bienestar de su hijo.—Pase por su casa hace unos minutos . . . tal vez estabas en Granny's aún, pero vi a Graham salir desde la ventana de su habitación.
—¿ESE ES EL MALDITO PROBLEMA?—grito Adreanna bastante enojada ante los argumentos de su 'hermana'.—No tiene nada de malo, ella es soltera . . . . tiene derecho de hacer su vida como quiera . . . . Ohh, pero como sale con el chico que te gusta ella es la mala.
—Chicas . . . chicas . . . . ¿Por que no mejor dejan esta discusión para otra ocasión?—la señorita Blanchard se interpuso entre ambas 'hermanas', intentando romper la dura tensión que existía.—Tengamos una cena tranquila, por favor.
—No gracias . . . . ya se me fue el hambre.—Nisha contesto con disgusto caminando al cuarto que compartían, cargando las cosas que su jefa le compro.—Esta noche duerme en el sofá.—expreso antes de cerrar la puerta de un golpe.
Mary Margaret solo miró con desaprobación a Emma. Aunque sabía que Regina era una persona conflictiva, era buena con la menor y eso debería ser lo único importante. Sin embargo, antes de intercambiar cualquier palabra, la puerta se volvió a abrir. Adreanna salía del cuarto sin hacer contacto visual con nadie, caminaba a paso lento directo hacia ellas antes de tomar una bolsa de comida para llevar.
—Bueno . . . . siempre si tengo hambre.—la azabache confeso en voz baja antes de sentarse en el desayunador.
La cena paso en silencio, con algunos suspiros de incomodidad y quejas en voz baja, hasta que la rubia se dirigió al cuarto por algo que había comprado esa tarde para su 'hermanita', serviría como una ofrenda de paz, ya que no le gustaba estar enojada con Nisha.
—Un pajarito me conto que sigues con pesadillas.—Emma rompió el silencio acercándose a su amiga y delatando a la otra.—Espero que te sirva.—le entrego una pequeña caja con un listón violeta.
—No tenías porque molestarte.—murmuro la azabache tomando el obsequio, abriéndolo con mucho cuidado de no romper la envoltura.—Me encanta . . . Gracias.—dijo en un chillido antes de darle un abrazo a Swan, mostrando orgullosa su atrapa sueños.—Lo pondré en mi lado de la cama.—aviso antes de correr a su cuarto, como si fuera una niña pequeña recibiendo un juguete en Navidad.
—A veces eres muy dura con ella.—confeso la señorita Blanchard mirando a Emma fijamente.
—Lo sé, pero ella mira el mundo con buenas intenciones . . . . flores y tal vez cuentos de hadas, debe de abrir los ojos darse cuenta de que eres es el mundo real, me da miedo de no estar con ella para protegerla.—la rubia explico su punto de vista mirando a su 'hermana' como un pollito de colores.
—Creo que si Henry estuviera aquí, diría que Nisha es la Reina Blanca.—Mary Margaret hizo la comparación, provocando una mueca de parte de Emma.
—No me digas que tu también crees en eso.—la rubia respondió con un tono lleno de irritación, acercándose a la mujer.
—Tranquila solo es un comentario, no podía dejar pasar por desapercibido la similitud de su comportamiento.—explico la maestra de Henry encogiéndose de brazos, pero la chica que estaba a su lado solo la miraba para que continuara hablando.—Bueno ya sabes la describen en los cuentos hadas . . . Es un personaje lleno de bondad, pureza e inocencia. Ella ve lo mejor en los demás, siempre busca la paz y la armonía entre sus habitantes. Es como si . . . Nisha tuviera esa misma luz dentro de ella.
—No tengo tiempo para estas tonterías, creo que será mejor que me vaya a dormir.—Swan se levanto sin querer tocar el tema de conspiraciones locas o hechizos irreales.—Tengo que convencerla para que me deje dormir en la cama y pedirle su opinión sobre la propuesta de trabajo.
—Descansa Emma.—Mary Margaret se despidió con una pequeña sonrisa antes de negar con la cabeza, creyendo que esta enloqueciendo al hacer referencias de lo que Henry diría.
La noche transcurrió con normalidad, después de días e incluso semanas Nisha logro dormir tranquilamente, sin alguna sombra que perturbara sus sueños, sin ver rostros irreconocibles en ellos. Tal vez se sentía con menos presiones, su vida iba por un buen camino y Regina la trataba de manera diferente, pero prefería creer en la magia del atrapa sueños que estaba en su ventana
A la mañana siguiente Mary Margaret salió de casa muy temprano, con el pretexto de pasar un tiempo solo para ella, así que las dos mujeres restantes estaban desayunando con calma.
—¿Estas usando pupilentes?—pregunto Emma acercándose a su 'hermana' con un sándwich en la mano, intentando jalarla para tocar su ojo.
—Suéltame . . . sabes que soy muy torpe para usarlos.—respondió Adreanna recordando todas esas veces que lo intento, pero terminaba picando su ojo hasta ponerlo rojo.—Emma que me sueltes . . . . déjame.
—Quédate quieta . . . Nisha abre el ojo, facilita las cosas.—Swan sujeto a la chica abriéndole el ojo, buscando cualquier evidencia del artefacto para cambiar de color, sin embargo no encontró nada.
—¿Contenta?—cuestiono la azabache sobando su parpado ante la 'agresiva' interacción, pero solo veía a su amiga mirarla con sorpresa.—¿Qué?
—Es que . . . . tienes un ojo más claro que el otro.—informo Swan tomándola del mentón para poder repasar sus rasgos con mayor precisión.—Jamás me había dado cuenta.
—Mis ojos siempre han sido cafés oscuros, solo confiesa que querías picar mi ojito.—bromeo la menor abriendo y cerrando su ojo, para disminuir el dolor.
—No estoy bromeando.—la rubia hablo con un tono lleno de preocupación, tomándola de la mano para que lo comprobara ella misma, sin embargo en el trayecto noto algunos mechones castaños.—¿Te tiñes el pelo?
—¿Qué? . . . Emma sabes que no, ni siquiera teníamos dinero para comer.—contesto Nisha siendo arrastrada al baño por su hermana para notar sus cambios.
Hospital de Storybrooke
La señorita Blanchard escapo un par de minutos de su casa solo para ver al paciente que por fin había despertado, sentía que si se lo contaba a sus inquilinas, podrían juzgarla ya que el hombre era casado y no quería dar una mala impresión.
Pero se la pasaban muy bien hablando sobre su recuperación y jugando con lo que tuvieran a la mano: Ahorcado, Gato e incluso consiguieron un uno y un Scrabble.
—¿Así que no recuerdas nada de tu pasado?—pregunto Mary Margaret a completando su palabra de 5 puntos.
—Son vagos mis recuerdos.—contesto David intentando armar algo con sus pocas piezas.—Creo que solo lo importante, bueno . . . Kathryn no esta en esa lista.
—Pero ella es tu esposa.—cuestiono la mujer sin parecer interesada en el.—¿No te han dicho porque?
—Bueno . . . . el Doctor dice que posiblemente porque estábamos separados, tal vez me esforcé tanto en olvidarla que al final si lo hice—Nolan se encogió de hombros ante la perdida selectiva de memoria.
—Y . . . ¿Recuerdas algo más?—La maestra de Henry siguió preguntando, esperando un milagro mágico.—No lo se . . . tal vez tus padres, algún hermano o un perro.
—Tengo algunas imágenes vagas de mi madre, nada con claridad, pero hay algo que si recuerdo.—informo el hombre tomando una mochila con sus pertenencias que había llevado su 'esposa'.—Cuando estaba en su lecho de muerte me dio un pequeño . . . . relicario que hacia juego con el mío.
—¿Es alguna antigüedad familiar?—pregunto la mujer, esperando ver el objeto mencionado.
—Es más bien es una tradición . . . algo así de pasarlo al primogénito, así que cuando tenga un hijo la mitad ira para él o ella—corrigió David sacando un collar en forma de luna.
—Es hermoso.—concordó Mary Margaret sosteniendo el objeto con sus manos, admirando el detalle del collar.—¿Y el otro?
—No tengo idea.—respondió Nolan algo desanimado ante su perdida de memoria.—Lo único que recuerdo es que era un sol y embonaba aquí—señalo unos pequeños picos en el collar.—Supongo que lo perdí en el accidente, aunque aún tengo la esperanza de encontrarlo en casa.
—¿Te ayudo a ponértelo?—la señorita Blanchard sugirió acercándose a él para dejar el objeto en su cuello.
—No.—el castaño se negó tomando el collar en su mano antes de hacerle un nudo en su llavero.—La verdad no siento que vaya con mi estilo, pero siendo que de esta manera se ve muy bien.
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